El Rev. Isnaldo Echevarría Ramos fue pastor del importante Templo de las Asambleas de Dios en Santa Amalia, La Habana, Cuba, entre 1980 y 1987. Me fue en el tiempo por honroso predecesor. Hizo allí un trabajo encomiable, grande y difícil. Se recuerdan en su favor las campañas evangélicas que impulsó. Hoy me venía a la memoria histórica la que se registra con el inolvidable Bartolomé Gregorio Lavastida, fundador de la organización evangélica “Los Pinos Nuevos”, con historia en Cuba desde 1928. Carlos Juan Valdés de la Osa, miembro local activo para entonces, evoca aquellos momentos desde su interesante perspectiva personal:
Isnaldo Echevarría invitó a Lavastida para que nos diera una campaña evangélica. Fue así que conocí al célebre Lavastida; él tenía casi cien años; estaba limpiecito siempre; era todo orden. Aproveché y le pregunté, después del culto, exactamente a qué presidente de la república era que él le iba a hacer el atentado cuando se convirtió: ¿Mario García Menocal? ¿José Miguel Gómez? Me contestó: “José Miguel Gómez”. Aquella conversación fue tan refrescante para él, que le pidió al pastor Isnaldo que me llevara por allá.
De modo personal me dio su consejo con respecto a la Biblia. Me dijo:
“Créela para que seas salvo.
Practícala para que seas santo.
Estúdiala para que seas sabio”(1).
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(1) Carlos Juan Valdés de la Osa. Entrevistado por Octavio Ríos Verdecia, 9 de febrero de 2014, 1:00 PM. Usada con permiso.
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