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jueves, 14 de junio de 2018

La cremación

A lo largo de la historia, las sociedades han escogido los más disímiles y extraños caminos respecto al tratamiento y destino final de los cuerpos sin vida de sus miembros: enterramientos, cremaciones, elaborados mausoleos con bebidas y comidas, momificaciones, exposición a los buitres, comida para caníbales (1), lanzamiento de los cadáveres a los ríos para sostener a los divinizados cocodrilos ―costumbre en algunas regiones de la India―; estos y demás son solo ejemplos de lo poliédrico que resulta el tema en la historia.
Pese a que la cremación ―destrucción del cadáver humano por medio del fuego (2) ―, es un procedimiento muy antiguo, las presiones actuales de la explosión demográfica le dan el status de una moda con proyección creciente. Los que abogan en su favor alegan que es un proceso fácil, rápido y económico, ahorra espacio en los cementerios, protege el ADN de la persona fallecida ya que éste no se podrá utilizar para clonaciones ilegales (3), y libra finalmente a la familia de presiones futuras relacionadas con el sostén y cuidado de la tumba.
Hasta el 5 de julio de 1963 la disciplina católica canónica era severa en lo tocante a la cremación de los fieles (4). Luego de casi un siglo de discusiones, el Concilio Vaticano II, estableció: “La Iglesia aconseja vivamente que se conserve la piadosa costumbre de sepultar el cadáver de los difuntos; sin embargo, no prohíbe la cremación, a no ser que haya sido elegida por razones contrarias a la doctrina cristiana” (Código de Derecho Canónico, canon 1176 §3) (5).
Las ortodoxias judías y cristianas, siempre la rechazaron como indigna del respeto debido al cuerpo humano (6). El escritor judío Doron Kornbluth, señaló: “¿Quemamos las cosas que amamos? Piensa en tu primera mascota. Quemamos la basura y enterramos el tesoro. Es por eso que, enfrentados por las primeras lecciones de mortalidad de la vida ―el gatito o el conejito muerto... ―, la mayoría de los padres buscan cajas de zapatos y palas en lugar de encender madera o asados” (7). Tras pecar, Adán recibió de Dios, en el huerto del Edén, palabras muy sugerentes respecto al destino natural de los restos mortales: "Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás" (Gn. 3:19). 
El entierro y la cremación reflejan dos actitudes radicalmente diferentes, y dos formas mutuamente excluyentes de ver el mundo y de entender nuestro lugar en él. La descomposición de una planta o de una criatura viviente crea fertilizantes. Los elementos intrínsecos no son alterados, son devueltos a la tierra. No es por tanto sorpresa que El Talmud compare el entierro a una forma de plantar (8).
Desconfíe de lo que nunca fue una práctica cristiana; la cremación nunca lo fue; contiene un mensaje de extinción que diverge de la expectativa de la resurrección y da a los restos mortales un tratamiento que se aleja infinitamente de la dignidad que tuvieron. En algún lugar leí que una caravana fúnebre de la Iglesia que pastoreaba el célebre Dwight L. Moody, apuraba su paso por las calles, rumbo al cementerio. Moody ordenó detenerla, se bajó de su carruaje y personalmente se dirigió al cochero que conducía el féretro, para decirle: “Vaya despacio; ese que lleva ahí fue un templo del Espíritu Santo” (9).
Unidos, acerquémonos respetuosamente a la tumba en que descansan los restos de Spurgeon, el príncipe de los predicadores de Inglaterra, y leamos la lápida que se levanta allí, porque desde ella, con relación a este tema, nos predica un último sermón, el más insigne predicador inglés de todos los tiempos:

Aquí yace el cuerpo de Charles Haddon Spurgeon
Esperando la aparición de su Señor y Salvador Jesucristo (10).

Charles Spurgeon (1834-1892)
 

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1. Doron Kornbluth, “¿Cremación o entierro? Una perspectiva judía”. Accedido el 6 de marzo de 2015, 2:00 PM.  http://www.aishlatino.com/authors/48259782.html
2. “¿Qué dice la doctrina católica sobre la cremación de los cadáveres?”. http://www.fatima.pe/seccion-1-la-palabra-del-sacerdote#tema-18-eternidad   Accedido el 6 de marzo de 2015, 2:00 PM.
3. S.a. “Cremación o entierro”, http://www.redfuneraria.com/sobre-nosotros   Accedido el 6 de marzo de 2015, 2:00 PM.  http://www.aishlatino.com/authors/48259782.html
4. “¿Qué dice la doctrina católica sobre la cremación de los cadáveres?”. Ibíd.
5. Ibíd.
6. Ibíd
7. Doron Kornbluth, “¿Cremación o entierro? Una perspectiva judía”. Ibíd.
8. Ibíd
9. Octavio Ríos, Sermones escogidos, p. 1.
10. Orlando Boyer, Biografías de grandes cristianos, T. II, p. 81, edición digital. Equipo internacional E-Sword. Biblioteca Hispana, T. 1 y 2.



2 comentarios:

  1. Buenísimo!, en un momento neurálgico, donde los creyentes, se van tras esta práctica, en la mayoría de los casos, por falta de instrucción al tema.

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    1. Mucho agradezco su evaluación del artículo. Puede resumirse en una sola expresión: desconfiemos de lo que nunca fue una práctica cristiana en veinte siglos de historia, desconfiemos. Dios le bendiga.

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