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jueves, 28 de junio de 2018

Virginia Carpenter. En el recuerdo

Lillian Virginia Carpenter.
Imagen tomada en 1950, a los 36 años. 
Archivos de Historia. Asambleas de Dios. Cuba.

Nació en los Estados Unidos, el 10 de noviembre de 1914. La paz que emanaría de su ser nada tendría que ver con los turbulentos días en que se le vio nacer. Los agitados estampidos de los cañones y su humareda gris que, conjurados, anunciaban la expansión de la Primera Guerra Mundial, estarían para siempre en contraste con la noble expresión de su sereno amor.
Poco se conoce de su conversión y llamamiento. Como misionera fue asignada para Cuba el 19 de septiembre de 1947. Tenía 33 años. Su bellísimo artículo de agradecimiento a aquellos que le ayudaron como a “la nueva misionera”, publicado en noviembre de 1947, anuncia en El llamado de Cuba su llegada.
Se le recuerda como Vice-Secretaria del presbiterio central de la Escuela Dominical (1); apoyó el trabajo en la Misión China, en el corazón de La Habana, se le escuchó en la radio, escribió con prosa fluida para The Cuban Call, pero, más que todo, queda Carpenter en la memoria de la Organización como la Decana de las Mujeres y la Responsable de la Literatura en el Instituto Bíblico Pentecostal de Manacas, Las Villas. El veterano Rev. Héctor Pereira Sánchez evoca en sus recuerdos el importante papel que jugó la insigne profesora en el Instituto Bíblico Pentecostal de Cuba: "Ella tenía fuertes conexiones con las casas de publicaciones y gestionaba mucha literatura para nosotros en el Instituto Bíblico. Vino con un hermano natural que se llamaba Clearence. Éste trabajaba con ella en la finca del seminario y se ocupaba de los trabajos del campo. Al partir de aquí, en 1961, ambos tomaron otros rumbos misioneros. Supe que se habían ido con el tiempo a Los Ángeles" (2).
El Rev. Ángel López Flores, pastor del Templo de Santo Domingo, Las Villas, en los aciagos días de la intervención de Manacas, tiene nítidos e imborrables recuerdos de la Profesora Virginia Carpenter:

. . .Era muy sacrificada ya que ella padecía de asma y siempre estaba con fatiga. Le recuerdo delgada. . ., comunicativa pero seria, no reía mucho, era fuerte como maestra pero yo la entendía bien. Hablaba muy bien el español. Cuando nos daba un examen, decía que llevaba  un lápiz rojo para ponchar a todo el que podía, pero era buena (3). Cuando mi esposa estudiaba en el Instituto Bíblico Virginia era la Decana de las muchachas y me contaba que era muy fuerte con ellas pero era buena; les hacía té (4). Humberto Martínez Sabó y yo hicimos el año de experiencia para entrar al ministerio y la única persona que nos dio una ofrenda de su dinero fue la hermana Virginia; fueron $ 6.00 y yo nunca puedo olvidar eso, pues el hermano Floyd nos dijo que el trabajo era por fe y así fue. Recuerdo muy agradecido a mi querida hermana Virginia (5). Hablé con ella como tres veces y fue muy atenta conmigo. Vivía en California. Por Floyd Woodworth supe que ya está con el Señor (6).
El Rev. Oscar León nos permite un acercamiento mayor a la personalidad de la insigne decana a través de la semblanza que nos deja de los días en que la conoció: "Virginia Carpenter era una persona muy tranquila y tenía un corazón muy grande. Era una tremenda hermana. Cuando murió trágicamente mi cuñada, Álida Báez, el 7 de enero de 1959, ella vino a mi casa. Vivíamos en Cucalambé No. 69, en Las Tunas y allí se quedó unos días con nosotros para consolarnos. Fue un bálsamo porque era muy dulce. Los que estudiamos con ella conservamos muy gratos recuerdos" (7).
Vació en Cuba catorce años de servicio misionero, desde 1947 hasta diciembre de 1961, en que fue transferida a Costa Rica. Fue promovida a la gloria, en el descanso eterno de los santos, el 1 de octubre de 1999 (8).
Quiso Dios que el centenario de su nacimiento coincidiera con el de la celebración mundial del movimiento pentecostal, que tuvo lugar en 2014. Las Asambleas de Dios de Cuba recuerdan el ministerio de Virginia Carpenter con respeto, gratitud y amor.
Celebremos unidos el inmenso beneficio que para la Obra de Dios fue su vida.


[1] Luis M. Ortiz, “Oficiales Nacionales de Escuela Dominical para 1951”, La Antorcha Pentecostal, No. 3, marzo de 1951, p. 5. 
[2] Héctor Pereira Sánchez, entrevistado por O. Ríos, vía telefónica, 5 de febrero de 2014, 8:00  PM. 
[3] Ángel López Flores, entrevistado por O. Ríos, vía electrónica, el 22 de mayo de 2014, 4:39 PM. 
[4] Ángel López Flores, entrevistado por O. Ríos, vía electrónica, el 23 de mayo de 2014, 6:56 PM. 
[5] Ángel López Flores, entrevistado por O. Ríos, vía electrónica, el 22 de mayo de 2014, 4:39 PM. 
[6] Ángel López Flores, entrevistado por O. Ríos, vía electrónica, el 23 de mayo de 2014, 5:22 PM. 
[7] Oscar León, entrevistado por O. Ríos, Oficina Nacional de las Asambleas de Dios de Cuba, 28 de mayo de 2014, 11:00 AM. 
[8] Virginia Carpenter, expediente ministerial. Cortesía del Prof. Larry McNeill. Archivos de Historia. Asambleas de Dios. Cuba. 


Este artículo fue publicado por Octavio Ríos Verdecia, en carácter de Presidente de la Comisión Nacional de Historia de las Asambleas de Dios de Cuba, bajo el título: "Lillian Virginia Carpenter. In memorian. En su centenario". Vol. 3/2014, p. 6. La Antorcha Pentecostal. Editorial CALITAD, Asambleas de Dios, Habana, Cuba, 2014.