Cuando el dinero es la regla de medida dentro de la propia iglesia. La evidencia está en la epístola de Santiago. Tuvo que ser escrita. Léala, y sabrá por qué. Escandaliza saber que el apóstol no le está escribiendo a los impíos, sino a la Iglesia: «Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman? Pero vosotros habéis afrentado al pobre…» (Stg. 2: 5, 6). Las personas más ricas en dones que pude tener cerca eran pobres. Nunca conocí a un millonario profeta, ni siquiera con una palabra de ciencia que no fuera otra cosa que el fingir de su propia mente. Nunca vi a un rico creíble en dones del Espíritu; necesitaban información para poder profetizar, y cuando les llegaba la acomodaban en favor del que más tenía. Atacaban los reclamos y las reacciones del pobre, y nunca las acciones deleznables del rico que las provocó. Al final culpaban a Dios: «así lo quiere el cielo, es un propósito; el atropello de tus derechos es tu bien…».
No lo puedo mirar de otra manera: aquellos que definen el valor de un hermano por el peso de la bolsa que lleva son el epítome mismo de la miseria.
Ojalá y un día así sea.
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(1) Redacción ACI Prensa. “12 hechos que tal vez no conocías de la vida de San Francisco de Asís”. https://www.aciprensa.com/noticias/san-francisco-de-asis-12-hechos-fascinantes-que-quiza-no-sabias-de-el-95058 Publicado: 3 de octubre de 2020. Accedido: 20 de octubre de 2020, 11: 59 p. m.
(2) Ibíd.
(3) Miguel E. Mendoza. “Facundo Cabral dicen por ahí”. https://www.youtube.com/watch?v=F0U5MsjbUIo Accedido: 20 de octubre de 2020, 11: 59 p. m.
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