Suelen usarse caminos erróneos para definir lo que es la sinceridad. Muchos creen que significa decir todo lo que piensas. Arreglado estarías si ser sincero supone eso; o cree que no sé cuántos desacuerdos tiene usted con el mundo que le rodea. Si determináramos la salud mental evaluando las disonancias suyas para con la mayoría, de seguro usted iría a parar a un manicomio. No se deprima, yo iría detrás…
Afortunadamente, ser sincero no es eso. Tal vez debamos el más completo acercamiento a la comprensión del tema al celebérrimo escritor francés André Maurois. Él afirmó: “Ser sincero no es decir todo lo que se piensa, sino no decir nunca lo contrario de lo que se piensa” (1).
La sinceridad expresa pureza. Es un atributo del carácter. Se levanta contra la doble moral y las actitudes fingidas. A ella se refirió el apóstol Pablo, cuando afirmó, con palabra de amonestación: “…no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a los hombres, sino con corazón sincero, temiendo a Dios” (Col. 3: 22). A ella se refirió el autor de la Carta a los Hebreos, cuando escribió: “acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia” (He. 10: 22). La sinceridad pone en armonía la boca y el corazón.
Pesar espíritus es probar sinceridad. En 1997, cierto líder extranjero llegó al Templo de las Asambleas de Dios de Infanta y Santa Marta. Las cosas no habían estado claras con su persona, y el Rev. Hugo Reyes, como Presbítero, tuvo un tiempo a solas con él en la oficina. Al terminar, los que estábamos involucrados con la posible toma de decisiones preguntamos al Rev. Reyes: “¿Esto es para bien?”. Él contestó: “Si es sincero…”.
Nada te obliga a decir todo lo que piensas, pretextando sinceridad; es muy peligroso hacerlo, y no hay sabiduría en el que sigue un camino así; de modo que, cuándo algún zancudo flebótomo de los muchos que pululan en este mundo quiera sacar algo de ti, con el célebre: “¡Sé sincero!”, contéstele: “Cerciórate primero acerca de si has entendido lo que ser sincero significa”.
__________
(1) Martín Flores, ed. Citas y frases célebres. Bogotá, Colombia: Arquetipo Grupo Editorial, 2006, p. 289.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Su comentario a este artículo se recibe con respeto y gratitud.