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sábado, 25 de abril de 2020

Antonio Pupo González (1936-1992)


A finales del año 1992, el 11 de diciembre, llega a todos la triste noticia de la partida a la eternidad del pastor Antonio Pupo González. Pocos días antes habíamos recibido una llamada telefónica del superintendente, Rev. Humberto Martínez Sabó. Estaba muy preocupado por el estado del pastor, que se agravaba por día, y querían se le brindara la mejor asistencia posible. Es así que hicimos coordinaciones en la sala de cuidados intermedios del Hospital Docente Clínico Quirúrgico “General Calixto García”, donde trabajamos diez largos años. Nunca olvidaré la triste escena de la llegada de la ambulancia, a la que esperé en la entrada, el cuerpo casi inerte del pastor, y las palabras del superintendente, que venía con él, y me dijo, tal vez porque me ensombrecí: “…sabemos que la vida y la muerte son de Dios”.
 Con el mayor respeto y amor acomodamos al Rev. Pupo, en la mejor ubicación de la sala. Personalmente le instalé un monitor. Le pregunté cómo se sentía; casi sin vida, me respondió: “Bien…” Muy pocos días después, en un contexto de calma y paz profunda, el Señor le llamó.
De origen muy humilde, nació el 18 de febrero de 1936, en un ambiente campesino. Hijo de Antonio Pupo Pupo y María Gonzáles Pupo, creció acompañado por tres hermanas y un hermano. Con solo diecisiete años vino a la fe, en la remota Aguada de Holguín, oriente cubano, bajo el pastorado de Argelio Sánchez. Con señales visibles de llamamiento, fue enviado pronto al Instituto Bíblico Pentecostal de Manacas, de donde egresó triunfal.
Todavía soltero, inicia un pastorado en la obra de Ranchuelo; allí se une en la vida y el ministerio con Rosaura Domínguez Domínguez. compañera de estudios del mismo Instituto Bíblico; juntos van a atender la obra en El Níspero, Las Tunas. Se trasladan posteriormente a Grúa Nueva, actual Ciego de Ávila, donde tienen un fructífero ministerio de trece años, desde 1966 hasta 1979, y desde allí inician su último pastorado, en El Rosario, municipio Arroyo Naranjo, La Habana, donde permanecen hasta que el Señor le llamó. Pastores enviados al ministerio, como Francisco García, Orlando Pérez, Ángel Toledo, Abraham Pupo y Moisés Pupo, son parte de su legado (1)Este último, hijo del pastor, y por muchos años directivo nacional del sistema educativo de las Asambleas de Dios de Cuba, nos deja sentidas memorias del ministerio de su padre, cuando relata:

Eran los primeros años de 1970, en Grúa Nueva, y mis padres enfrentaban las batallas que muchos de los pastores sostenían por mantener la iglesia viva, a pesar de la oposición y circunstancias de ese tiempo. Era necesario cambiar el techo del templo, guano y madera, y con los materiales ya sacados del monte y con los permisos necesarios para realizar el trabajo, llegan las autoridades y decomisan todos el guano y la madera que ya estaba lista, y se llevan o arrebatan los permisos para poder realizar la renovación del techo del templo. Frustración, enojo y cuántos otros sentimientos afloraban entre todos los feligreses de aquella congregación en un pequeño poblado de la provincia de Ciego de Ávila [centro de Cuba]. La historia terminó en que mi papá y los demás hermanos de la iglesia decidieron ir al monte, volver a cortar las palmas de guano y la madera para remodelar el techo. Me recuerdo perfectamente, a pesar de que tenía unos 4 años aproximadamente, caminando dentro del monte buscando lo necesario para la labor. Todos se pusieron de acuerdo, y en una noche se desmontó y se volvió a poner el techo del templo. Cabe señalar que, en esta ocasión, fue sin los permisos necesarios. Al otro día, cuando todos pasaban, y ya había nuevo techo en el templo...
En 1979 mis padres van a pastorear a la congregación, ubicada en el barrio de El Rosario, municipio Arroyo Naranjo, en La Habana. Las condiciones no eran muy diferentes. En ese tiempo no se respetaba a la iglesia, lanzaban piedras, huevos, entraban e interrumpían los cultos. Recuerdo que, muchas veces, se terminaba con la policía interviniendo en las grescas que se daban entre los hermanos de la iglesia y los inconversos que eran los iniciadores de estos hechos (principalmente mis hermanos eran los mayores defensores). Muchas veces mi papá era ofendido y agredido, pero agradecemos a Dios la victoria obtenida, el respeto alcanzado y el desarrollo futuro de esa congregación (2).
  

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(1) Sara Pupo, entrevistada por O. Ríos, vía electrónica, 18 de diciembre de 2018, 4:00 PM. Usada con permiso.
(2) Moisés Pupo Domínguez. Datos tomados de su comentario Facebook. 25 de abril de 2020, 10:50 AM. Usado con permiso.


4 comentarios:

  1. Si recuerdo muy bien, y con cariño el ministerio Pupo Domínguez.
    Fueron siervos de gran estima en la obra del Señor

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  2. Sí recuerdo muy bien el Ministerio Pupo Domínguez fueron siervos de Gran estima en la obra del Señor

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  3. Que lindo escrito. Fueron mis primeros pastores en la iglesia del Rosario, Cristo rompe las cadenas. Aunque entonces yo era solo una niña recuerdo siempre con mucho amor a esta hermosa familia.

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  4. Muy bonito ,interesante y triste a la vez ,yo también asistí a la Iglesia del Rosario cuando el Pastor Pupo que cariñosamente le llamábamos ,lo recuerdo como si fuera hoy ,todo lo que pasamos en la Iglesia del Rosario pero al final de la batalla salimos victoriosos ,muchos estamos espantosos por diversos países pero siempre con el recuerdo .Fue un hombre humilde y obediente a Dios.

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