Él la sacó de la tormenta

Cuenta Billy Graham que, en diciembre de 1987, una estudiante de aviación de dieciocho años llamada Kim piloteaba en un vuelo solitario cuando, de pronto, la sorprendió una tormenta, y ya dentro de ella perdió toda referencia. Así lo describió el célebre evangelista norteamericano:

 

Nada se veía a través del parabrisas de su pequeño avión. No sabía dónde estaba ni cómo salir de allí. Algo estaba mal con uno de sus instrumentos. Ella tomó la radio del avión e hizo contacto con uno de los controladores aéreos locales y le dijo: «¡No sé dónde estoy! ¡Necesito ayuda, por favor!». El controlador la localizó en su radar y comenzó a darle direcciones hacia el aeropuerto cercano donde el clima era bueno. Ella no veía nada, pero él podía verla en el radar. Él sabía dónde estaba ella, en qué dirección se dirigía, hacia dónde debía de ir y la mejor manera de llegar allí.

Ella confió su vida a un hombre que nunca había visto, cuyo nombre desconocía, y él la sacó de la tormenta (1).

 

Atrapados por sacudidas inesperadas, así nos vemos de pronto. Accidentes devastadores, enfermedades que nunca creímos nos pudieran tocar, traiciones dolorosas, quebrantos económicos, fracasos ministeriales, desamparos... Tales cosas nos envuelven como auténticas tormentas en las que perdemos de vista el amor de Dios, se borra de súbito la memoria de sus promesas y se va lejos la paz. Comenzamos entonces un vuelo a ciegas. 

Si estás en un momento así detente un instante. Por favor, no vueles a ciegas. Toma ese instrumento de navegación, que es la oración, y haz contacto inmediato con el único Controlador aéreo que te tiene siempre a la vista en su radar, que es el eterno Dios. Para sobrevivir debes tomar decisiones que cambian la velocidad, el rumbo y la altitud. Tales coordenadas solo te las puede dar Él. Nadie más.

Hoy es negro afuera y todo lo que tienes es su Voz. Atiéndela. Abre su Palabra. Oye al Espíritu. Cambia la dirección de tu vuelo; asciende o desciende según te indique. Por encapotado y negro que sea todo en derredor, Él te sacará de la tormenta.

 

 «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna» (Jn. 3: 16).

 

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(1) Asociación Evangelística Billy Graham. Billy Graham. «Ceguera espiritual». Mensaje pronunciado en la ciudad de Hamilton, Ontario, Canadá, 1988. https://es.billygraham.org/clasicos/ceguera-total/ Accedido: 6 de noviembre de 2022, 6: 41 p. m.