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sábado, 31 de octubre de 2020

Nada

Un grupo de científicos de Estados Unidos y Polonia acaban de publicar en la revista Astrophysical Journal Letters, el hallazgo de un planeta del tamaño de la Tierra que deambula libérrimo por la Vía Láctea (1), sin estrella madre que le haga de sol, ni órbitas definidas o caminos astronómicos predecibles; sin complicidades estelares, así, solitario, libre…

No sé qué signifique eso, pero si las piedras clamarían (Lc. 19: 40) creo que mucho le dice al mundo acerca de cómo estamos: nada es predecible ya. No hay disparate que no se defienda en los estrados más académicos: las madres cercenan sus más profundos instintos y organizan manifestaciones para que, pocos instantes antes de nacer, les permitan hacer morir a aquel que es el fruto de sus entrañas, ese que, hasta los más salvajes animales, defienden con sus vidas. Los hombres promueven el derecho de otros hombres a no serlos. Los cristianos aplauden el marxismo ateo, se tatúan la piel y creman a sus familiares más queridos. Las prostitutas son “trabajadoras sexuales” y se sindicalizan; el cine que hacen no se llama pornográfico, se llama “cine de adultos”. Ya no se trata de un “asesinato”, ahora es eutanasia o suicidio asistido. El mejor periodista es el que cubra la noticia del último niño descuartizado. El noticiero no sirve si no se estrelló un avión. Si las finanzas no alcanzan para evadir la ley, los más desalmados criminales, tras acuchillar inmisericordes, a ancianos y mujeres, pasan el resto de sus días en celdas con aire acondicionado, donde estudian computación e idiomas.

Es difícil leer la segunda mitad del libro de los Jueces. Tiene historias muy desagradables. Allí todo está dominado por un pensamiento: “En estos días no había rey en Israel; cada uno hacía lo que bien le parecía” (Jue. 21: 25). Quizá me cueste tanto volver sobre esos capítulos porque son el espejo mismo de nuestros tiempos.

El astrónomo Przemek Mroz del Instituto de Tecnología de California, está muy asombrado con los hallazgos de su microlente gravitacional: un “planeta rebelde” que corre sin leyes por el espacio. Pienso que ya nada sin leyes debía de asombrarnos.

Nada.

Nada.

 

 

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(1) 20minutos. “Descubren un planeta del tamaño de la Tierra deambulando por la Vía Láctea y sin estrella madre”. https://www.20minutos.es/noticia/4438107/0/descubren-planeta-via-lactea-sin-estrella-madre/ Accedido: 30 de octubre de 2020, 10: 45 PM.


Solo un hombre sabio

Aquella mañana de 1981, el Dr. Rafael Dujarric, profesor de psicología médica, entró a clases, y tras ordenar sus papeles, y escribir algunas notas de orden en la pizarra, dejó correr tranquila la vista sobre el grupo de estudiantes, para terminar, diciéndonos: “No es una expresión de nuestro tiempo; viene de la lejana filosofía griega, y dice: ‘Mientras más estudio menos sé’. ¿Qué cree que signifique eso?”. Todos quedamos meditando en silencio. El avanzó entonces, y dijo: “Lo primero que descubre el que estudia es su gran ignorancia. Seguramente ya les pasó. Paradójicamente la consciencia de esa ignorancia crece en la medida en que más estudiamos y sabemos”.

Era una gran verdad. Si alguien permanecía humillado por un conocimiento inabarcable era el estudiante de medicina, y esa aplastante experiencia, lejos de menguar al estudiar, crecía en la medida que avanzaban los semestres.

Bien lo formularon los griegos en los albores mismos de la ciencia cuando no soñaban siquiera desglosarse las ramas del saber, cuando todavía estaba todo integrado en el tronco central del conocimiento, que es la filosofía. Fueron los filósofos los que nos advirtieron que los hombres tendrían tales experiencias de sufrida ignorancia en la medida que fueran mayores sus incursiones en los egregios mundos del pensamiento humano.

Pese a lo ancestral de tal enseñanza muchos sufren hoy la ilusión de tener un gran conocimiento, y estos son los peores ignorantes. Con persona alguna más que con esta, he pasado tanto trabajo a lo largo de los años. Con los campesinos me entendía siempre; ellos me explicaban el aspecto de la mejor semilla; yo me callaba y aprendía. Yo les enseñaba porqué no debían pararse debajo de un árbol cuando había descargas eléctricas; ellos se callaban y aprendían. Qué sencillo era para cada uno reconocer las áreas de la ignorancia. Ambas actitudes descansaban en certezas: la de no saber, y esa es la actitud del sabio.

Un hombre sabio no es un antro del conocimiento. La sabiduría se levanta sobre un grupo pequeño de verdades; la primera tiene que ver con el temor a Dios: “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová” (Pr. 1: 7). Muchas de las otras las dejó saber el Señor, Dios de todo amor, a Job, en los momentos más confundidos de su vida, cuando trataba el patriarca de explicarse las cosas desde la perspectiva de alguien que lo sabe todo: “Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia. ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes? ¿O quién extendió sobre ella cordel? ¿Sobre qué están fundadas sus bases? ¿O quién puso su piedra angular, cuando alababan todas las estrellas del alba, y se regocijaban todos los hijos de Dios?” (Job 38: 4-7). Las tales palabras de Dios son un llamado a la sabiduría, la sabiduría de comprender que no sabemos nada.

El Oráculo de Delfos dijo a Querofonte, amigo de Platón, que Sócrates era el hombre más sabio de la tierra, y pronto este último lo supo. El afamado filósofo sintió que estaba delante de un enigma. ¿Por qué el Oráculo decía algo así? Pasó días el sabio griego recorriendo las ciudades, hablando con la gente, haciendo preguntas. Tropezó aquí y allá con personas llenas de certezas: políticos seguros, médicos envanecidos, filósofos entronizados, maestros orgullosos de su saber. Después de hablar con todos, comprendió entonces al Oráculo, y concluyó: “Ya sé por qué dice el Oráculo de Delfos que soy el hombre más sabio de la tierra: soy el único que se ha dado cuenta de que no sabe nada” (1).

Solo un hombre sabio alcanza a descubrir la dimensión de su ignorancia. En ese minuto no siente desesperación, lejos de eso, en ese instante logra la paz, la paz de estar en armonía con el Único que lo sabe todo.

 

 

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(1) El Bibliote.com/ Destacados. “Sócrates, ‘El más sabio entre los hombres’”. http://www.elbibliote.com/resources/destacados/notad106.html# Accedido: 27 de octubre de 2020.




jueves, 29 de octubre de 2020

Cuando una coma hace una diferencia bíblica

En la versión bíblica Reina-Valera Revisada de 1960, en el libro del profeta Daniel, capítulo 2, versículo 11, aparece: “Porque el asunto que el rey demanda es difícil, y no hay quien lo pueda declarar al rey, salvo los dioses cuya morada no es con la carne”.

Versiones como la Nácar Colunga, hacen una diferencia muy sutil que puede pasar inadvertida al lector promedio; tiene que ver con la colocación de una coma después del sustantivo «dioses». Con eso están haciendo algo más que ajustar pausas, están cambiando el significado.

La colocación de la coma después de «dioses» haría que el texto quede así: Lo que pide el rey es imposible, y no hay nadie que al rey pueda decírselo, a no ser los dioses, que no moran entre los hombres”. Es decir, que todos los «dioses» que existen «no moran entre los hombres».

Al no colocar la coma, la Versión Reina Valera del siglo XVI, la Revisada de 1960, 1977 y 1995, están afirmando que el asunto en discusión (el misterio del sueño aludido en ese capítulo) lo pueden declarar al rey Nabucodonosor, cierto tipo de «dioses cuya morada no es con la carne», es decir, una clase de dioses diferentes cuya morada no es con los hombres.

La ausencia de la coma crea lo que se conoce en redacción como cláusula restrictiva. Los dioses que pueden desentrañar el misterio estarían restringidos a aquellos que no moran con los hombres.

 

 

No colocan esa coma:

 

Sagradas escrituras 1569: “Finalmente, el negocio que el rey demanda, es singular, ni hay quien lo pueda declarar delante del rey, salvo los ángeles de Dios cuya morada no es con la carne”.

 

Reina Valera-1909: “Finalmente, el negocio que el rey demanda, es singular, ni hay quien lo pueda declarar delante del rey, salvo los dioses cuya morada no es con la carne”.

 

Reina Valera Revisada 1977: “Porque el asunto que el rey demanda es difícil, y no hay quien lo pueda declarar al rey, salvo los dioses que no viven entre los seres de carne”.

 

Reina Valera Revisada 1995: “Porque el asunto que el rey demanda es difícil, y no hay quien lo pueda declarar al rey, salvo los dioses cuya morada no está entre los hombres”.

 

 

Colocan la coma o agregan un punto las siguientes versiones:

 

Nácar ColungaLo que pide el rey es imposible, y no hay nadie que al rey pueda decírselo, a no ser los dioses, que no moran entre los hombres”.

 

Nueva Versión Internacional: “Lo que Su Majestad nos pide raya en lo imposible, y nadie podrá revelárselo, a no ser los dioses. ¡Pero ellos no viven entre nosotros!”.

 

Reina Valera Actualizada 2015: “Además, el asunto que el rey pide es difícil, y no hay delante del rey quien lo pueda declarar, salvo los dioses, cuya morada no está con los mortales”.

 

King James Bible: “And it is a rare thing that the king requireth, and there is none other that can shew it before the king, except the gods, whose dwelling is not with flesh”.

 

New King James Version: “It is a difficult thing that the king requests, and there is no other who can tell it to the king except the gods, whose dwelling is not with flesh”.

 

English Revised Version: “And it is a rare thing that the king requireth, and there is none other that can shew it before the king, except the gods, whose dwelling is not with flesh”.


 

Conclusiones

 

Las Escrituras originales no usaban signos ortográficos. Se redactaban como Scriptio continua, es decir, como una escritura continua que no tenía pausas. Los materiales para escribir, básicamente pergaminos y papiros, eran muy caros y se imponía la necesidad de hacer economía de espacio. La interpretación, por tanto, de las pausas debe de hacerse contextualmente, lo que lleva a diferencias interpretativas.

Llamo la atención a la sutil diferencia porque, aunque no dañe la doctrina general, supone un tenue cambio de significado que debe ser advertido por el estudioso bíblico. No es errado pensar que los politeístas babilónicos hicieran diferencias entre dioses que moran con la carne y los que no lo hicieran (redacción tradicional con ausencia de coma).




miércoles, 28 de octubre de 2020

¿Entendió lo que están diciendo los agnósticos?

Según he podido comprobar en el medio donde ministro, el estudiante promedio de teología básica interpreta limitadamente el significado del agnosticismo. La incompleta fijación de este concepto se refleja aun en escritores teológicos. Los agnósticos no están diciendo que es posible o no que Dios exista, ellos están afirmando que es imposible saberlo. No están tan interesados en sentar una filosofía como en establecer una metodología del conocimiento. Desde luego es imposible una de la otra (1).

A la imposibilidad en llegar a saber si Dios existe o no, los agnósticos, por extensión, agregan la imposibilidad de saber cualquier otra cosa que esté más allá de los sentidos y la experiencia; sea la existencia después de la muerte física, el libre albedrío o el sentido de la vida, las tales cosas escapan a los limitados confines de los sentidos y la razón humana, por tanto, el agnóstico las contempla como mundos del conocimiento totalmente inaccesibles para el hombre (2). Estas conclusiones emparentan al agnosticista con el empirista, que defiende la idea de que nacemos como papeles en blanco que necesitan llenarse de información a través de los sentidos. El agnóstico se acerca, a la par, al racionalista, que establece como escuela de pensamiento la idea de que todo el conocimiento llega a través de la razón, la intuición y el conocimiento innato (3).

El término agnósticismo fue incorporado en 1869, en una reunión de la Sociedad metafísica de Londres, por el biólogo darwinista inglés Thomas Henry Huxley (1825-1895). Tal posición no es nueva, la defendieron el asceta hindú Sanyaia Belatthaputta (s. V a. C.) y el filósofo griego Protágoras (c. 481- c. 411 a. C.) (4).

Quizá el lector no esté todo lo familiarizado que se pueda con los daños causados por Darwin y sus seguidores. El agnosticismo es uno. Sus efectos son innegables: alejan al hombre de Dios y lo empujan de bruces a las más oscuras cavernas de la desesperación.

 

 

 

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(1) Justo González. Diccionario manual teológico. Barcelona: CLIE. 2010, p. 12.

(2) Ibíd.

(3) Diferenciador. Filosofía Y Pensamiento. Racionalismo y empirismo. https://www.diferenciador.com/racionalismo-y-empirismo/  Accedido: 26 de octubre de 2020, 11:07 AM.

(4) Concepto de agnosticismo. https://concepto.de/agnosticismo/ Accedido: 26 de octubre de 2020, 11:17 AM.




martes, 27 de octubre de 2020

Sansón

Sansón fue el hombre más fuerte que existió. Dios lo levantó para traer libertad a su pueblo, pero no es difícil advertir, al leer su historia, que sus grandes triunfos iban y venían, sin llegar a ser nunca definitivos, como los de David o Débora-Barac. Por veinte años no hizo otra cosa que luchar y mantener a raya a sus enemigos, mientras que, entre batalla y batalla, sus fuerzas espirituales se desgastaban en lujurias inauditas para alguien con un llamado tan grande como el de él. Se le ve correr en desenfreno detrás de una filistea en la ciudad de Timnat (Jue. 14: 1, 2); luego aparece con una ramera en Gaza (16: 1); finalmente se une a la que fue el pivote mismo de su destrucción: Dalila (16: 4). Esta le llevó al fin de su pacto con Dios y a la propia muerte.

¡Cuántas personas como Sansón malgastan sus dones, talentos y vida toda! ¡Cuántas jóvenes lozanas, en la aurora misma de sus días, vimos mi esposa y yo en Santource, sentadas en el suelo, a la entrada de los comercios, totalmente fueras de sí, con agujas llenas de drogas colgando todavía de sus brazos!

Jóvenes fuertes e inteligentes integran las peores y más desalmadas pandillas de Centroamérica; allí ponen sus frescos talentos en función de caotizar la sociedad, sembrándola de prostitución infantil, violación, narcotráfico, extorsión, contrabando de armas, lavado de dinero, secuestro, robo y crímenes por encargo. Terminan sus días asesinados por miembros de otras pandillas, ejecutados por las fuerzas del orden o recluidos con largas sentencias en los más restrictivos centros penitenciarios. ¡Cuántas existencias desperdiciadas! ¡Que lejos pudieron llegar para en su lugar dejarnos solo la estela de una vida trunca!

Ellos son una paráfrasis de la historia de Sansón. Quiera Dios no se repita en ti. Sé fuerte, y empuja en la dirección correcta los dones con que Dios te envió a esta vida. No desperdicies talento, inteligencia o juventud. No te dejes manchar por los que quieren manipularte como al "tonto útil", para luego echarte al borde del camino cuando ya les seas inservible. Puedas terminar tus días con la alegría de saber que lograste la más sabia y noble inversión, la de poner todo tu brillo en función de mostrar al mundo el inmensurable valor de la nueva vida en Cristo. Esta inversión tiene promesas de vida eterna: "Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad (...). Y tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días".

Al postrer suspiro puedas oír esas palabras, como las oyó del ángel el profeta Daniel. Así te bendigo.

 



lunes, 26 de octubre de 2020

¿Por qué será?

Cientos de artículos se subieron a mi blog en estos cuatro años. Abarcan las más diversas temáticas, y con sano orgullo compruebo que, aún los más peligrosos y beligerantes, tienen mucha aceptación, a juzgar por el conmovedor contenido de los mensajes electrónicos recibidos. Solo uno ha molestado hasta límites indecibles: “La norma Billy Graham”.

Pensé que todo quedaría en los perdigonazos de algunas escopetas, pero no, la publicación de este artículo dispuso en mi dirección un arsenal de obuses autopropulsados AS-90. Misiles Tomahawk estallaron a mi lado, mientras aviones F-35 sobrevolaron con ímpetu, lanzando bombas FAB 500-M62. Un lector muy cercano, y que presume de una gran moralidad, utilizó granadas de mano, cuyos estruendos y explosiones alternó con entusiastas y cantarinas ráfagas de fusiles automáticos TAR-21 y M-16.  

Como ya no se utiliza el napalm, en su defecto, para no deshonrar la memoria del fuego, un batallón de lanzallamas LPO-50 pasó la semana entera encendiéndolo todo a mi paso.

Esa fue la respuesta a este artículo. Es curioso, cientos de ellos publicados, y ninguno molestó, excepto “La norma Billy Graham”. ¿Por qué será?




domingo, 25 de octubre de 2020

Escollos del escritor cristiano profesional en nuestro tiempo

Contados profesionales pueden vivir de los ingresos que les produce el duro oficio de escribir. Esto llega a ser posible excepcionalmente  en aquellos laureados con significativos premios internacionales, como Planeta, Pulitzer o el Nobel de Literatura. Casi todos los escritores tienen que desarrollar una función secundaria que les compromete penosamente el tiempo, y les afecta la calidad en la redacción de los artículos o libros que publican, en los que, inevitablemente, aparece la huella de la discontinuidad.

Este problema es aún más acentuado para el escritor cristiano, debido a que, como no se les da ninguna importancia a las publicaciones más que la que deriva de las ganancia que tienen las editoriales, son más escasos todavía los que pueden sostener un ministerio así, a tiempo completo. Estos suelen ser maestros o pastores en el ejercicio de su ministerio.

En otro orden de cosas, las publicaciones cristianas sufren de una dificultad, y es la baja calidad de la redacción. Su contenido teológico es notable y loable, pero el lenguaje es calamitosamente deficiente, lo que quiere decir que el libro tuvo pocas revisiones (ninguna profesional) antes de ser publicado. Las malas traducciones son un mal adicional que hace sufrir. Hace poco leía, en una importantísima publicación cristiana internacional de los Estados Unidos: “AA murió de cáncer mamario…”.  Por alguna razón me sentí extraño, y busqué el original inglés. Allí se leía: “paranasal sinus cancer”, y no “breast cancer”. Creo que usted sabe la diferencia entre cáncer de senos paranasales y cáncer de mama, pero como al traductor le pareció que sinus se parecía a seno, y por extensión a mama… Todo esto lleva a una pérdida de credibilidad, al tener que formularse el lector en la tal publicación periódica tres cosas: “¿quiénes son sus escritores?”, “¿quiénes son sus traductores?”, “¿quiénes son sus editores?”.

Es muy difícil leer un libro que está mal escrito y/o mal traducido. En lo personal es un esfuerzo que ya no hago, más que cuando tengo que realizar la difícil función de editor. Amor aparte, es un castigo, y no lo deseo a nadie que sepa leer. Tal vez detrás de todo esté la consciencia de la poca importancia que se le da a las publicaciones, lo que hace que el esfuerzo de superación, en el escritor-traductor-editor cristiano, sea pobre.

Otro gran mal es la pasividad total de aquellos a quienes corresponde detectar talentos. Existe la extraña tendencia de usar solo «al amigo». Publica en mi revista «mi amigo»; coloco en los webs importantes el artículo de «mi amigo»; la revista digital es espacio solo para «mi amigo».  El mundo se reduce al editor y al «amigo». Lamentablemente es frecuente que «el amigo» tenga un gran nombre, sea un buen hombre, pero que sea cualquier otra cosa menos escritor. Esto lleva a una segunda pregunta: “el tal editor…, ¿es editor?”.

Todos estos males enrumban, descorazonadoramente, a la disminución del público lector cristiano, en favor del uso de los medios audiovisuales y las redes sociales.

La problemática resumida de todo este asunto es que se ha creado un circuito cerrado configurado por: directores editoriales—editorial solo para amigos—malos escritores—malos traductores—publicaciones deficientes—rechazo de los lectores—preferencia por las redes. 

Mientras aquellos a quienes corresponde hacerlo no rompan ese circuito, una postal publicada en Facebook, con una frase dicha por cualquiera, tendrá el mismo nivel de aceptación y credibilidad que un artículo seriado de César Vidal Manzanares.

 



sábado, 24 de octubre de 2020

Francisco Antuna

Mi gran amigo y hermano, Francisco Antuna es, en mi criterio, el egresado de más alto rendimiento de la Escuela Ministerial de Tyler, Texas. Le tuve, como alumno, muchas veces, y me dejó las más gratas experiencias. Es un deleite oírle cuando predica. Su mensaje tiene contenido, y la Palabra que Dios saca de su corazón, sana. De algún modo encuentra las gemas bíblicas más escondidas. No puedo decirlo de otra manera.

A todo esto se une, en el recuerdo, a los días en que mi esposa viajó a Cuba, y me tocó vivir días de inmensa soledad. Era una de aquellas tardes, en mi vasto patio, cuando sentado con la laptop, al pie de un árbol deshojado, sentí el timbre de mi móvil; era Francisco; había tenido un sueño. Fue la única persona, en los Estados Unidos, a la que importé durante ese largo mes… Me llevó a comer, me hizo hablar, me hizo reír, mitigó mi soledad.

El pasado miércoles 7 de octubre de 2020, predicó en el Templo “Casa de oración”, un lugar que amo mucho. Esta tarde, en un pequeño espacio de mi apretada agenda, nos sentamos mi esposa y yo a oírlo. Descansó en Primera de Timoteo 2: 5: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”. Lo recogió todo bajo el título: “Solo Uno es suficiente”.

Anunció un mensaje evangelístico, y más que eso, habló pastoralmente, y lo hizo de un modo incomparable. Se movió desde tranquilos minutos iniciales, hasta instantes finales en que se elevó a dimensiones sublimes de comprensión profunda de la naturaleza humana, de su miseria y necesidad de Dios. Trajo, a la atención de todos, las más reflexivas historias.

Un Creador, Uno solo; una raza humana, que somos tú y yo; un problema grande, que es el pecado, y nos aleja de Dios; y una solución, que es Jesús. Ese fue el mensaje, digno de ser escuchado por el mundo entero. No deje que muera el día, sin oírle.

Creo percibir un fondo de tristeza no nacida de estéril desánimo, y me cuesta encontrar a qué compararla. Quizá recuerde el arrullo suave y largo de la huilota, ese canto trinado que lleva, a un tiempo, el mensaje de la vida, y el hondo pesar de crepúsculos no merecidos.

El más grande abrazo del cielo en este día para mi amigo, el predicador Francisco Antuna.      




viernes, 23 de octubre de 2020

Tener ojos y no ver, tener oídos y no oír...

El escritor cubano José Lezama Lima le llamaba «visión hipertélica de la poesía». El término lo usaba para referirse a la riqueza de imágenes que se desborda en todo lo que nos rodea. Era su mare nostrum creativo. Si para Marcel Proust la idea esencial era el tiempo, en Lezama Lima todo el cimiento de la construcción poética descansaba en las imágenes (1). Con tal cosa hay un problema, y es que se necesitan ojos para verlas. Nadie como William Blake, lo expresó:

 

Ver el mundo en un grano de arena

Y el cielo en una flor silvestre

Sostén el infinito en la palma de tu mano

Y la eternidad en una hora (2).

 

Escuchar el arrullo de la huilota, y advertir en él un triste lamento; mirar al mar, y sentir velados los más hondos misterios; pido a Dios nunca me falten ojos para verlos.

El mundo está lleno de imágenes que no interpretamos, y de voces altas que confundimos con ruidos. Cuánto por ver, se va lejos para nunca regresar… Es triste tener ojos y no ver, y no es algo nuevo; el profeta Ezequiel, judío de la segunda deportación a Babilonia, año 597 AC., oyó un día a Dios decir: “Hijo de hombre, tú habitas en medio de casa rebelde, los cuales tienen ojos para ver y no ven, tienen oídos para oír y no oyen, porque son casa rebelde” (Ez. 12:2). Setecientos años antes, Moisés había dicho al pueblo de Israel, en tierras de Moab: “Pero hasta hoy Jehová no os ha dado corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír” (Dt. 29: 4).

Debe entenderse así: es posible tener ojos y no ver; tener oídos y no oír. Tal vez pensar en esto inspire en ti y en mí un nuevo modo de orar; aquel que tenía el salmista, cuando decía: “Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley” (Sal. 119: 18). Podamos llegar a tener a flor de labios, la expresión triunfal de acción de gracias con que prorrumpió David, cuando dijo: “Has abierto mis oídos” (Sal. 40: 6).

 

 

 

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(1) Ciro Bianchi. Así hablaba Lezama Lima. Entrevistas. La Habana: Letras cubanas, 2009, p. 191.

(2) William Blake. Poetry lovers Page. “To See a World...” Fragments de Auguries of Innocence”. To see the world in a grain of sand, / And Heaven in a wild flower, / Hold infinity in the palm of your hand /And eternity in an hour. https://www.poetryloverspage.com/poets/blake/to_see_world.html#:~:text=To%20see%20a%20World%20in,Hell%20thro%27%20all%20its%20regionsAccedido: 6 de octubre de 2020, 3:00 AM.



jueves, 22 de octubre de 2020

Rumbo al matrimonio

A lo largo de tres décadas mi esposa y yo nos vimos, reiteradamente, en función de impartir cursos de noviazgo y matrimonio, en Cuba. Estados Unidos no ha sido una excepción a esta regularidad, y ya se impartieron tres cursos por acá. El primero, en mayo de 2018, con las Asambleas de Dios de Lufkin, bajo el pastorado del presbítero, Rev. Rubén Luna, ya con el Señor. El segundo, en diciembre de 2018, con el Rev. Victorio Fernando, subdirector de las Escuelas Ministeriales del Distrito SCHD, Asambleas de Dios en Pitsburg. El tercero, en enero de 2019, con el pastor Francisco Martínez, Asambleas de Dios en Mount Pleasant. Es así que no nos descontextualiza mucho el pedido que nos hace, desde Cuba, el pastor D., acerca de la publicación en el blog de un tema de noviazgo.

Viva el amor. Es interesante, pero cómo enfocarlo en un artículo breve… Le cuento que mi esposa imparte este tema magistralmente; en 1987 la oí, por primera vez en un estudio así, y se me quedó en la memoria la estructura. Vea lo que es un bosquejo bien hecho, cómo se le fija al que oye. Creo que se apoyaba en revisiones de materiales publicados por Luis Palau que, para entonces, se movía mucho ministerialmente en esas áreas. Ella organizó su estudio en el bosquejo que sigue debajo. Lo enriquezco agregando ilustraciones que han aparecido en este ya largo camino:

 

Título: “Requisitos en el noviazgo para ir al matrimonio”.

Lectura: Cantares 8: 7: “Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos”.

 

Requisitos en el noviazgo para ir al matrimonio:

 

I. Que se gusten.

 

Ciertos ideales estéticos deben de estar en la pareja; sea la fineza, el tono de la voz, la caída de los ojos; las dos partes deben gustarse. Los matrimonios antiguos se pactaban entre las familias, y la preocupación más grande de los novios era el «¿¡y si no me gusta!?». El judío-cubano, descendiente turco, Salomón Mitrani Barlía, cuenta acerca de las exigencias de su padre, en cuanto a gusto:

 

La familia prosperó en Colón y decidieron que era hora de casarse, pero en Cuba no había muchachas judías donde escoger (…). El procedimiento normal consistía en enviar fotos. Mis tres tíos aceptaron a sus novias fotográficas, pero papá —aunque mamá era preciosa— dijo que quería una foto de cuerpo entero, que esa no servía porque “a lo mejor es coja, enana o le falta una pierna”. Se la mandaron y se enamoró de la foto (…). Se casaron en Colón, en 1921 (1).

 

El autor bíblico de Cantares se desborda en confesiones de gusto propio, cuando escribe: “He aquí que tú eres hermosa, amiga mía; he aquí que tú eres hermosa; tus ojos entre tus guedejas como de paloma; tus cabellos como manada de cabras que se recuestan en las laderas de Galaad” (Cnt. 4:1).

 

II. Que se quieran.

 

¿Quién puede disfrutar la vida con una persona que no le despierte amor? Uno no puede ilusionarse con la apariencia física solamente, debe haber un vínculo de amor, porque la estética cambia con los años, y aun con el ritmo del propio día en que se vive.

Cuenta el pastor Oscar Cardoso que un joven se enamoro de una muchacha por la voz. Ella cantaba incomparablemente, pero no estaba muy favorecida por la naturaleza, estéticamente hablando. A veces se levantaba sin arreglar y discutiendo, y cuando las cosas llegaban a cierto nivel, y él la veía sin peinar, desarreglada y chillando, cerraba los ojos, y le decía: “¡Canta María, canta!” (2).

Bueno…, es necesario añadir a la cuestión de gustarse aquella de quererse. El matrimonio es una armonía de caracteres que no se logrará jamás si las partes no se quieren. El amor es el único «vínculo perfecto» (Col. 3: 14). Ese es el cimiento sobre el que se levantará eso que la Biblia describe como fuerza mayor: «Porque fuerte es como la muerte el amor» (Cnt. 8: 6b). 

 

III. Que se convengan.

 

Aquí entran cuestiones como la edad, la cultura y el evangelio«Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica» (I Co. 10: 23).

 

Edad

 

Ir a un matrimonio con diferencias notables de edades, supone dos problemas: el primero tiene que ver con que cada edad en la vida tiene sus propias exigencias. La juventud exige un dinamismo social y biológico que no lo soporta una edad avanzada; la conveniencia entonces de una edad cercana entre las partes es casi obvia. El segundo problema tiene que ver con la descendencia. Por razones que no es necesario ahondar los hijos deben de ser tenidos en la condición más joven posible. “Como saetas en mano del valiente, así son los hijos habidos en la juventud” (Sal. 127: 4). Un padre muy longevo, en un matrimonio muy disparejo en edad, expone a su hijo a una  orfandad temprana.

 

Cultura

 

El matrimonio es comunicación. Cada nivel cultural tiene su propio código de comunicación. Dos personas con acentuadas diferencias culturales se comportarán como si hablaran dos idiomas diferentes. El matrimonio no está diseñado como una prueba de sufrimiento, sino como una fuente de gozo y realización en la vida. “Sea bendito tu manantial, y alégrate con la mujer de tu juventud” (Pr. 5: 18). 

 

Evangelio 

 

Es clara la definición bíblica respecto a la conveniencia de un matrimonio en la fe: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?” (II Co. 6: 14).

René Figueredo, miembro de las Asambleas de Dios de Cuba, tiene memorias de su primo, el pastor cubano Onelio González (1933-2010), misionero a la Amazonía ecuatoriana. Con relación a él, cuenta:

 

Durante un tiempo de amistad y familiaridad una hermana presente, explicaba que ella había roto su matrimonio con su esposo, que era cristiano y ahora se había recasado con un inconverso y le iba de lo mejor. Nadie decía eso delante de Onelio y salía ileso; así es que con esa combinación de buen humor y reprensión que tanto le caracterizó, le dijo: «Hizo mal, hermana, porque el peor de los cristianos es hijo de Dios y el mejor de los impíos es hijo del diablo. ¿No está teniendo ya problemas con su suegrito?» (3).

 

Conclusiones

 

I. Viva el amor. Casarse es bueno. El cónyuge es como un compañero (a) en el trabajo de la vida, así es que me permito extenderle las palabras de Eclesiastés 4: 9-11: “Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo?”.

 

II. Cásese, pero primero esté seguro (a) de que los dos se gustan, se quieren y se convienen (4).

 

“Engañosa es la gracia, y vana la hermosura; la mujer que teme a Jehová, esa será alabada (Pr. 31: 30). 

 

 

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(1) Maritza Corrales Capestany. La isla elegida. Los judíos en Cuba. La Habana: Editorial Ciencias Sociales, 2007, p. 85.

(2) Rev. Oscar Cardoso. Predicaciones. Templo "Palabras de Vida". Infanta y Santa Marta, La Habana. Asambleas de Dios de Cuba, 1989.

(3) René Figueredo. Entrevistado por Octavio Ríos. Oficina de Historia de las Asambleas de Dios de Cuba, 7 de agosto de 2015, 1:00 PM. Usada con permiso. Ver en: Octavio Ríos Verdecia. Alas en el corazón. Tyler: KDP, 218, p. 214. Disponible en: https://www.amazon.com/gp/product/1724199307/ref=dbs_a_def_rwt_bibl_vppi_i6 

(4) Elízabeth de la Cruz de Ríos. Bosquejo de clase a Misioneritas (adolescentes). Templo "Fuente de Vida", Infanta y Santa Marta. Asambleas de Dios de Cuba, 1987, 1990, 1992, 1993.




miércoles, 21 de octubre de 2020

Tanto tienes, tanto vales

Cuando el dinero es la única regla de medida. En la primavera del año 1209, Francisco de Asís se presentó al papa Inocencio III. Al hacerlo pedía el apoyo de la Iglesia para el levantamiento de una Obra que Dios le indicó hacer. Desde su estrado el papa le miró mientras hablaba. La pobreza de su ropa cubría su piel enjuta. No hizo acompañar sus palabras con presentes, ni usó el pasaporte del favor, que es el dinero. El conjunto evidenciaba pobreza, y el papa pesó el valor del santo por el aspecto de su cuerpo emaciado y su bolsa vacía. Usó entonces aquella regla que te aplicaron a ti aquella tarde en que, como Mafalda, deseaste que el mundo se detuviera para bajarte: Tanto tienes, tanto vales. Le negó el pedido y le despidió (1).
Esa noche Inocencio III tuvo un sueño; en él, la Basílica de San Juan de Letrán, catedral de la diócesis de Roma, se venía abajo, y un hombre, con su mano en alto, la sostenía, y no caía. Al esclarecerse la visión, el papa se estremeció: ese hombre era Francisco de Asís. Se levantó muy turbado, y mandó de inmediato por él, y todo lo que le pidió lo puso a sus pies (2).

Cuando el dinero es la regla de medida dentro de la propia iglesia. La evidencia está en la epístola de Santiago. Tuvo que ser escrita. Léala, y sabrá por qué. Escandaliza saber que el apóstol no le está escribiendo a los impíos, sino a la Iglesia: «Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman? Pero vosotros habéis afrentado al pobre…» (Stg. 2: 5, 6). Las personas más ricas en dones que pude tener cerca eran pobres. Nunca conocí a un millonario profeta, ni siquiera con una palabra de ciencia que no fuera otra cosa que el fingir de su propia mente. Nunca vi a un rico creíble en dones del Espíritu; necesitaban información para poder profetizar, y cuando les llegaba la acomodaban en favor del que más tenía. Atacaban los reclamos y las reacciones del pobre, y nunca las acciones deleznables del rico que las provocó. Al final culpaban a Dios: «así lo quiere el cielo, es un propósito; el atropello de tus derechos es tu bien…».

No lo puedo mirar de otra manera: aquellos que definen el valor de un hermano por el peso de la bolsa que lleva son el epítome mismo de la miseria.

Facundo Cabral, el rey de la ironía, anunciaba un día, al comienzo de un gran concierto: «¡Desde este momento el dinero tendrá fecha de vencimiento para que nadie tenga poder para usarlo sobre sus hermanos!» (3).

Ojalá y un día así sea.

  

 

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(1) Redacción ACI Prensa. “12 hechos que tal vez no conocías de la vida de San Francisco de Asís”. https://www.aciprensa.com/noticias/san-francisco-de-asis-12-hechos-fascinantes-que-quiza-no-sabias-de-el-95058 Publicado: 3 de octubre de 2020. Accedido: 20 de octubre de 2020, 11: 59 p. m.

(2) Ibíd.

(3) Miguel E. Mendoza. “Facundo Cabral dicen por ahí”. https://www.youtube.com/watch?v=F0U5MsjbUIo Accedido: 20 de octubre de 2020, 11: 59 p. m.



martes, 20 de octubre de 2020

¿Quién habló?

En todos los lugares del mundo los púlpitos son ocupados por personas que, al terminar su mensaje, le dejan pensando: «¿quién habló?».

Es triste siquiera el hecho de que haya que formularse la pregunta, pero es así. Mi primer pastor pentecostal, el Rev. Hugo Vidal, una mañana, en la primavera de 1986, explicó a los jóvenes que le escuchábamos: «No es difícil saber cuál es la fuente que habla en la predicación y la profecía, porque el Espíritu Santo ‘habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación’ (I Co. 14: 3). Si estos tres efectos no están presentes en el que escucha, no fue el Espíritu Santo el que habló».

Si tiene una mente generalizadora se dará cuenta de que edificar, exhortar y consolar, son ríos del Espíritu que nacen de una fuente común: el amor. Para la altura de aquellos lejanos días leía una pequeña publicación del predicador argentino Juan Carlos Ortiz; comentaba acerca de un libro que había estado preparando, y que detuvo a medias, ¿sabe por qué?; él lo explicó, cuando dijo: «…descubrí que no lo estaba haciendo con amor».

Que las personas regresen a sus casas peor que cuando llegaron a la iglesia, depende totalmente de esto: ¿quién habló? Qué apaguen el televisor tras escuchar a un predicador, que desconecten la transmisión del canal en internet, que resuelvan no oír más, todo depende de una sola cosa: cuando se sentaron a oír, ¿quién habló?

Tengo una gran batalla antes de ocupar ese delicado lugar que es el púlpito, o el micrófono de la radio cristiana o el teclado al enfrentar mi blog; no es exegética o informativa porque vivo leyendo; no tiene la tal batalla que ver con la inexperiencia ante auditorios difíciles; treinta y cuatro años enfrentándolos es suficiente barricada; el reto es lograr amar a las personas a las que hablo o escribo. Si no lo logro, todo lo que diga se reducirá a «metal que resuena, o címbalo que retiñe» (I Co. 13: 1).

No es difícil saber quién habló. Si al terminar sentiste un renovar de fuerzas, un súbito e inesperado deseo de vivir, un bálsamo en el alma, el alivio inmediato a un dolor que parecía inapagable, un abrazo del cielo, entonces el Espíritu Santo habló.

Si al terminar de oír solo te quedan las algias de un corazón flagelado, una confusión aún mayor que aquella con que venías, la extraña sensación de no sentirte amado, ni siquiera medianamente respetado, absolutamente zaherido por un mensaje de resentimiento que dio alguien que muy pronto olvidó la gran basura que fue en su vida anterior, y de dónde Dios lo sacó con una palabra de amor; si el mensaje se reduce a pedirte dinero, como clave misteriosa de todos los progresos, si las palabras abrieron más, una herida que ya traías; entonces, no lo dudes: el Espíritu Santo no habló.

Para que se enciendan y cambien los que están oyendo, es necesario que esté encendido el altar: «Entonces dije: ‘¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos’. Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado del altar con unas tenazas; y tocando con él sobre mi boca, dijo: ‘He aquí que esto tocó tus labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado’». 

Que el altar se vea encendido depende, en mucho, de que Dios esté sobre aquel que se pare tras Él. Para que se enciendan los miembros de la iglesia tiene que estar encendido el altar. No se trata de qué clase de mensaje traerá el hombre, sino de qué clase de hombre traerá el mensaje. La oración de los sacerdotes de Baal y Asera duró toda la mañana; nada sucedió en respuesta. La invocación del profeta Elías alcanzó escasos segundos: «Jehová Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas. Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos» (I Re. 18: 36, 37). Para muchos fueron decepcionantes aquellas escasas palabras, pero, al terminar, «cayó fuego de Jehová, y consumió el holocausto, la leña, las piedras y el polvo, y aun lamió el agua que estaba en la zanja. Viéndolo todo el pueblo, se postraron y dijeron: ‘¡Jehová es el Dios, Jehová es el Dios!’» (vv. 38, 39). 

En un evento multitudinario, los organizadores tomaron la palabra por tiempos que parecían inacabables. Al término, dijeron a Juan Wesley: «Tiene cinco minutos para hablar». Aquel heraldo del siglo XVIII, pálido, tomó el púlpito, y solo dijo una cosa; fue una pregunta. Los aires se desgarraron cuando él rompió el silencio, para decir: «¿Somos canales o estorbos?».

Fue todo. No dijo nada más.

El púlpito es un lugar muy delicado. Por alegres que les parezcan, muchas de las personas que le escuchan, llegaron allí arrastrándose. No sea un estorbo. Sea un canal del amor de Aquel que murió por ellas.

«Edificación, exhortación y consolación». Si lo que va a decir no producirá estos efectos, por favor, calle, hasta que sienta amor.




lunes, 19 de octubre de 2020

El día en que un gigante de la fe no pudo predicar

David Wilkerson (1931-2011) fue una de las figuras más respetadas del mundo pentecostal contemporáneo. Evangelista y pastor, su legado literario cristiano asciende a cerca de cuarenta libros entre los que resaltan: La Visión, y La Cruz y el Puñal; éste último, con cincuenta millones de copias, fue traducido a treinta idiomas. Fue fundador y pastor principal de la Iglesia Times Square en Nueva York, y de las organizaciones cristianas Teen Challenge (Desafío Juvenil) y World Challenge, (Desafío Mundial) (1).

El ministerio, que más tarde se convertiría en Teen Challenge, fue fundado en 1958. Para entonces Wilkerson era pastor de las Asambleas de Dios, y dejó una iglesia rural de Pensilvania para trabajar en las calles con adolescentes, organizados en pandillas, y con personas socialmente marginadas de la ciudad de Nueva York (2). De los profundos abismos de depresión que sufrió Wilkerson en ese contexto dieron fe sus propias palabras, pronunciadas el 7 de abril de 1997:

 

Hace años, tuve que luchar contra las mentiras de Satanás sobre mi propio llamado al ministerio. Sucedió durante los primeros días del ministerio Teen Challenge, en Nueva York. Nuestro trabajo con drogadictos y alcohólicos me mantuvo muy ocupado, y tuve que viajar con frecuencia para recaudar fondos (…).

Durante ese tiempo, la hermana Kathryn Kuhlman (3) me pidió que predicara en una cruzada en Los Ángeles. Justo antes de partir hacia la costa oeste, tuve una terrible discusión con mi esposa, Gwen. La dejé llorando mientras me dirigía al aeropuerto.

En el vuelo a Los Ángeles, tenía un espíritu inquieto. Le había dicho algunas cosas hirientes a Gwen. Y encima de eso, siempre he odiado volar. Entonces, cuando llegué a California, estaba cansado y desgastado, deprimido y sintiéndome culpable.

Esa noche, mientras me levantaba para predicar a cuatro mil personas, la voz de Satanás literalmente gritaba en mi cabeza: “¡Eres la mayor falsa de los Estados Unidos! ¿Cómo puedes estar aquí? (…) ¡Eres un falso!”.

Me congelé en el púlpito. La voz acusadora era tan fuerte en mi cabeza, que no podía sacudirla. Era todo lo que podía escuchar (…).

Me quedé allí estupefacto. No pude predicar Me di vuelta y miré a la hermana Kuhlman, que parecía confundida. Oré en silencio: “Dios, ayúdame. ¿Qué está pasando?”.

Finalmente, cerré mi Biblia y me alejé del podio. Cuando fui detrás del escenario, la voz continuó con sus mentiras: “¡No eres digno de hablar! No tienes derecho a predicar el Evangelio hasta que hayas resuelto tu vida”.

La hermana Kuhlman me preguntó: “David, ¿qué pasa?”. Respondí: “Lo siento, no puedo predicar. ¡Soy un falso! No sé si alguna vez seré digno de predicar de nuevo”.

En el avión de regreso a Nueva York, me sentí aún más golpeado e indigno. Todo lo que podía pensar era en las áreas de mi vida en las que aún luchaba, como mi temperamento, mi codicia. Sabía que el Señor había estado tratando conmigo acerca de estas cosas, y sin embargo, nunca parecía obtener la victoria sobre ellas. Pensé que nunca estaría a la altura. Antes de que terminara el viaje en avión, creí que no era digno de ningún ministerio.

Satanás había logrado hacerme sentir indigno ante los ojos de Dios. Había creído sus acusaciones (…). Pero gracias a Dios, después que fui a casa e hice las cosas bien con Gwen, y pasé un tiempo en oración, el Señor comenzó a susurrar en mi alma la seguridad de su amor por mí.

Cuando volví a las calles para ministrar, Dios restauró mi confianza en Su misericordia y amor. Comencé a confiar en el poder de la sangre de Jesús para limpiarme, y reconocí todas las mentiras y acusaciones del diablo contra mí. ¡Cada vez que venían a mí, las apartaba a todas! (4).

 

 

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(1) S.a. Artículo: “David Wilkerson”, Sígueme.net, https://www.sigueme.net/biografias/david-wilkerson Accedido el 5 de febrero de 2019, 11:05 PM.)

(2) José Martínez, Change Factor, “All about Teen Challenge History”, http://www.josemartinezministry.org/la-historia-de-teen-challenge/ Accedido el 6 de febrero de 2019, 3:30 PM.

(3) Kathryn Joanna Kuhlman (1907-1976). Una de las más destacadas predicadoras y evangelistas norteamericanas de todos los tiempos. Su ministerio de milagros y sanidad divina le hace una figura referente en la historia del pentecostalismo. Trazó la ruta de muchos importantes tele-evangelistas que le siguieron, entre ellos Benny Hinn. Escribió, entre otros, I Believe in Miracles. (Ver en: I Believe in Miracles in pdf, https://www.pdfdrive.com/i-believe-in-miracles-1962-kathryn-kuhlman-prentice-e18288184.html Accedido el 5 de febrero de 2019, 10:49 PM.) Para más información el autor recomienda la lectura de su biografía, titulada Hija del Destino, escrita por Jaime Buckingham y publicada por la Editorial Peniel, Buenos Aires, Argentina, 1976.

(4) David Wilkerson. Mensaje. 7-ab-1997. World Challenge pulpit series, http://www.tscpulpitseries.org/english/1990s/ts970407.html Accedido el 6 de febrero de 2019, 3:46 PM.




domingo, 18 de octubre de 2020

Luche por elevarse

Gloriosa experiencia en la mañana de hoy, predicando, mi esposa y yo, en el Templo “Casa de Oración”, Asambleas de Dios en Longview, Texas, domingo 18 de octubre de 2020, 11: 30 a. m. Título: “Luche por elevarse” (Lc. 9: 28-36). 

Dios es más que bueno. Reciba el Señor Jesús toda la gloria, la honra y la alabanza. Amén.

A su alcance en: 

https://youtu.be/m9ueTM62j3s



sábado, 17 de octubre de 2020

El payaso Josué

Así se llamaba, Josué, y era el payaso más payaso que haya conocido. Actuaba en el circo de La Habana. Su comicidad interpretativa descansaba en entender las cosas al revés, o en otra dirección. Así hacía con todo lo que los niños en el circo le decían. Si uno de aquellos pequeños gritaba: “¡Josué, reparte helado!”, él contestaba: “¿he’lado o he’frente?”, y se ponía de lado, haciendo reír al público. Si lo halagaban, se ofendía; si lo ofendían se halagaba. Un día hizo un acto de magia, sacó un conejo de una caja vacía, y todos le gritaban, eufóricos: “¡Bravo, Josué!, ¡bravo!”; él tronó entonces: “¡¿Quién es el que está bravo?!”. La imposibilidad absoluta en cuanto a una comunicación coherente, esa era la comicidad del payaso Josué. Así lo recuerdo de niño, entendiéndolo todo mal…

Al crecer creemos que dejaremos atrás las experiencias de la infancia en lo tocante a esas personas que conocimos, y que doraron de inocencia los tiempos primeros de la vida. Luego descubrimos que no será así; nos acompañarán siempre. Desde mi humilde perspectiva creí un día dejar atrás al payaso Josué; no podía para entonces imaginar cuántos como él, asumirían para sí, en la vida real, el papel de aquellos a los que no se les puede hablar o escribir sin que hagan la más torcida interpretación de lo que se les dice. Me asombra pensar en cuántos Josués desde entonces conocí …

Casi a diario encuentro a uno. Trato de amarle, desde estratos profundos de mi alma, sin que me someta la obligación de hacerlo, les honro, o les defiendo porque sé que están bajo fuego cerrado, y quiero ser amigo, pero qué difícil es, porque todo lo entienden al revés, y yo termino, una vez más, diciendo: “Dios mío, otra vez el payaso Josué…”.

Parece que la infancia estará conmigo para siempre. A la par que recordaré las tardes crepusculares en que elevaba cometas de papel en el litoral habanero, “cuando el canal era un río, cuando el estanque era el mar, y navegar era jugar con el viento, era una sonrisa a tiempo…” (1), así, a la par, me acompañará siempre el payaso Josué. Son muchos los que me ayudan a recordarlo.

Gracias por no permitirme olvidar la infancia. A veces, entre lágrimas, regreso allí.

 

 

 

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(1) Joan Manuel Serrat. “Barquito de papel”. Álbum Mediterráneo. Zafiro/Novola. 1971. https://www.youtube.com/watch?v=hkscQIOUhtE  Accedido: 17 de octubre de 2020, 5:03 PM.




viernes, 16 de octubre de 2020

David Spencer (1945-2018), en el recuerdo de sus hermanos



David Spencer (1945-2018)

En la medida en que avanza la vida me voy volviendo cada vez más selectivo respecto a sobre quién hablar o escribir. Tal vez tenga que ver con que hay que esperar hasta el final para poder ver lo que cada cual dará de sí; tal vez sea que con los años crece en uno la sensibilidad y el rechazo a la miseria de alma y a la vanidad humana, sea una cosa o la otra lo cierto es que, cada día, borro más nombres de los artículos pendientes por publicar. 

A esta amarga decantación han sobrevivido unos pocos nombres. Hoy recuerdo uno, David Spencer. Fue un hombre grande y bueno, hasta donde se le puede llamar grande y bueno a un humano. Cientos de miles le deben mucho en la fe. En un día tan sombrío y de tanta decepción como el de hoy, me siento a escribir de él como quien paga la deuda de los ingratos que no lo hicieron. Lo recuerde Dios en mi favor el día de la eternidad.

David Vicente Spencer, uno de los más importantes y queridos misioneros norteamericanos a Latinoamérica, nació el 5 de marzo de 1945, en Washington State. Hijo de misioneros, con dos años, sus padres le llevaron consigo a las difíciles misiones del interior de Honduras. Cuatro años más tarde, también en funciones misioneras, la familia se trasladó a Costa Rica. Allí transcurrirían su niñez y adolescencia. En esta hermosa tierra centroamericana se le escuchó predicar, por primera vez, la Palabra de Dios.

Tenía 16 años cuando regresó a los Estados Unidos con el noble propósito de terminar estudios teológicos. Conoció para entonces a Bonnie Marshall-Spencer, floreció el amor y se unieron en matrimonio el 4 de julio de 1964, en el estado de Texas. Dos años después, cuando apenas crecía Melodía, su primera hija, Dios les llama a las misiones en Nicaragua. Tenía 21 años. Su papá había llegado antes allí y trabajaba por todo el país, dirigiendo el Instituto Bíblico de las Asambleas de Dios.

En 1971 nació su segunda hija, Shanna, nicaragüense de nacimiento. El matrimonio sufriría, años después, la sensible y difícil pérdida de su único hijo varón; este fue sepultado en La Trinidad, municipio del departamento de Estelí, en Nicaragua. Mirando en la historia, desde Hudson Tylor hasta acá, ¡cuántos misioneros dejaron seres queridos en las tierras de sus misiones!

No se detienen los Spencers, y expanden su predicación a Radio Managua y a Radio Corporación, donde su programa “Problemas y Soluciones” tendría un éxito sin precedentes.

A los 23 años asume el pastorado de la Iglesia Centro Evangelístico, en Managua, y en 1973, regresa a los Estados Unidos. Allí le nace su tercera y última hija, Evie.

Retorna a Nicaragua para continuar con la predicación de la Palabra. Son años difíciles e inestables. La revolución sandinista triunfaría el 19 de julio de 1979, y con frecuencia se vería atrapado en zonas de combate en Jalapa, donde realiza peligrosas, pero exitosas campañas evangelísticas.

Iniciando la década de los 80 se ve obligado a salir del país; llega a Panamá, y se convierte en el pastor principal de la Iglesia Casa de Oración Cristiana, una de las congregaciones más influyentes de esa nación. En 1982 viaja a Cuba, a donde lleva impresionantes ministraciones en el Espíritu. Por primera vez el movimiento pentecostal cubano ve a la gente caer bajo el poder de Dios en lo que muchos llamarían “la prueba del tizón”. Su paso por la mayor de las Antillas dejó un impacto memorable que perdura hasta hoy. Los cubanos le recuerdan con inmensa gratitud. El pastor Josué de Quesada Hernández, misionero a Nicaragua y posteriormente pastor en Houston, Texas, EUA, le evoca en sus más sentidas remembranzas:

 

Al pasar de regreso a La Habana, el pastor David Spencer visitó nuestra casa pastoral en Ciego de Ávila, centro de Cuba, y estando allí, de repente, dijo a mis padres: “Dios tiene una palabra para ese niño que está corriendo por el patio, su hijo…”. El niño era yo. Me llamaron y al estar frente a él, me dijo: “Dios va a usar tu vida, y te va a llevar a las naciones para servirle”. Fue grandioso e impresionante. El problema era que para ese entonces nadie salía de Cuba al extranjero, así es que hablar de eso era algo raro, y casi un sueño inalcanzable, pero tan seguras como un sello quedaron aquellas palabras en el corazón de mis padres, y tanto uno como el otro, en cada momento de mi vida, se encargaron de regar aquella semilla sembrada sobre mí cuando apenas podía valorarla o entenderla lo suficiente (…), apenas tenía 10 u 11 años de edad. Recuerdo escuchar a través de los años una y otra vez a mis padres decir: “Acuérdate hijo mío que Dios dijo que te usaría grandemente”. Así que por más que el enemigo hizo alejar mi vida de Dios, en mi adolescencia, yo siempre recordaría aquellas palabras, con tal seguridad que llegué a pensar que, aun estando en el mundo, nadie me podría tocar ni destruir por muchas maldades que yo hiciera pues Dios dijo que Él me usaría grandemente, así es que... “era inmortal” hasta que eso se cumpliera. Así fue; aquellas palabras en el Espíritu se cumplieron al pie de la letra (1).

 

Cumpliendo una extensa obra misionera en Centroamérica, el pastor de Quesada, pastorearía en Houston, y estaría, veintisiete años después, con el Rev. Spencer junto a David Yonggi Cho. Así lo cuenta: “Asistimos en Seúl, Corea del Sur, a la XXIII Conferencia Internacional de Iglecrecimiento, celebrada entre los días 20 y 26 de octubre de 2009. Fuimos invitados por el Rev. Dr. David Spencer, quien era amigo personal del Dr. David Yonggi Cho, y miembro de su junta directiva internacional. Era también un gran amigo personal nuestro y un mentor” (2).

Mi esposa, la Revda. Dra. Elízabeth de la Cruz de Ríos, le recuerda:

 

El pastor Spencer estuvo en nuestra Iglesia en 1982. Era el Templo central de las Asambleas de Dios, y estaba para entonces bajo el pastorado del Rev. Hugo Vidal. Hacía poco yo había llegado a La Habana. Estuvo Spencer allí tres días impartiendo los más formidables estudios acerca de la familia que haya podido escuchar. Era un gran conferencista. Unas palabras suyas se me quedaron en el corazón para siempre. Él dijo: “Con la familia haga siempre la deferencia”. Entendí que, frente a todo el mundo, la familia lleva un cuidado especial. He tratado que tal principio se cumpla siempre en mi vida, y en los momentos más críticos, cuando esa gente a la que no guía Dios, ha luchado por destruir el equilibrio de mi hogar, he puesto delante, por prioridad, la paz y el amor de mi familia, todo en recuerdo de aquellas palabras (3).

 

Estos hechos dan una idea de la influencia que tuvo el pastor Spencer en el evangelio pentecostal cubano. La vida ministerial de este misionero parecía que seguiría rumbos itinerantes, pero una noche de 1994, Dios habló a su corazón, y le dijo: “Vuelve a Nicaragua”. Obediente, así lo hizo.

En 1995 hace un viaje a los Estados Unidos, en una lucha permanente por levantar fondos para misiones. En esa oportunidad visitó el Templo “Casa de Oración” en Longview, Texas, y del impacto que se produjo allí en la vida de los pastores cuenta Agustín Campos:

 

Me invitaban para ir a ministrar a otras iglesias y yo no aceptaba ninguna invitación. No me atrevía. Llevaba siete años pastoreando, me invitaban una y otra vez, y no iba. Me llamaron de Odesa, y me dijo un pastor: “Hermano Campos (…), queremos tenerle acá (…). Temblé cuando oí eso, y le dije titubeante: “Hermano, yo le llamo…”. Nunca le llamé. Nunca me atreví a hacerlo.

En estos contextos vino el misionero David Spencer a visitarnos; este era un extraordinario hombre de Dios. Él hacía recorridos por las iglesias levantando promesas (fondos) para la obra misionera. Nosotros teníamos en la iglesia un piano de cola, negro, muy bonito, como el que tenemos ahora aquí. Spencer tocaba bien hermoso el piano, y tocando y cantando se empieza a sentir una presencia de Dios grande, y en aquel ambiente, él dice: “Tengo dos palabras de parte de Dios: una es para la iglesia, y la otra es para el pastor. Iglesia, escúchame: el pastor de ustedes no es para cuatro paredes, pero el Señor no se los va a quitar; el Señor va a llevar a este hombre a predicar el evangelio. Y la otra palabra es para ti, pastor: Dios te ha estado queriendo sacar, y te ha estado queriendo llevar a diferentes lugares, y tú tienes miedo. El Señor me dice que te diga que no temas; es Él el que te está enviando a las naciones, y Dios te va a llevar a otros países”. Al oír esta palabra del cielo toda la resistencia que había en mí terminó súbitamente, y acepté de inmediato la invitación que me habían hecho para ir a Huetamo, Michoacán. Allá me fui. A partir de aquel momento tenía campañas cada cuatro o seis meses, en muchísimos lugares, templos, terrenos, plazas de toros… Se reunían hasta tres mil personas; era muy impresionante aquello, tres, cuatro y cinco noches, campaña tras campaña; desde México radiaban la actividad, la radio se usaba mucho en función de aquellos eventos. A fuerza de conocernos, llegó a ser innecesaria la promoción de la actividad. Solo decían: “El hermano Agustín Campos va a estar en la plaza de toros de Bejucos”, y ya la voz corría. Nunca eran menos de mil personas las que llegaban. Todo nació allí, con aquella palabra de David Spencer (4).

 

Regresa el misionero a Nicaragua, y el 17 de marzo de 1996, funda en una casa de Managua una iglesia que se convertiría en Comunidad de Renovación Familiar Hosanna. Esta congregación floreció y se extendió a nueve departamentos, contándose más de dieciocho iglesias donde dieciséis mil personas se reunían semanalmente.

En el 2011, obedeciendo a Dios nuevamente, decide comisionar como nuevos pastores principales de Hosanna a los nicaragüenses Arsenio y Betzabé Herrera.

Su salud, desde entonces, comienza a declinar; pese a eso luchó con todas sus fuerzas para mantener vivo el ministerio, y hasta el último instante estuvo activo.

El 24 de febrero de 2018, como algo premonitorio a su pronta partida con el Señor, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, le entregó la ciudadanía nicaragüense y la Orden de la Independencia Cultural Rubén Darío. En aquella magna ceremonia, el pastor Spencer, dijo: “Amo a Nicaragua. Amo al nica campechano, dadivoso y que tiene un gran sentido del humor” (5).

Con una modestia ejemplar, poniendo a un lado la tremenda influencia que tuvo sobre el llamado de miles de ministros, y hermanos en general, resumió un día su vida, diciendo: “Yo sólo he sido un pequeño luchador” (6).

A los que, con dolor y lágrimas en los ojos, le veían apagarse lentamente, les dijo: “No lloren por mí…, no, no, no. Cuando escuchen que morí, no les crean. Yo voy a estar más vivo que nunca gozándome con nuestro amado Señor Jesucristo” (7).

Cerró sus ojos de este lado de la vida, y partió al descanso eterno de los santos, el 16 de mayo de 2018 (8). Se le brindaron honras fúnebres el viernes 18 y el sábado 19 de mayo, en el Santuario de la Iglesia Hosanna Central. Su cuerpo descansa en Tipitapa junto a sus padres, en el Kilómetro 26 de la Carretera Panamericana Norte, en el Departamento de Managua, de su amada Nicaragua (9). Allí espera la resurrección.

 

 

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 (1) Josué de Quesada, entrevistado por Octavio Ríos Verdecia, vía electrónica, el 21 de septiembre de 2012, 2:38 AM. Ver en: Octavio Ríos. Memorias del pastor Benjamín de Quesada. K.D. Publishing. 2018, p. 212. A su alcance en Amazon en: 

https://www.amazon.com/gp/product/1728673887/ref=dbs_a_def_rwt_bibl_vppi_i7

(2) Josué de Quesada Hernández, entrevistado por Octavio Ríos, vía electrónica, 27 de octubre de 2012, 10:54 a. m. Ver en: O. Ríos. Memorias del pastor Benjamín de Quesada. K.D. Publishing. 2018, p. 226.

(3) Elízabeth de la Cruz de Ríos. Entrevistada por Octavio Ríos, 16 de octubre de 2020, 7:00 p. m.

(4) Agustín Campos. Entrevistado por Octavio Ríos. 5 de octubre de 2020. 6:00 PM-10:00 PM. Tyler, Texas.

(5) Redacción Web 80. “Daniel y Rosario otorgan ciudadanía y la orden Rubén Darío al pastor David Spencer”. 

https://nuevaya.com.ni/daniel-y-rosario-otorgan-ciudadania-y-la-orden-ruben-dario-al-pastor-david-spencer/ 

Publicado: 25 de febrero de 2018. Accedido: 16 de octubre de 2020, 8:00 a. m.

(6) Asambleas de Dios de Nicaragua. “David Spencer, el pequeño luchador”.         

https://www.facebook.com/AsambleasdeDiosdeNicaragua/posts/1948908678475975/ 

Accedido: 16 de octubre de 2020, 8:00 a. m.

(7) David Spencer. Facebook. Publicación de 16 de mayo de 2019. 

https://www.facebook.com/drdavidspencer 

Accedido: 16 de octubre de 2020, 7:35 a. m.

(8) Editorial. El Nuevo Diario. “Muere a los 73 años el pastor David Spencer, líder de la Iglesia Hosanna”. 

https://www.elnuevodiario.com.ni/nacionales/464450-muere-pastor-david-spencer-lider-hosanna/ 

Accedido: 16 de octubre de 2020, 7: 59 a. m.

(9) David Spencer. 

https://www.facebook.com/drdavidspencer 

Publicación del 17 de mayo de 2018. Accedido: 16 de octubre de 2020, 8:00 a. m.