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miércoles, 24 de febrero de 2021

Me gustaría ver ese video

Me gustaría ver algunos videos cuando llegue al cielo. Uno de ellos es el de Rafael Mendoza Lorenzo; no el de las grandiosas campañas evangélicas con las que marcó la historia del movimiento pentecostal cubano, sino el de aquella noche otoñal de 1953, cuando salía completamente ebrio del cabaret de Quemado de Güines, centro de Cuba. Tenía diecisiete años. Su currículo existencial lo configuraban tres ahorcamientos incompletos y un envenenamiento frustre.

Me gustaría ver al ángel que le empujó, mientras se movía en lo que él pensaba era el azar, en la dirección de la Obra Evangélica de Los Pinos Nuevos, a cuya puerta llegó sin saber cómo. Aquellos que le parecieron cantos angelicales entraron por la hendidura estrecha de su mente nublada. Se vio, de pronto, dentro. Oyó la Palabra y fue al Altar. Se pusieron sobre él las manos del Pastor Mariano Morejón…

Quisiera ver el video de esa noche. Recoge las imágenes de un joven desahuciado, alcoholizado, destruido, con una vida ya en camino de apagarse para siempre. Ese video reproduce el instante en que el más destruido joven villaclareño, cambia para siempre bajo la Obra del Espíritu Santo. Será, por décadas, el más ardiente evangelista de liberación. A través de su ministerio vendrán miles de personas a la fe. Conocerá la cárcel. Resistirá presiones inmensas, perseverará fiel.

Por doquier se recogen momentos en que ministra, y la gente cae. He editado muchos de sus videos, y me alegra verlos, pero quisiera, por sobre todo, ver en el cielo el de aquella noche; el video que recoge el minuto en que cambió para siempre. Es el que pondera la Obra incomparable del Espíritu Santo sobre la vida de alguien que conoce y recibe a Jesús como Salvador personal.

También quisiera ver el tuyo; el de aquel minuto en que Jesús te cambió para siempre.  



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