Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho (Jn. 1: 3).
Nunca tuve facilidad para la filosofía. Creo que, en general, nadie la tiene porque, como ciencia, es el epítome de la abstracción humana. Encima de todo, nunca tuve buenos profesores para esta asignatura. Los que nos imponían eran más bien ideólogos marxistas, que reducían todas las cosas a: “Lenin dijo…,”, y asunto concluido. Esto llevaba, obviamente, a serias lagunas que tenían que ver con el hecho de que ellos no entendían algunas de las cosas que explicaban. Un ejemplo de esto tenía lugar cuando les tocaba hablar acerca del llamado idealismo subjetivo. Una tarde, la profesora nos dijo: “Los idealistas subjetivos afirman no solo que el espíritu es primario sobre la materia, sino que, además, la existencia de la materia depende de que el espíritu la perciba; si no hay un espíritu que la perciba la materia no existe. Pregunté: “Ellos están diciendo que, si yo cierro los ojos, ¿todo esto desaparece?”. Respuesta de la profesora: “No, porque nosotros, los demás que estamos aquí, lo percibimos”. Pregunté entonces, en un tono de avanzada duda: “¿Y si todos cerramos los ojos...?”. La profesora encogió los hombros y alzó las cejas, en esa típica expresión cubana de “vaya usted a saber entonces qué pasará”.
No era posible que una escuela filosófica dijera un absurdo tan grande y pasara a la historia como algo digno de ser registrado, y es que no era eso lo que estaban afirmando. De ser así no existiría en California una ciudad llamada Berkeley, en honor al más alto exponente de la filosofía idealista subjetiva, que es George Berkeley (1685-1753); ni se le extendería el nombre a su reconocida Universidad, que ha dado entre sus ex alumnos y profesores ciento diez premios Nobeles, veinticinco ganadores del premio Turing, catorce medallistas Fields, veintiocho premios Wolf, ciento tres ganadores del MacArthur “Genius Grant”, treinta premios Pulitzer, siete jefes de estado; seis jueces principales, incluido un presidente del Tribunal Supremo de los Estados Unidos (1); veintidós funcionarios a nivel de gabinete, once gobernadores y veinticinco multimillonarios vivos (2). Esta prestigiosa sede educativa se encontraba en 2016, en el puesto número uno en el ranking de las universidades estatales de los Estados Unidos (3).
¿Cree que una institución como esta que tiene por lema la locución latina Fiat lux, [que haya luz] tomada de Génesis 1: 3, iba a levantarse prestigiando en su nombre a alguien de quien hubiera emanado un ininteligible absurdo?
No hay división de la filosofía peor explicada y, por ende, menos comprendida que aquella relacionada con el idealismo subjetivo. Tardaría años en entender lo que Berkeley quiso decir (¿lo habré entendido?). La máxima de George Berkeley era que “ser es ser percibido” (Esse est percipi). Como filósofo, escritor y pastor anglicano de origen irlandés, él capitaneó esta rama de la filosofía con su inmaterialismo, y cuando hizo aquella extraña afirmación de que las cosas existen si son percibidas por el espíritu, se refería al gran Espíritu universal, a Dios. Su predecesor, Descartes, había establecido la existencia de tres sustancias: la res extensa (sustancia material), la res cogitans (sustancia espiritual finita) y la res infinita (sustancia espiritual infinita). Berkeley negó la existencia de la res extensa (sustancia material), y cuando afirmó que las cosas existen porque son percibidas no se estaba refiriendo a nuestra res cogitans, lo que estaría desafiando al sentido común; se estaba refiriendo a la res infinita, esto es, Dios. El Espíritu supremo del Altísimo garantiza la continuidad de la realidad, porque lo percibe todo continuamente. El hecho de que los libros de mi oficina permanezcan, aun cuando yo abandono la habitación y no los perciba con mi res cogintans, eso tiene lugar, según Berkeley, debido a la observación sustentadora de Dios (res infinita), que lo percibe todo y no deja jamás de percibir algo (4).
En otro orden de cosas, el ser humano no es dueño de las percepciones que tiene; es el gran Espíritu de Dios el que produce la estabilidad en la percepción humana, sino cada cual tuviera una apreciación diferente de las cosas. Por eso, afirmaba Berkeley, no necesitamos admitir la existencia de la materia para explicar las fuentes de nuestras percepciones. Por este camino el célebre filósofo irlandés equiparó la existencia con la percepción. Complicado ¿verdad? Es asombroso que haya sostenido estas ideas desde los 19 años. Fue un filósofo precoz (5).
Hasta aquí, es posible que usted no entienda nada, pero no se desanime, tengo una forma sencilla de explicarle lo que Berkeley y todos los idealistas subjetivos dijeron. Ellos no estaban afirmando otra cosa que: si Dios supuestamente dejara de ser, todo regresaría a la nada de la cual un día el universo fue llamado a existir. Esta afirmación es bíblica. Hebreos 1: 3, define que Jesús es “quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder”. Todo lo que está en derredor suyo, todo cuánto existe, usted también, todo, no solo fue creado por Dios, sino que también está sostenido por Él. Nada existe per se. Estoy seguro de que ahora sí entendió.
Debe haber desequilibrios en el inmaterialismo de Berkeley, por extensión en sus ideas sobre las percepciones humanas, en su empirismo y rechazo por ende de todo el racionalismo, pero en la esencia de sus postulados, donde Dios es creador y sustentador de todo, en eso no se desequilibra. Esa conclusión es hondamente bíblica.
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(1) Earl Warren. También fue candidato a la vicepresidencia de los Estados Unidos en 1948. (Editorial. Universidad de California. Berkeley. https://hmong.es/wiki/University_of_California_in_Berkeley Accedido: 6 de febrero de 2022, 1: 20 am.)
(2) Ibíd.
(3) Editorial. US.News. World Report / Education. “Top Public Schools National” Universities. https://web.archive.org/web/20160303172754/http://colleges.usnews.rankingsandreviews.com/best-colleges/rankings/national-universities/top-public Accedido: 6 de febrero de 2022, 1: 20 am.
(4) Enric F. Gel. Conferencia. “George Berkeley tiene algo que decirte” | Filosofía Moderna https://www.youtube.com/watch?v=P3kCsLI8rdc (Fuente: J. Luis Fernández / Mª Jesús Soto. Historia de la filosofía moderna). Accedido: 10 de noviembre de 2020, 4: 00 PM.
(5) Ibíd.
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