El poder de recordar en un ser humano es muy superior a lo que muchos pueden imaginar. El problema no está en la capacidad per se; casi todas las personas tienen un poder promedio de fijación; la traba está en que la gente no sabe preparar el recuerdo por desconocer las leyes que regulan el comportamiento de la memoria.
Dos cosas son importantes para poder memorizar; pueden ser reconocidas como dos leyes; la primera es la asociación; la segunda es la repetición. Ya me explico.
Primera ley de la memoria: la asociación.
No podemos recordar algo si no lo asociamos a conceptos, recuerdos o vivencias en general. Relacionar algo nuevo que vi hoy, con algo que ya sé, es clave en el recuerdo. Si yo le escribo la siguiente lista y le exijo que me la repita tras leerla, no lo logrará probablemente.
Vaca
Queso
Ratón
Gato
Puerta
Perro
Guerra
Juez
Dinero
Sin embargo, si vincula las palabras de la lista relacionándolas entre sí por asociaciones, digamos la vaca dará la leche de dónde sale el queso, manjar dilecto del ratón, enemigo natural del gato, que es un animal que sale por la puerta a encuentros con el perro del vecino, en una inevitable guerra, que puede ir a pagar a un juez que exigirá pagos de multas con dinero, se sorprenderá cómo lo recuerda.
Todo alumno de ciencias o de humanística tuvo que ingeniárselas con cientos de recursos de asociación para poder recordar miles de datos de información. En la vida diaria se nos imponen vivencias y nos sorprende cómo no recordamos después dónde o cuando fue que ocurrieron. En los tales casos lo que fracasó no fue la memoria, sino nuestra voluntad de asociar. Luche por ser observador. Si llega a una agencia fíjese en los relojes de la pared, en la ropa que viste la gente, en los muebles, el decorado de las cortinas el enlosado del suelo, el techo. Uno de esos recursos será luego útil en el recuerdo cuando surja por asociación vinculado a lo que allí pasó. No tenga los detalles como una carga ominosa e innecesaria. Son auténticos recursos del recuerdo que se reforzará cuantos más elementos de asociación tenga.
Segunda ley de la memoria: la repetición.
La escritora uruguaya-española Carmen Posadas, Premio Planeta, 1998, dijo: “Nada se aprende, de si se lee una sola vez” (1). Todo se recordará mejor si la huella que deja lo que se lee, oye o vive, es mayor en el recuerdo; de ahí la importancia de la repetición.
Tal vez el reconocimiento de la importancia de la repetición esté detrás de las palabras de Pablo a los filipenses cuando les escribe: “A mí no me es molesto el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es seguro” (Fil. 3: 1).
Aproveche esos tiempos de ocio en que espera pasivamente a ser atendido; largas filas para pagar, reparar el artículo que lleva o reinstalar el sistema operativo de su laptop, cuánto tiempo se pierde en gestiones, pero, si ha aprendido la importancia de la repetición, ese tiempo no será como algo perdido. Repita conceptos, ideas, luche por memorizar lo que leyó ayer; se tiempo de aparente ocio será inmensamente productivo.
Como estudiante de la Universidad tuve que saber lo que era estar una larga hora en un bus para poder llegar al aula. Le aseguro que era este, sin embargo, un tiempo beneficiosamente aprovechado en que fijaba a través de la repetición largas formulaciones estructurales de la intimidante bioquímica o de la no menos tortuosa anatomía.
Usted sí tiene buena memoria, solo que tal vez no ha aprendido a usar los recursos que fijan los recuerdos. Haga el esfuerzo: asocie y repita. Se va a asombrar.
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(1) Carmen Posadas. Nueva Revista. Entrevista a Carmen Posadas. https://www.youtube.com/watch?v=sQzYujJIrUAPublicada: 26 de abril de 2018. Accedido: 10 de julio de 2020, 6:05 PM.
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