El célebre C. L. Lewis, comentó en El problema del dolor: “Cuando los apóstoles predicaban la doctrina de Jesús, podían asumir que sus oyentes paganos tenían verdadera conciencia de merecer la cólera divina” (1). En efecto, por años aquellas culturas oficiaban los más sangrientos sacrificios en pro de aplacar la ira de sus dioses. Tenía una primigenia conciencia de culpa que los llevaba, a través de sus sentidos extraviados y por los caminos de una revelación torcida y oscura, a practicar toda clase de ofrendas, aún de humanos vivos. Tal conciencia de culpa se buscó aplacar por los epicúreos, que defendieron una filosofía deísta, según la cual, a los dioses les importaban nada los asuntos de los hombres.
Finalmente, el ateísmo llegó a los extremos de negar toda responsabilidad moral ante un ser supremo, no apelando a la indiferencia de las deidades, sino a su inexistencia. Desde los días en que Carlos Marx habló, el número de locos creció, porque la voz de la conciencia no puede ser aplacada por una filosofía aprendida. Gaspar Núñez de Arce, lo definió poéticamente:
Conciencia nunca dormida
mudo y pertinaz testigo
que no dejas sin castigo
ningún crimen en la vida.
La ley calla, el mundo olvida
mas, ¿quién sacude tu yugo?
Al Sumo Hacedor le plugo
que a solas con el pecado
fueses tu para el culpado
Delator, Juez, y Verdugo (2).
Así lo expresó el apóstol Pablo: “Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, estos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus razonamientos” (Ro. 2: 14, 15).
__________
(1) C. S. Lewis. “El problema del dolor”. Cáp. 4. “La maldad humana”. San Francisco, California. HarperOne, 2006.
(2) Pedro Conde Sturla. El Caribe. “Conciencia nunca dormida”. https://www.elcaribe.com.do/sin-categoria/conciencia-nunca-dormida/ Publicado: 10 diciembre, 2011. Accedido: 1 de marzo de 2021, 8: 50 PM.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Su comentario a este artículo se recibe con respeto y gratitud.