Dios quiere que todos sus hijos, y más los afectados familiarmente, se sientan seguros de su amor providencial. Él es un Padre piadoso y consolador en medio de las tribulaciones y dificultades. Él responde en las crisis y calamidades, no con impaciencia sino con mucho amor, consuelo y apoyo. De Él se puede depender; nunca rechaza a nadie, y comprende al ser humano como ninguna persona lo hará, porque Él es su propio Creador. Revda. Dra. Elízabeth de la Cruz de Ríos
Golpeada en lo más profundo por la separación de sus padres, muy temprano, en la más tierna edad, para cuando otros piensan en las alegrías de una vida disipada, conoció el evangelio, y con los lacerados sentimientos de su corazón, como se aferra un náufrago a la única tabla que ve flotar, así se aferró al Espíritu Santo de Dios… Él llenó su infancia y toda su adolescencia. Crecería vertiginosamente en la fe al amparo de la Iglesia de Baracoa, en el oriente cubano, bajo el pastorado del inolvidable Alipio Pedraza.
A su llegada a La Habana, en 1980, a donde su madre le trajo buscando algún futuro mejor, la legendaria Rosita Drake le descubrió en el Templo Madre de las Asambleas de Dios, y advirtió con sorpresa que estaba llena de dones: veía ángeles, veía demonios, sentía la dirección de la voluntad de Dios con pasmosa precisión, discernía increíblemente cuando algo no era del Señor. Sin haber terminado su adolescencia era ya una de las principales líderes del Templo más importante de las Asambleas de Dios de Cuba, maestra bíblica, fiel colaboradora e incomparable escudero de oración de sus pastores, el Rev. Hugo y Eliana Vidal.
Licenciada en Ciencias Farmacéuticas por la Universidad de la Habana en 1987, Máster en Teología Práctica por la Facultad de Teología de las Asambleas de Dios para América Latina, Springfield, MO, EUA, en 2009, primera graduación en el Caribe, su vida ha sido más que todo la de una extraordinaria mujer de ayuno y oración. Temí por su salud en 1995, cuando calculé que hacía más de quince días que no comía. Se mantuvo en ayuno total veintiún días, en los que no cesó de orar. Cientos y cientos de veces la salida del sol le sorprendió de rodillas. Las más épicas batallas de nuestro ministerio las libró allí, en su cámara secreta, desde donde nunca pudieron destruirnos.
En diciembre de 2005 oyó clara la voz de Dios: “Oposición”, le dijo el Señor. Se encerró en ayuno y oración. Veía en los aires una amenaza muy grande… Respiraba un peligro creciente… Una semana más tarde los pútridos enemigos del evangelio, parapetados detrás de la inmunidad que les da el uniforme que llevan puesto, me hicieron un atentado…
Sobreviví.
Después de casi treinta años a su lado puedo contarte de ella las historias más asombrosas, pero mucho temo que no las creerás.
En 2009 fue electa Secretaria Nacional de los Ministerios Femeniles para las Asambleas de Dios de Cuba. Tras su ratificación en 2011, tuve que escribir algunas palabras en los titulares del boletín local. Quiera Dios que, al hacerlo, me haya acercado a la dimensión de mujer de Dios que ha sido. Es así que coloqué al pie de su foto esta breve esquela:
Fortaleza de oración. Así te llamó el profeta en el Espíritu. Ha sido el secreto de sostenerte siempre cuando todas las hostilidades parecen derribarte. Fortaleza de oración cuando todos duermen, y las inacabables lenguas del Espíritu surcan desde ti la noche llena de estrellas. Fortaleza de oración en el monte más soleado y en el más oscuro valle, en tierra fértil y en inhóspito desierto. Todos los principados de Arroyo Naranjo no pudieron contra tus silenciosas semanas de ayuno total. A tus reprensiones se disiparon, frustrados y abatidos, los más aciclonados temporales.
El inacabable río de tu oración cubrió de vida cada pétalo marchito. Abrió sus ojos la alondra, encontró su color la mañana y un ángel inmenso, blandiendo su espada, camino al sol, cantó tu victoria.
Muchas felicidades para ti... fortaleza de oración.
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