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martes, 12 de junio de 2018

Francisco Quintero Labrada. Con el Señor

Rev. Francisco Quintero, de pie, al centro.
1965-XXVI Convención Anual-Holguín. 



El pastor Francisco Quintero Labrada nació el 4 de octubre de 1932, en Los Guayos,[1] para entonces locación del norteño Puerto Padre, en Las Tunas. Conoció al Señor a la temprana edad de dieciocho años, bajo los pastorados sucesivos de Hilda Reffke y Kerry González. Se graduó en el Instituto Bíblico Pentecostal de Manacas, Las Villas, en octubre de 1954 y ese mismo año aparece en los Anuarios del Instituto como Administrador del plantel. Sería más adelante uno de sus profesores. Estudió además en el Instituto Bíblico de Isleta, Texas, donde alcanzó a graduarse en el año 1957, regresando de inmediato a su terruño con el fin de sumarse al trabajo.[2] Pastorea para entonces en El Níspero y regresa a los Estados Unidos, desde donde vuelve a Cuba en 1959, reincorporándose al trabajo en ese mismo Templo. Pastorearía aún soltero los Templos de Ranchuelo y Santa Lucía.
Desplegó una significativa hoja de servicios en la Directiva Nacional de los Embajadores de Cristo, en la que fue electo primero como Vice-Presidente Nacional en 1960,[3] y luego como Presidente Nacional, en 1961.[4]
Se encontraba presente en la dramática XXII Convención Nacional la Iglesia Evangélica Pentecostal en Cuba (Asambleas de Dios) en 1961, dirigiendo su culto evangelístico la noche del 27 de junio, al frente de los Embajadores de Cristo.[5] Fue testigo, en ese inolvidable evento, de la intervención del Espíritu Santo en los negocios de la asamblea.
En ese mismo año parte hacia el Instituto Bíblico Pentecostal de Manacas, con el propósito de proyectar nacionalmente el trabajo del Departamento de los Jóvenes.[6]
El 25 de octubre de 1961 se une en matrimonio a quien sería su compañera en la vida y el ministerio: Ana Julia Ortiz Reyes. La ceremonia tendría lugar en el Templo de El Níspero;[7] ofició el Rev. Eolayo Caballero González, Superintendente Nacional recién electo.[8] Tendrían tres hijos: Julia Esther, que nació el 14 de abril de 1963; Francisco, que nació el 31 de octubre de 1965, como un excelente regalo por el día del ministro, y Rebeca, que vino a la vida el 24 de diciembre de 1970.[9]
El pastor Quintero y su esposa Julia fungían en el profesorado del Instituto Bíblico de Manacas en el contexto de su intervención, en marzo de 1963. Julia de Quintero se encontraba en los días finales del embarazo de su primera hija. La pastora Esther Quintero, hermana de Francisco, graduada también del Instituto Bíblico de Manacas en 1955, tuvo que trasladarse hasta allá para ayudarla en la evacuación y a la par, vivir a su lado aquellos aciagos días.
El matrimonio siguió adelante e iniciaron el pastorado de Camagüey (Templo Central). Francisco Quintero llegó a ser Secretario Nacional de la Obra. Se desarrolló como pastor, presbítero y líder departamental. Cuando se fundó el ministerio de capellanía el 9 de mayo de 2000, se incorporó de inmediato a él, sirviendo en este difícil viñedo hasta sus últimos momentos.[10]
Partió para estar con el Señor el 7 de diciembre de 2015, a poco de haber cumplido ochenta y tres años de edad. Al conocerse la triste noticia, los Oficiales Generales de la Iglesia Evangélica Pentecostal de Cuba (Asambleas de Dios), bajo la dirección del Superintendente General, Rev. Eliseo Villar Acosta, se trasladaron de inmediato hasta la ciudad de Camagüey y honraron las exequias de este insigne hermano, a quien la Organización Nacional recordará siempre con admiración y gratitud.
El pastor Guillermo Fuentes, Superintendente General de las Asambleas de Dios en México entre 1960-1980, dijo de él: “Francisco Quintero era abierto tratando temas sociales que en aquel momento a la gente le causaba temor abordar. Sabía ser crítico y no tenía miedo”.[11] El veterano Rev. Benjamín de Quesada, afirmó: “Quintero tenía la habilidad de llevarse bien con todo el mundo. Era muy asequible y su amistad era fácil conseguirla porque era una persona sin barreras para los demás”.[12] Su esposa, la Revda. Ana Julia Ortiz Reyes, quien estuviera a su lado por más de medio siglo, resumió: “Compartimos cincuenta y cuatro años de matrimonio y tuvimos siempre una comunicación ejemplar. Nos llevábamos muy bien. Le recuerdo como un buen esposo”.[13]
Reciba toda la familia y lo que bien le quisieron la expresión de respeto y merecido reconocimiento de toda la Organización, que no olvidará jamás la fidelidad con la que permaneció siempre al lado de sus hermanos. Disfrute el pastor Francisco Quintero Labrada el descanso eterno de los redimidos, porque “Estimada es a los ojos de Jehová la muerte de sus santos” (Sal. 116:15).




[1] Los Guayos. Actualmente pertenece a Las Parras, municipio Majibacoa, Provincia Las Tunas. (Artículo: “Los Guayos”, Ecured, 2016)
[2] Esther Quintero Labrada. E-mail recibido el 19 de enero de 2016. Usado con permiso.
[3] Gerardo de Ávila, “Crónica de la XIII Convención”, LAP, junio de 1960, p. 9.
[4] Melba Aguilera, “¡Juventud en marcha!”, LAP, abril de 1961, p. 5.
[5] Kerry González, “Recuerdos de la XXII Convención”, Suplemento especial, LAP, julio-agosto de 1961, s.p.
[6] Margarita McClendon, “Noticas de aquí y de allá. Presbiterio Camagüey Oriental”, LAP, septiembre de 1961, p. 12.
[7] Margarita McClendon, “Noticias de aquí y de allá. Matrimonios”, LAP, noviembre de 1961, p. 12.
[8] Julia Ortiz Reyes, entrevistada por O. Ríos, enero de 2016.
[9] Ibíd.
[10] Francisco Quintero, entrevistado por O. Ríos, vía electrónica, 5 de octubre de 2012, 10:57 PM.
[11] Guillermo Fuentes, entrevistado por O. Ríos, julio de 2014. Oficina Nacional de la IEP de Cuba (Asambleas de Dios).
[12] Benjamín de Quesada, entrevistado por O. Ríos, 8 de octubre de 2015
[13] Julia Ortiz Reyes, entrevistada por O. Ríos, enero de 2016.

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