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sábado, 30 de abril de 2022

Aquella tarde en que Teresa de Calcuta rechazó medio millón de dólares

 Teresa de Calcuta. Los elementos de distracción que funcionan en la persona común no tenían efecto en ella. Pocas personas se centraron más en el llamado que un día Dios les hizo.

En una oportunidad un mexicano generoso hizo un cheque por medio millón de dólares y se lo entregó. Ella no lo aceptó, y dijo al oferente: “Dame tu mano. Yo no quiero tu dinero. Yo quiero tu paz. Yo no necesito tu dinero. Yo necesito tu paz. Cuando estés en paz sí te necesito para dársela a nuestros hermanos que están peor que nosotros. No te preocupes por el dinero, porque la divina Providencia siempre nos da de comer” (1)

No lo aceptó.

Regresó con sus leprosos de expansivo olor. Regresó a bañarlos y a cantarles…

 

 

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(1) Facundo Cabral-Testimonio. Canal de Carlos Maynor Salinas Santano. https://youtu.be/DNzEIe6c4nY Minuto 46: 41. Accedido: 1 de mayo  de 2022.



viernes, 29 de abril de 2022

La sociedad azteca fue una de las más monstruosas de toda la historia

Nunca me lo contaron en el colegio, fuese porque los maestros no lo sabían o porque el Ministerio de Educación exprofeso no lo permitía como contenido del sistema de enseñanza de las ciencias históricas; lo cierto es que se nos transmitió la visión de una inocente sociedad azteca a la que los españoles hicieron las peores atrocidades.

Pasan los años, y empiezas a leer y a escuchar a los expertos. Descubres que al dios Tláloc de los aztecas había que sacrificarle niños de menos de un año. Sabes de pronto, con horror, que esta espantosa civilización sacrificaba todos los años un promedio de cincuenta mil personas, a las que devoraban desde la perspectiva del más espantoso canibalismo.

El sabio español Antonio Escohotado, dijo: “La sociedad más monstruosa que la historia recuerda, con mucha diferencia con la espartana, es la azteca” (1). Te asombras entonces de que nunca te lo hayan enseñado.

 

 

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(1) "La sociedad más monstruosa que se recuerda es la azteca" (Escohotado en la TV uruguaya) .

https://youtu.be/b8i35ubOXNo?list=PLRdoGDaQflquwHf7lRx9OBmaDfh5IJUcr  28 de marzo de 2019. Accedido: 26 de abril de 2022, 9: 25 p.m.



jueves, 28 de abril de 2022

Fue Israel la que nos trajo las memorias USB

Muchos nos preguntamos cómo nos las arreglábamos antes de que existieran. Las memorias USB se han convertido, de hecho, en los aparatos tecnológicos más comunes de nuestros días. A la hora de salvar o transportar la información de la computadora, las memorias USB (USB: Universal Serial Bus) son un auxilio de primera línea. Conocidas también como pendrive, lápiz de memoria (eran más grandes que ahora y los clientes los relacionaban con bolígrafos), estas vinieron al mundo por primera vez fabricadas por la empresa israelí M Systems. Tres de sus ingenieros, Amir Ban, Dov Moran y Oron Ogdan fueron los impulsores del prototipo, sobre el que comenzaron a trabajar en 1995. En 1999, presentaron su primera patente bajo el nombre “M-Systems Rish Disk Pioneers”. En ese mismo año Shimon Shmueli, un israelí que trabajaba para la IBM, divulgó su propio desarrollo, insistiendo en que él era el verdadero inventor del Pendrive. Por un camino o por otro son ingenieros israelitas los que hicieron tan magno aporte al mundo (1).

Aquellas lejanas memorias tenían para entonces la capacidad de almacenar 8, 16, 32 y 64 megabytes (Mb). Estas dimensiones que hoy día se contemplan humildes eran verdaderas revoluciones si se recuerda que los diskettes de ocho pulgadas tenían, en 1971, la exigua capacidad de almacenar cerca de 80 kilobytes (Kb). Subirían luego a 300 Kb, y en 1987, la llegada de los disquetes de alta densidad, de 3 1/2 pulgadas, se volverían «el último grito de la ciencia» al lograr almacenar 1.4 Mb. El tamaño más pequeño de las memorias USB de M System, su mayor capacidad de almacenamiento, su inmunidad a las interferencias electromagnéticas y a las lesiones de rayado de los discos compactos, hicieron decir adiós a las tecnologías de los recordados disquetes que tan útiles fueron en su tiempo.

Es difícil concebir la vida moderna sin las memorias USB y todo lo que implican. Es un indeleble impacto de Israel en la ciencia y la tecnología.

 

 

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(1) Gabriel Rondón. “Pendrives: historia, evolución y tipos”. https://newesc.com/pendrives-historia-evolucion-y-tipos/ Publicado: 3 de febrero de 2022. Accedido: 16 de abril de 2022, 1: 25 p.m.



miércoles, 27 de abril de 2022

Una vez más, y siempre nuevo

Terminando hoy de leer el Antiguo Testamento, una vez más. No hay palabras que recojan la dimensión de enriquecimiento que significa recorrer las páginas del santo libro una y otra vez. No debiera llamarse Antiguo, mucho menos Viejo. Es tan actual y vigente, tan tocante y pertinente.
Qué delicado balance hacen los profetas mayores y menores entre las palabras de juicio y consolación. Desde la perspectiva de la ira mayor, el Dios de los cielos infunde el más completo ánimo y se levanta juramentado con la más penetrante mirada profética, esa que vislumbra el cumplimiento de un inalterable propósito para con Su pueblo, al cual guía por toda la historia.  
Terminando de leer el Antiguo Testamento, una vez más, y siempre Nuevo.


martes, 26 de abril de 2022

Una aparente disparidad

En el capítulo 21 del Evangelio según Mateo se coloca el pasaje correspondiente a la limpieza del Templo antes que el de la maldición de la higuera estéril. En el capítulo 11 del Evangelio de Marcos el pasaje de la maldición de la higuera aparece primero, como es más lógico suponer. En ese orden los estudiosos bíblicos entienden que es más lógico. 
Una vez más la metodología temática y no cronológica de Mateo acude como explicación a tal disparidad entre ambos Evangelios.


lunes, 25 de abril de 2022

La tarde en que Finlay no pudo ser miembro del «Destacamento Médico Carlos J. Finlay»

Pertenecí al curso que precedió al inicio del «Destacamento Médico Carlos J. Finlay», en Cuba. Agruparía, uniformados, a todos los estudiantes de primer año, incorporándose a él las matrículas sucesivas. La ejecución de esta iniciativa me sorprendió ya en el segundo año de la carrera, en 1982. Fuimos el último año sin uniforme, y sin Destacamento. Parece que, en algunas cosas, he sido el final de algo...

Bueno, a lo que voy: los requisitos para optar por la carrera de Medicina para tal ocasión se refinaron. Uno de ellos era «tener una concepción materialista de la historia»; en otras palabras, ser ateo. Fue la razón por la que mi esposa no pudo iniciar estudios de medicina.

De modo que Carlos J. Finlay, cuyo nombre usaron para honrar al Destacamento ateo, tampoco podía ser miembro de él, porque era cristiano. Su biógrafo, José López Sánchez, encarnizado enemigo del evangelio, escribió: “Finlay fue católico creyente” (1). “Leía la Biblia, a la que hacía anotaciones interpretativas” (2). “En la capilla del cementerio se practicaron los servicios religiosos por las congregaciones religiosas a las que estaba unido como médico y creyente” (3).

Lejano Finlay, sé que salvaste cientos de miles de vidas tras descubrir al agente transmisor de la Fiebre Amarilla, pero así sucedió en 1982. Me apena que, para entonces, no reunieras los requisitos para ser miembro del Destacamento que llevaba tu nombre.

 

 

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(1) José López SánchezFinlay. El hombre y la verdad científica. Ciudad Habana: Editorial Científico-Técnica, 1986, p. 192.

(2) Ibíd., p. 129.

(3) Ibíd., p. 412.



domingo, 24 de abril de 2022

No estoy, salí a buscarme

El 2 de marzo de 2021, el poeta español José Manuel Gómez Mira, publicó en su cuenta de Linkendl, un anuncio en el que se leía: “No estoy, salí a buscarme”.  

Se cuenta que una noche Arthur Schopenhauer, influyente filósofo del siglo XIX, estaba sentado solo, en un parque, en Alemania. El guarda, que lo tomó por un vagabundo, se acercó a él y le preguntó bruscamente: “¿Quién eres?”. Schopenhauer respondió: “¡Ojalá lo supiera!” (1).

Una mujer se cruzó una tarde con el renombrado escritor argentino, Jorge Luis Borges, y al advertirlo le preguntó, sorprendida por el inesperado encuentro: “¿Usted es Borges?”. Él le contestó: “A veces, señora, a veces…” (2).

Un día escuché al Historiador de la Ciudad de la Habana, Eusebio Leal Spengler, decir: “Temo que se enamoren de Eusebio Leal y no de mí”.

Dios mío, qué problemas tan grandes tenemos los humanos con la identidad. Hombres que se creen mujeres. Mujeres que se creen hombres. Niños que se sienten adultos. Adultos que se sienten niños.

Más allá de los absurdos anteriores, parece que, a la verdad, a algunos no les es cosa fácil decir quiénes son, y sufren por ello.

Dentro de la propia iglesia muchos padecen auténticas crisis de identidad ministerial. ¿Qué soy? ¿Evangelista, pastor, maestro? Tal crisis llega al límite de aplastarles. Otros despiertan compasión cuando dicen ser esto o aquello. Hace poco uno me escribía, con pretendida y risible autoridad: “Le habla el Apóstol…”. ¿Sabrá lo que fueron los apóstoles? ¿Tendrá una idea siquiera acerca de las marcas bíblicas que tal ministerio supone? ¿Sabrá que en veinte siglos de historia la iglesia mundial no lo reconoció como oficio? ¿Se llamaron a sí mismos apóstoles San Agustín, Tertuliano, Orígenes e Ireneo? ¿Dijeron serlo Livingstone, Spurgeon, Moody y Finney?

Unos son los que no llegan, y colapsan pensando por fin qué son. Los otros son los que se pasan, y se atribuyen identidades que no tienen.

Identidad, nada más difícil de entender. Necesitaremos pasar del otro lado de la vida, donde ciertos libros se abrirán, para entender, por fin, quiénes fuimos en este mundo. Mientras llegue ese día tenga paz, sea bueno y sirva a Dios; la condición de siervo produce una identidad clara y segura. En ella no se sufre.

En cuánto a mi perspectiva propia, hace mucho tiempo dejé de pensar en ella. Mi identidad está escondida en Cristo. Hace muchos años le entregué mi título, mi tiempo y mi vida. Identidad, ya veremos en aquel día...

 

 

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(1) Hélder Favarín, artículo: “¿Quién soy?”. Publicado: 21 febrero, 2015 https://jesusontheweb.net/quien-soy?   Accedido: 17 de febrero de 2022

(2) Facundo Cabral. Recital en Quito (2004) [Semana de la Comunidad Andina] - https://youtu.be/iNHMFcJB214 Publicado: 29 de septiembre de 2020. Accedido: 8 de enero de 2022, 11: 58 pm.



sábado, 23 de abril de 2022

La sociedad quema sus mejores libros de historia

Decía J. M. Serrat durante su visita a México en 1987, que desechar a un viejo era como quemar un libro, destruir un archivo, pisotear el conocimiento o despreciar la experiencia (1). Cuánta razón tenía el cantautor catalán al hablar así. Con cada anciano se nos va un voluminoso libro de historia. En el instante en que termina esa vida desaparecen miles de páginas para siempre.
Al común de los humanos no le importa leer en el pasado de la gente. Los dictados que le hacen los historiadores que no vivieron los momentos que cuentan les resultan más confiables. Y esa mixtura de registro novelado y cristalización politizada deforma mucho la percepción del pasado. 
Qué bueno sería si alguien se ocupara de registrar la memoria y percepción de cada anciano. Qué gran libro nos quedaría por legado. Qué formidable historia se escribiría.


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(1) Joan Manuel Serrat. "Llegar a viejo". https://youtu.be/Mj6NIMf9lyE?list=RDEM1iP8TE7FFIHS093oCeAHmg Publicado: 3 de junio de 2009. Accedido: 22 de abril de 2022, 10: 47 p.m.


viernes, 22 de abril de 2022

Esa forma de la desmemoria que es la tristeza

La tristeza es la desmemoria de Dios.

Olvidamos lo que hizo. Olvidamos lo que hará.

Se nos borra del recuerdo la cercanía del ángel.

Olvidamos, olvidamos y nos entristecemos…

El hijo de Dios ha de ser un hijo de la Palabra. Ella impone recuerdos: los profetas truenan la fuerza del Altísimo, el salmista rompe en acordes que anuncian Su fidelidad. “Traeré, pues, a la memoria los años de la diestra del Altísimo” (Sal. 77: 10b). 

Recordamos, entonces recordamos, y se va lejos la tristeza, hasta que volvemos a olvidar…

Luchar contra la tristeza es luchar contra la desmemoria.



jueves, 21 de abril de 2022

Dos veces limpió Jesús el Templo

Es notable que Jesús comience y termine su ministerio limpiando el Templo. Solo Juan resalta que lo hiciera al comienzo. Ambos incidentes son tan similares que muchos creen que se trata de un solo hecho, pero los sinópticos (Mateo, Marcos y Lucas) no tratan el ministerio inicial de Jesús en Judea. Coinciden también a la hora de colocarlo al final.
Mateo coloca este incidente antes de la maldición de la higuera. Marcos, después. Recuérdese que Mateo es un evangelio didáctico-temático, y no cronológico.


miércoles, 20 de abril de 2022

Asombrosos incomprensibles

La tierra colgando en el vacío, corriendo indetenible por el espacio, a 30 kilómetros por hora.
El eternidad anterior al tiempo en  que nací.
El infinito que se extiende hacia el espacio, a lo lejos, más allá de la última estrella.
El infinito, inacabable hacia dentro de un grano de arena, que no terminará de partirse en microtrozos.
Ahí tiene delante el hombre los más asombrosos incomprensibles.
¿Cómo puede alguien decir que no existe Dios, solo porque no lo pueda entender?


martes, 19 de abril de 2022

Los cargos son cargas que deforman

Se deforma la barra de hierro que usas como palanca. 

Se deforman los muelles que conectan los vagones de carga. 

Se deforma el árbol bajo el peso de las ramas.

Las cargas deforman.

 

Los vi por casi cuarenta años en mi lejana tierra. Eran humildes, fraternos, empáticos…, hasta que sobre ellos venía la carga de un cargo. En poco tiempo se deformaban. Los humildes se reducían a la condición del envanecido; el comprensivo y paciente se volvía intolerante; el sano y sencillo se doblaba en un retorcido espiral de conflictos. Muchos perdían la alegría y, finalmente, terminaban amargados.

La deformidad se hacía mayor cuando el que recibía la carga no era una persona experimentada, y no se cumplía, por ende, la máxima bíblica acerca de no dar cargos al neófito (I Ti. 3: 6).

En lo común los cargos producen un extraño y peligroso sentido de inmunidad. En el mundo empujan a la deformidad del dictador. En la Iglesia, al extraño creer de que tendrán respaldo del cielo no importa lo que hagan, en olvido tácito de que el compromiso de Dios no es con  los cargos, sino con Su Palabra. 

Lea las historias de Jeroboam y Pasur; de Diótrefes y Caifás. Deformados, más que deformados…



lunes, 18 de abril de 2022

Tengo un modo de saber quién eres

  El humor es expresión de inteligencia, pero la risa no. De hecho, la primera puede existir sin la segunda. Un apenas sonreír muestra la comprensión de un sano buen humor. Como implica elaboración de un pensamiento, no siempre explícito, supone inteligencia. La risa…, la risa es otro mundo, y no siempre es la «sal de la vida», como escribió Rubén Darío. A veces es la expresión sórdida de un mal corazón. ¿Será por eso que lo evoca el ladrido de la hiena?

Con todo hay en ella un gran valor orientador. Aquello que te hace reír dice más de ti que todos los avales del mundo.


Reír de alguien que cayó pesadamente en la calle, que pudo morir por caer; que pudo caer por morir…

Reír de alguien que lleva los zapatos sucios, trazas dejadas por caminos difíciles.

Reír del que viste harapos, inferencia de todo lo que no tiene.

Reír de alguien que usa abrigo raído, remembranza de muchos inviernos.

Reír del que no pudo escalar un elevado camión, y quedó a la orilla del camino, donde de algún modo todos  un día quedaremos.

Reír de uno que no tuvo fuerzas para mover pesadas cargas, en desdoro de pensar en el seguro día por llegar en que ninguno de nosotros podrá mover siquiera un lápiz.

Reír de alguien porque es alto, bajo, negro, blanco, amarillo, y obviar que es creación de Dios, a la par del irresponsable que ríe.


Tales cosas son como voces que hablan alto y claro de inmadureces, orgullos, desvergüenzas, sadismos, impudicias. Dice mucho de sí, la risa del que ríe.

En 1986, en la sede del Registro de Asociaciones del Ministerio de Justicia de Cuba, en Centro Habana, el Pastor Francisco Sotelo, Paco para todos, presidente nacional de las Salas Evangélicas de Cuba, intentaba obtener un permiso. Las funcionarias que le asistían revisaban los papeles escritos por otro pastor. No puedo recordar de qué se trataba; tal vez pedía permiso para respirar. Aparecían notables errores ortográficos en aquel segundo documento y, al advertirlo, ambas funcionarias estallaron en ruidosas carcajadas. Miraron al anciano Pastor. Paco no se rio. Ninguno de los que le acompañaban sintió que estaba ocurriendo algo gracioso.

Pasaron trece largos años. En julio de 1999, organizábamos la Celebración Evangélica de Arroyo Naranjo, La Habana. En reunión conjunta de todos los grupos involucrados del Estado y la Iglesia, el Responsable de Asuntos Religiosos del Partido Comunista Municipal presentó una pancarta donde aparecían los medios de aseguramiento del evento: policía, bomberos, acueducto… En uno de los renglones se leían las siglas: “M.V.E”. Levanté la mano pidiendo la palabra, y pregunté: “¿Qué es M.V.E.?”. Aquel líder del Partido me contestó: “Medios ‘vásicos’ electrógenos”. Lentamente bajé la cabeza. Se hizo, entonces, un inevitable suspenso que alguien rompió, para decirle: “‘vásico’ es con ‘b’”. Todo se vino abajo. La gente se rio todo lo que quiso. Dios me es testigo: no me reí. Solo recordé aquella lejana tarde de 1986, en el Registro de Asociaciones...

Nunca te cause risa la ignorancia humana, ni siquiera cuando el que la exhiba, como en aquella mañana, sea un burlador del evangelio. 

Cuando la ignorancia se mezcla con humildad se me despierta algo que está a medio camino entre la tristeza y la compasión, y un deseo inapagable de enseñar con tacto. Cuando la ignorancia se mezcla con orgullo —frecuente composición del medio donde vivo— me nace un silencio hondo en el alma del que solo puede sacarme el amor de mi esposa.

Tristeza, compasión, silencio… Nunca risa.

Reírse del ignorante dice mucho del que ríe.

«Porque la risa del necio es como el estrépito de los espinos debajo de la olla. Y también esto es vanidad» (Ec. 7: 6).



domingo, 17 de abril de 2022

La tumba está vacía. Domingo de Resurrección

Nombres de celebridades como los de Lewis Wallace, Lee Strobel o Josh McDowell están relacionados con investigaciones históricas acerca de la vida de Cristo, su muerte y resurrección. Los tres concluyeron de la misma forma, con la convicción absoluta de que la resurrección es un hecho histórico incontrovertible. Wallace escribiría Ben Hur; Strobel, El caso de Cristo y McDowell, Evidencia que exige un veredicto; tres joyas de la apologética cristiana. Es curioso que, un hecho tan atacado por la crítica atea como lo es la resurrección de Cristo, haya dado al traste con la conversión de gente tan honesta e ilustrada.

El diccionario de la lengua española que teníamos en casa cuando niño, en Cuba, para la lejana década de 1960, principios de los 70, tenía en el artículo concerniente al nombre de Jesucristo, como explicación de su persona, las palabras: “Profeta cuya existencia no ha sido probada”. Valiente ejercicio de profanos el diccionario aquel. Hay más pruebas de la existencia de Jesucristo que de Julio César o Sócrates, referentes cuyas vidas y obras ninguna persona medianamente instruida cuestionaría. El profuso testimonio escrito acerca de la vida, muerte y resurrección del Señor Jesús es inmensamente mayor.

Tras la resurrección Jesús aparece a más de quinientos testigos. Muchos, junto a once de los doce discípulos, morirían testificando que Cristo resucitó. Si bien es difícil que alguien muera por una verdad, nadie lo hará jamás por una mentira. La iglesia se levantó sobre la verdad y el triunfo de la resurrección. Esta fue evidencia de la aprobación del valor de la vida perfecta del Señor. La muerte no tuvo poder sobre Él.

El texto preferido del primer pastor metodista que conoció mi familia, el Rev. José Alberto Borbón, era: “Y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres. Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho” (I Co. 15: 17-20).

Gústele o no a los ignorantes la tumba está vacía. Celebremos hoy el Domingo de Resurrección.



sábado, 16 de abril de 2022

Lo que hacemos en Semana Santa dice mucho de lo que somos

Un primer grupo interpreta Semana Santa como una celebración católica; huyen de ella. Un segundo grupo centra la atención en la resurrección y hasta sienten una ofensa el recuerdo de la Cruz. Un tercer grupo aprovecha el día feriado y se va lejos, a las playas soleadas donde disfrutar comidas copiosas bajo un cálido sol. 

Dice mucho de nosotros lo que hacemos en Semana Santa. El común de los humanos no cobra consciencia de lo que significa. Celebran los días que marcan revoluciones de sangre y violencia, que destronaron a unos y pusieron a otros iguales o peores. Celebran, además, el Día Mundial del Agua, de la Madre Tierra; el Día internacional de los Trabajadores, de la Mujer, del Medio Ambiente; el Día Internacional de la Pesca, del Vidrio, de las Ciencias Básicas; el Día Internacional del Hijo, del Policía, de la Nieve y el de todas las enfermedades y oficios que existen. 

No lo creerá, pero también celebran el Día Internacional del Chicle (13 de enero), de la Ardilla (21 de enero), de la Comida Picante (16 de enero), de la Tarta de Chocolate (27 de enero), del Orgullo Zombie (4 de febrero), del Infiel (13 de febrero), de los Amores Imposibles (16 de febrero), de la Pipa (20 de febrero), de la Abstinencia Digital (5 de marzo), de la Rana (20 de marzo), de la Marioneta (21 de marzo), del Jazz (30 de abril), del Whisky (21 de mayo), del Pato Donald (9 de junio), del Orgullo Gay (28 de junio), del Alita de Pollo (29 de julio), de la Música Extraña (24 de agosto), del Buitre (3 de septiembre), del Pelirrojo (7 de septiembre), del Bambú (18 de septiembre), de la Paella (20 de septiembre), de la Bisexualidad (23 de septiembre), del Café (1 de octubre), del Bastón Blanco (15 de octubre), de las Brujas (31 de octubre), del Sandwich (3 de noviembre), del Payaso (5 de noviembre), del Soltero (11 de noviembre), del Ninja (5 de diciembre) y de la Camisa Arrugada (20 de diciembre) (1).

Todo lo celebran, desde los momentos cumbres de la historia hasta los asuntos más baladíes de la sociedad, como lo puede ser el que tiene que ver con el borracho que deambula en la noche (también tienen su día, es el 20 de mayo, aunque algunos de ellos lo celebren a diario).

La Semana Santa no es una celebración católica; tiene que ver con la fecha de la Pascua judía. Esta es una de las fiestas más sagradas y más establemente observadas del judaísmo. Por disposición divina y bíblica conmemora el éxodo de Israel de Egipto, y su liberación definitiva de una esclavitud que se prolongó por cuatro siglos. En esta fiesta se reúnen familiares y amigos, se hacen bendiciones sobre la comida y el vino, se explican los símbolos de la Pascua. Modernamente se abren también debates sobre la libertad y la justicia social, en un contexto de cantos y comidas. Estos rituales se llevan a cabo en un orden prescrito por un libro específico de la Pascua conocido como la Haggadah, que significa «contar» en hebreo. Durante esta celebración se coloca un plato en el centro de la mesa con alimentos de la Pascua significativos para la historia del Éxodo, como lo son el pan ácimo o matzá, las hierbas amargas, un jarrete de cordero y una mezcla de frutas y frutos secos y vino, conocida como charoset; representa el mortero que los judíos utilizaban cuando ensamblaban ladrillos como esclavos en Egipto (2).

Cristo murió por los pecados del mundo en la Pascua del año 30 d.C., el 14 de Nisán del calendario judío (siguiendo el evangelio de Juan); sería el 7 de abril de nuestro calendario. Murió a las 3:00 p.m., hora en que se sacrificaba el cordero pascual. Hermenéuticamente hablando en un instante se unieron el tipo y el antitipo. Aquel cordero que, por generaciones moría en cada Pascua, encontraba aquella tarde lo que representaba. Así lo anunció el profeta Isaías, ocho siglos antes: “Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca” (Is. 53: 7).

Si los judíos celebran cada año la Pascua, ¿qué razón hay para que los cristianos no guarden la Semana Santa con el recogimiento propio de un recuerdo tan solemne como lo es la muerte de Cristo? Recordamos con celo nuestros cumpleaños, y los de toda la familia; el mundo que nos rodea recuerda cuanta fecha se le ocurre; ¿por qué los cristianos no recordarán aquella cruenta semana en que Cristo sufrió, murió y resucitó para darnos vida?

¿Es consciente cada cristiano de lo que significa recordar a Cristo muriendo en nuestro favor? Tanto es el significado que, en el jueves de aquella Pascua, Cristo instituyó como Ordenanza la Santa Cena, en que sería recordado desde entonces y para siempre. Así escribió el apóstol Pablo a los Corintios:

 

Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga (I Co. 11: 23-26).

 

 Téngase presente que, mientras la grandiosa celebración judía de la Pascua tiene lugar, Cristo es nuestra Pascua: “porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros” (I Co. 5: 7b). Es Cristo quien da sentido a la Pascua, aunque hasta hoy el pueblo judío lo ignore. El recuerdo de aquel día en que el Cordero perfecto fue sacrificado en nuestro favor para cubrir nuestro pecado debe acompañarnos siempre, en especial en Semana Santa, en el arribo de cada nuevo año, en el mes que recuerda a Aquel que cambió para siempre la historia del mundo y el destino eterno de los hombres.

No es fecha para paseos o excursiones; no es un tiempo para esparcir horas entre comidas y bebidas; muchos menos para ir a espectáculos profanos cargados de abyecta mundanalidad. Es tiempo de recogernos en el recuerdo de aquellas horas tan complejas en que se consumó tamaño misterio. Es tiempo de acercarnos un poco más a la comprensión de lo que debieron ser aquellas tres horas de tinieblas, en que se cerraron los Cielos a la voz misma del Hijo, y Aquel Santo Ser cargó sobre sí el pecado de toda la humanidad, también los tuyos y los míos.

Un Inocente murió por el mundo. Guardemos minutos de santo silencio porque todos somos culpables de aquella muerte. Parafraseando a R. C. Sproul: ¿Por qué sufre la gente buena? Eso solo sucedió una vez: fue en la Cruz.

¿Cuán conscientes somos de todo esto? La respuesta se evidencia por lo que hacemos en esos días. El pueblo judío se recoge y recuerda la redención de la esclavitud en Egipto. ¿Qué haces tú? ¿Qué recuerdas? ¿Qué significa esa semana para ti?

Somos el cuarto grupo, el de los que recuerdan aquel momento con atención y respeto; el de los que comprenden el valor de aquella Vida, el de los que comprenden el valor de aquella Muerte.

  

 

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(1) Calendario con todos los Días Internacionales y Días Mundiales. Semanas y Años Internacionales. https://www.diainternacionalde.com Accedido: 15 de abril de 2022, 5: 10 p.m.

(2) La Pascua judía, la celebración de la libertad. https://www.siemensgamesa.com/es-es/descubrir/revista/2021/03/siemens-gamesa-passover-jewish-celebration Accedido: 15 de abril de 2022, 6:02 p.m.



viernes, 15 de abril de 2022

Cristo murió por ti. Viernes Santo

Aquel Viernes Santo, de Pascua judía, a las 9:00 a.m., se levantó la Cruz en que murió el Señor. Quedaba contestada la primera parte de la pregunta de Pilato: “¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo?” (Mt. 27: 22). Las multitudes judías, a cuya cabeza se colocó Caifás, Sumo Sacerdote de Israel, tomaron en lo humano la decisión. Con el conocimiento anticipado de todo, Jesús dijo: “Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre” (Jn. 10: 17, 18). Él decidió morir.

La segunda parte de la pregunta del oscuro gobernador romano de Judea tiene que ver con el eco que deja en la historia a todos los hombres aquel “¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo?”.

¿Qué harás tú de Jesús, llamado el Cristo? No hay atajos en la confrontación a que nos aboca la pregunta que nos hace la Cruz. No hay subterfugios ni reductos esquivos que permitan a alguien vivir como le parece y volver una y otra vez las espaldas al llamado de salvación y vida eterna que hace aquella Cruz, en torno a la cual perdura la pregunta.

A las 3:00 p.m., de aquel Viernes Santo el cielo se oscureció por completo, las rocas se partieron, los sepulcros de muchos se abrieron, y el velo del Gran Templo se partió en dos, de arriba abajo. Jesús murió por los pecados de todos los hombres: “Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos” (II Co. 5: 15).

La respuesta a ese amor determina la diferencia entre cielo e infierno. Aceptas a Cristo como Salvador personal, naces de nuevo por la Obra de regeneración del Espíritu Santo, y te espera la vida eterna en la compañía de todos los que lo hicieron antes y después de ti. Es el destino celestial de los que abrazaron esa Cruz por la fe, el de los que no tuvieron por vana aquella sangre que se derramó en favor de todos los hombres. Te esperan el cielo, “la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial”, “la compañía de muchos millares de ángeles”, “la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos”, “Dios el Juez de todos”, “los espíritus de los justos hechos perfectos”, “Jesús el Mediador del nuevo pacto”. Allí estarás por el valor de “la sangre rociada que habla mejor que la de Abel” (He. 12: 22-24).

Rechazas a Cristo como Salvador personal, te sientes demasiado inteligente y seguro para hacer algo así; vives a tu gusto, perdidamente, en la complacencia de tus orgías y borracheras, aplaudiendo todo lo antibíblico que propone este mundo desenfrenado, al cual esperas complacer, en la imitación de otros que te parecen más competentes y dignos de imitar que aquellos que abrazaron la fe; te espera entonces el infierno, donde el “fuego que no puede ser apagado, donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga” (Mr. 9: 43. 44). Allí sufrirás pena de eterna destrucción y tormento para siempre.

Cielo o infierno. Solo tú lo puedes decidir. No juegues más con la salvación eterna: “ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios” (I Co. 6: 9, 10). “¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?” (He. 10: 29). 

 

Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos. Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo, y ningún lugar se encontró para ellos. Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras. Y el mar entregó los muertos que había en él; y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados cada uno según sus obras. Y la muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego. Esta es la muerte segunda. Y el que no se halló inscrito en el libro de la vida fue lanzado al lago de fuego.

 

“¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!” (He. 10: 31). No vayas al infierno. Abraza con fe la Cruz.

“Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hch. 4: 12).



jueves, 14 de abril de 2022

Jueves Santo y una mesa vacía

Se ha hecho viral en redes una reproducción modificada del mural de la Santa Cena de Leonardo da Vinci. El cambio introducido tiene que ver con que el Señor aparece solo. Los lugares correspondientes a sus discípulos están vacíos. El mensaje es explícito: el Señor sentado a una mesa servida, pero vacía...
En muchos, muchos lugares, será así. El Jueves Santo, Cristo instituyó la Cena, como memorial de recordación de su muerte por nosotros: "...haced esto en memoria de mí" (Lc. 22: 19). Nunca imaginé vivir en un lugar donde se le diera tan poca importancia a aquellas palabras de Jesús. He estado en congregaciones donde por dos años consecutivos no se ha hecho siquiera un intento de celebrar la Cena. No se espere que lo hagan hoy.
No me gusta el cuadro que parodia a da Vinci, pero no deja de ser sugerente, tristemente sugerente.


miércoles, 13 de abril de 2022

Así fue el Martes Santo aquí

Hoy es Miércoles de Semana Santa. A cuarenta y ocho horas de la cruz, no hay reportes bíblicos de Jesús. Se desconoce qué hizo. Le llaman Día de silencio. No lo fue, estaba con los suyos. En la medida que avanza la semana es cada vez menos pública la vida de Jesús; sus discípulos se vuelven prioridad. ¿Qué temas trataron? ¿Qué contenidos de oración tuvieron? Un día lo sabremos.
Son tiempos solemnes los que, para entonces, viven, y en lugar de fortalecer los discípulos a Jesús, Él, que vive los más intensos momentos de presión, los fortalece a ellos. La tristeza de los discípulos pesa más en el corazón de Jesús que la suya propia.
Tal vez hoy está ocurriendo lo mismo, y el corazón del Señor se entristece como en aquellos días. Al decir de mi esposa el mundo vive como si no existiera Jesús; y los cristianos, como si no fuera a venir. La Semana Santa, el más solemne tiempo del año, lo usan todos para vacacionar: playas obscenas cuasi nudistas, retiros campestres, viajes a otros países desde donde alardean en redes tontos turismos; no me asombra que el 12 de abril, Martes de Semana Santa de este 2022, a las 8: 30 hrs, en un vagón del céntrico metro del Distrito de Brooklyn, New York, un tirador descargara treinta y tres veces una Glock 17 a los que viajaban con él (1). Varios murieron ya, otros están en estado crítico. 
En plena conmoción del Estado de New York y por extensión de todos los Estados Unidos, el mismo día 12, a las 7:58 p.m., todos los teléfonos móviles de Texas se dispararon con alarmas de tornado inminente, que se extendió hasta las 8: 45 p.m. Cayeron los árboles, se inutilizaron los semáforos, las sonidos de las sirenas de bomberos y ambulancias se unieron al ruido ensordecedor de las ráfagas de viento. A la caída de líneas de alto voltaje se interrumpió el fluido eléctrico por más de dieciocho horas; un caos, todo un caos. 
Fue el Martes Santo de 2022, el mismo día de aquella lejana Semana Santa, en que el Señor anunció el fin, desde el Monte de los Olivos. El día en que dijo: “Y todo esto será principio de dolores” (Mt. 24: 8).


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(1) María A. Sánchez Vallejo. "Un tiroteo en un vagón de metro de Nueva York causa 23 heridos". El País.


martes, 12 de abril de 2022

La memoria de Su Hijo

Todas las casas se cerraron. Nadie podía salir. La orden de Dios fue terminante: heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto” (Ex. 12: 12b); “veré la sangre y pasaré de vosotros” (13b). El pueblo de Israel atendió a aquella voz. Los dos postes y el dintel de las puertas se marcaron profusamente con la sangre fresca de un cordero sacrificado. Aquello hizo la diferencia entre morir y vivir.

¿Por qué tuvo que ser así? ¿Por qué vino aquella extraña orden que los judíos no comprendieron y acataron por obediencia? Una sola respuesta: el Señor buscaba algo que le trajera la memoria de Su Hijo.  Solo eso detendría la muerte.

Pasó Dios en aquella cerrada noche de Pascua primigenia. La ira célica era inmensa: murieron miles de primogénitos egipcios, pero al llegar a las casas de Israel, aquella sangre...

Era la memoria de Su Hijo.

¿Habrá hoy algo en ti que recuerde al Hijo? ¿En tus palabras, pensamientos, conducta y obras, en tu hogar, entre los tuyos, habrá algo que recuerde vivamente a Jesús, de modo que, cuando Dios pase y mire, sienta el recuerdo vivo de Su Hijo? ¿Algo de ti lo recuerda a Él?

Ninguna otra cosa tiene valor en este mundo para lograr el favor del Padre; solo el recuerdo que puedas traer en la memoria santa de Su Hijo. Por eso todos oramos “en el nombre de Jesús” (Jn. 16: 23).

Ninguna otra cosa tiene valor. Tu vida sea al Padre el recuerdo perenne de Su Hijo.



lunes, 11 de abril de 2022

Un gran consejo

Uno de los consejos más grandes que se le puede dar a alguien es aquel que se encuentra en las palabras del Salmo 37: 7a: "Guarda silencio ante Jehová, y espera en él". Para todos llega a ser motivo de ira ver prosperar a tantos energúmenos, lerdos, malandrines, facinerosos y sicofantes; tanto más si todo eso se combina en un solo mamífero. Suele pasar. A la verdad, es una experiencia de tronante desesperación. En tales minutos se dicen muchas cosas incorrectas. A ese gran consejo siguen, en el versículo, razones relacionadas con ese esfuerzo: "No te alteres con motivo del que prospera en su camino, por el hombre que hace maldades". El asunto es que los tales llevan a alteraciones serias. Con poco dominio propio un cristiano de años se encontrará diciendo cosas de las que luego tendrá que arrepentirse. Dígame que no le ha pasado.
Razonar sobriamente bajo tales presiones es muy difícil. Los idiotas hacen idioteces. Cuando son humildes pueden ser tolerados, pero cuando estos especímenes se sienten grandes y ocupan tronos, por muy desarrollado que sea el dominio propio de los que lo contemplan, aquellas cosas que hacen llegan a doblar al más aguantón. Si razonar es difícil, amarlos requerirá el concurso de un arcángel...
No hay dudas, la única solución la da el Salmo 37: 7a: "Guarda silencio ante Jehová". No hable nada. Espere. ¡Cállese! Recuerde que los idiotas no solo tienen la capacidad de decir idioteces, también tienen la extraña cualidad de hacer hablar como idiotas a los que no lo son. 
Con relación a esto la vida de una persona de valía estará llena de silencios. Los tales no son insuficiencias argumentales, son los salvadores silencios del Salmo 37.


domingo, 10 de abril de 2022

Leyendo a Nicanor Parra

De no ser por la convicción de que nunca se habrá dicho todo, tras leer a Nicanor Parra quedaría una bruma en el alma anunciando lo contrario. Es la sensación de telón que cae, o cortina que se cierra, en ese minuto, cuando no queda nada más por decir. Esa irreal atmósfera me viene siempre tras leer sus «Pensamientos». Son palabras escritas lejos de Dios; extraños caminos a los que no pertenezco hace mucho tiempo.

 

Pensamientos

 

Qué es el hombre

                               se pregunta Pascal:

Una potencia de exponente cero.

Nada

         si se compara con el todo

Todo

         si se compara con la nada:

Nacimiento más muerte:

Ruido multiplicado por silencio:

Medio aritmético entre el todo y la nada.

 

Nicanor Parra


 

De esta oscura caverna solo me sacan las hondas palabras del Salmo 8: 4-9:

 

… ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,

Y el hijo del hombre, para que lo visites?

Le has hecho poco menor que los ángeles,

Y lo coronaste de gloria y de honra.

Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos;

Todo lo pusiste debajo de sus pies:

Ovejas y bueyes, todo ello,

Y asimismo las bestias del campo,

Las aves de los cielos y los peces del mar;

Todo cuanto pasa por los senderos del mar.

¡Oh Jehová, Señor nuestro,

Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!

 

 

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Fuente: Nicanor Parra. Obra gruesa. Otros poemas. “Pensamientos”. Santiago de Chile: Editorial Universitaria. 1969, p. 239.



sábado, 9 de abril de 2022

Aquel lejano pesar

No aparece en los Salmos. No está en el libro de Jeremías, ni siquiera en sus Lamentaciones, como podría esperarse. Son palabras de Isaías. Es todo un lamento querellante frente a un mundo impenitente. Están dirigidas al Padre: “¡Oh, si rompieses los cielos, y descendieras, y a tu presencia se escurriesen los montes (…)!” (Is. 64: 1).

Lejanos están aquellos días. El caos creció. Nuevos imperios se disputan naciones. Las cátedras de moralidad están ocupadas por perversos. Asistimos a los minutos finales de la historia, con sus pandemias de abortos, crímenes, divorcios; crecen los cohechos, y con ellos colapsa la justicia.

El bíblico temor a Dios es la más lejana reminiscencia. El mundo, como nunca, desafía al Rey de los cielos; al único sabio y soberano, alto e inmortal, trascendente, invisible; y esta mañana, en el corazón de cada hombre piadoso de la tierra brota como ayer aquel pesar: “¡Oh, si rompieses los cielos, y descendieras, y a tu presencia se escurriesen los montes (…)!”.



viernes, 8 de abril de 2022

Reglas que diferencian el uso de la mayúscula en inglés con relación al español

El inglés además de no ser un idioma fonético (se pronuncia con frecuencia diferente a como se escribe), es una lengua con reglas de redacción propias que deben ser conocidas para el que tenga la dura tarea de escribir en los dos idiomas. Estas que siguen son algunas de las diferencias en las regulaciones del uso de la mayúscula según el idioma de que se trate.

 

Días de la semana y meses del año

 

En inglés, la primera letra de los días de la semana y de los meses del año siempre se escribe con mayúscula: Monday, Tuesday, Wednesday, Thursday, Friday and Sunday; January, February, March, April, May, June, July, August, September, October, November, December.

A diferencia de eso, en español, se escriben en minúsculas: lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, sábado y domingo; enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre.

 

Días festivos, fechas históricas, edificios, vías urbanas

 

En inglés y en español, los días festivos, fechas históricas, edificios y vías urbanas, se escriben siempre con inicial mayúscula. Ejemplos serían: Navidad, Viernes Santo, Día de la Independencia, Hospital Diez de Octubre. En inglés sería: Christmas, Good Friday (Holy Friday), Independence Day, Hospital October 10th; Empire State Building, es un importante edificio en los Estados Unidos. 

 

Las estaciones de año

 

Tanto en inglés como en español, se escriben en minúscula: spring, summer, winter, fall; primavera, verano, invierno, otoño.

 

Los nombres de los países

 

En ambos idiomas, inglés y español, la primera letra del nombre de un país siempre va en mayúscula: Francia, Alemania; France, Germany.

 

La nacionalidad (adjetivo gentilicio)

 

En inglés, la primera letra siempre debe de ir en mayúscula: Spanish, French, Chinese.

En español, siempre se escribe en minúscula: español, francés, chino.

 

Los idiomas

 

En inglés, la primera letra de la palabra que identifica un idioma siempre va en mayúscula: English, French, Deutch, Japanese

En español, por el contrario, siempre se escriben con minúsculas: inglés, holandés, alemán, japonés.

 

Títulos de libros, películas, poesía, y demás.

 

En inglés, se escriben con mayúscula inicial, todas las palabras importantes del título de un libro, película, poesía y demás. Un ejemplo sería:

 

The Mysterious Island, by Jules Verne.

 

En español, solo se escribe con mayúscula la primera letra del título. Un ejemplo sería:

 

La isla misteriosa, de Julio Verne.

 

Acerca del pronombre personal “yo”.

 

El pronombre “I”, que significa “yo” (primera persona del singular) siempre se escribe con mayúscula en inglés, aunque la palabra no inicie la oración y se encuentre en el justo medio de ella. Para los hispanos esto es una rareza. Una más…

 

  

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Fuente: Linguatec. “Diferencias del uso de mayúsculas en inglés y en español”.

https://linguatec.com.mx/blog/diferencias-del-uso-de-mayusculas-en-ingles-y-en-espanol/ Accedido: 7 de abril de 2022, 7: 17 p.m.



jueves, 7 de abril de 2022

Never forget it

The flag of the United States, called the Star-Spangled Banner, has thirteen stripes, six whites and seven red. They are a graphic memory that the thirteen original colonies. There were:

 

. New Hampshire

. Massachusetts

. Rhode Island

. Connecticut

. New York

. New Jersey

. Pennsylvania

. Delaware

. Maryland

. Virginia

. North Carolina

. South Carolina

. Georgia

 

It’s possible to see that group of states on the east coast of North America.

The immensity of the current country's territory is amazing: from east to west, from the Atlantic Ocean to the Pacific; from north to south, from Canada to the Caribbean Ocean and Mexico. Americans are proud of their dimensions, but they never forget their original and humble geographical status: thirteen small territories in eastern North America. They remember that on the flag, in its thirteen stripes. It is an example of historical humility.

Never forget where you come from. Moses told to the Israelites: “And you shall answer and say before the Lord your God: ‘My father was a Syrian, about to perish, and he went down to Egypt and dwelt there, few in number; and there he became a nation, great, mighty, and populous” (Dt. 26:5) NKJV.

Never forget your origin. Never forget it.



miércoles, 6 de abril de 2022

Un peligroso nivel de profanación

Algunas catástrofes literarias, monumentales, arquitectónicas o urbanas son recordadas con honda nostalgia. El incendio de la Biblioteca de Alejandría, la caída del Coloso de Rodas, la destrucción de Cartago o Troya, son ejemplos; perduran las tales como mutilaciones lamentables al legado de la humanidad.

De todas estas pérdidas hay una a lamentar como ninguna; es la destrucción del Templo de Salomón, en Jerusalén. Sus fastuosas paredes, regias columnas, mobiliarios de madera preciosa, todo se perdió. Con ellos desapareció el Arca del Pacto, hasta hoy.

¿Cómo pudo suceder algo así? ¿Qué afectó sobremanera la sensibilidad de Dios, que es tan paciente?, “lento para la ira y grande en misericordia” (Sal. 145: 8b). ¿Cómo Aquel que quitó la vida a ciento ochenta y cinco mil asirios a las puertas de Jerusalén (701 a.C.), protegiendo la Ciudad Santa y el Santuario, en tiempos del rey Ezequías, permitió tal asolación poco más de cien años después (586 a.C.)? Tal pregunta nos la hacemos una y otra vez, hasta que llegamos a la lectura del libro de Ezequiel, capítulo 8.

 

3…El Espíritu me alzó entre el cielo y la tierra, y me llevó en visiones de Dios a Jerusalén, a la entrada de la puerta de adentro que mira hacia el norte, donde estaba la habitación de la imagen del celo, la que provoca a celos. 

4 Y he aquí, allí estaba la gloria del Dios de Israel, como la visión que yo había visto en el campo.

5 Y me dijo: Hijo de hombre, alza ahora tus ojos hacia el lado del norte. Y alcé mis ojos hacia el norte, y he aquí al norte, junto a la puerta del altar, aquella imagen del celo en la entrada. 

6 Me dijo entonces: Hijo de hombre, ¿no ves lo que éstos hacen, las grandes abominaciones que la casa de Israel hace aquí para alejarme de mi santuario? Pero vuélvete aún, y verás abominaciones mayores. 

7 Y me llevó a la entrada del atrio, y miré, y he aquí en la pared un agujero. 

8 Y me dijo: Hijo de hombre, cava ahora en la pared. Y cavé en la pared, y he aquí una puerta. 

9 Me dijo luego: Entra, y ve las malvadas abominaciones que éstos hacen allí. 

10 Entré, pues, y miré; y he aquí toda forma de reptiles y bestias abominables, y todos los ídolos de la casa de Israel, que estaban pintados en la pared por todo alrededor. 

11 Y delante de ellos estaban setenta varones de los ancianos de la casa de Israel, y Jaazanías hijo de Safán en medio de ellos, cada uno con su incensario en su mano; y subía una nube espesa de incienso. 

12 Y me dijo: Hijo de hombre, ¿has visto las cosas que los ancianos de la casa de Israel hacen en tinieblas, cada uno en sus cámaras pintadas de imágenes? Porque dicen ellos: No nos ve Jehová; Jehová ha abandonado la tierra. 

13 Me dijo después: Vuélvete aún, verás abominaciones mayores que hacen éstos. 

14 Y me llevó a la entrada de la puerta de la casa de Jehová, que está al norte; y he aquí mujeres que estaban allí sentadas endechando a Tamuz. 

15 Luego me dijo: ¿No ves, hijo de hombre? Vuélvete aún, verás abominaciones mayores que estas. 

16 Y me llevó al atrio de adentro de la casa de Jehová; y he aquí junto a la entrada del templo de Jehová, entre la entrada y el altar, como veinticinco varones, sus espaldas vueltas al templo de Jehová y sus rostros hacia el oriente, y adoraban al sol, postrándose hacia el oriente. 

 

En aquella Casa, donde estaba el Shekinah, la gloria misma de Dios, a escondidas los sacerdotes y levitas, los actores consagrados de la adoración, hacían las más obscenas invocaciones a demonios; allí, dentro del Templo.

Ellos apedrearon a los profetas que les amonestaban, cerraron sus oídos a la voz del cielo, volvieron las espaldas a Dios… Avanzaron en peligrosas tinieblas, crecieron en blasfemia y apostasía, hasta aquel día, aquel día que lamentamos hasta hoy.

Hay niveles de profanación que son muy peligrosos. A todos nos guarde Dios, porque más allá de ellos, solo quedan las palabras que dio el Señor al profeta Ezequiel: “no perdonará mi ojo, ni tendré misericordia; y gritarán a mis oídos con gran voz, y no los oiré” (Ez. 8: 18).

La invocación de demonios en Su Casa; las imágenes satánicas en el decorado de las paredes, la adoración del sol en el Templo, de espaldas al santuario; los profetas apedreados, y aquellos, sobre quienes estaba el aceite de la unción invocando a las tinieblas… Fue más de lo que el Santo de Israel pudo soportar.

Muchos nos preguntamos cómo fue posible la destrucción de Aquel Templo; muchos nos lo preguntamos, hasta que llegamos a Ezequiel 8.




martes, 5 de abril de 2022

Ahicam

Es un personaje importante en la Biblia. Curiosamente no se menciona en los púlpitos. Su nombre significa «Mi hermano es levantado». Fue hijo de Safán y funcionario del rey Josí­as. Cuando se encontró en el Templo el Libro de la Ley, Ahicam fue enviado con otros a consultar a la profetisa Hulda:

 

Y cuando el rey hubo oído las palabras del libro de la ley, rasgó sus vestidos. Luego el rey dio orden al sacerdote Hilcías, a Ahicam hijo de Safán, a Acbor hijo de Micaías, al escriba Safán y a Asaías siervo del rey, diciendo: Id y preguntad a Jehová por mí, y por el pueblo, y por todo Judá, acerca de las palabras de este libro que se ha hallado; porque grande es la ira de Jehová que se ha encendido contra nosotros, por cuanto nuestros padres no escucharon las palabras de este libro, para hacer conforme a todo lo que nos fue escrito. Entonces fueron el sacerdote Hilcías, y Ahicam, Acbor, Safán y Asaías, a la profetisa Hulda, mujer de Salum hijo de Ticva, hijo de Harhas, guarda de las vestiduras, la cual moraba en Jerusalén en la segunda parte de la ciudad, y hablaron con ella. Y ella les dijo: Así ha dicho Jehová el Dios de Israel: Decid al varón que os envió a mí: Así dijo Jehová: He aquí yo traigo sobre este lugar, y sobre los que en él moran, todo el mal de que habla este libro que ha leído el rey de Judá; por cuanto me dejaron a mí, y quemaron incienso a dioses ajenos, provocándome a ira con toda la obra de sus manos; mi ira se ha encendido contra este lugar, y no se apagará. Mas al rey de Judá que os ha enviado para que preguntaseis a Jehová, diréis así: Así ha dicho Jehová el Dios de Israel: Por cuanto oíste las palabras del libro, y tu corazón se enterneció, y te humillaste delante de Jehová, cuando oíste lo que yo he pronunciado contra este lugar y contra sus moradores, que vendrán a ser asolados y malditos, y rasgaste tus vestidos, y lloraste en mi presencia, también yo te he oído, dice Jehová. Por tanto, he aquí yo te recogeré con tus padres, y serás llevado a tu sepulcro en paz, y no verán tus ojos todo el mal que yo traigo sobre este lugar. Y ellos dieron al rey la respuesta (II Re 22:11-20).

 

Bella historia.

Muerto el rey Josí­as, Ahicam sirvió bajo su hijo, el devenido rey Joacim. Este es el contexto en que le da protección al profeta Jeremí­as: “Y los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo oyeron a Jeremías hablar estas palabras en la casa de Jehová. Y cuando terminó de hablar Jeremías todo lo que Jehová le había mandado que hablase a todo el pueblo, los sacerdotes y los profetas y todo el pueblo le echaron mano, diciendo: De cierto morirás” (Jer 26: 7, 8). “Pero la mano de Ahicam hijo de Safán estaba a favor de Jeremías, para que no lo entregasen en las manos del pueblo para matarlo” (v. 24).

Por un instante, en lo humano, Ahicam fue lo único que estuvo entre Jeremías y su inminente lapidación.

Cuando los babilonios tomaron Jerusalén, pusieron al frente del pueblo que quedó al hijo de Ahicam, Gedalí­as. A su casa llevaron a Jeremí­as apenas le sacaron de la cárcel (Jer 39:14).

Uno de los hermanos de Ahicam fue Elasa. Este llevó una carta de Jeremí­as a los cautivos en Babilonia (Jer 29:1-3). En esa carta va la importante profecía de las setenta semanas, cuyo cumplimiento estuvo en la expectación del profeta Daniel (Dn. 9: 2), y esas bellísimas palabras que todos aplicamos a nuestras vidas alguna vez: “y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón” (Dn. 29: 13).

Penosamente, Jaazaní­as, hermano de Ahicam, aparece en una visión apóstata en el libro de Ezequiel, con un incensario en su mano vinculado a una adoración pagana:

 

Entré, pues, y miré; y he aquí toda forma de reptiles y bestias abominables, y todos los ídolos de la casa de Israel, que estaban pintados en la pared por todo alrededor. Y delante de ellos estaban setenta varones de los ancianos de la casa de Israel, y Jaazanías hijo de Safán en medio de ellos, cada uno con su incensario en su mano; y subía una nube espesa de incienso. Y me dijo: Hijo de hombre, ¿has visto las cosas que los ancianos de la casa de Israel hacen en tinieblas, cada uno en sus cámaras pintadas de imágenes? Porque dicen ellos: No nos ve Jehová; Jehová ha abandonado la tierra (Ez. 8: 10-12). 

 

¿Cómo sería el final de Ahicam? En el resto del libro de Jeremías solo se hace referencia a él cuando se menciona a su hijo, Gedalías. Ignoramos si la tradición judía conserva algo de su memoria siguiente. Por lo pronto, mientras se llena el vacío de la ignorancia, le recordaremos como al judío que, en un momento de oscura confusión, preservó la vida del profeta Jeremías. Necesitó cierta dosis de grandeza personal para tirar en dirección contraria a aquella en que lo hacía la mayoría. 

Se vuelve rareza la grandeza, especialmente en nuestro tiempo. Quizá por eso llama la atención aquel Ahicam. Un día sabremos más de él. Los que amamos la Biblia le debemos mucho acerca de aquella jornada en que preservó la vida del profeta. El Señor lo recuerde en su favor el día de la eternidad.