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sábado, 16 de abril de 2022

Lo que hacemos en Semana Santa dice mucho de lo que somos

Un primer grupo interpreta Semana Santa como una celebración católica; huyen de ella. Un segundo grupo centra la atención en la resurrección y hasta sienten una ofensa el recuerdo de la Cruz. Un tercer grupo aprovecha el día feriado y se va lejos, a las playas soleadas donde disfrutar comidas copiosas bajo un cálido sol. 

Dice mucho de nosotros lo que hacemos en Semana Santa. El común de los humanos no cobra consciencia de lo que significa. Celebran los días que marcan revoluciones de sangre y violencia, que destronaron a unos y pusieron a otros iguales o peores. Celebran, además, el Día Mundial del Agua, de la Madre Tierra; el Día internacional de los Trabajadores, de la Mujer, del Medio Ambiente; el Día Internacional de la Pesca, del Vidrio, de las Ciencias Básicas; el Día Internacional del Hijo, del Policía, de la Nieve y el de todas las enfermedades y oficios que existen. 

No lo creerá, pero también celebran el Día Internacional del Chicle (13 de enero), de la Ardilla (21 de enero), de la Comida Picante (16 de enero), de la Tarta de Chocolate (27 de enero), del Orgullo Zombie (4 de febrero), del Infiel (13 de febrero), de los Amores Imposibles (16 de febrero), de la Pipa (20 de febrero), de la Abstinencia Digital (5 de marzo), de la Rana (20 de marzo), de la Marioneta (21 de marzo), del Jazz (30 de abril), del Whisky (21 de mayo), del Pato Donald (9 de junio), del Orgullo Gay (28 de junio), del Alita de Pollo (29 de julio), de la Música Extraña (24 de agosto), del Buitre (3 de septiembre), del Pelirrojo (7 de septiembre), del Bambú (18 de septiembre), de la Paella (20 de septiembre), de la Bisexualidad (23 de septiembre), del Café (1 de octubre), del Bastón Blanco (15 de octubre), de las Brujas (31 de octubre), del Sandwich (3 de noviembre), del Payaso (5 de noviembre), del Soltero (11 de noviembre), del Ninja (5 de diciembre) y de la Camisa Arrugada (20 de diciembre) (1).

Todo lo celebran, desde los momentos cumbres de la historia hasta los asuntos más baladíes de la sociedad, como lo puede ser el que tiene que ver con el borracho que deambula en la noche (también tienen su día, es el 20 de mayo, aunque algunos de ellos lo celebren a diario).

La Semana Santa no es una celebración católica; tiene que ver con la fecha de la Pascua judía. Esta es una de las fiestas más sagradas y más establemente observadas del judaísmo. Por disposición divina y bíblica conmemora el éxodo de Israel de Egipto, y su liberación definitiva de una esclavitud que se prolongó por cuatro siglos. En esta fiesta se reúnen familiares y amigos, se hacen bendiciones sobre la comida y el vino, se explican los símbolos de la Pascua. Modernamente se abren también debates sobre la libertad y la justicia social, en un contexto de cantos y comidas. Estos rituales se llevan a cabo en un orden prescrito por un libro específico de la Pascua conocido como la Haggadah, que significa «contar» en hebreo. Durante esta celebración se coloca un plato en el centro de la mesa con alimentos de la Pascua significativos para la historia del Éxodo, como lo son el pan ácimo o matzá, las hierbas amargas, un jarrete de cordero y una mezcla de frutas y frutos secos y vino, conocida como charoset; representa el mortero que los judíos utilizaban cuando ensamblaban ladrillos como esclavos en Egipto (2).

Cristo murió por los pecados del mundo en la Pascua del año 30 d.C., el 14 de Nisán del calendario judío (siguiendo el evangelio de Juan); sería el 7 de abril de nuestro calendario. Murió a las 3:00 p.m., hora en que se sacrificaba el cordero pascual. Hermenéuticamente hablando en un instante se unieron el tipo y el antitipo. Aquel cordero que, por generaciones moría en cada Pascua, encontraba aquella tarde lo que representaba. Así lo anunció el profeta Isaías, ocho siglos antes: “Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca” (Is. 53: 7).

Si los judíos celebran cada año la Pascua, ¿qué razón hay para que los cristianos no guarden la Semana Santa con el recogimiento propio de un recuerdo tan solemne como lo es la muerte de Cristo? Recordamos con celo nuestros cumpleaños, y los de toda la familia; el mundo que nos rodea recuerda cuanta fecha se le ocurre; ¿por qué los cristianos no recordarán aquella cruenta semana en que Cristo sufrió, murió y resucitó para darnos vida?

¿Es consciente cada cristiano de lo que significa recordar a Cristo muriendo en nuestro favor? Tanto es el significado que, en el jueves de aquella Pascua, Cristo instituyó como Ordenanza la Santa Cena, en que sería recordado desde entonces y para siempre. Así escribió el apóstol Pablo a los Corintios:

 

Porque yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan; y habiendo dado gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí. Asimismo tomó también la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí. Así, pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anunciáis hasta que él venga (I Co. 11: 23-26).

 

 Téngase presente que, mientras la grandiosa celebración judía de la Pascua tiene lugar, Cristo es nuestra Pascua: “porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros” (I Co. 5: 7b). Es Cristo quien da sentido a la Pascua, aunque hasta hoy el pueblo judío lo ignore. El recuerdo de aquel día en que el Cordero perfecto fue sacrificado en nuestro favor para cubrir nuestro pecado debe acompañarnos siempre, en especial en Semana Santa, en el arribo de cada nuevo año, en el mes que recuerda a Aquel que cambió para siempre la historia del mundo y el destino eterno de los hombres.

No es fecha para paseos o excursiones; no es un tiempo para esparcir horas entre comidas y bebidas; muchos menos para ir a espectáculos profanos cargados de abyecta mundanalidad. Es tiempo de recogernos en el recuerdo de aquellas horas tan complejas en que se consumó tamaño misterio. Es tiempo de acercarnos un poco más a la comprensión de lo que debieron ser aquellas tres horas de tinieblas, en que se cerraron los Cielos a la voz misma del Hijo, y Aquel Santo Ser cargó sobre sí el pecado de toda la humanidad, también los tuyos y los míos.

Un Inocente murió por el mundo. Guardemos minutos de santo silencio porque todos somos culpables de aquella muerte. Parafraseando a R. C. Sproul: ¿Por qué sufre la gente buena? Eso solo sucedió una vez: fue en la Cruz.

¿Cuán conscientes somos de todo esto? La respuesta se evidencia por lo que hacemos en esos días. El pueblo judío se recoge y recuerda la redención de la esclavitud en Egipto. ¿Qué haces tú? ¿Qué recuerdas? ¿Qué significa esa semana para ti?

Somos el cuarto grupo, el de los que recuerdan aquel momento con atención y respeto; el de los que comprenden el valor de aquella Vida, el de los que comprenden el valor de aquella Muerte.

  

 

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(1) Calendario con todos los Días Internacionales y Días Mundiales. Semanas y Años Internacionales. https://www.diainternacionalde.com Accedido: 15 de abril de 2022, 5: 10 p.m.

(2) La Pascua judía, la celebración de la libertad. https://www.siemensgamesa.com/es-es/descubrir/revista/2021/03/siemens-gamesa-passover-jewish-celebration Accedido: 15 de abril de 2022, 6:02 p.m.



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