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domingo, 31 de mayo de 2020

El olor de aquel perfume llena el mundo

Las tres veces que María de Betania aparece en la Biblia está a los pies de Jesús. La última ocasión tiene lugar tras la resurrección de Lázaro. “Seis días antes de la pascua, vino Jesús a Betania, donde estaba Lázaro, el que había estado muerto, y a quien había resucitado de los muertos. Y le hicieron allí una cena; Marta servía, y Lázaro era uno de los que estaban sentados a la mesa con él. Entonces María tomó una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y los enjugó con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del perfume” (Jn. 12:1-3). 
Amo leer la última expresión de este pasaje: “…y la casa se llenó del olor del perfume”. Ningún hogar está tan lleno de olor fragante como aquel en que Jesús recibe el lugar que le corresponde. María se lo dio. Su costoso perfume lo derramó sobre Él y, al hacerlo, le dio la más honrosa posición que huésped alguno recibiría allí.
Perfumar a Jesús tuvo consecuencias. La primera perfumada fue la propia María, porque las personas adquirimos el olor de aquello que manipulamos. Fueron perfumados los discípulos, estaban muy cerca; con ellos la casa toda; por extensión nosotros, porque el olor de aquel perfume, a las puertas del fin, nos alcanza hoy; se siente todavía, con nosotros va. “Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden; a éstos ciertamente olor de muerte para muerte, y a aquéllos olor de vida para vida” (I Co. 2: 14, 16).
Cristo viene ya. Hermano, amigo: pon ahora mismo a sus pies tu perfume más costoso. Se levanta ya la Iglesia en las nubes del cielo al encuentro con Aquel que murió por ella. Ya se sienten en los aires las voces de los cuatro seres vivientes, y de los veinticuatro ancianos, que entre los acordes de las más célicas arpas y el grato olor del incienso que se desborda en las copas de oro, prorrumpen a una:

‘Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra’. Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, que decían a gran voz: ‘El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza’. Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: ‘Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos’. Los cuatro seres vivientes decían: ‘Amén’; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos (Ap. 5: 9-14).


sábado, 30 de mayo de 2020

Pentecostés

Este 31 de mayo de 2020, tiene lugar la celebración mundial de Pentecostés. Todo cristiano recordará el descenso del Espíritu Santo a la tierra sobre los ciento veinte discípulos que esperaban expectantes en Jerusalén, en el Aposento Alto, siguiendo instrucciones del Señor Jesús (Hch. 1 y 2).
En el calendario cristiano con la gran celebración de Pentecostés termina la observación de lo que muchos llaman «el tiempo pascual de cincuenta días». Esos cincuenta días pascuales, con las fiestas de la Ascensión y Pentecostés, forman una unidad. No son celebraciones aisladas de acontecimientos ocurridos por separado; son parte de un único misterio.
La fiesta de Pentecostés es el segundo domingo más importante del llamado «año litúrgico cristiano», después de la Pascua, porque vincula en el tiempo a la crucifixión, con la resurrección, ascensión de Jesús y el descenso del Espíritu Santo (1). En Pentecostés brotó la Iglesia llena de poder. “…pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hch. 1: 8).
¡Quién me diera que Cristo volviera en Pentecostés! “…Amén; sí, ven, Señor Jesús” (Ap. 22: 20).


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(1) Pentecostés-2020. https://www.cuandopasa.com/index.php?v=v6356c Accedido: 30 de mayo de 2020, 1: 30 AM.


viernes, 29 de mayo de 2020

El Monte Tabor y aquel fusil...

Dios me habló, y es asombroso el camino que a veces usa para hacerlo. Seguro que lo sabes porque también te habla a ti. Te comparto lo interesante que fue. Amanecí apesadumbrado el 18 de mayo de 2020. Desenfocado respecto a qué hacer, entre la exigente yerba del patio que crece impenitente, las llamadas pendientes o los planes de publicación por cumplir, conecté YouTube y “al azar” salió un video de Tierra Santa. Un ocurrente explorador bíblico se dirigía cuesta arriba al Monte Tabor, del que no leo hace muchos años. Pronto me atraparon los paisajes que se exhibían, mientras él subía temerariamente aquellos 588 metros sobre el nivel del mar, hasta su punto más alto. Mientras hacía el trayecto explicaba cómo, desde esa empinada geografía, descendió Barac, con Débora y el ejército de Israel en aquel épico encuentro que terminó con el vasallaje cananeo de Jabín y Sísara, rey de Hazor el primero; capitán del ejército el segundo (Jue. 4).
Sobre la cumbre ya, proyectó desde la cámara de su móvil imágenes de la Basílica franciscana de la Transfiguración. Desde el siglo IV hay una fuerte tradición que asegura haber tenido lugar allí los acontecimientos relatados en Mateo 17: 1-5:

Seis días después, Jesús tomó a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz. Y he aquí les aparecieron Moisés y Elías, hablando con él. Entonces Pedro dijo a Jesús: ‘Señor, bueno es para nosotros que estemos aquí; si quieres, hagamos aquí tres enramadas: una para ti, otra para Moisés, y otra para Elías’. Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: ‘Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd’.

Bueno, para mí todo parecía terminar. El monte Tabor, su hermosa geografía, la historia bíblica que recoge, y mi abatimiento matutino…
Avanzó el día, y en horas de la tarde vi, “al azar”, una publicación hecha por un amigo-Facebook. Se trataba de una fotografía en que aparecía una representante de las Fuerzas de Defensa de Israel, de unos dieciocho o veinte años, vestida de completo uniforme, armada hasta los dientes, y con un poderoso fusil evidentemente automático sostenido en su delgado brazo derecho. La escena me hizo recordar las dificultades que yo tenía a esa misma edad cuando, en las prácticas militares, nos ordenaban hacer disparos de ráfagas cortas. La sacudida del fusil era frenética, y por más que me esforzaba terminaba por no poder definir quien movía a quién, si yo al fusil o el fusil a mí. No es necesario agregar que no daba en el blanco así me pusieran un melón de castilla en una diana a cinco metros. Mis enemigos habrían podido avanzar hacia mí haciendo “cuentos de Pepito”. 
Bueno, a lo que voy…, apareció la curiosidad: ¿qué fusil era aquel?; ¿cuál es el fusil de reglamento de las Fuerzas de Defensa de Israel (Tzáhal)? ¡Viva la Internet! ¡A googlear se ha dicho! Pronto lo encontré: el fusil de reglamento del ejército de Israel, en servicio desde 2001, es el TAR-21. Tiene un calibre de 5,56 x 45 mm, dispara 800 municiones por minutos, tiene un alcance de 550 metros, mide 22,8 pulgadas y pesa solo ¡seis libras! Su cañón corto, poco peso y diseño ambidiestro le hacen idóneo para el combate urbano. Ya es parte del arsenal militar de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Georgia, Honduras, India, México, Nigeria, Panamá, Perú, Portugal, Turquía, Ucrania, y un sinfín de países más (1).
Hurgué a fin de ver qué significaba la cifra 21 en su nombre (TAR-21). Encontré enseguida que esto tiene que ver con que se le considerara el “fusil del nuevo siglo XXI”, dada su perfección técnica y amplia aceptación, pero…, ¿qué significaría TAR? Como decía Cantinflas, ese amigo de los niños en mi generación: “Ahí está el detalle”. ¿Sabe lo que significa TAR? Sorpréndase: TAR son las siglas en inglés de Tavor Assault Rifle (Rifle de Asalto Tavor). Hasta aquí dudé si ese “Tavor” podía ser el apellido del diseñador. Pronto leí: “…el nombre Tavor procede del Monte Tabor al norte del Israel” (2) (3). Supe de inmediato lo que Dios me decía. Me estremecí de arriba abajo…
El Monte Tabor…, allí Jesús se transfiguró. Se nos da en esta imagen la lectura anticipada de lo que le pasará a la iglesia. Como sus discípulos subieron con Él, así subiremos al encuentro de Él. Como Él fue transfigurado así lo seremos; nuestros cuerpos serán glorificados. Él es la primicia de nuestra transfiguración. “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados” (I Co. 15: 51, 52). “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire…” (I Ts. 4: 16, 17).
El Monte Tabor…, está en el fusil de reglamento de Israel. Ese monte que, para la Iglesia, tiene elementos de imagen del Rapto, para Israel, que lleva su nombre en su fusil de guerra, es imagen de la peor embestida bélica que sufrirá en su historia, en el contexto de La Gran Tribulación. La Tierra Santa será finalmente sitiada por los más poderosos ejércitos de la tierra (Ez. 38; 39; Zac. 12; 14; Ap. 19: 11-18). Este aciago período, también conocido como “angustia de Jacob”, será de intenso trato de Dios con Israel, un pueblo que ha luchado con el Señor Jesús por dos mil años; bien que lleva la traza de esta lucha en su nombre, “Israel”, que significa: “el que lucha con Dios” (Gn. 32: 28). “¡Ah, cuán grande es aquel día! tanto, que no hay otro semejante a él; tiempo de angustia para Jacob; pero de ella será librado” (Jer. 30: 7)
Allí, en el Monte de la Transfiguración, Pedro, Juan y Santiago sintieron miedo. Muchos lo tienen hoy; aunque no lo confiesen temen quedarse en el Rapto de la Iglesia. Yo también lo he temido alguna vez. Sabes, tengo una palabra para ti; es la palabra que el Señor le dio a sus discípulos, al cesar la gloria de aquella escena, al terminar el eco de la voz divina que todos escucharon: “Al oír esto los discípulos, se postraron sobre sus rostros, y tuvieron gran temor. Entonces Jesús se acercó y los tocó, y dijo: ‘Levantaos, y no temáis’” (Mt. 17: 6, 7). Él viene por ti y te levantará con Él a su encuentro, en las nubes del cielo. No tengas temor.
Es todo lo que queda. Te vas con Jesús en el acontecimiento más sacudidor de la historia: el arrebatamiento de la Iglesia. A Israel le queda en la tierra la experiencia de un trato con Dios en respuesta a su dureza, tras lo cual todo Israel vendrá a la fe: “…que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo…” (Ro. 11: 25, 26).
Para explicártelo, necesité 1260 palabras. Dios solo necesitó dos imágenes: el Monte Tabor, y aquel fusil…


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(1) Noticias de Israel. “El asombroso rifle de asalto Tabor…”. https://israelnoticias.com/militar/rifle-tavor-israel-municiones/ Actualizado: 23 de diciembre de 2019. Accedido: 28 de mayo de 2020, 4:00 PM.
(2) Artículo: “IMI-Tavor”. https://es.wikipedia.org/wiki/IMI_Tavor Accedido: 28 de mayo de 2020, 4: 30 PM.
 (3) O20 Magazine. “La versión limitada del TAR-21”. http://www.020mag.com/noticias/8847/la-version-limitada-del-tar-21 Accedido: 28 de mayo de 2020, 5: 30 PM.


jueves, 28 de mayo de 2020

Polémica en redes acerca del sionismo

El 13 de mayo de 2020, vísperas del aniversario del establecimiento del Estado de Israel, día en que todo buen cristiano se alegra, publiqué en mi espacio de Facebook, un mapa en que comparaba el territorio que ocupaba Israel con el correspondiente a los países árabes, y comentaba acerca de la existencia del Estado judío como el eje de los problemas del Oriente Próximo y Medio. El enfoque era esencialmente bíblico. El Lic. José Talavera, egresado de la Facultad de Matemáticas, profesional cubano del Instituto Superior de Tecnologías y Ciencias Aplicadas (InSTEC), quién, según él,  es compañero mío de curso del Instituto Preuniversitario, inició una réplica pública. Como creo que es un competente profesional cubano, le presté atención.
Reproduzco, en el artículo que sigue, la discusión pública que tuvimos con el propósito de que no se pierdan algunos datos que se analizaron, y que me parecen dignos de ser recordados.

Octavio Ríos: Observe el mapa. En rojo, el minúsculo reducto del Estado de Israel, casi invisible. El inmenso espacio restante corresponde a las tierras árabes, con excepción de Irán que, siendo el peor enemigo de Israel, no es árabe, es persa.
El problema central del oriente próximo y medio no es la ocupación israelí, ni la definición de sus fronteras. El problema per se es la negativa rotunda del bloque árabe-palestino-persa respecto a la existencia del Estado judío; no lo aceptan ni siquiera con las fronteras definidas en 1947 por la entonces naciente Organización de las Naciones Unidas. Aquí tiene un buen resumen de todo el problema: ellos niegan a Israel todo derecho a existir.

José Talavera: Pues no, falso lo que publicas. Los males del oriente se explican con una sola palabra: COLONIALISMO.

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Octavio Ríos: Estás completamente desinformado José. Te contestaré pronto con otro artículo. Recuerda antes de hacer esa errada afirmación mirar el mapa que aparece arriba.

José Talavera: Yo no estoy desinformado. ¿Sabes que se entiende por petrodólares? Es algo bien importante para empezar.

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Octavio Ríos: Apreciado José Talavera, me anima el entusiasmo que te despierta el tema, a la par que me preocupa tu aversión hacia Israel, que puede traer mucho daño a tu vida. El petrodólar del que me hablas no es, ni remotamente, un buen comienzo para definir la esencia del problema del Medio Oriente. Como seguro sabes el término fue acuñado por la Universidad de Georgetown en 1973, y esa es una fecha muy reciente. Tú y yo estábamos ya, para entonces, con una pañoleta blanca y azul, en sexto grado. Históricamente hablando, esa es una fecha muy reciente. La génesis del conflicto árabe-israelí es muy anterior. Ya casi termino el artículo que te contesta. Mañana lo publico. Muchos saludos para ti.

José Talavera: Fallaste, los petrodólares —aunque el nombre sea posterior— existen desde el gobierno de Nixon cuando le retiraron el respaldo en dólar al oro. Necesitados de otro respaldo buscaron a los países petroleros para obligarlos a vender su petróleo en dólares y solo en dólares, o de lo contrario, la guerra. Eso es lo esencial a entender, el colonialismo, el imperio buscando privilegios inauditos por la fuerza de las armas. Hay tienes los casos de Irak, Libia y Venezuela. No puede la religión cristiana servirle de tape a la ambición imperialista, Cristo habló de la verdad desnuda, no de edulcorar las cosas.

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Octavio Ríos: Mi entusiasta y apreciado José Talavera: El Señor Richard Milhous Nixon fue presidente de los Estados Unidos entre 1969 y 1974. ¿Te acuerdas cómo el periódico “Granma” [Cuba] escribía Nixon con la esvástica nazi? El nacimiento del petrodólar, un patrón monetario, tuvo lugar en 1973, cuando Estados Unidos llegó a un acuerdo con Arabia Saudita para negociar cada barril de petróleo en dólares de la Reserva Federal, a cambio de armas americanas y protección militar de los campos petrolíferos sauditas. Te envío la fuente: https://economipedia.com/definiciones/petrodolares.html Te reitero que el artículo que apoya mi afirmación lo publicaré mañana. “Basta a cada día su propio mal” (Mt. 6:34). Recibe siempre mi aprecio.

José Talavera: acuerdo [que fue] bien a la fuerza aquel, lo contrario era la guerra y claro que Arabia Saudita no podía. Pero la presión se extendió a prácticamente todos los países petroleros y lo malo es que ha traído guerras, sufrimientos y muertes y promete traer muchos más. No, apoyar eso está muy lejos de la sensibilidad a que nos llama el evangelio de Cristo Jesús.

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Octavio Ríos: Apreciado José Talavera: Estás en una rama muy distal del tronco. Continúas en la década de 1970, enfrascado en un tema que no tiene nada que ver con la afirmación mía que, con todo derecho, replicas. Ojalá y yo hubiera tenido ese derecho de replicar cuando maldecían públicamente a Israel los medios de prensa plana y televisiva de mi pobre pueblo. Nunca me dieron ese derecho. El tema, que insistes en tratar, está muy lejos de tener que ver con lo que estamos discutiendo, que es “la esencia del problema del medio oriente en lo tocante a Israel”, pero si quieres puedo hacerte un comentario parentético: desde el 7 de noviembre de 1933, en que los Estados Unidos y Arabia Saudita firmaron un acuerdo sobre la colocación de misiones consulares y diplomáticas en ambos países, estas dos importantes naciones han sido aliadas. Puedo coincidir contigo en que han tenido momentos de gran tensión, en eso estaremos de acuerdo, pero debes recordar que Arabia Saudita independiente se convirtió en un importante aliado militar de los Estados Unidos en el comienzo mismo de la guerra fría. En 1946, en Dhahran, territorio saudita, se completó la construcción de una importante base aérea estadounidense, y entre 1952 y 1954, Arabia Saudita recibió cerca de $5 millones de dólares en concepto de ayuda norteamericana para el desarrollo de la industria extractiva, el transporte y la agricultura.
¡Claro que hay intereses mutuos! Faltara más negarlo. La posesión de inmensas reservas de petróleo y la posición estratégica que tiene, convierten a Arabia Saudita en un socio comercial importante para los Estados Unidos, pero no puedes negarme que los dos países comparten intereses, y siempre han tenido un intercambio notable en asuntos de seguridad regional, petróleo, desarrollo económico sostenible y el convulsivo tema de la paz en el Oriente Medio. Arabia Saudita es un fuerte amigo de los Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo, desde la perspectiva militar, diplomática y financiera.
Recuerdo bien que, en 2013, cuando Estados Unidos hizo un amago de mejorar las relaciones con Irán los vínculos de Arabia Saudita y Estados Unidos se enturbiaron un poco porque Irán era su principal rival en el Golfo Pérsico. Aquí entraban a ver las envidietas económicas, pero después del triunfo de Donald Trump y su visita a Arabia Saudita, las relaciones entre los dos países comenzaron a mejorar ostensiblemente. Por el momento, Arabia Saudita es uno de los aliados más importantes de los Estados Unidos. Recuerda Talavera, mi viejo compañero de estudios, que el tema de esa alianza era una de las razones por las que el presidente Fidel Castro criticaba mucho a Arabia Saudita. Yo recuerdo perfectamente que lo hizo en innumerables ocasiones, públicamente, con visible enojo, y en el más despectivo de los tonos. Él se refería a Arabia Saudita como una “monarquía antediluviana”.
Usas finalmente una expresión muy interesante: “…la sensibilidad a que nos llama el evangelio de Cristo Jesús”. ¿Crees en los valores de la Biblia? ¿Sabes lo que dice la Biblia de Israel? ¿Sabes lo que dijo Jesús de Israel?

José Talavera: Si Octavio yo conozco la Biblia profundamente y Jesús de Israel dijo claramente: EL REINO LES SERA QUITADO. No soy antisemita, pero si anti sionista que es distinto. El sionismo es la ideología fascista israelita, pero que no comparten la mayoría de los judíos ni mucho menos. Albert Einstein por ejemplo era hijo de judíos, pero no sionista.

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Octavio Ríos: Apreciado José Talavera: a la par que atiendes las profecías bíblicas de la destrucción de Israel debes atender las referidas a su restauración para los tiempos del fin. El restablecimiento de Israel es una verdad bíblica tan evidente que los judíos se hacen enterrar en el Monte de los Olivos, donde ellos esperan el descenso del Mesías. Lo puedes encontrar en Zacarías 14: 1-4. En este momento el Monte de los Olivos, donde un día Jesús profetizó la destrucción de Jerusalén, y donde el general romano Tito Flavio Vespasiano, acampó sus legiones previo a la conquista y destrucción de la ciudad en el año 70 DC., hoy día es un inmenso cementerio. Si atiendes al Apocalipsis notarás que está lleno de un trato de Dios con un Israel territorialmente restaurado. Eso no puedes negarlo si conoces la Biblia como dices conocerla. Allí aparece el Templo de Jerusalén restaurado (Ap. 11:1), para los tiempos en que se manifestará el Anticristo, que será pronto. Este ser que se manifestará previo a la segunda venida de Cristo “…se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios” (Segunda de Tesalonicenses 2:4). Todos los expertos bíblicos y los más experimentados rabinos judíos coinciden que la restauración de Israel y del Templo es condición previa, bíblicamente hablando, para la venida del Mesías a la tierra.
En la simbología bíblica la higuera es Israel. Jesús dijo: “De la higuera aprended la parábola: Cuando ya su rama está tierna, y brotan las hojas, sabéis que el verano está cerca”. Estaba hablando del fin. Puedes leerlo en Mateo 24: 32.
No tienes un solo argumento bíblico que sustente lo que llamas “antisionismo” que para mí no es más que otra etiqueta.

Respecto a Albert Einstein, a quien haces alusión como un enemigo de la restauración de Israel, te comento que, en 1952, el embajador de Israel en Estados Unidos le escribió a Einstein en nombre del primer ministro, David Ben Gurión, consultándole acerca de si estaría dispuesto a asumir la presidencia del Estado. El genio físico contestó que estaba “profundamente conmovido”, pero que no era la persona adecuada para el cargo debido a su avanzada edad y a su personalidad. Así escribió: “Toda mi vida he lidiado con cuestiones objetivas, por tanto carezco de las aptitudes naturales y de la experiencia para tratar de forma apropiada con las personas y para el ejercicio de funciones oficiales”, y agregó: “Soy el más afligido por estas circunstancias, debido a que mi relación con el pueblo judío se ha convertido en mi más fuerte vínculo humano, desde que estoy plenamente consciente de nuestra situación precaria entre las naciones del mundo”. Eso lo puedes encontrar en una publicación muy interesante de la BBC, que aparece bajo el título: Siete cosas que no sabías de Albert Eintein”, en: https://www.bbc.com/mundo/noticias/2016/02/160212_albert_einstein_cosas_curiosas_ab ¿Crees que si Einstein fuera un enemigo de la restauración de Israel, Ben Gurión le hubiera ofrecido la presidencia? Si te refieres a que Einstein fue un gran pacifista estaremos de acuerdo, pero, que era enemigo del restablecimiento de Israel es una afirmación tan extraña, que necesitaré pedirte la fuente de donde sacas esa afirmación. ¿Sabes que Chaim Weizmann, primer presidente del Estado de Israel y Albert Einstein unieron fuerzas en la fundación de la Universidad Hebrea de Jerusalén? ¿Sabes que en 1954 Einstein le envió una carta a su amigo berlinés, radicado en Argentina, Curt Zacharías, en la que hizo una ponderación del trabajo realizado en la Universidad Hebrea de Jerusalén? ¿Sabes lo que dice esa carta?: “Llegará el día en que Israel se convertirá en un Estado absolutamente independiente, tanto en lo económico como en el aspecto político, y ello en gran medida será posible gracias al esfuerzo de los científicos y de los académicos de la universidad”.

José Talavera: usas términos confusos. Yo dije que Einstein no tenía nada que ver con el sionismo, con la ideología fascista e hiper imperialista llamada sionismo. Sí, porque el fascismo es hijo del imperialismo colonialista, en la Alemania de Hitler o donde sea, incluida Israel que entre otras cosas es una cabeza de playa que sembró el imperialismo en el medio oriente justo después de retirarse de sus colonias en esa zona. Einstein rechazo tanto honor porque no era tonto y veía que lo querían coger de payaso para algo que tenía un lado marcadamente oscuro.

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Octavio Ríos: según leo llamas al sionismo “ideología fascista e hiper imperialista”, de donde infiero que no tienes la más mínima idea de lo que significa el término. El sionismo, por cualquier fuente que lo quieras leer, es un movimiento que busca establecer una patria para el pueblo judío en Jerusalén, con la creación del Estado de Israel. La palabra “sionismo” deriva de Sion. Este es el nombre del monte sobre el que se levantó el Templo de Jerusalén, y por sinécdoque representa a toda la nación. El movimiento sionista, al que endilgas con epítetos muy propios del medio en que vives, busca dar unidad cultural al pueblo judío estableciendo un hogar nacional para ellos donde se puedan desarrollar como raza, religión y cultura. En este sentido, el sionismo es un movimiento religioso, cultural y financiero que apoya el establecimiento de la religión judaica, la cultura hebraica y la construcción de una economía fuerte entre y para el pueblo judío. Como movimiento político, surgió a finales del siglo XIX por iniciativa del periodista austrohúngaro Theodor Herzl (1860-1904). Preocupado por el problema social que el antisemitismo estaba provocando en Europa este organiza el Primer Congreso sionista en Basilea, Suiza en 1897. Además, se convierte en el primer presidente de la Organización Sionista Mundial (OSM o WZO por sus siglas en inglés). El sionismo, a través de la Organización Sionista Mundial, preserva la cultura hebrea e identidad judía alrededor del mundo. Estos conceptos y argumentos los puedes encontrar en un portal muy serio, que se llama: “Significados”. Está en: https://www.significados.com/sionismo/
Me apena Talavera leer cosas tan extrañas como las que escribes, pero no te culpo; eso es lo que nos enseñaron a ti y a mí, y te aseguro que, por un tiempo pensé como piensas hoy, hasta que tuve oportunidad de leer libremente, y contexto para pensar con cabeza propia. El Sionismo no es esa etiqueta odiosa que te enseñaron, y no tiene nada que ver con esos “imperialismos” o “fascismos” de que hablas. Es el movimiento internacional de un pueblo sin tierra al que Dios dio esa disputada franja, mucho mayor de la que ocupa hoy, y que está en permanente lucha por sobrevivir frente a un Irán que ha juramentado no descansar hasta que lo borre de la faz de la tierra. Recibe mi aprecio.

José Talavera: Dejo para el final el plato fuerte y parece hasta mentira pastor, parece hasta mentira que tenga que recordarte el ABC de la Biblia. En el Nuevo Testamento se distingue claramente entre el Israel de la Carne y el Israel del Espíritu que formarían los gentiles. Es de ese Israel del Espíritu, la Jerusalén Celestial, de quien se habla en el Apocalipsis.

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Octavio Ríos: Apreciado José Talavera: A eso que llamas “…el Israel del Espíritu que formarían los gentiles”, en la dirección en que vas se le conoce como “Teología del reemplazo”. Esta posición es propia de la escatología reformada. Solo la reconocen hoy día los presbiterianos y los reformados. La inmensa mayoría del pueblo evangélico sigue la escatología dispensacional, que identifica las promesas de Israel para Israel y las de la Iglesia para la Iglesia. Esta escatología es mucho más consecuente porque la Biblia es clara respecto a que hay un trato con Israel para los tiempos del fin que nada tiene que ver con la Iglesia. Lo puedes revisar en Romanos. Pablo es enfático al respecto. La restauración de Israel es un evento bíblico que ningún teólogo serio ni judío consecuente cuestiona.

José Talavera: la palestina es el territorio llamado Canaán en la Biblia. Según este documento escrito por los israelitas, los palestinos eran los ocupantes originales de esta zona. Si lee el libro de Josué vera que ellos mismos reconocen y hasta relatan como atacaron una parte de ese territorio y formaron Israel como país. Poco después de Cristo los romanos los expulsaron de allá y se dispersaron por el mundo, recuperando los palestinos esa parte del territorio. Después de la segunda guerra mundial las naciones unidas acordaron por estrecha diferencia darles un espacio a los judíos en palestina, un pequeño espacio, no todo lo que después han ganado mediante la guerra y el genocidio. Claro que los palestinos son los que tienen el mayor derecho. A mí me gustaría que todos pudiésemos vivir donde queramos, pero en paz y por medios pacíficos, no por la guerra, ni por la astucia política, ni por la mentira.
Claro que en los EEUU un negocio, más que razonable jugosísimo, es ser protestante y pro sionista. Pero ambas cosas no pegan ni con cola. Como no se puede convencer al que no está interesado en entender, solo digo que la vida dirá.

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Octavio Ríos: Apreciado José Talavera, gracias por tu interés en el tema. Ya te contesto: La afirmación que haces: “…las Naciones Unidas acordaron por estrecha diferencia darles un espacio a los judíos en Palestina”, es completamente errónea. La Resolución 181 de las Naciones Unidas que estableció la partición territorial árabe-judío en aquel memorable 29 de noviembre de 1947, no fue aprobada por “estrecha diferencia”. Para decidir el asunto se usó una mayoría de dos terceras partes de los votos limpios emitidos. Este tipo de mayoría, a la que los manuales especializados llaman “mayoría extraordinaria” es muy difícil de lograr. Es tener el voto del 66,6% de la suma de los que voten “si” y “no”. No cuentan las abstenciones. Esa votación es tan difícil que los especialistas en Reglas Parlamentarias le llaman “mayoría fuerte”. Si entras al Reglamento del las Naciones Unidas, donde he estado cientos de veces, podrás leer que la Asamblea General de la ONU, principal órgano deliberativo, solo utiliza el límite de dos terceras partes en la votación, para decidir asuntos delicados y extremos, relacionados con la paz internacional, la seguridad, la admisión de nuevos miembros y las cuestiones presupuestarias que son delicadas. Las decisiones sobre otros asuntos se deciden por mayoría simple (mitad más uno de los votos limpios emitidos). El derecho del pueblo judío a vivir en Israel fue decidido por una mayoría muy difícil de lograr: se llama mayoría fuerte. Mi viejo compañero de estudios: el pueblo judío tiene derechos bíblicos, históricos, y legales respecto a vivir en Tierra Santa. No tienes un solo argumento que, con coherencia, demuestre lo contrario. Un abrazo para ti.

“Votación en la Asamblea General de las Naciones Unidas” / Funciones y poderes / Búsqueda del consenso / https://www.un.org/es/ga/about/

José Talavera: No contestó.


miércoles, 27 de mayo de 2020

Aquella adoración in crescendo

La adoración universal al Rey de los cielos, Jehová Dios, en la visión que tiene el apóstol Juan, se desarrolla entre los capítulos 4 y 5 del libro de Apocalipsis. Esta recuerda a una sinfónica que rompe con efectos de sonido a los que se van sumando crecientemente las notas producidas por instrumentos mayores, que levantan finalmente la gran sonoridad en que cuaja toda la armonía de la orquesta. Es así que, a los cuatro seres vivientes, se suman los veinticuatro ancianos, para luego aparecer la adoración de los ángeles y finalmente la de toda la creación.

Los cuatro seres vivientes

 “…y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir. Y siempre que aquellos seres vivientes dan gloria y honra y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos” (Ap. 4:8b, 9).

Los veinticuatro ancianos

“…los veinticuatro ancianos se postran delante del que está sentado en el trono, y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: ‘Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas’ (Ap. 4: 10, 11).

Los ángeles

 “Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza (Ap. 5: 11, 12). 

Toda la creación

“Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos” (Ap. 5:13). 

Así será

Una adoración que comienza con los cuatro seres vivientes, y se extiende crecientemente a toda la creación. Así será. Allí estaremos.


martes, 26 de mayo de 2020

Vamos de aquí

El capítulo 14 del evangelio de Juan es uno de los más grandiosos de toda la Biblia. Recoge una de las reuniones finales del Señor con sus discípulos, y se desarrolla en aquellas horas previas a la cruz, en un ambiente recogido, íntimo. No es difícil sentir el amor con que les dice: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis” (Jn. 14: 1- 3)
Mientras habla Jesús, tercian los discípulos más que en cualquier otro momento de los evangelios; de hecho, hablan y preguntan en secuencia Tomás, Felipe y Judas Tadeo. El primero le dice: “Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino?” (v. 5.) El segundo le pide: “Señor, muéstranos el Padre, y nos basta” (v. 8). El tercero inquiere: “Señor, ¿cómo es que te manifestarás a nosotros, y no al mundo?” (v. 22.) A Tomás da, el Señor Jesús, una de las más grandes declaraciones de toda la Biblia: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (v. 6). A Felipe entrega una revelación estremecedora, entretejida en un tierno reproche: “¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre…” (v. 9). A Judas Tadeo abraza con la más fortalecedora promesa: “El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos morada con él” (v. 23).
Es, en el final de este capítulo, cuando el Señor les da esas palabras tan significativas para nosotros en estos tiempos, cuando ya se asoma la aurora del fin. A solo horas de cambiar, con la cruz, el orden de los tiempos, les dice: “Mas para que el mundo conozca que amo al Padre, y como el Padre me mandó, así hago. Levantaos, vamos de aquí(v. 31).
Como en aquel lejano día, hoy está a punto de partirse en dos la historia. Se nos viene encima un cambio de dispensación. Ya el libro está en la mano del que está sentado en el Trono. Se abrirán sus sellos, se harán oír las trompetas, se vaciarán las copas. Los más sacudidores cataclismos están por conmover el mundo y la historia. Tales cosas están por pasar, cuando nuevamente se vuelven a oír las palabras del Maestro: “Levantaos, vamos de aquí(v. 31c).


lunes, 25 de mayo de 2020

La amargura ministerial

Amargura es algo más que el nombre de una calle de La Habana Vieja. Es una palabra bíblica que, como todo término griego, tiene significados adicionales a los que usualmente consideramos. La voz griega πικρία, transliterada al español como pikría y traducida como «amargura», alude a algo punzante. Su variante, el griego πικρός, transliterada al español como pikros, significa atravesar, perforar; es algo agudo, puntiagudo o punzante. Esta variante se traduce como amargo. Considérese también que la raíz hebrea de la palabra tiene que ver con algo pesado (1).
La palabra amargura (pikría) aparece en textos como: «Su boca está llena de maldición y de amargura» (Ro. 3:14). «Está mi alma hastiada de mi vida; daré libre curso a mi queja, hablaré con amargura de mi alma» (Job 10: 1). «Edificó baluartes contra mí, y me rodeó de amargura y de trabajo» (Lm 3: 5) (2).
Comentar las etimologías de esta palabra y sus variantes en lenguas originales no es un acto de pedantería u ostentación literaria. Tiene que ver con el hecho de que, cuando conocemos el significado del término original, podemos comprender mejor el significado de la palabra toda. Es así que la «amargura» es un sentimiento que duele como una punzada en el alma, que la atraviesa y la hiere. Gravita como lo hace un peso que obligadamente se debe llevar.
La amargura es uno de los problemas más graves del ministerio. Se llega muy herido al momento medio del accionar pastoral o evangelístico. Las tales heridas no las puedes evitar. Si has sido pastor, o hijo de pastor, evangelista, maestro o profeta, sabes como nadie de qué te hablo, porque como escribió Rick Warren: «Es triste que en el rebaño de Dios las peores heridas vienen de otras ovejas, no de los lobos» (3).
La amargura es un sentimiento contra el que debes levantarte porque te puede llegar a enfermar y destruir. Si hasta aquí pudiste evitar ese pesado fardo fue una gran victoria. Conocí personas en la fe que vencieron. Entre los años 1984 y 1985, estuve cerca del sacerdote italiano Higinio Paoli; era párroco saleciano de la Iglesia Católica «María Auxiliadora» de La Habana Vieja. Se trataba de un anciano sabio y amable, lleno de bondad. Cuando las iglesias, en general, no tenían a su disposición la posibilidad de proyectar videos, él lo hacía. Los evangélicos del barrio íbamos. En su sede vi, por primera vez, largometrajes como «Jesús de Nazareth”, de Franco Zeffirelli (¡seis horas!); «Ben Hur», de William Wyler y «Los Diez Mandamientos», de Cecil DeMille. Aquel anciano aprovechaba la oportunidad y compartía experiencias educativas con el grupo de los jóvenes que estábamos allí. Un día tuvo una gran contrariedad con sus superiores. Él sabía que éramos evangélicos, pese a lo cual nos contó la historia de aquellas tensiones y problemas, y refiriéndose a todos los daños que le hicieron en el pasado, nos dijo, a modo de conclusión: «Lo que nunca pudieron  fue amargarme», y sonrió. Lo entendí... veinte años después.
El anciano Rev. Diego N. Pernas Iglesias explicaba, en 1999: «Algunos se pelean con las personas y dejan de hablarles; eso es malo, porque entonces se amargan». Muchos tristemente ya lo están; algunos de una forma que parece casi irremediable, porque no ponen de su parte. Creen que sus heridas son mayores que las que sufrimos todos. Parecen ignorar que todos los ministros estamos heridos. Ninguno de nosotros llega ileso al final. No se trata de que no seamos heridos; eso no lo podemos evitar porque estamos expuestos a fuego cerrado en los abiertos campos de guerra del ministerio; de lo que se trata es de no permitir que las tales heridas nos amarguen. Nunca en la tierra podremos esquivar los dardos que hieren, no nos dejarán descansar; como nos dijera el Señor en profecía a través del más grande ministerio profético pentecostal de América Latina, en el Rev. Jaime Botello: «Tu descanso no está en la tierra, tu descanso está en Mi Presencia». Hasta ese día, amado hermano, no pasará mucho tiempo antes de que te alcance la punta acerada de un nuevo dardo; quizá ya fue hoy...
Para terminar, te comparto que hay heridas muy complejas, porque entendemos que las causó Dios; tienen que ver con nuestros defectos físicos, oraciones no contestadas, familiares que murieron… William Backus llamó a esto: «su querella secreta con Dios» (4). No hay heridas más complejas que estas.
Si compleja es la herida que amarga, complejo es el uso de la única medicina que la sana: es el perdón. Solo las personas que no aprendieron a perdonar llegan amargadas al final. No aprendieron nunca cuánto hirieron el corazón de Dios, y olvidaron siempre cuánto Dios les perdonó.
Recuerda que, al final, la Cruz no es otra cosa que un supremo reclamo de perdón para ti, de parte de alguien a quién heriste profundamente, porque tú horadaste esas manos, tu blandiste la lanza que abrió su costado, tú le negaste... Y no hay heridas más sentidas que las que nos causan las personas que amamos, y Él te amó hasta el fin (Jn. 13: 1).
Él no murió amargado. Él te perdonó.  


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(1) James Strong. Diccionario Strong de palabras griegas del Nuevo Testamento. Miami, EUA: Editorial Caribe, Palabra número 4088 para pikría, y palabra 4089 para pikros, p. 68.
(2) Ibíd.
(3) Rick Warren. Una vida con propósitoGrand Rapid, Michigan: Zondervan. 2002, p. 137.
(4) Ibíd., p. 80.

Tiempo de lectura: 4: 55 min.


domingo, 24 de mayo de 2020

¿Como es correcto decir: “Bendiciones” o “Dios te bendiga”?

Cuando lo importante es discutir, ¿verdad? ¿Tenía ombligo Adán? ¿Dijo que sí? Entonces usted es ombliguista. Yo soy antiombliguista. Ya estamos divididos.
¿Es pecado leer la Biblia en el teléfono móvil? ¿Dijo que no? Entonces usted es un biblioelectrónico. Yo soy un bibliopapelista. ¡No nos entendemos!  
Las puertas de la iglesia deben cerrar durante la semana. ¿Dijo que sí? Entonces usted es un miembro de la organización “Iglesia de la Puerta Cerrada”. Yo soy miembro de la Iglesia de la Puerta Abierta.
No hay que ver mucho un asunto, ni cuánto de fundamento bíblico pueda tener, porque lo importante es discutir. ¿Dijo que sí? Entonces usted es un discutidor, mientras que yo…
Bueno, solo llamo la atención a la archi-recontra y ultraridícula discusión contemporánea que hay entre los “Dios te bendiga” y las “Bendiciones”, como formas de saludos o despedidas.
El tradicional “Dios te bendiga” ha sido convertido en un “pecado” con el que se expresa una postura de “incredulidad” o “falta de fe” en el hecho de que ya Dios nos bendijo. Creo recordar la primera vez que oí algo así. “Dios te bendiga” dije a alguien; para sorpresa mía me contestó: “Dios te bendiga no, porque ya yo estoy bendecido”, y triunfal ante aquella perspectiva de “conferencia magistral”, me rectificó mi “grave error”: “¡Se dice: ‘Bendiciones’”! Mi mandíbula cayó a la altura de la rodilla, de donde con dificultad la volví a traer a su lugar, tras superar la sorpresa. “¡¿Y ahora eso está en discusión?!”, pregunté, sin salir de mi asombro. “Tiene que actualizarse, hermano. Eso es teología constituida…”, fue la respuesta que recibí. Tratando de orientarme acerca de si definitivamente aquello era una broma caribeña, pregunté: “Teología constituida..., ¿¡por quién…!? ¿¡De dónde salió ese disparate…!?”.
No puedo recordar el tiempo que demoró la discusión, lo que si sé es que han pasado veinte años y el embrollo persiste. Cuando le dices a alguien: “Dios te bendiga”, te contesta en un tono de paternal y condescendiente rectificación: “Bendicioneeeees…”; así, alargando la “e…”, para que lo fijes en tu memoria. Es una “lección de actualización” respecto a tu “anticuado saludo” que procede, al parecer, de una mala exégesis, o de una teología que perdió toda vigencia, hermenéuticamente hablando. Vaya, que “no estás en la onda”.
Aprovecho para repensar, ahora que no está nadie delante que se pueda ofender: “¿¡de dónde salió ese disparate!?”
Pensemos un poco: “Bendiciones” es un sustantivo, como puede serlo “mesa”, “silla”, “butaca” o “libro”. Si yo le digo: “mesa”, usted se me quedará mirando, porque ¡no le he dicho nada! Se creará un suspenso en la escena porque usted se mantendrá esperando a que yo le explique lo que estoy queriendo decir. Usted dirá para sí: “Mesa, ¿qué dijo?, ¿está preguntando por la mesa?, ¿necesita una mesa?, ¿o se está presentando porque su apellido es “Mesa?” ¿Sabe por qué sucederá este bloqueo?, ¡porque no he dicho nada comprensible!
La unidad básica de la comunicación es la oración; esta lleva sujeto, verbo y predicado. A veces el sujeto se puede omitir, gracias a la riqueza que le da al español el tiempo reflexivo (los angloparlantes no lo tienen); es así que puedo decir: “Me peino”, sin tener que decir: “Yo me peino”. Puede ser también que un verbo indique una idea completa, cuando hay cierta información previa; si usted dice: “murió”, y todo el mundo sabe que el gato de la casa estaba grave, tras su octava caída, bueno…, lo entenderán. Se habrá usted valido de la bondad expresiva que tiene el verbo, esos recursos del habla que indican acción en todos los idiomas; pero, esa cualidad… ¡no las tienen los sustantivos! ¡Cuando usted me dice “Bendiciones”, ¡no ha dicho nada! ¡Tanta capacidad de transmitir información tiene la palabra “bendiciones” como la tiene la palabra “ladrillo”! ¿Qué pensaría usted si a su “Bendiciones” yo le contesto: “Ladrillo”? Me preguntará con seguridad: “¿Qué quiso decir?”, y yo le contestaré con otra pregunta: “¿Qué quiso decir usted primero con “Bendiciones?”
Querido amigo, “Dios te bendiga” es una expresión bíblica, que no estoy dispuesto a negociar, y es así, como te la escribo, porque no se escribe Dtb. El nombre del Rey del Cielo no se abrevia, ni se escribe con minúscula: es sagrado.
Te regalo entonces algunos ejemplos:
Isaac bendijo a Jacob, diciendo: “Y el Dios omnipotente te bendiga, y te haga fructificar y te multiplique, hasta llegar a ser multitud de pueblos” (Gn. 28: 3).
Moisés pronunció grandes palabras de bendición sobre el pueblo de Israel, lea de qué forma: “…y Jehová tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para tomar posesión de ella (Dt. 30: 16d). “Del extraño podrás exigir interés, mas de tu hermano no lo exigirás, para que te bendiga Jehová tu Dios en toda obra de tus manos en la tierra adonde vas para tomar posesión de ella” (Dt. 23: 20). “¡Jehová Dios de vuestros padres os haga mil veces más de lo que ahora sois, y os bendiga, como os ha prometido!” (Dt. 1: 11.)
Así recibieron los segadores a Booz: “Y he aquí que Booz vino de Belén, y dijo a los segadores: ‘Jehová sea con vosotros’. Y ellos respondieron: ‘Jehová te bendiga’ (Rt. 2: 4).
 El salmista prorrumpe en expresiones similares: “Desde Sion te bendiga Jehová, el cual ha hecho los cielos y la tierra” (Sal. 134: 3). “Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; haga resplandecer su rostro sobre nosotros” (Sal. 67: 1).
El profeta Jeremías escribió una indicación acerca del uso de esa expresión: “Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: ‘Aún dirán esta palabra en la tierra de Judá y en sus ciudades, cuando yo haga volver sus cautivos: Jehová te bendiga, oh morada de justicia, oh monte santo’” (Jer. 31: 23). 
¿Ha oído hablar de la “bendición sacerdotal”? Mi esposa y yo la pronunciamos miles de veces sobre nuestras hijas y sobre la grey que pastoreamos. Son las palabras que Jehová Dios dijo a Moisés que diera a Aarón para con ellas, como sacerdote supremo del pueblo, les bendijera. ¿Las recuerda? No se esfuerce en memorizar; aquí se las escribo: “Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz” (Nm. 6: 24-26). ¡Bellísimo!
Pablo, el apóstol, va más allá, y describe la bendición que desea sobre los romanos: “Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo” (Ro. 1: 7b). “Y el Dios de paz sea con todos vosotros. Amén” (Ro. 15: 33). “La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén” (Ro. 16: 24). A los corintios escribe: “La gracia del Señor Jesucristo esté con vosotros” (I Co. 16: 23).
Replicar al que te dice con bondad y amor: “Dios te bendiga”, con un “Ya nos bendijo” es un vano gloriar. Es pretender que el “maná de ayer” cubra el hoy. Estamos en un cuerpo humano con suficiente peso de debilidades como para que se nos haya advertido con énfasis que “cuidemos la salvación con temor y temblor” (Fil. 2: 12). Necesitamos bendiciones diarias y múltiples; tienen que ver con el hambre desesperada de la gracia de Dios que hay en nuestras vidas, gracia de la que Pablo habla tanto al comienzo como al final de sus diferentes epístolas. El apóstol sabía perfectamente que ya Dios nos había bendecido en el pasado; él fue quien escribió a los efesios: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo” (Ef. 1: 3), y sabiendo esto, que ya Dios nos bendijo a todos, pronunció, sin embargo, la grandiosa y trinitaria despedida de Segunda de Corintios en su versículo final, no refiriéndose al pasado sino a la vida futura de los corintios: “La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén” (II Co. 13: 14).
Hermano y amigo: quizá en el cielo puedas decirme: “Ya Dios me bendijo”, pero mientras estés aquí en la tierra, este es mi deseo, mi saludo y mi despedida para ti: Dios te bendiga.


sábado, 23 de mayo de 2020

Hermenéutica bíblica. Regla cuarta

Regla cuarta: es preciso tomar en consideración el objeto o designio del libro o pasaje bíblico en que ocurren las palabras o expresiones oscuras.

Ciertos salmos pueden ser comprendidos a plenitud si se tiene conocimiento de la intención del pasaje. Por ejemplo, en el Salmo 3, David huía de Absalón. En el Salmo 18, David es librado de Saúl. El desgarrador Salmo 51 fue escrito después de que David fuera confrontado por el profeta Natán. Los salmos comprendidos desde el 120 hasta el 134, titulados: Cántico gradual, fueron escritos para cantarse por los judíos en sus viajes anuales a Jerusalén. (Ver, especialmente los salmos 121 y 122.)
En Segunda de Pedro 3: 1, 2, aparece el designio de la carta: “Amados, esta es la segunda carta que os escribo, y en ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento, para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del Señor y Salvador dado por vuestros apóstoles”. 
En el libro de Proverbios 1: 1-4, aparece el designio del libro: “Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel. Para entender sabiduría y doctrina, para conocer razones prudentes, para recibir el consejo de prudencia, justicia, juicio y equidad; para dar sagacidad a los simples, y a los jóvenes inteligencia y cordura” (1)


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(1) Eric A. Lund. Hermenéutica. Introducción bíblica. Sección 1. Miami: Editorial Vida.1989, pp. 53-57.