Translate

viernes, 15 de mayo de 2020

Difícil mundo el de los poetas

Toda la energía de un rosal está en función de hacer brotar una flor grande y hermosa. Esto le priva acerca de lograr raíces poderosas como las del roble, o tronco alto y enhiesto a semejanza de la palmera. No son raíces leñosas las del rosal. Es una exigente planta de verano que requiere mucho sol, y rechaza los fertilizantes comunes ofrecidos por la química de los laboratorios. No hay tarea más difícil que desenterrarla y lograr su trasplante; es muy débil. Todo lo ha dispuesto en favor de lograr aquella rosa…
Escuché una vez decir que ese era un mensaje de vanidad; que una rosa es símbolo del pomposo ego que tienen los hombres sin raíces. Hoy amanecí con ese pensamiento, y me cuesta decidir el camino por donde debe interpretarse aquel efluvio de belleza que se levanta en lo que es la reina de las flores. Lo sacrifica todo. Su más egregia energía está en función de lograr aquel capullo que, al tiempo de abrirse, da al mundo un sentido de inexpresable deleite. Inspiró el mensaje enamorado del Cantar de los Cantares: “Yo soy la rosa de Sarón…” (Cnt. 2:1a).
¿Qué es la rosa?: ¿un mensaje de vanidad o de sacrificio supremo en pro de lograr para ti el mensaje de la más acabada belleza? Llevo una hora pensando, y no encuentro el camino… Tal vez puedas ayudarme.
Difícil mundo el de los poetas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Su comentario a este artículo se recibe con respeto y gratitud.