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viernes, 15 de diciembre de 2017

El concepto universal de Dios y el alma eterna de los hombres

Dos cosas han sido comunes a la práctica totalidad de las civilizaciones, aun a las más aisladas, inconexas o remotas, y es la consciencia de la existencia de una divinidad, única o múltiple y el sentido de la recompensa o castigo eterno por el bien o mal que se haya hecho de este lado de la vida. Los estudios antropológicos demuestran que este concepto tiene efectos reguladores en la conducta de las sociedades, y no se puede desconocer.

Este tema es analizado por el escritor Max Nordau en un libro llamado Las mentiras convencionales de la civilización, Buenos Aires: Editorial TOR, S.f. En él critica fuertemente a la religión, a la que considera una mentira más. En esto no es original. En lo que si resulta curioso es a la hora de ponderar la importancia del fenómeno religioso en el orden social. Al respecto escribe:

 

…A las ideas religiosas pertenece asimismo la de un alma en el hombre y una supervivencia de esta alma después de la muerte. Creer en la inmortalidad es el complemento de la creencia en Dios, y forma con ella un vasto sistema sobre el que se ha podido sostener un orden social y una moral, porque ha suministrado la definición precisa de lo bueno y de lo malo, la distinción entre la virtud y el vicio, una recompensa y un castigo futuro unido a la inmortalidad del individuo con sus atributos esenciales, el sentimiento y la razón. (…) (1).

 

La huella primigenia de Dios y la convicción de la eternidad están inscritas en los corazones de los hombres. Con ellos vienen a la vida: “…porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa” (Ro. 1: 19, 20). 

 

 

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(1) Max NordauLas mentiras convencionales de la civilización, pp. 53, 54. Buenos Aires: Editorial TOR, s.f.




viernes, 1 de diciembre de 2017

¿Cuál es la forma perfecta de gobierno eclesiástico?

No existe un modelo perfecto de gobierno eclesiástico. Resulta difícil concebir en la tierra un “gobierno ideal”. Todos adolecen de faltas e insuficiencias. El único modelo de gobierno perfecto está en el cielo, y a lo largo de la historia la iglesia ha sufrido en la búsqueda incesante de una estructura que le permita mantener el orden en sus asuntos.
No obstante, necesitamos uno que sea afín al ministerio de la iglesia. ¿Cuál será esa forma de gobierno? Será aquella que no impida al pastor desarrollar la visión que ha recibido de Dios, que permita tener un equipo de trabajo con opinión y decisión frente a una feligresía que recibe informe y manifiesta acuerdo o inconformidad.
Muchas denominaciones que dicen poseer tal o cual tipo de gobierno en la práctica tienen un sistema integrado también. Éste ha demostrado su eficacia con el curso del tiempo.
Gobierno definido tiene que existir para que no esté a la deriva la iglesia. No rehusemos el gobierno, cualquiera que sea la forma, pero evitemos que éste impida cumplir el propósito de Dios con el cuerpo de Cristo en la tierra.
Sea el gobierno episcopal, presbiteriano o congregacional, advertimos en cada uno de ellos valores y debilidades. Frente al espíritu dubitativo en que nos puedan sumir las revisiones que hagamos al respecto recordemos que, afortunadamente, Cristo viene pronto. Nos espera una teocracia perfecta. Hasta ese día, cuyos albores se vislumbran ya, usemos los aspectos positivos de las diferentes expresiones de gobierno y luchemos para que continúe adelante, incontenible, la iglesia de Jesucristo en la tierra.


miércoles, 15 de noviembre de 2017

El avivamiento de Gales

El ministerio de Evan Roberts (1878-1951) (1) cambió para siempre la historia de Gran Bretaña e impactó a la mismísima Norteamérica y al mundo con el avivamiento de Gales. De origen calvinista-metodista (2), a los trece años de edad tuvo su primer encuentro con Dios (3). Desde esta primera experiencia se levantó con él uno de los ministerios más asombrosos de la historia.  El poder espiritual que llegó a emanar de su persona como fruto de la intensísima vida de oración que guardó fue lo más impresionante que sus contemporáneos pudieran describir. Despertaba cada noche a la 1:00 AM para tener comunión con Dios. Oraba durante cuatro horas. A partir de las 5:00 AM dormía cuatro horas, y nuevamente oraba desde las 9:00 AM hasta el mediodía (4)

En diciembre de 1903, supo en su corazón que Dios había planeado un gran avivamiento para la comunidad de Gales. Mientras predicaba en Moriah, dijo: “He extendido mi mano y tocado la llama. Estoy ardiendo y esperando una señal” (5). Cuando se produjo el avivamiento bajo su liderazgo, los grandes y solemnes predicadores de Inglaterra y Gales se sentaron junto a los rudos y toscos trabajadores mineros para ver la obra de Dios (6).

En octubre de 1904 vio en visión un brazo que parecía estar extendido desde la Luna, apuntando hacia Gales. Había estado orando fervientemente para que cien mil almas se agregaran al reino de Dios, y entendió que había recibido esta visión como respuesta directa a sus oraciones. A partir de aquí proyectó el ministerio con todas sus fuerzas (7).

Un movimiento de intercesión se desbordaba desde el salón donde tenían lugar los servicios, y muchas veces las reuniones se extendían más allá de la medianoche, hasta las 4:00 AM del siguiente día, o por toda la noche. Las personas se reunían en la puerta de la calle para comenzar a orar a las 6:00 AM. En los dos años siguientes el nombre de Evan Roberts fue conocido por toda Gales (8). El avivamiento se extendió; los bares y los cinematógrafos cerraron; prostitutas, convertidas ahora, comenzaron a liderar estudios bíblicos: las personas pagaban deudas atrasadas; los alcohólicos venían al evangelio... (9)

Frank Bartleman, pionero del movimiento pentecostal en el siglo XX, escribió:

 

Un testigo presencial, inglés, escribe sobre el avivamiento de Gales: “Nunca antes he sido testigo de un amor tan grande por las almas. He visto al joven Evan Roberts convulsionando de pena, y clamando a quienes lo escuchaban para que oraran…”.

Otro escritor declara que no era la elocuencia de Evan Roberts lo que quebrantaba a los hombres, sino sus lágrimas. “Roberts se quebraba llorando amargamente para que Dios los doblegara, en una agonía de oración, con lágrimas cayendo por sus mejillas, todo su cuerpo convulsionando. Hombres fornidos se quebrantaban y lloraban como niños. Las mujeres gritaban. El sonido del llanto y el gemido llenaban el aire. Evan Roberts, en el clima de su agonía, solía caer sobre el púlpito, mientras muchos de los que estaban en la multitud se desvanecían (10).

 

Son bien conocidos los intercambios epistolares entre Evan Robets y Frank Bartleman; por esas cartas sabemos que Gales estaba orando por el naciente avivamiento de Los Ángeles, California. Cuánto del avivamiento de Gales estuvo por medio de aquellas oraciones en el avivamiento de Azusa Street, que empujó el movimiento pentecostal mundial, un día lo sabremos.

 

 

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(1) Robert LiardonLos generales de Dios, T. I, Buenos Aires: Peniel, 2000, p. 93.

(2) Ibíd., p. 93.

(3) Ibíd., p. 95.

(4) Ibíd., p. 96.

(5) Ibíd.

(6) Ibíd., p. 98.

(7) Ibíd., p. 99.

(8) Ibíd., p. 100.

(9) Ibíd., p. 101.

(10) Ibíd., pp. 72, 73.




miércoles, 1 de noviembre de 2017

Imágenes bíblicas acerca de aquel que es llamado por Dios

Bajo el ministerio del Rev. Hugo Vidal Vidal fui bautizado en aguas el domingo 16 de noviembre de 1986. Siempre recuerdo a mi pastor con una mezcla de gratitud y admiración. Conservo aún las notas de las clases que impartía. En una oportunidad nos contó el texto bíblico que usó Dios para llamarle al ministerio. Correspondía a Mateo 9:36; allí se lee: “Y al ver las multitudes, tuvo compasión de ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor” (Mt. 9:36). Pasé un buen rato pensando en las complejidades del ministerio pastoral. De ellas se llenarían nuestras. Años después leí, con curiosidad, acerca de las imágenes bíblicas que aparecen en II de Timoteo, capítulo 2, respecto a los rigores que enfrenta aquel que es llamado por Dios para servir en su obra. Estas aparecen recreadas por John MacArthur, en su libro El ministerio pastoral (1). Estas son:

MAESTRO

v.2. Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros. 

SOLDADO

v.3. Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo. 
v.4. Ninguno que milita se enreda en los negocios de la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado. 

ATLETA

v.5. Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente. 

LABRADOR

v.6. El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero. 

OBRERO

v.15. Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. 

UTENSILIO

v.20. Pero en una casa grande, no solamente hay utensilios de oro y de plata, sino también de madera y de barro; y unos son para usos honrosos, y otros para usos viles. 
v.21. Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será instrumento para honra, santificado, útil al Señor, y dispuesto para toda buena obra. 

SIERVO

v.24. Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; 

Estas metáforas evidencian, con relación a la vida de aquel que ha sido llamado por Dios, imágenes vivas de servicio abnegado, trabajo activo, sacrificios y dificultades.


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(1) John MacArthur. El ministerio pastoral. Barcelona, España: CLIE. 2009, p. 14.


domingo, 1 de octubre de 2017

Diccionarios y más diccionarios...

Un diccionario es, según el Diccionario de la Real Academia Española, un repertorio en forma de libro o soporte electrónico en el que se recogen, en orden, las palabras o expresiones de una o más lenguas, o de una materia concreta, acompañadas de su definición, equivalencia o explicación. Hay una diversidad muy grande de diccionarios. Los llamados diccionarios enciclopédicos llenan las estanterías de las bibliotecas por sus desmesuradas proporciones. Estos, además de las palabras comunes de una lengua, contiene nombres propios de destacados personajes, acontecimientos, lugares, y demás.
Es curioso saber de diccionarios históricos. Estos aspiran a contener todas las palabras de una lengua que existen y han existido, y las variantes que presentan (1).


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(1) Artículo: “Diccionario”. Diccionario de la Real Academia Españolahttps://dle.rae.es/?w=diccionario 


viernes, 1 de septiembre de 2017

Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio

“No somos conscientes de todo lo que recordamos”. No es un contrasentido. Esta afirmación es el legado de Sigmund Freud. No todos entienden totalmente la extensión y las consecuencias de este descubrimiento en la explicación de la conducta humana. Las personas queremos ser libres. Mejorar las respuestas que damos a los avatares de la vida, pero, en un final, advertimos que, inexplicablemente, somos empujados en determinadas direcciones. Recuerdos y más recuerdos, de los que no somos conscientes, modelan la conducta, enrumban las respuestas, determinan ese alud de inexplicables emociones, muchas de ellas pecaminosas, que dan al traste con un hondo descubrimiento, y es que no somos libres. Un niño es mordido por un perro; llegará a ser un adulto, y no podrá explicarse como, siendo un ser fornido, les teme a esas criaturas amistosas, al punto que sus ladridos de juego le hagan sudar. No es consciente de aquel recuerdo que vive escondido en él.
Escenas de hondo significado, por la tristeza y pesar que causaron, evocadas como marea inusitada en súbitas melancolías; soledades vividas que dejan memorias de desamparo; enojos desbordados y expansivos ante escenas que vinculamos a recuerdos de violencias de las que no somos conscientes… Todo un mundo de cosas interiores y lejanas determinando la conducta, el pensamiento, la voluntad, y las emociones de estas criaturas tan complejas que somos los humanos.
Nuestra memoria consciente es solo la parte visible del iceberg.  Detrás de lo que llamamos “ataduras espirituales”, “cautividades”, cosas así, muchas veces lo que están son los recuerdos, ese mundo inconsciente, escondido, pasado, lejano…
El salmista lo descubrió un día. Su oración desesperada lo evidencia: “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí” (Sal. 51:10).
Las memorias tienen grados en la escala del mal. La peor de todas tiene que ver con un germen que nos infecta desde el momento de nacer; se llama pecado. Es memoria lejana y trasmitida; nos llegó desde nuestros primigenios padres. Ellos fueron contaminados en el Edén. Los empiristas la niegan; los ateos, desde su acre ignorancia de todo, se mofan. El apóstol Pablo escribe de ella en un lenguaje de cuasi desesperación. Con sus palabras traza desde sí la consecuencia dejada en nosotros en el estrato más profundo de lo inconsciente por esa huella, por esa memoria:

Porque lo que hago, no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino lo que aborrezco, eso hago. Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena. De manera que ya no soy yo quien hace aquello, sino el pecado que mora en mí. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? (Ro. 7:15-24).

A la acción que rompe el efecto de estas tenebrosas memorias, Pablo le llamó, en la carta que escribió a Tito, “regeneración”: “Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo (Ti. 3: 4, 5). 
Jesús, en términos más sencillos, mientras hablaba con un anciano llamado Nicodemo, le llamó a esa experiencia: “nuevo nacimiento”. Así lo rubrica el evangelio de Juan: “Respondió Jesús y le dijo: ‘De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios’” (Jn. 3:3).
La nueva vida en Cristo no es una opción entre otras; es el único camino a la liberación del efecto que tienen en nosotros las horribles memorias que nos sembraron, especialmente aquella con la que ya nacimos.
Ven a Cristo; sé libre.


domingo, 9 de julio de 2017

Cuba. Datos generales

Nombre oficial: República de Cuba

 

Capital: La Habana, con 2.130.000 de habitantes al cierre de 2017. Está localizada en la costa noroeste de la isla frente al Estrecho de la Florida.

 

Idioma oficial: español, con el habitual seseo latino.

 

Localización geográfica: Cuba está situada en la entrada del Golfo de México, en pleno Mar Caribe, entre los paralelos 20 y 23 grados latitud norte y los meridianos 74 y 85 grados longitud oeste.

 

Las tierras más cercanas son:

 

Al norte, Cayo Hueso (Key West) a 160 km (90 millas náuticas).

Al oeste, la Península de Yucatán (México) a 210 km (120 millas náuticas).

Al sur, Jamaica a 140 km (80 millas náuticas).

Al este, Haití a 77 km (43 millas náuticas).

Al noreste Las Bahamas a 21 Km (12 millas náuticas).

 

Dimensiones: 109 884 km² (42 830 mi²). Cuba es un archipiélago formado por la isla de Cuba (104.556 km² - 40.520 mi²), Isla de Pinos (2.204 km² - 850 mi²) y alrededor de 4.195 cayos e islotes con 3.126 km² (1.435 mi²), de los cuales entre los mayores están:

 

Cayo Largo del Sur (36 km2 - 14 mi2)

Cayo Fragoso (101 km2 - 39 mi2)

Cayo Coco (369 km2 - 143 mi2)

Cayo Romano (759 km2 - 293 mi2)

Cayo Guayaba (100 km2 - 39 mi2)

La isla de Cuba tiene una longitud (este-oeste) de 1.250 km (780 millas) y un ancho promedio (norte-sur) que varía entre 32 y 210 km (20-131 millas) y posee aproximadamente 5.800 km de costas (3 625 millas).

 

Población: La población total es de 11.221.060 habitantes al cierre del año 2017, con una densidad de población de 102.3 habitantes por km². El 76.9 % de la población reside en áreas urbanas, con un escaso 23.1 % en zonas rurales.

La población cubana está formada básicamente por descendientes de españoles y africanos y por la mezcla de ambos grupos raciales. Puede identificarse descendencia china y europea (franceses y polacos).

 

Clima: subtropical húmedo, con dos estaciones claramente definidas, la seca (invierno) de noviembre a abril, y la lluviosa (verano) de mayo a octubre. La temperatura media anual es de 25°C, la media en invierno es de 20°C y la de verano es de 26-27°C. Durante la temporada invernal es frecuente la entrada de frentes fríos con temperaturas mínimas inferiores a veces a los 10°C. Las temperaturas mínimas varían entre 1°C y 8.5 °C en el occidente del país y entre 3°C y 12.5°C en la parte oriental; las temperaturas máximas registradas están entre los 36°C y 38°C.

 

Las lluvias tienen una media anual de 1.200 mm (48 pulgadas) con alrededor del 30% de las precipitaciones en el período invernal y el restante 70% en el verano y en general son más abundantes en el occidente del país que en el oriente.

 

Religión: Los registros afirman que la religión predominante es la católica romana. Las últimas décadas registran un crecimiento desbordante de las organizaciones evangélicas: pentecostales, bautistas, adventistas del séptimo día, y demás.

Se practican religiones y cultos afrocubanos originados en el sincretismo del catolicismo con las religiones africanas traídas a Cuba en tiempos de la esclavitud.

 

Moneda nacional: La moneda nacional es el peso cubano (CUP) que se canjea a razón de 24 por el peso cubano convertible, que a su vez es equivalente a 1.00 dólares americanos.

 

División político-administrativa: Cuba está dividida en 15 provincias y el municipio especial Isla de la Juventud (Isla de Pinos).

 

La última modificación de esta división político-administrativa se realizó en el año 2011, en la que se crearon dos nuevas provincias (Artemisa y Mayabeque) en lo que era antes la provincia La Habana y a expensas también de tres municipios que pertenecían antes a la provincia de Pinar del Río.

 

Economía: La economía cubana se basa en la actividad de los servicios, la actividad turística, la actividad agropecuaria, la minería y la industria; las principales producciones del país son: níquel, azúcar crudo, tabaco en rama, servicios turísticos, bebidas alcohólicas, tabacos (habanos) y cigarrillos, café, cítricos, perfumería y productos derivados de la pesca.

 

El producto interno bruto del país es de aproximadamente 53.333 millones de pesos anuales con una media de 4.662 pesos por habitante. Por su peso en la creación del PIB la industria es la actividad económica más importante con el 29%, le siguen los servicios sociales con el 23%, el comercio y turismo con el 22% y la agricultura con el 8% (1) (2).

 

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(1) Hicuba.com. Destinos en el Caribe. https://www.hicuba.com/descripcion.htm

(2) Ecured. Enciclopedia de la red cubana. https://www.ecured.cu/EcuRed




viernes, 30 de junio de 2017

La correspondencia más corta que se pueda recordar

El escritor francés Víctor Hugo estaba preocupado por el destino editorial de Los miserables; así es que le escribió al editor. Su carta solo tenía un «?». El editor contestó. Su respuesta fue: «!» (1).

 

 

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(1) PExtra. El Periódico Barcelona. «Víctor Hugo: ¿Qué le llevó a escribir el mensaje más corto de la historia?». Publicado y accedido: 30 de junio de 2017. https://www.elperiodico.com/es/extra/20170630/victor-hugo-6138189




jueves, 15 de junio de 2017

A la partida del Profesor Fabio Romero

A toda la familia Romero.

c/c Facultad de Teología de las Asambleas de Dios de América Latina en Uruguay.

 

De: Facultad de Teología de las Asambleas de Dios en La Habana, Cuba.

 

Muy respetables hermanos (as):

 

Somos los Revs. Dres. Octavio y Elízabeth Ríos, profesores de la Facultad de Teología de las Asambleas de Dios de América Latina en La Habana, Cuba. A través de la Facultad, supimos de la partida y promoción a la gloria del insigne Profesor Rev. Fabio Romero. La Facultad en la isla recibió la noticia con profundo dolor. Queremos unirnos a toda la familia en este día orar y dar gracias a Dios por la vida de tan destacado maestro bíblico, que unió fuerzas con los cubanos en la enseñanza ortodoxa de la Palabra y la expansión del Reino de los cielos.

Junto al Profesor Romero viajamos por toda Cuba cientos de kilómetros. Recordaremos su alegría, la habilidad con que se movía en los impresionantes resquicios de la hermenéutica y la teología avanzada, su celo por el orden, amor a la comunicación con sus hermanos y la presteza que tuvo siempre para ir a donde otros no querían ir. A Dios sea la gloria y al profesor Fabio Romero y por extensión a su familia, nuestra gratitud.

Como presidentes de la Comisión Nacional de Historia de las Asambleas de Dios de Cuba tomamos nota, para que la página escrita por su padre entre nosotros no quede en el olvido, todos recordaremos siempre a aquel que fue un heraldo de la Palabra para toda Latinoamérica y un experimentado erudito de los misterios del Reino. En el ejemplo que nos lega sienta la generación venidera fuerza e inspiración.

Dios les fortalezca en este día, el Espíritu Santo le abrace con consuelo perfecto y venga del cielo a sus vidas toda la ministración del Señor. Así sea.

 

Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas. (Ap. 21:1-5.)

 

Reciban en este día la expresión más alta de nuestro respeto y amor en Cristo.

Facultad de Teología de las Asambleas de Dios de América Latina en La Habana, Cuba.



jueves, 1 de junio de 2017

José Martí y los positivistas mexicanos

El 5 de abril de 1875, tuvo lugar un fuerte debate en el Liceo Hidalgo, de Ciudad México. Este giró en torno al tema: “La influencia del espiritismo en el estudio de las ciencias en general”. Hicieron intervenciones representantes de la escuela positivista y de la Sociedad Espírita (1).

El positivismo, como forma del pensamiento, fue popularizado por el filósofo francés Auguste Comte (1798-1857), padre también de la sociología. Sus ideas dieron lugar a dos grandes ramas del positivismo: el científico y el filosófico. El primero, el positivismo científico, sería un modo de entender la ciencia, que limitaba el conocimiento científico a los «hechos» o fenómenos observables, a su descripción y a la formulación de las leyes que los relacionaban. Todo lo demás no era ciencia. Esta modalidad del positivismo no negaba la metafísica, que es aquella rama del saber que atiende a las cosas que van más allá de lo físico (2). El positivismo filosófico, por su parte, define que los hechos empíricos puros (basados en la experiencia) son la única base del conocimiento. Se niega, por ende, todo valor a la metafísica (3).

México tenía una fuerte escuela positivista, que floreció después de 1870, y tuvo gran influencia en la educación y el gobierno, de ahí el interés que despertó este debate. Fue publicado en Revista Universal de México, el 8 de abril de 1875. José Martí, el más preclaro pensador cubano, participó en la primera de las tres sesiones que tuvieron lugar (1).

 

Publicado en Revista Universal, México, 8 de abril de 1875 (4).

 

Presidencia del Sr Pimentel (5).

El Sr. Pimentel: –Tiene la palabra el Sr. Baz para sostener su proposición.

El Sr. Baz (Gustavo): —(…) Trátese de averiguar la influencia del espiritismo en el estudio de las ciencias en general. Esta creencia basada en hipótesis que no tienen demostración experimental no ha abreviado ni los métodos, ni el tiempo, ni el trabajo en el estudio de las ciencias exactas, pues que toda ley a posteriori no se puede admitir hasta que ha sido demostrada por la práctica y la experiencia (…). Nuestra bandera son los inmortales principios de la libertad de conciencia y la omnipotencia de la razón humana.

El Sr. Cordero: —[Leyó el credo espiritista. Dijo que el espiritismo no tenía por origen leyendas de fantasmas y aparecidos, que estos hechos no habían sido conocidos perfectamente hasta hoy, y que el espiritismo no pretende nada por derecho de conquista.]

El Sr. Pimentel: —Quisiera saber qué cosa es espíritu.

El Sr. Cordero: —Con igual derecho preguntaría yo qué cosa es materia (…).

El Sr. Pimentel: —Sábese lo que es materia, pero no lo que es espíritu; la materia, un cuerpo por ejemplo, podía no tener ni color, ni forma, ni sabor, pero en último análisis nunca dejará de tener extensión, he aquí por lo que algunos definen la materia por resistencia. Los espiritistas al suponer la independencia del espíritu lo materializan y en este sentido Jesús y los Santos Padres son los primeros materialistas que él conoce. (Murmullos.) Jesús pertenecía a una secta que predicaba la transformación de la materia, y hablaba incesantemente de penas corporales, de la resurrección de la carne, del crujir de dientes. (Murmullos.) Por otra parte el aserto del Sr. Baz acerca de la antigüedad del espiritismo está fundado en las aserciones de Strauss (6) y de otros autores alemanes.

Una voz: —Nada de autoridades.

El Sr. Pimentel: —Tiene la palabra el Sr. Cordero. (…).

El Sr. Cordero: —¿Por qué si se admite la hipótesis del éter imponderable en las ciencias, no se ha de admitir también el de una fuerza imponderable que anime nuestro cuerpo? (Murmullos de aprobación en algunos bancos.) En cuanto al giro de la discusión, está extraviada. Débese averiguar antes que todo si el espiritismo es cierto o no, y para ello es necesario que los miembros del Liceo Hidalgo lo estudien. (Murmullos.) Los que lo profesan tienen una convicción profunda que no ha cedido ante el anatema de la sociedad, ante las lágrimas de los seres más queridos, ante los sacrificios más grandes. (Aplausos.) Por eso creo que después de estudiar extensamente al espiritismo debía reformarse en este sentido el tema de la discusión: ¿el espiritismo es cierto o no?

 

Vaya discusión. El espiritismo ha existido, con diversos nombres, a través de los siglos. Este satánico movimiento tal como lo conocemos hoy, fue introducido en Europa occidental a mediados del siglo XIX, especialmente en Alemania, Gran Bretaña y Francia. Muchos insisten en que su origen moderno es norteamericano y lo vinculan con las hermanas Kate y Margarete Fox en el estado de Nueva York (1848). Los espiritistas creen en la comunicación con los espíritus mediante un médium (receptor de mensajes) (7). Así continuó la discusión:

 

El Presidente: —Tiene la palabra el Sr. Baz.

El Sr. Baz: —Esta vez tomo la palabra con verdadera pena, porque tengo que defender una parte incidental de mi discurso y la proposición presentada por el Liceo Hidalgo. Clara y definidamente he definido el espiritismo como la creencia que supone la inmortalidad del alma y la plena comunicación entre los espíritus de este planeta, con agentes exteriores. Si me remonté a las leyendas de la Edad Media, fue para refutar la aserción de Allan Kardec  que dice al principio de su Libro de los Espíritus que para las cosas nuevas se necesitan palabras nuevas, suponiendo que el espiritismo ha nacido en nuestra época. En este punto el mismo Sr. Cordero ha dicho que esos fenómenos eran antes bien conocidos, de modo que él como yo hemos refutado a Allan Kardec.

 

La rama francesa del espiritismo está representada especialmente por Hipólito León Denizard Rival, más conocido con el nombre mediumnímico de Allan Kardec (1804–1869). Este nació en Lyón, Francia, en el seno de una familia cristiana. Dotado de una inteligencia poco común, se inclinó por el estudio de las ciencias y la filosofía. Fue miembro de algunas sociedades científicas, como la Academia de Ciencias de Arras. Esta le reconoció en 1831, por su notable trabajo ¿Cuál es el sistema de estudios que está más en armonía con las necesidades de la época? Se añadirían a esta, otras publicaciones, como Cuadro propuesto para la mejoría de la instrucción pública (1828), Catecismo gramatical de la lengua francesa (1848) y Dictados especiales sobre las dificultades ortográficas (1848), entre otras. De 1835-40 fundó en su hogar una escuela gratuita de química, física, anatomía comparada y astronomía.  En 1855 comienza a interesarse por “las manifestaciones de los espíritus”. A partir de entonces escribió varios libros, el primero de los cuales fue su difundida obra El libro de los espíritus (1857), que aborda el tema desde una perspectiva filosófica; publicó después El libro de los médium (1861), que aborda aspectos teórico-prácticos del tema y configura, junto al anterior, el binomio clásico más representativo de la literatura espiritista. Escribe posteriormente El evangelio según el espiritismo (1864); El cielo y el infierno o la justicia divina (1865); El génesis, los milagros y las predicciones, según el espiritismo (1868). Después de su muerte fueron editadas sus Obras Póstumas, donde se recopilan trabajos que no habían sido publicados por el autor). Las iglesias cristianas históricas se han opuesto enfática y categóricamente al espiritismo y a todas sus variantes, considerándolas prácticas diabólicas, claramente prohibidas por la Biblia (8)

El señor Gustavo Baz continuó diciendo:

(…) Entrando en el fondo de la cuestión es preciso no perder de vista la división entre ciencias exactas y morales. En las primeras siendo el objeto de toda investigación el explicar por medio de una ley, determinado rango de hechos, generalmente y como he dicho antes, se establece esta ley a posterioriy cuando se establece a priori, venga o no de una revelación espirita, de una intuición, no se admite hasta que no ha sido sancionada por la experiencia, de modo que el espiritismo no puede abreviar el tiempo en el estudio de las ciencias exactas. (Marcadas palabras de aprobación en la primera banca.) Respecto de lo moral (…) todos los sistemas tienen por objeto procurar el bienestar del individuo. Teniéndose como se tiene en esta discusión, una frente a la otra, dos escuelas, la una que pretende fundar las bases de esta norma de conducta en lo que no se conoce en sus fenómenos que no son analizables experimentalmente, en el espíritu, y otra que funda estas bases en las necesidades corporales, en el estado social (…), esta segunda triunfará siempre de la primera, pues que es más comprensible para todos y descansa en hechos positivos y verdades averiguadas por la ciencia. (Murmullos de aprobación en algunos bancos.) (…) Niego, pues, señores, que el espiritismo tenga ninguna ventaja sobre los sistemas que le son opuestos en la averiguación de las verdades científicas y morales. (Sensación.) En cuanto al grado de certidumbre de la ciencia espírita, yo tengo el derecho de dudar de los fenómenos que no he palpado, pues que la duda es un derecho del hombre. (…) Y aun en presencia de estos mismos fenómenos que podrían depender muy bien de la constitución fisiológica de los que lo afirman, justo y racional sería que buscásemos una ley que los explicase y que estuviese de acuerdo con los conocimientos científicos que poseemos. (Aplausos en las primeras bancas y a la izquierda.)

Varias voces: —Pido la palabra. (…)

El Presidente: —Tiene la palabra el Sr. [José] Martí.

El Sr. Martí: –Yo vengo a esta discusión con el espíritu de conciliación que norma todos los actos de mi vida. Yo estoy entre el materialismo que es la exageración de la materia, y el espiritismo que es la exageración del espíritu. (Sensación.)

¿Qué es el espíritu? Nos pregunta el Sr. Baz. El espíritu es lo que él piensa, lo que nos induce a actos independientes de nuestras necesidades corpóreas, es lo que nos fortalece, nos anima, nos agranda en la vida. (Aplausos.) ¿No recuerda el Sr. Baz cuando ha depositado un beso casto en la frente de su madre, (¡Bravo, bravo!) cuando ha amado con la pasión del poeta, cuando ha escrito con tintas y en miserable papel algo que no era miserable? (¡Bravo, bien, bien!) Ese algo nos da la propia convicción de nuestra inmortalidad, nos revela nuestra preexistencia y nuestra sobreexistiencia. (Aplausos estrepitosos.) Por otra parte, señores, creo que esta discusión será inútil, si no se reforma la proposición del Sr. Baz, porque si no averiguamos antes si es cierto o no el espiritismo, de una cosa falsa no puede resultar una verdad. (Aplausos.)

El Sr. Baz: —Pido la palabra.

El Sr. Pimentel: —Tiene la palabra el Sr. Baz.

El Sr. Baz: —He entrado en este debate con mi razón como única guía, y no creo que en él tengan lugar los sentimientos nacidos de la educación, de las costumbres y de las relaciones sociales. (Murmullos.) Pero no seguiré al Sr. Martí en el camino de su brillante improvisación: se nos ha mostrado poeta y gran poeta, pero nada más. Aquí somos únicamente pensadores que vienen a meditar y discutir sistemas filosóficos, y la pasión y el sentimiento no serán por cierto nuestras mejores antorchas. (Muestras de aprobación en las bancas, murmullos en las otras.) Yo no he negado la inteligencia en el hombre, he dicho que la encontrábamos siempre unida a la materia orgánica, sujeta por esta misma materia, y que suponer que este fenómeno existe después de la descomposición química que sigue a la muerte, sobreviviendo independientemente del cuerpo en que se manifestaba, es una hipótesis no demostrada experimentalmente. No he negado lo que el Sr. Martí llama espíritu, he dicho únicamente que no era analizable, que no se le conocía y todo para probar que el espiritismo se basaba en meras hipótesis. (Sensación.) El Sr. Martí nos ha hablado mucho del espíritu, y sin embargo, de conocerlo tanto no nos lo ha podido definir; yo quisiera saber en qué consiste ese fenómeno cuya existencia no niego, pero que todavía es un misterio para los que carecen de fe en la revelación de cualquier género. En cuanto a lo que asienta el Sr. Martí de que de un sistema falso no puede legar una verdad científica, recuerde que la alquimia a pesar de su falsedad fue la madre de la química, la más admirable de todas las ciencias. (Aprobación en algunas bancas.)

El Sr. Martí: —Fenómeno quiere decir accidente, ¿por qué llama así el Sr. Baz al espíritu, que es en mí constante y esencial?

El Sr. Baz: —No tengo yo conciencia de que existe una inteligencia independiente de un cuerpo orgánico, mientras no se me demuestre que sobrevive a las transfiguraciones de la materia; seguiré llamando fenómeno a la inteligencia, autorizado por la misma acepción que da a este vocablo el Sr. Martí.

El Sr. Martí: –Con mi inconformidad en la vida, con mi necesidad de algo mejor, con la imposibilidad de lograrlo aquí, lo demuestro: lo abstracto se demuestra con lo abstracto, yo tengo un espíritu inmortal, porque lo siento, porque lo creo, porque lo quiero. (Grandes aplausos.)

El Sr. Villaseñor. —Para desvanecer las dudas manifestadas por el Sr. Presidente, me refiero a una prueba material. Vuelva la vista al plano que tiene a su espalda ¿qué ve?, líneas de todos géneros, y sin embargo esas líneas representan algo, representan la América, hay algo sobre su materialidad que las anima.

El Sr. Pimentel: —Se nos ha hablado de sensaciones morales, de sentimientos, de besos puros, y todo esto es dependiente de sensaciones materiales, que los engendran y los acompañan siempre. La ciencia nos demuestra que todos los cerebros piensan, según su constitución, de modo que ese espíritu de que se ha hablado aquí es más o menos perfecto según el cuerpo en que se manifiesta. Entre las dos escuelas que disputan a brazo partido en este instante existe la duda, yo me amparo en la duda y no admito sino los hechos positivos. La fisiología, la anatomía no nos demuestran la inmortalidad del espíritu. . .

El Sr. Martí: —Yo he aprendido mi espiritualismo en los libros de Anatomía comparada, y en los libros materialistas de Luis Büchner (9). (Aplausos.)

 

Este Luis Büchner (1824- 1899) al que se refería José Martí, fue uno de los principales filósofos alemanes, representante del llamado ‘materialismo vulgar’ (10). El debate continuó:

 

Varias voces: —Pido la palabra.

Una voz: —¡Al orden!

El Sr. Sierra (Santiago): —El espiritismo es un sistema racional. (Murmullos.) Sus hechos son irrefragables; su trascendencia inmensa.

¿Quién sino él inspiró a Esquilo, a Dante, a Shakespeare? Como elemento moralizador nos revela nuestro destino, admite, sanciona, las más nobles aspiraciones del hombre, tiende a ponerse de acuerdo con la ciencia y revela verdades profundas y trascendentales. En vista de sus teorías consoladoras, de sus hechos sorprendentes, desafío a que se le oponga una religión más sublime; la base es la creencia en un alma inmortal necesaria para el hombre, sin la cual sería una miserable oruga, porque si el ser humano no tuviera alma necesitaría inventársela. (Grandes aplausos.)

El Sr. Pimentel: —Esos son los hechos que yo quisiera ver, lo mismo que se me probara que se puede ver sin ojos, oír sin oídos y tocar sin tacto.

Algunas voces: —Si se puede.

El Sr. Baz: —Antes que nada debo manifestar que no admito como demostración experimental las sensaciones de los Sres. Martí y Sierra, puesto que no las siento. (Risas.) En cuanto a la discusión no temo admitir en ellos los hechos, de que tanto hablan los espíritas, pero reservándome la facultad de discutir la explicación que hagan de esos mismos hechos. [Sic.]

El Sr. Presidente: —Por lo avanzado de la hora se levanta la sesión (…)

 

Vaya pelea la de Martí con los positivistas mexicanos. No recuerdo ya la primera vez que la leí, pero debió ser hace unos cuarenta años. Me quedé deslumbrado para entonces, y sentí orgullo del genio cubano. Todo quedó ahí, en una gran admiración. En ocasión de la publicación reciente de la Edición Crítica de la Obras Completas de José Martí, por el Centro de Estudios Martianos de La Habana, volví a leer  la polémica, y me dí cuenta, por primera vez, de un detalle en que no reparé a las alturas de aquellos lejanos años, y es que, al momento de aquella ardiente lid, en que Martí se midió con gigantes de la vida intelectual mexicana, aquel que pasaría a la historia como «el más universal de los cubanos» ¡solo tenía 22 años! Si la primera vez me admiré, ahora realmente no supe qué pensar del más incomparable tribuno de nuestra historia.

 

 

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(1) Ibrahim Hidalgo de Paz, José Martí. 1853-1895. Cronología. Ed. Digital. Centro de Estudios Martianos, 2006.

(2) María Ángeles Vitoria. “Positivismo”. Enciclopedia filosófica on linehttp://www.philosophica.info/voces/positivismo/Positivismo.html

(3) Ibíd.

(4) José Martí, Discursos y fragmentos de Discursos, 1875-1892. Obras Completa. T. 28, pp. 323- 329. La Habana: Instituto Cubano del Libro, 1973.

(5) Francisco Pimentel. Nota del Editor de las Obras Completas. La Habana: Instituto Cubano del Libro, 1973.

(6) David Friedrich Strauss. Nota del Editor de las Obras Completas. La Habana: Instituto Cubano del Libro, 1973.

(7) Marcos Antonio Ramos, Nuevo diccionario de religiones, denominaciones y sectas. Biblioteca Digital Libronix 3.0C, Disco Compacto.

(8) Ileana Hodge Limonta, “Historia y creencias. El espiritismo, una realidad cubana” p. 261. Ver en: Sociedad y Religión. Selección de lecturas. Ciudad Habana: Editorial Félix Varela, 2003.

(9) Vladimir I. Lenin. Carlos Marx, p. 177, índice de nombres: p. 545. Nota del editor. Obras escogidas en doce tomos. Tomo V. Moscú: Editorial Progreso, 1976.




lunes, 15 de mayo de 2017

Emerson

Ralph Waldo Emerson (1803-1882), figura referente en la historia del unitarismo y el trascendentalismo, fue un notable ensayista y poeta estadounidense. Se le reconoce como el primer autor angloamericano que influyó en el pensamiento europeo.

Siete antepasados suyos fueron pastores de iglesia. Su padre, William Emerson, atendió el rebaño de la Iglesia Unitaria de Boston. El joven Emerson se graduó en la Universidad de Harvard, e impartió clases en Boston durante los siguientes tres años. Estudió teología en Harvard Divinity School y en 1829 fue ordenado pastor. En 1832 dimitió de su función pastoral por haber dejado de considerar la comunión como un sacramento. En la Navidad de 1832 inició una gira por Europa y en Inglaterra conoció a Samuel Taylor Coleridge, a Thomas Carlyle y a William Wordsworth. Su encuentro con Carlyle marcó el comienzo de una larga y fecunda amistad.

Su declaración de creyente más detallada la reservó para su primer libro publicado, que fue Naturaleza, en 1836. Esta fue considerada su obra más original e importante. En ella brindó la esencia de su poética del transcendentalismo (1) (2) (3).

Emerson llamó a la oración “la contemplación de Dios desde el más alto punto de vista” (4). Veía a la humanidad como una gran confraternidad, y dijo: “Dios evidentemente no tiene la intención de que todos nosotros seamos ricos, o poderosos, o grandes, pero sí quiere que todos nosotros seamos amigos” (5)Para él la ayuda al prójimo, no era un desgaste, sino un instrumento de perfección para el que sirve. Es así que escribió: “Una de las recompensas más hermosas de esta vida es que ningún hombre puede tratar de ayudar sinceramente a otro sin ayudarse a sí mismo”. J. C. Maxwell, comentando estas palabras escribió: “Lo que afirmó Ralph Waldo Emerson, (…) es cierto: Si puede entregarse a ampliar a otros y asistirlos para que alcancen su potencial, las recompensas que coseche serán casi tan grandes como las de aquellos a quienes ayuda” (6).

Emerson fue un profundo pensador, un brillante escritor y un ser humano maravilloso. Asombró a todos los hombres de su tiempo. Carlyle, Whitman, Alcott y Estedman le dedicaron páginas estremecidas de sublime prosa. José Martí, en una sentida visión compiladora, escribió: “En él fue enteramente digno el ser humano” (7). A pocos hombres de su tiempo el escritor cubano dedicó páginas tan conmovedoras. De hecho, la mayoría de los cubanos conocimos a Emerson leyendo a Martí. A su muerte, el poeta cubano escribió:

 

Emerson ha muerto: y se llenan de dulces lágrimas los ojos. No da dolor sino celos. No llena el pecho de angustia, sino de ternura. La muerte es una victoria, y cuando se ha vivido bien, el féretro es un carro de triunfo. El llanto es de placer, y no de duelo, porque ya cubren hojas de rosas las heridas que en las manos y en los pies hizo la vida al muerto. La muerte de un justo es una fiesta, en que la tierra toda se sienta a ver como se abre el cielo (…).

(…). Vivió feliz porque puso sus amores fuera de la tierra. Fue su vida entera el amanecer de una noche de bodas. ¡Qué deliquios, los de su alma! ¡Qué visiones, las de sus ojos! ¡Qué tablas de leyes, sus libros! Sus versos, ¡qué vuelos de ángeles! (…). Y luego fue sereno, amable y radiante, y los niños y los hombres se detenían a verle pasar. Era su paso firme, de aquel que sabe adónde ha de ir; su cuerpo alto y endeble, como esos árboles cuyas copas mecen aires puros (…). Hay de esos hombres montañosos, que dejan ante sí y detrás de sí, llana la tierra.

(…) La luz que trajo en sí le sacó en salvo de este viaje por las ruinas, que es la vida.

(…) El idealismo no es, en él, deseo vago de muerte, sino convicción de vida posterior que ha de merecerse con la práctica serena de la virtud en esta vida.

(…) ¡Anciano maravilloso, a tus pies dejo todo mi haz de palmas frescas, y mi espada de plata! (8).

 

 

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(1) P. M. Bethchel, “Ralph Waldo Emerson”, J. D. Douglas, P. W. Comfort y otros, Who's who in Christian historyBiblioteca digital Libronix 3.0C, CD.

(2) M. A. Ramos, Nuevo diccionario de religiones denominaciones y sectas Biblioteca digital Libronix 3.0C, CD.

(3) J. L. González, Historia del cristianismo: Tomo II, Biblioteca digital Libronix 3.0C, CD.

(4) B. Patterson, y D. L. Goetz: Deepening your conversation with God. The pastor's soul series.  Vol. 7. Biblioteca Digital Libronix 3.0C, CD.

(5) W. W. Wiersbe, The Bible exposition commentary. “An exposition of the New Testament comprising the entire”. Biblioteca Digital Libronix 3.0C, CD.

(6) J. C. Maxwell, Seamos Personas de Influencia; Becoming a Person of Influence, Biblioteca Digital Libronix 3.0C, CD.

(7) José Martí, La Opinión Nacional, 19 de mayo de 1882, Obras Completas, tomo 13, p. 20, ed. electrónica.

(8) Ibíd., pp. 17-30.




lunes, 1 de mayo de 2017

José Martí y la definición del alma

¿Qué es el alma? ¿Qué relación tiene con Dios? ¿A dónde va el espíritu del que muere reconciliado con Dios? Con el extraordinario poder se síntesis que llenó la vida y obra de José Martí, el afamado escritor y poeta cubano, difuminado entre la filosofía y la poesía, afirmó:

 

El alma es la facultad de observar, juzgar y transmitir, en cuanto piensa, —recibir impresiones en cuanto siente, —y causárselas y causarlas, en cuanto se mueve. — Esencia, cadena entre el hombre y Dios, cuyos eslabones son espinosos y van siendo cada vez más cortos. —Larga cadena. —Es lo que falta al hombre para llegar a Dios. —Ancho puente del que, en cada una de nuestras encarnaciones, salvamos un arco más. —Puente obscuro al principio, más claro y más brillante mientras más se acerca al fin.

El hombre camina hacia Dios. —

El es la luz que brilla al fin del puente (1).

 

Esa convicción espiritual no es fruto de un aprendizaje impuesto, sino efecto de una voz interior que se siente apenas se asoma el hombre a la vida. Sobre eso escribe Martí en La América, Nueva York,  en mayo de 1884: “El viaje humano consiste en llegar al país que llevamos descrito en nuestro interior, y que una voz constante nos promete” (2). Es la revelación natural de Dios.

Completa el conocimiento la revelación especial, que viene de la Biblia. Sin esta quedamos a medias, atrapados entre humanismos y buenas intenciones.

 

 

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 En todo fue respetada la ortografía martiana.

(1) José Martí, Cuaderno de Apuntes No. 1, Obras Completas, edición electrónica, t. 21, p. 17. de Estudios Martianos, Centro. José Martí. 1853-1895. Ciudad Habana: Centro de Estudios Martianos, 2006.

(2) José MartíObras Completas, edición electrónica, t.15. p. 403. de Estudios Martianos. Ciudad Habana: Centro de Estudios Martianos, 2006.




sábado, 1 de abril de 2017

Acuña es una buena cuña. (Un ejercicio de redacción.)

Así se llamaba: María Eleuteria de la Concepción Acuña y Pedraza. Fue la vieja más chismosa que conocí. El teléfono era para ella más importante que la ropa o la comida. Saltaba de la cama directo al auricular, a la búsqueda de la noticia del día y, tras informarse, iba como “Katrinka que se despetronca” a contarlo todo. Memorias de mi pueblo.

Era católica, y vivía informándole al cura acerca de cuáles muchachos no iban a misa. Un día los aludidos le cortaron el hilo telefónico. Casi sufrió un colapso porque sin tal aditamento no podía vivir.

Tenía una inmensa biblioteca que no leía para nada; era pura ostentación. Una tarde llegó al pueblo un letrado. Asombrado por la notable cantidad de publicaciones que inutilizaban sus anaqueles, le preguntó: “¿Tendrá algo de Tolstoi?”. La vieja contestó: “No me gustan los escritores españoles…”. Mirándola oblicuamente, el letrado sugirió: “Supongo, entonces, que tampoco tendrá a Cervantes”. “No, replicó ella, los italianos no tienen imaginación y manejan mal la ficción”. No sé si aquello influyó en la corta estancia del letrado allí.

Mi pueblo inventó premios. Uno era para el hombre más trabajador, otro para el más amistoso, un tercero para el más joven, otro para el más viejo, y así, animados todos, alguien sugirió que debía premiarse al más chismoso. Definieron en la selección a diez finalistas, pero la diferencia con la anciana era abismal. Por unanimidad todos le reconocieron merecedora absoluta de tal ostentación. La única dificultad estaba en que, el nombre del premio debía de ser enmascarado, así es que todos se pusieron a pensar: “¿cómo premiar a la más chismosa sin decirle que lo era?”. Uno pensó en entregarle el “Premio Teléfono de Oro”, pero se hacía demasiado explícito el asunto; se daría cuenta. Así fue como surgió de pronto una idea nacida del presidente organizador; este dijo, con no poca suspicacia: “Premio Cuña, eso es…, nada más apropiado, lo lleva en el apellido: un gran diploma donde se lea: ‘Acuña es una buena cuña’”. Uno preguntó: “¿Qué quiere decir eso?”. El presidente explicó: “Nada más veloz para correr que una cuña de carrera. ¿Ha visto alguien más veloz que un chismoso?”. Todos dijeron: “Ah…, qué bien, pero…, cuando pregunte por qué la premian, ¿qué le decimos?”. El grupo permaneció un rato pensando, tras lo cual fue el propio cura el que sugirió: “Le diremos que, siendo la reina de la locuacidad, nada es más apropiado como premio que una frase rimada en un pergamino fino, donde se lea: “Acuña es una buena cuña”. Todos aplaudieron la idea y le pusieron mano a la obra.

Llegó el día del evento, y con él, los premios. Tocó hacerlo al cura. Llegado el turno de la vieja, el cura, con un gran ceremonial, anunció: “El siguiente premio enuncia el reconocimiento a la más grande locuacidad conocida en nuestros entornos”, y agregó a todo pulmón, mientras exhibía el pergamino: “¡Acuña es una buena cuña!”.

Animadita, subió la vieja y tomando el gigantesco diploma que le entregaban, oronda, lo mostró al público que la vitoreaba: “¡Acuña es una buena cuña! ¡Acuña es una buena cuña!”.

Al descender y sentarse, dijo a la vieja que estaba a su lado: “El cura me sonrió picarescamente cuando me entregó el premio; está enamorado de mí. ¡Cuéntaselo a las comadres!”.

Ese domingo la anciana después de hacer sus despachos telefónicos matutinos, intuyendo el atractivo que despertaba en el cura, se emperifolló con un gran peinado y ni corta ni perezosa se fue a la reunión de la iglesia. Al verla el cura, no atinando acerca de qué decir ante aquella pieza que, a juzgar por sus colores, parecía más bien un indio que iba para la guerra, preguntó: “¿Se han fijado cuántas cosas riman con ‘osa’?: chismosa, ostentosa y pretenciosa”, y mirándola fijamente, agregó: “Algunos feligreses se han tomado muy a pecho el texto bíblico que aparece en Hechos 4: 20: ‘…porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído’”.

La viejita Acuña, contentica, les decía a todos alrededor: “¿Ven…?, las Acuñas somos bíblicas...”. 

Son las memorias de mi pueblo. Cualquier semejanza con otros pueblos es pura coincidencia (1).

 

 

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(1) Los nombres han sido cambiados.