May Kelty (1883-1958). Fundadora de las Asambleas de Dios de Cuba

May Kelty 

May Kelty (1883-1958). Fundadora de las Asambleas de Dios de Cuba y por extensión de todo el movimiento pentecostal cubano, nació en San Antonio, Texas. Llegó a Cuba, acompañada de su madre, Harriet L., entre el 6 de marzo de 1920 y el 15 de mayo del mismo año, muy posiblemente en abril. Venían desde Chicago, Illinois, Estados Unidos, donde eran miembros de la Stone Church. Traía la influencia del avivamiento pentecostal de Azusa Street y tenía experiencias misioneras en Argentina.

Llega a La Habana, Cuba, predica en el pueblo de Caraballo, cerca de Santa Cruz del Norte, con asistencia de hasta quinientas personas por noche (el pueblo tenía mil quinientos habitantes). Regresa a EUA en 1922, por gravedad y ulterior muerte de su madre. En San Antonio, Texas, se convierte en pionera del Departamento de Embajadores de Cristo, al ser electa presidenta de la naciente organización, que en aquella época no era todavía un departamento. En San Antonio, impartió clases en el Instituto Bíblico, siendo una de sus primeras maestras. El 13 de mayo de 1928, se efectúa la primera graduación del Instituto y May Kelty figura entre los maestros allí presentes.

Regresa a Cuba en un momento cercano al 1 de agosto de 1931, acompañada por Anna Sanders. Abren una obra en Figuras No. 18, La Habana, que se traslada posteriormente a 10 de octubre No. 801, esquina Santa Amalia, La Habana. Abre en 1932, la obra pentecostal en El Moro, Mantilla, La Habana, en la actual sede de la Primera Iglesia Pentecostal de Cuba. Viaja a EUA en 1934, regresa a Cuba el 22 de agosto de 1935. Hace pastorados en San Francisco de Paula; apoya la obra en San José de las Lajas; pastorea en Lotería y El Cotorro; trabaja en la Misión china de La Habana; es profesora del Instituto Bíblico Pentecostal en Cuba; levanta fondos para misiones.

Regresa definitivamente a los EUA el 3 de abril de 1957, a los 74 años de edad. Es promovida a la gloria el 15 de julio de 1958. Las Asambleas de Dios de Cuba le reconocen como la fundadora indiscutible del movimiento pentecostal cubano. Gloria a Dios por su fecunda vida misionera.

 

 

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Las fuentes de estos datos aparecen cuidadosamente registradas en: Octavio Ríos. Historia de las Asambleas de Dios de Cuba. Tomos I y II. Tyler: Independent Publishers. A su alcance en Amazon.