Mi viejo compañero de curso de esos soñadores tiempos preuniversitarios, José Talavera, afirma públicamente, en refutación a mi publicación anterior, que todo el problema del Oriente próximo y medio se reduce a la actitud colonialista de Israel. A la par que agradezco la atención que presta al artículo, expreso mi disentimiento absoluto hacia tal afirmación, que no deja de ser una mera etiqueta. No hay argumentación alguna que fundamente una afirmación tan absurda.
Comience por decirse que Israel es, étnica, religiosa, política y geográficamente, un pueblo y Estado que ha sobrevivido bajo permanente acoso y restrictiva hostilidad. Su permanencia hasta nuestros días es un asombroso milagro. El costo humano que esto significó no se parece a nada de este mundo.
Solo cuando terminó la Segunda Guerra Mundial se reconoció la magnitud del holocausto judío; millones de ellos adultos y niños, fueron asesinados de la forma más bárbara. Hasta ese momento en que cesó el eco de los cañones anunciando el fin de aquella conflagración mundial, no tuvo el mundo una consciencia clara del asunto, ni siquiera el propio pueblo alemán. Esto aceleró demandas de resoluciones internacionales en pro de que los sobrevivientes de la llamada “solución final judía” de aquel psicópata totalitarista que se llamó Adolfo Hitler, pudieran encontrar refugio en una patria propia. Los británicos, que tenían el control territorial, trataron de llegar a un acuerdo razonable tanto para los árabes como para los judíos, pero los árabes, con su habitual exclusivismo islámico, se negaron a llegar a acuerdo alguno que tuviese presente a los judíos. Esto hizo que los ingleses tuvieran que entregar el polémico asunto en manos de las Naciones Unidas (ONU), en 1947. La ONU estableció una Comisión Especial llamada Comité Especial de las Naciones Unidas sobre Palestina (UNSCOP) para idear una solución. Los delegados del comité (representantes de once naciones) descubrieron lo que durante mucho tiempo había sido más que evidente: las aspiraciones de judíos y árabes eran irreconciliables, pero mientras los judíos de Palestina no estaban satisfechos con el pequeño territorio que se les asignaba, ni les satisfacía en absoluto que Jerusalén hubiera sido separada del Estado judío, acogían, sin embargo, el compromiso. Los árabes, por su lado, rechazaban todas las recomendaciones del Comité internacional (UNSCOP), y exigían un estado árabe unitario, ellos, ellos, y nada más que ellos, algo muy propio de la semántica totalitarista islámica, y de todos los totalitarismos por extensión.
Sigo la historia: el mundo entero, excepto los árabes-persas-musulmanes, vieron la partición territorial como la solución más justa, y fue llevada a votación el 29 de noviembre de 1947. Este fue el resultado del recuento:
Treinta y tres países (58%) votaron a favor de la resolución 181; estos fueron: Australia, Bélgica, Bielorrusia, Bolivia, Brasil, Canadá, Checoslovaquia, Costa Rica, Dinamarca, República Dominicana, Ecuador, Estados Unidos, Filipinas, Francia, Guatemala, Haití, Holanda, Islandia, Liberia, Luxemburgo, Nueva Zelandia, Nicaragua, Noruega, Panamá, Paraguay, Perú, Polonia, Suecia, Sudáfrica, la Unión Soviética, Ucrania, Uruguay y Venezuela.
Trece países (23%) votaron contra de la resolución 181; estos fueron: Afganistán, Arabia Saudita, Cuba, Egipto, Grecia, India, Irán, Irak, Líbano, Pakistán, Siria, Turquía y Yemen.
Diez países (el 18%) se abstuvieron; estos fueron: Argentina, Colombia, Chile, China, El Salvador, Etiopía, Honduras, México, Reino Unido y Yugoslavia.
Tailandia estuvo ausente en la sesión plenaria.
Note que la ONU contaba para entonces con cincuenta y siete países miembros. El mayor bloque lo constituían los veinte estados latinoamericanos (35% del total). La mayoría (trece) de los veinte países latinoamericanos votó a favor de la partición (1). Note también, que los Estados Unidos y la Unión Soviética votaron unidas en favor de la partición territorial y el nacimiento del Estado judío.
La afirmación que hace mi apreciado compañero de estudios, José Talavera, cuando escribe: “…las Naciones Unidas acordaron por estrecha diferencia darles un espacio a los judíos en Palestina”, es completamente errónea. La Resolución 181 de las Naciones Unidas que estableció la partición territorial árabe-judío en aquel memorable 29 de noviembre de 1947, no fue aprobada por “estrecha diferencia”. Para decidir el asunto se usó una mayoría de dos terceras partes de los votos limpios emitidos. Este tipo de mayoría, a la que los manuales especializados llaman “mayoría extraordinaria” es muy difícil de lograr. Es tener el voto del 66,6% de la suma de los que voten “si” y “no”. No cuentan las abstenciones. Esa votación es tan difícil que los especialistas en Reglas Parlamentarias le llaman “mayoría fuerte”. Si usted entra al Reglamento de las Naciones Unidas, donde el autor de este artículo ha estado cientos de veces, podrá leer que la Asamblea General de la ONU, principal órgano deliberativo, solo utiliza el límite de dos terceras partes en la votación, para decidir asuntos delicados y extremos, relacionados con la paz internacional, la seguridad, la admisión de nuevos miembros y las cuestiones presupuestarias que son delicadas. Otros asuntos se deciden por mayoría simple (mitad más uno de los votos limpios emitidos) (2). La recolocación allí de la descendencia de Abraham, en lo humano, fue decidida por una mayoría muy difícil de lograr: se llama mayoría fuerte. El pueblo judío tiene derechos bíblicos, históricos, y legales respecto a vivir en Tierra Santa. No hay un solo argumento que, con coherencia, demuestre lo contrario.
La Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó entonces la célebre Resolución 181, que dividía aquella discutida franja de tierra al oriente del Mar Mediterráneo en dos regiones: una árabe y otra judía, con un control internacional sobre Jerusalén (3) y Belén, por su importancia religiosa; estas serían administradas por la ONU. Todos los países miembros de la ONU fueron a votación; ninguno inició antes una guerra. Mostraron, al votar, sentido de respeto a la decisión que se tomara, sino ¿para qué votar? El 14 de mayo de 1948, un día como hoy, en horas de la tarde, ante la retirada británica de la región, David Ben-Gurión, máximo líder judío, proclamó la independencia de Israel en la ciudad de Tel Aviv. Ese mismo día una coalición integrada por tropas egipcias, iraquíes, libanesas, sirias y transjordanas, apoyadas por voluntarios libios, saudíes y yemeníes, comenzaron la invasión del recién proclamado Estado judío. Acababa de empezar lo que se conocería en la historia como la Primera Guerra judío-árabe de 1948. A Israel, pese a la aprobación mundial, se le negaban el derecho a existir.
De entonces para acá todo ha sido caminar dentro de una misma espiral: cohetes para acá, cohetes para allá... Israel, en armonía con la ONU, ha hecho indecibles esfuerzos de paz con los árabes. No tengo que ahondar en los resultados: todo esfuerzo tendiente al reconocimiento del milenario pueblo de Dios que nos dio la Biblia, el Salvador del mundo, la Iglesia, que es puntero en toda tecnología, que ha asombrado a la humanidad en avances y logros, todo esfuerzo vinculado al reconocimiento de esta nación bendita, por parte de los árabes, ha fracasado.
Desde mi humilde radio de acción bendigo a Israel, y más que respetar su derecho a existir, pido a Dios, por la estabilidad y la paz de ese pueblo, acerca del que dijo Dios: “Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra” (Gn. 12:3). Estas palabras se han cumplido con toda literalidad: todos hemos sido bendecidos por ese pueblo, mi pobre Cuba también.
José Talavera, mi viejo compañero, a la par que te envío el testimonio de mi aprecio y simpatía, te vuelvo a decir: mientras no entiendas que lo que está en discusión es la existencia de Israel, no has entendido el problema del Oriente próximo y medio.
__________
(1) Israel. Embajada de Israel. República Dominicana. Noticias. https://embassies.gov.il/santo-domingo/NewsAndEvents/Pages/70-a%C3%B1os-de-la-creaci%C3%B3n-del-Estado-de-Israel.aspx Accedido: 13 de mayo de 2020, 3:45 PM.
(2) “Votación en la Asamblea General de las Naciones Unidas” / Funciones y poderes / Búsqueda del consenso / https://www.un.org/es/ga/about/ Accedido: 14 de mayo de 2020, 2:50 PM.
(3) Naciones Unidas. “La cuestión de Palestina”. https://www.un.org/unispal/es/data-collection/general-assembly/ Accedido: 13 de mayo de 2020, 2:45 PM.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Su comentario a este artículo se recibe con respeto y gratitud.