En la XLII (cuarenta y dos) Convención Nacional de las Asambleas de Dios (todavía no se hablaba de Conferencia General Bienal), celebrada en el Templo de Infanta y Santa Marta, La Habana, Cuba, entre los días martes 23 y viernes 26 de junio de 1981 (1) (2) (3), se aprobó un plan financiero que contemplaba la creación de un presupuesto anual para las necesidades de la obra: sostén pastoral, construcción y reparación de templos y casas pastorales, literatura, presbiterios, jubilación de ministros y demás. Este fondo existiría en lo adelante bajo el nombre de Fondo Unido Misionero (FUM). Absorbería las funciones que tenía la caja de ayuda a ministros necesitados, creada en 1964 por iniciativa del Rev. Eolayo Caballero González (4) (5).
El FUM fue una bendición general para la Obra y permitió una transición más adecuada de los ministros hacia la jubilación. Este asunto era muy complejo en los años anteriores.
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(1) Alvio García, ed. “Junio 23-26”. La Antorcha Pentecostal, enero-marzo de 1981, p. 3.
(2) Alvio García, ed., “Crónica de la XLII Convención Nacional”. La Antorcha Pentecostal, ab-may-1981, p. 11.
(3) Hugo Vidal Vidal. Libro de Actas de elecciones, Acta No. 7, folio 049-063. 23 al 27 de junio de 1981. XLII Convención Nacional de la Iglesia Evangélica Pentecostal de Cuba (Asambleas de Dios). Templo de Infanta y Santa Marta, La Habana.
(4) Alvio García, ed., “Crónica de la XLII Convención Nacional”. La Antorcha Pentecostal, ab-may-1981, p. 11.
(5) Octavio Ríos Verdecia. Historia de las Asambleas de Dios en Cuba. Tomo II. Tyler: Independent Publishing, pp. 437, 438. A su alcance en: https://www.amazon.com/gp/product/1792871546?pf_rd_p=c2945051-950f-485c-b4df-15aac5223b10&pf_rd_r=K8R4ZTEXAKRWWNRXBQB5
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