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domingo, 6 de diciembre de 2020

La integridad escritural de Juan 5: 1-9

En el conocido pasaje bíblico en que Jesús sana al paralítico en el estanque de Betesda, se lee:

 

1. Después de estas cosas había una fiesta de los judíos, y subió Jesús a Jerusalén. 2. Y hay en Jerusalén, cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos. 3. En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos, que esperaban el movimiento del agua. 4. Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese. 5. Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. 6. Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ‘¿Quieres ser sano?’ 7. ‘Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo’. 8. Jesús le dijo: ‘Levántate, toma tu lecho, y anda’. 9. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo (Jn. 5: 1-9a).

 

Es curioso que la crítica liberal ataque con tanta saña el versículo 4: “Porque un ángel descendía de tiempo en tiempo al estanque, y agitaba el agua; y el que primero descendía al estanque después del movimiento del agua, quedaba sano de cualquier enfermedad que tuviese”. Tratando de restar credibilidad a la versión Reina-Valera, la crítica liberal considera estas palabras interpolaciones, es decir, agregaciones que no se encuentran en manuscritos griegos antiguos a los que asignan mayor grado de confiabilidad respecto a los autógrafos (originales). ¿Sabe por qué es curioso?, porque la misma crítica liberal que ataca el versículo 4, acepta como legítimo el versículo 7: “‘Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo’”. Este versículo 7, aparece en los manuscritos usados para una versión tan antigua como la Pishitta (170 DC.), la Itala y la Vulgata. Ireneo (130 DC.), obispo de Lyon, cabeza de la Iglesia de Antioquía de Siria, citó íntegro Juan 5: 1-11. Tertuliano (170 DC.), cabeza de la Iglesia de Cartago, hizo otro tanto. Los que tuvieron a su alcance el Evangelio de Juan en los siglos II, III y IV confirmaron la completa autenticidad del pasaje de modo que el versículo 4 no fue interpolado, sino eliminado por uno o más copistas en siglos posteriores al momento en que se escribió (1).

No desprecie la Reina-Valera, es la reina de las versiones de la Biblia al español. Volveremos sobre el tema.

 

 

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(1) Domingo Fernández y César Vidal. Conspiración contra las Sagradas Escrituras. Tegucigalpa: Peniel, 1997.

 



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