Translate

sábado, 4 de julio de 2020

¿Cómo debo decir: “en vísperas”, “en víspera” o “la víspera”?

En vísperas

La expresión “en vísperas”, que indica un suceso en un tiempo inmediatamente anterior, va siempre en plural. Es así que lo correcto es escribir: “en vísperas” (1). El error de escribirlo en singular en frecuente aun en el periodismo profesional.
Ejemplo del uso correcto de “en vísperas”: “En vísperas de la Guerra de Independencia israelí y en su transcurso, era evidente una clara simpatía hacia la posición de los árabes...” (2).

La víspera

Si lo que se quiere explicar es que un hecho ocurrió el día anterior, entonces lo correcto es recurrir a la expresión: “la víspera” (1).
Ejemplo del uso correcto de “la víspera”: “El calor del verano es propicio para numerosas verbenas, que tenían lugar en la víspera de San Antonio, de San Juan, de San Pedro, y de otras festividades” (3).
Recuérdese que el “día anterior” en la Biblia es en el mismo día para la cultura contemporánea, porque para los judíos el día comenzaba a las 6:00 PM. El Señor Jesús muere por los pecados del mundo a las 3:00 PM, del viernes santo. A las seis comenzaba el sábado (día de reposo nacional judío). Solo quedan tres horas, que se abrevian con el descenso del cadáver y la preparación mínima que le hacen. Por eso el evangelio de Marcos usa la expresión: “Cuando llegó la noche, porque era la preparación, es decir, la víspera del día de reposo...” (Mr. 15: 42). 
La expresión “la víspera” se usa mucho en artículos periodísticos porque con frecuencia estos publican hoy lo que pasó ayer.
En resumen: La expresión “la víspera” tiene que ver con sucesos que ocurrieron el día anterior, mientras que la expresión “en vísperas” (nunca lo escriba en singular) tiene que ver con sucesos inmediatos, pero no relacionados con el día anterior. El excelso escritor y poeta cubano José Martí Pérez, heraldo de la independencia de Cuba, usa esta expresión en la última carta que escribe a su madre, Leonor Pérez Cabrera, el 25 de marzo de 1895, desde República Dominicana. Él desembarcaría en Cuba en la expedición Gómez-Martí el 19 de abril de 1895, veinticinco días después. Utiliza entonces la expresión “en vísperas” y no “la víspera”. Por la belleza de la carta que casi todos los niños cubanos aprendimos de memoria un día, a fuerza de repetir, se transcribe completa (negritas del autor de este artículo):

Montecristi, 25 de marzo de 1895.
Madre mía:
Hoy, 25 de marzo, en vísperas de un largo viaje, estoy pensando en usted. Yo sin cesar pienso en usted. Usted se duele, en la cólera de su amor, del sacrificio de mi vida; y ¿por qué nací de usted con una vida que ama el sacrificio? Palabras, no puedo. El deber de un hombre está allí donde es más útil. Pero conmigo va siempre, en mi creciente y necesaria agonía, el recuerdo de mi madre.
Abrace a mis hermanas, y a sus compañeros. ¡Ojalá pueda algún día velos a todos a mi alrededor, contentos de mí! Y entonces sí que cuidaré yo de usted con mimo y con orgullo. Ahora, bendígame, y crea que jamás saldrá de mi corazón obra sin piedad y sin limpieza.
La bendición. Su J. Martí.
PD/ Tengo razón para ir más contento y seguro de lo que usted pudiera imaginarse. No son inútiles la verdad y la ternura. No padezca (4).


__________

(1) Redacción. “'En vísperas', no 'en víspera'”.  
https://www.lavanguardia.com/cultura/20120924/54351046112/en-visperas-no-en-vispera.html Publicado: 24 de septiembre de 2012. Accedido: 30 de junio de 2020, 10: 50 PM.
(2) Raanan Rei. Franco, Israel y los judíos”.  Madrid: Taravilla, 1996, p. 24.
(3) Vinciane Trancart. Visiones desafinadas. Zaragoza: Prensas de la Universidad de Zaragoza, 2019, p. 46.
(4) José Martí. Obras Completas. Tomo XX. Epistolario, 1895. La Habana: Editorial Ciencias Sociales, 1991, p. 475.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Su comentario a este artículo se recibe con respeto y gratitud.