En los avatares de la vida seguramente te tocó ver a ladrones haciendo de tesoreros o a analfabetos sentados en sillas de doctores. Al preguntar te contestaron: “Así lo decidió la mayoría”. Concluyes entonces que, tales cosas, fueron la voz de las mayorías.
Un viejo amigo, en mi lejana Cuba, me dijo un día: “Si Dios existiera la mayoría lo creería. Ustedes los cristianos son solo dos o tres… En Cuba los ateos somos la mayoría, y la mayoría, por lógica, tiene la razón”. Como nunca tuve acceso a Internet tardé años en saber que los ateos apenas frisaban el 18% de la humanidad. Entendí entonces que también existían algunos caminos por los que las minorías trataba de parecer mayorías.
“Somos mayoría —dicen los humanistas—, controlamos las escuelas, las universidades, la cultura, la moda, el mundo; todo es nuestro, y lo queremos compartir contigo y con todos los que acepten que tenemos la razón y nos sigan”. Debe ser en premio a tan extensiva bondad que son mayoría, y no hay dudas, deben tener razón en todo lo que dicen, solo que a veces, entre alucinados ensueños creo entrever que fueron mayorías las que llamaron locos a Colón y a Pasteur. Controlaban los medios de información. Trazaban por el voto, la línea de cordura. Las minorías que seguían caminos discordantes resonaban para entonces como ecos alocados…
No discutamos más: las mayorías tienen la razón, sigamos detrás de ellas. “Comamos hierba; millones de vacas no pueden estar equivocadas” (1).
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(1) Expresión de Facundo Cabral. “Come yerba”. Reflexión. https://www.youtube.com/watch?v=iCThq4Eijjc Acedido: 22 de septiembre de 2020, 5: 38 PM.
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