Mi entrañable hermano en la fe, el Dr. Víctor Samuel González Grillo, quien fuera presidente de la Convención Bautista de Cuba Occidental, me contaba un día cómo al célebre pastor bautista cubano, Rev. Dr. Leoncio Veguilla Cené, le gustaba decir que “nadie se resiste a que le amen” (1). Era aquella una verdad grande, de esas que nunca perderán vigencia, porque las más sombrías personas se sienten conmovidas cuando alguien les expresa amor y se dejan llevar por él, sin resistencias. El más huraño cede frente a una expresión de sincera simpatía. Aun los peores animales son sensibles al amor. Las redes sociales y los espacios en línea se llenan de videos en que los más fieros y salvajes seres, osos agresivos, leones feroces, tigres indomables, cocodrilos gigantes, viven como mascotas en el hogar de un humano, de quien reciben amor. Desde que nacieron una familia los arropó, los alimentaron, con canciones de cuna enternecieron sus instintos y, al crecer, respondieron a aquel amor sin el que ya no pueden vivir. Está bien demostrado: el amor es capaz de domesticar a la peor y más salvaje de todas las fieras por caminos mucho más efectivos que el látigo y el temor al dolor. Hace unas semanas veía una escena conmovedora: después de algunos días fuera, un hombre regresó a su casa, cuando, estando ya en el terreno de la entrada, salió a recibirle una espantosa hiena; esta le saltó encima, y con las patas le abrazó; aquella repulsiva criatura gemía mientras le lamía el rostro. Extrañaba a su dueño. Extrañaba su amor.
No hay una ministración más grande en este mundo que aquella que logra el amor. El Sermón de la Montaña, cargado del verdadero sentido del amor en Cristo, inspiró la vida de Mahatma Gandhi (1869-1948). Aquel en quien todos reconocen al indiscutible fundador de la India moderna, tuvo en Jesús al más grande referente del amor y la ética. Él afirmó muchas veces que el Sermón de la Montaña había cambiado para siempre su vida, fundamentando las bases de su doctrina de la no violencia (2):
A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo. Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores prestan a los pecadores, para recibir otro tanto. Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos (Lc. 6: 30-35).
Cuando en 1960, el Rev. Diego Pernas, Asambleas de Dios de Cuba, fue a asumir el pastorado de la Iglesia de Santiago de Cuba, penosamente afectada por la salida en persecución del misionero norteamericano Rev. Einar Peterson, el Rev. Gabriel Carides, Pastor de la Iglesia principal en La Habana (Infanta y Santa Marta), le dio un consejo; él le dijo: “Lo que no logres con amor no lo vas a conseguir con nada” (3).
Cuenta Facundo Cabral que la Madre Teresa de Calcuta (1910-1997), de origen albanés, misionera a la India desde 1929, salía con él a las 4:00 a. m. y atravesaba la ciudad, rumbo a los basureros, con el propósito resuelto de recoger a las personas que abandonaban allí. El destino de los tales era morir quemados cuando, en la mañana siguiente, los que procesaban la basura la incendiaban. Los seres que la Madre Teresa y su equipo recogían eran, en su mayoría, niñas recién nacidas, consideradas, por su sexo, como criaturas inútiles. Mataban, de hecho, al 56% de las pequeñas que nacían, porque “las niñas eran molestia” (4). (Feministas: tienen trabajo en la India, y no en los Estados Unidos, como pretenden. Otro día les cuento lo que vale una niña en Irak; tal vez se animen a ir a protestar al Medio Oriente, y no a Nueva York.)
Aquella madrugada, la valiente monja advirtió, entre las sombras, un cuerpo que se movía. Era una anciana; había sido dejada allí, en estado terminal, cercana a la muerte a través de los tenebrosos caminos de la lepra. Como pudo, la Madre Teresa la acomodó. La anciana, con voz balbuceante le preguntó: “¿Por qué me ayuda?”. Ella le contestó: “Porque te amo…; sos mi hermana…”. La anciana, extrañada, replicó: “¿¡Cómo te voy a creer que me amas si mis propios hijos me dejaron en la basura!?”. La Madre Teresa le contestó: “…Yo no te hablo de tus hijos. Yo te amo”. Se hizo un silencio triste, tras el cual la anciana le pidió: “Por favor…, dígamelo otra vez”. La Madre Teresa la abrazó, profundamente la abrazó, y le dijo: “Yo te amo”. La anciana sonrió, guardó silencio nuevamente, cerró los ojos y murió… (5).
Nunca es inútil el amor: abrazada por el amor de Cristo aquella anciana se fue del mundo sin enojo (6).
El amor es el poder más grande del Universo. Supera con creces a aquel que mantiene unidos a los átomos. Por él, Dios hizo al mundo. Por él, fue enviado Jesús a nacer y a morir para salvarnos: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” (Jn. 3: 16). Por el amor del Padre, Cristo resucitó.
No solo el amor es el poder más grande, sino que, además, es lo único que jamás resulta inútil. Como semilla es siempre fecunda, y no hay corazón que no le sea fértil. Nunca tema sembrarla, porque nunca fue más necesario que hoy, y mucha razón tenía el anciano pastor Veguilla, cuando afirmó: “Nadie se resiste a que le amen”.
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(1) Dr. Víctor Samuel González Grillo. Diálogos con el autor, Santa Amalia, La Habana, 2009. Verificado por comunicación electrónica, 8 de enero de 2022, 10:00 p. m. Usado con permiso.
(2) Enrique Gallud Jardiel. “Lo que Mahatma Gandhi le debía a Jesús de Nazaret”. Aleteia. https://es.aleteia.org/2020/08/01/lo-que-el-mahatma-gandhi-le-debia-a-jesus-de-nazaret/ Publicado: 1 de agosto de 2020. Accedido: 8 de enero de 2022, 10: 40 p. m.
(3) Diego Perna. Diálogos con el autor. Santa Amalia, La Habana, 1999.
(4) Canal de Carlos Maynor Salinas Santano. “Testimonio de vida de Facundo Cabral. Audio”. https://youtu.be/DNzEIe6c4nY Publicado: 28 jul 2020. Accedido: 8 de enero de 2022, 10: 35 pm.
(5) Ibíd.
(6) Ibíd.
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