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sábado, 26 de diciembre de 2020

Versión moderna de la Biblia del Movimiento de la Prosperidad

Estoy preparando para este año que comienza, una edición de la Biblia apropiada a la moderna «Teología de la Prosperidad», movimiento también conocido como «confesión positiva» o «Palabra de Fe». Como hay una serie de textos bíblicos que no encajan en tan «reputada» doctrina contemporánea debo hacer cambios significativos. Será un proceso laborioso. Empecemos por I de Reyes 18: 36, 37: “Jehová Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas. Respóndeme, Jehová, respóndeme, para que conozca este pueblo que tú, oh Jehová, eres el Dios, y que tú vuelves a ti el corazón de ellos”. Elías está rogando en el Monte Carmelo que descienda fuego del cielo y consuma el holocausto, y el pueblo vea que Jehová es el Dios verdadero. Este texto está, obviamente, defectuoso. Eso de estar rogando no encaja. Este texto debe de ser traducido como: “Yo decreto, por la autoridad que me ha sido dada, que ahora mismo, cae fuego del cielo sobre este holocausto. Profetizo una llama viva, para que toda esta gente vea la clase de poder que yo tengo, y entonces… ¡ofrenden!”. Ahora sí se ve bien.

En la versión moderna de la Biblia de la «Teología de la Prosperidad» no cayó fuego del cielo, sino dinero. Eso es más atractivo. Su lectura traerá más «convertidos».

El texto de Jesús suplicando, y no declarando, es «espurio» para la tal doctrina; no debe entonces de aparecer. Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente” (He. 5: 7). Algo tan humilde no encaja tampoco. No hay dudas que, para aquellos que esperan una declaración regia de confesión financiera y proclamación de autoridad, es decepcionante.

Santiago 2: 5, hay que retirarlo inmediatamente: “¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?”. ¡Oh, cuánto daño hace ese texto! En caso de que cree problemas quitarlo, entonces lo escribiré con letras muy pequeñas, y en las notas al pie aclararé que no aparece en los manuscritos griegos más antiguos. Como a nadie le interesa verificarlo, así estará bien. Nuestros predicadores deben de ser instruidos para que nunca lean un texto así.

Gálatas 2: 10, donde se lee “que nos acordásemos de los pobres”, debe traducirse como: “acordaos de pedirles dinero a los pobres”. Se refiere a qué es más fácil pedirle dinero a los pobres bajo la promesa de que así prosperarán. Recuerde que, con los ricos, eso no funciona, ellos ya prosperaron.

Sin dudas que tendré mucho éxito con esta publicación. Será un best seller. Son cientos de miles los que correrán a comprarla, los que ya cambiaron la Biblia en sus corazones, los que quieren que signifique lo que no significa.



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