Por años he dado la misma respuesta cuando me preguntan, líderes y misioneros del mundo entero, qué necesita mi pueblo en cuanto al evangelio. Ministerialmente hablando, Cuba necesita tres cosas:
1. Enseñanza acreditada
2. Apoyo económico
3. Ministración en el Espíritu
La enseñanza acreditada tiene que ver con el hecho de que, hace mucho tiempo, Cuba tiene maestros bíblicos altamente competitivos, que pueden instruir al pueblo de Dios en la práctica totalidad de las áreas bíblicas. No es necesario ya, movilizar un misionero para que imparta un curso de mayordomía; de hecho, no lo podrá hacer con eficacia, porque la economía cristiana cubana solo la entienden los cristianos cubanos. Hablo en serio… No necesita el pueblo cristiano de Cuba cursos de matrimonios, o de homilética bíblica. Gracias a Dios, hace muchos años, esto no es necesario. Sin embargo, la acreditación que confieren las universidades y facultades teológicas de los países desarrollados sí es muy necesaria. Muchos rechazan el esforzarse en pro de adquirir un título reconocido, pero este abre puertas anchas al desenvolvimiento del ministerio, y le da reconocimiento académico al que lo recibe. No basta con estudiar, es necesario acreditarse, y esa es un área donde Cuba, históricamente, flaquea. Sostengo que la enseñanza acreditada está entre las tres necesidades perentorias de la Iglesia en la isla.
El apoyo económico se explica solo. La Iglesia cubana, y el cubano en general, carecen de solvencia para construir un templo, siquiera reparar su plomería, o batallar contra las inevitables grietas de sus paredes. El 95% de los pastores no tiene transporte personal, y los miembros de las iglesias esperan apoyo económico frente a las crisis familiares, que alcanzan su punto más álgido en las enfermedades y muertes. Los recursos con que se apoya a las comunidades son un instrumento eficaz a la hora de expresar el amor de Cristo hacia los vecinos del templo, pero son muy costosos. La impresión de literatura cristiana supone inversiones elevadas que no pueden esquivarse; se trata de biblias (para lo que Cuba moviliza permisos especiales internacionales), tratados evangélicos, o libros.
La ministración en el Espíritu tiene que ver con el hecho de que abunda una buena predicación en la isla, pero la ministración en el Espíritu, siempre necesaria, es más urgente que nunca. Cuba es, además, un lugar de mucha hechicería, donde se sienten con fuerzas las tinieblas desde que se abandonan las aguas internacionales para entrar a territorio insular. Quién vaya al verde caimán debe de estar seguro de que Dios le envió. Insisto en que no necesita el evangelio cubano y su pueblo, en general, la explicación en el púlpito de Juan 3: 16. Cuba necesita de hombres y mujeres que se paren ardiendo frente a las congregaciones, y confronten el desorden y la necesidad “con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios” (Ro. 15: 19a). Eso necesita.
Más de una vez me han hecho la pregunta, y siempre he dado la misma respuesta, solo que, con los años, me he visto cambiando el orden de los puntos, hasta el extremo de que, frisando la ancianidad, los he invertido completamente. Es así como, al contestar hoy, afirmo que Cuba necesita:
1. Ministración en el Espíritu
2. Apoyo económico
3. Enseñanza acreditada
Creo que así es más bíblico.
NECESITAMOS URGENTE QUE BEL ESPÍRITU DE DIOS SE MUEVA EN CUBA,
ResponderEliminarESTOY DE ACUERDO ..