La extraña noticia llena los medios: el pasado 27 de noviembre del actual 2022, «Canadá aprueba la eutanasia para pacientes con depresión o con problemas económicos» (1). Sí que está raro el asunto. A partir de ahora todo el que se quede sin hogar o sufra una depresión reconocida, puede ir al hospital y pedir que le inyecten algún bloqueador neuromuscular, quizá con previa sedación profunda, a fin de morir. A eso le llaman «agenda progresista». ¿Habrá hoy una noticia más rara que esta?
Canadá debatió un proyecto de ley a fin de legalizar la eutanasia en junio de 2016. Este fue aprobado por el Senado con 44 votos a favor y 28 en contra. La Cámara Baja del Parlamento lo había aprobado previamente con 190 votos a favor y 108 en contra. Esta ley estaba limitada a enfermos que tuviesen una «condición médica dolorosa e irremediable» (2).
La eutanasia es un tema bioético extensamente debatido. Hasta la fecha, solo siete países en todo el mundo permiten la tal práctica. Bélgica y Holanda, que tienen algunas de las políticas de eutanasia más permisivas del mundo, fueron los pioneros en la legalización del suicidio asistido en 2002. A ellos se unieron Luxemburgo en 2009, Colombia en 2014, Canadá en 2016 y España y Nueva Zelanda en 2021 (1).
La tendencia de la aplicación de esta satánica política de auxilio a la privación de la vida es expansiva. Canadá no solo la aprobó en 2016, sino que ahora, para asombro del mundo, amplía su aplicación a condiciones que pueden ser reversibles como la depresión y la presión económica. No tienen capacidad para ayudar a la gente a vivir, enseñarles que Dios es capaz de sacar al ser humano de la cueva más oscura y recordarles que, por grandes que sean las presiones, el solo hecho de existir es maravilloso. Entonces los ayudan a morir. Para hacer eso consultaron a las comisiones bioéticas, al Parlamento, al Senado, al Primer Ministro; ¿consultaron a Dios?
Si el aborto le cierra paso a la criatura que se forma en el vientre de la madre para que sus ojos no vean la luz de la vida, la eutanasia se propone poner fin a la vida humana antes del tiempo que Dios le ha concedido (3). Monstruosas antípodas las del aborto y la eutanasia. Diabólicos derroteros en pro del mismo fin: la muerte.
Descansando en los principios bíblicos provida, en la dignidad humana que representa la imagen de Dios en el hombre, en el reconocimiento de que la vida y la muerte pertenecen al soberano Rey de los cielos, la práctica de la eutanasia y del suicidio asistido, en todas sus variantes, está completamente desaprobada para un cristiano o una sociedad que se precie de respetar los valores bíblicos, como lo es la canadiense (3).
«Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó» (Gn. 1: 27).
«...Porque somos hechura suya…» (Ef. 2:10a.)
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(1) La Derecha. Diario. Redacción norteamericana. "Canadá aprueba la eutanasia para pacientes con depresión o con problemas económicos".
https://derechadiario.com.ar/norteamerica/norteamerica_canada/canada-aprueba-la-eutanasia-para-pacientes-con-depresion-o-con-problemas-economicos Publicado: 30 de noviembre de 2022. Accedido: 30 de noviembre de 2022, 10: 12 a. m.
(2) Efe. Toronto. El Comercio/Mundo. "Canadá legaliza la eutanasia".
https://www.elcomercio.es/internacional/201606/18/canada-regula-eutanasia-20160618133144-rc.html# Publicado: 18 de junio de 2016. Accedido: 30 de noviembre de 2022, 10: 12 a. m.
(3) Octavio Ríos Verdecia. Escrito está. Tyler: Rios de la Cruz Books Ministries, 2019, p. 193.
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