De no ser por la convicción de que nunca se habrá dicho todo, tras leer a Nicanor Parra quedaría una bruma en el alma anunciando lo contrario. Es la sensación de telón que cae, o cortina que se cierra, en ese minuto, cuando no queda nada más por decir. Esa irreal atmósfera me viene siempre tras leer sus «Pensamientos». Son palabras escritas lejos de Dios; extraños caminos a los que no pertenezco hace mucho tiempo.
Pensamientos
Qué es el hombre
se pregunta Pascal:
Una potencia de exponente cero.
Nada
si se compara con el todo
Todo
si se compara con la nada:
Nacimiento más muerte:
Ruido multiplicado por silencio:
Medio aritmético entre el todo y la nada.
Nicanor Parra
De esta oscura caverna solo me sacan las hondas palabras del Salmo 8: 4-9:
… ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria,
Y el hijo del hombre, para que lo visites?
Le has hecho poco menor que los ángeles,
Y lo coronaste de gloria y de honra.
Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos;
Todo lo pusiste debajo de sus pies:
Ovejas y bueyes, todo ello,
Y asimismo las bestias del campo,
Las aves de los cielos y los peces del mar;
Todo cuanto pasa por los senderos del mar.
¡Oh Jehová, Señor nuestro,
Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!
__________
Fuente: Nicanor Parra. Obra gruesa. Otros poemas. “Pensamientos”. Santiago de Chile: Editorial Universitaria. 1969, p. 239.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Su comentario a este artículo se recibe con respeto y gratitud.