En la versión bíblica Reina-Valera Revisada de 1960, en el libro del profeta Daniel, capítulo 2, versículo 11, aparece: “Porque el asunto que el rey demanda es difícil, y no hay quien lo pueda declarar al rey, salvo los dioses cuya morada no es con la carne”.
Versiones como la Nácar Colunga, hacen una diferencia muy sutil que puede pasar inadvertida al lector promedio; tiene que ver con la colocación de una coma después del sustantivo «dioses». Con eso están haciendo algo más que ajustar pausas, están cambiando el significado.
La colocación de la coma después de «dioses» haría que el texto quede así: “Lo que pide el rey es imposible, y no hay nadie que al rey pueda decírselo, a no ser los dioses, que no moran entre los hombres”. Es decir, que todos los «dioses» que existen «no moran entre los hombres».
Al no colocar la coma, la Versión Reina Valera del siglo XVI, la Revisada de 1960, 1977 y 1995, están afirmando que el asunto en discusión (el misterio del sueño aludido en ese capítulo) lo pueden declarar al rey Nabucodonosor, cierto tipo de «dioses cuya morada no es con la carne», es decir, una clase de dioses diferentes cuya morada no es con los hombres.
La ausencia de la coma crea lo que se conoce en redacción como cláusula restrictiva. Los dioses que pueden desentrañar el misterio estarían restringidos a aquellos que no moran con los hombres.
No colocan esa coma:
Sagradas escrituras 1569: “Finalmente, el negocio que el rey demanda, es singular, ni hay quien lo pueda declarar delante del rey, salvo los ángeles de Dios cuya morada no es con la carne”.
Reina Valera-1909: “Finalmente, el negocio que el rey demanda, es singular, ni hay quien lo pueda declarar delante del rey, salvo los dioses cuya morada no es con la carne”.
Reina Valera Revisada 1977: “Porque el asunto que el rey demanda es difícil, y no hay quien lo pueda declarar al rey, salvo los dioses que no viven entre los seres de carne”.
Reina Valera Revisada 1995: “Porque el asunto que el rey demanda es difícil, y no hay quien lo pueda declarar al rey, salvo los dioses cuya morada no está entre los hombres”.
Colocan la coma o agregan un punto las siguientes versiones:
Nácar Colunga: “Lo que pide el rey es imposible, y no hay nadie que al rey pueda decírselo, a no ser los dioses, que no moran entre los hombres”.
Nueva Versión Internacional: “Lo que Su Majestad nos pide raya en lo imposible, y nadie podrá revelárselo, a no ser los dioses. ¡Pero ellos no viven entre nosotros!”.
Reina Valera Actualizada 2015: “Además, el asunto que el rey pide es difícil, y no hay delante del rey quien lo pueda declarar, salvo los dioses, cuya morada no está con los mortales”.
King James Bible: “And it is a rare thing that the king requireth, and there is none other that can shew it before the king, except the gods, whose dwelling is not with flesh”.
New King James Version: “It is a difficult thing that the king requests, and there is no other who can tell it to the king except the gods, whose dwelling is not with flesh”.
English Revised Version: “And it is a rare thing that the king requireth, and there is none other that can shew it before the king, except the gods, whose dwelling is not with flesh”.
Conclusiones
Las Escrituras originales no usaban signos ortográficos. Se redactaban como Scriptio continua, es decir, como una escritura continua que no tenía pausas. Los materiales para escribir, básicamente pergaminos y papiros, eran muy caros y se imponía la necesidad de hacer economía de espacio. La interpretación, por tanto, de las pausas debe de hacerse contextualmente, lo que lleva a diferencias interpretativas.
Llamo la atención a la sutil diferencia porque, aunque no dañe la doctrina general, supone un tenue cambio de significado que debe ser advertido por el estudioso bíblico. No es errado pensar que los politeístas babilónicos hicieran diferencias entre dioses que moran con la carne y los que no lo hicieran (redacción tradicional con ausencia de coma).
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