Jemi Peres, hijo del Primer Ministro israelí, Shimon Peres, recordaba en una oportunidad: “Mi padre solía decir que sólo eres tan grande como la causa a la que sirves” (1). No puedes oír eso sin quedarte pensando, porque es una gran verdad. Ese es el camino por el que cada persona debía reflexionar con relación a la dimensión de la vida que ha vivido. ¿Al servicio de qué causa he puesto mis fuerzas, mi talento, mis finanzas? De la respuesta que se dé a esa pregunta, depende la medida de grandeza que podamos apreciar en cada uno de nosotros.
Un soldado es grande con la grandeza que le da la patria que defiende. Un médico es grande por el valor inmensurable de la vida humana por la que lucha. Un político honesto es grande por la grandeza de significado que tiene la sociedad por cuyo bienestar trabaja.
Sin dudas que hay muchos caminos de significativa grandeza, pero no hay alguien que llegue a ser más grande que un verdadero cristiano, porque no hay causa mayor que el evangelio. Esto no puede de ningún modo llevar a una perspectiva de arrogancia, porque aquel que es el más grande definió el evangelio como una vida de servicio, y dijo: “…el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos. Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Mr. 10: 43-45).
El cristiano es grande, con la grandeza que da el evangelio del amor y el servicio.
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(1) Infobae. “El hijo de Shimon Peres dijo que su padre ‘amó al pueblo de Israel hasta su último suspiro’” https://www.infobae.com/america/mundo/2016/09/28/el-hijo-de-shimon-peres-dijo-que-su-padre-amo-al-pueblo-de-israel-hasta-su-ultimo-suspiro/ Publicado: 18 de septiembre de 2016. Accedido: 2 de octubre de 2020, 12: 50 AM.
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