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martes, 15 de mayo de 2018

No es tan fácil destruir a un hijo de Dios

"Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre" (Jn. 10:27-29). 
"Mayor es Él". Lo cantaban mucho los jóvenes bajo nuestro pastorado en el Templo “Palabras de Vida”, en Santa Amalia, La Habana, Cuba. Miles de veces se hizo escuchar allí. Lo trajo al mundo de la adoración latinoamericana Marcos Witts, a quien tanto debemos los cubanos. Es inspirador oírlo. Le da mucha gloria a Dios, y te lleva de la mano a creer y sentir que no hay una percepción más clara de Su poder que la de aquella tarde en que entendemos que mayor es Él. No es tan fácil destruir a un hijo de Dios. Mayor es Él. 

Mayor es Él

(Marcos Witt)

En las pruebas, las tormentas,
en mis luchas solo Tú,
me abrazas, me amas, me guías,
me das Tu paz.
Me encontraba destrozado,
me llevaste a tus brazos,
nada puede impedir Tu amor.

//Mayor es Él//
Mayor es Él que está en mí
Mayor es Él.

Eres fuerte, con poder,
eres digno, ¡el Señor!
Nada puede impedir Tu amor

//Mayor es Él//
Mayor es Él que está en mí
//Mayor es Él//
Mayor es Él que está en mí
Mayor es Él.

Declararé: “¡la cabeza yo soy!”
Declararé: “¡por encima estoy!”
Declararé: “¡soy más que vencedor!”,
Declararé que ¡Jesús es Señor!

//Mayor es Él. //
Mayor es Él que está en mí.
Mayor es Él
// ¡Mayor es Él! //
¡Mayor es Él que está en mí!
///Mayor es Él///
Mayor es Él que está en mí
Mayor es Él.

            https://www.youtube.com/watch?v=2f_O7K6XdVQ