Observe el mapa. En rojo aparece el minúsculo reducto del Estado de Israel, apenas visible. El inmenso espacio verde restante corresponde a las tierras árabe-musulmán, con excepción de Irán que no es árabe sino persa, lo que no le quita en nada respecto a ser el peor enemigo de Israel.
El problema central del oriente próximo y medio no es la ocupación israelí, ni la definición de sus fronteras. El problema per se es la negativa rotunda del bloque árabe-iraní-musulmán-palestino respecto a la existencia del Estado judío, que de tanta bendición ha sido al mundo. No lo aceptan ni siquiera con las fronteras definidas en 1947 por la entonces naciente Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Aquí tiene un buen resumen de todo el problema: ellos niegan a Israel todo derecho a existir.
Hola hermano mío. Hay mucha tela por donde cortar. Hace unos años leí una novela formidable en la que por vez primera vi el problema desde una óptica diferente a los medios oficiales cubanos. "Exodus", de León Uris. Excelente, larguísima y amena.
ResponderEliminarAunque usted no se identifica y normalmente no contesto a anónimos, aprecio su comentario y le expreso mi simpatía. Efectivamente, "Éxodo", que mi generación tuvo la oportunidad de leer en La Habana, hace unos treinta años, algo furtivamente, es un gran referente. Creo que otro orden de cosas hay suficiente argumentación histórica para sostener la afirmación que hago arriba en este artículo. .
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