Siendo joven, allá en mi lejana Cuba, pregunté un día al anciano Librado González: «¿Qué pasaría si cinco hermanos se ponen de acuerdo y vienen al templo a orar dos horas todos los días». Me contestó: «Pasará algo muy grande si entre los cinco está el pastor...».
Qué percepción. Siempre me asombró la sabiduría del anciano Librado. Con los años se entiende cuánto de razón tenía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Su comentario a este artículo se recibe con respeto y gratitud.