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sábado, 20 de febrero de 2021

Dos clases de amor

Para curiosidad de muchos, el célebre físico judío-alemán Albert Einstein, Premio Nobel, 1921, declaró una vez que, del mundo hollywoodense, a la única persona que le gustaría conocer era a Charles Chaplin. En 1931, ambas estrellas concurrieron en Los Ángeles, durante el estreno de «Luces en la ciudad». Allí tuvo lugar un conocido diálogo. Einstein dijo al genio del cine mudo: «What I most admire about your art, is your universality. You don’t say a word, yet the world understands you!» [Lo que más admiro de su arte es su universalidad. No dice una palabra, y a pesar de todo el mundo lo entiende]. Chaplin contestó al gran físico: «True. But your glory is even greater! The whole world admires you, even though they don’t understand a word of what you say» [Es verdad. ¡Pero su gloria es aún mayor! El mundo entero lo admira, aun cuando no entiendan una palabra de lo que dice] (1).

Curiosa percepción la del cómico inglés. Ambas celebridades fueron personas veneradas en límites extremos en la misma época, pero el amor que se les tuvo anduvo por caminos muy diferentes. En Einstein este tenía que ver con la imagen; en Chaplin, con el mensaje. A Einstein lo entendieron escasos científicos de su tiempo. Todavía hoy es tarea ardua descifrar el enigma de la deformidad espacio-tiempo que propuso, con la que echaba abajo a la hermética y aplaudida ley de gravitación universal. Pese a esto, todos los resortes de la divulgación científica construyeron una notable imagen en torno a su persona, como la correspondiente a alguien que había trastocado la historia de las ciencias en favor de una revolucionaria concepción. Esto le granjeó el más asombrado aplauso universal; aplauso cargado de la paradoja que advirtió Chaplin: nadie le entendía. On line existen videos acerca de entrevistas hechas a alguien tan notable como Thomas Alva Edison; en una de ellas preguntan al afamado inventor acerca de qué piensa acerca de la teoría de la relatividad. El «Mago de Menlo Park», que asombró al mundo por la lucidez de sus ideas y su fina intuición contestó: «No puedo opinar nada porque no lo entiendo».

A diferencia de esto la admiración a Chaplin, que perdura hasta hoy, vino por el camino de la legibilidad rotunda que se transparentaba en su mensaje. Fuese cuando probó la «máquina de comer», en «Tiempos nuevos», en mordaz crítica a la automatización (2); o cuando come su zapato en «La quimera de oro» (3); más allá de su innegable comicidad todos entendían el mensaje. Chaplin juega con la esfera del mundo en «En el gran dictador» (4), la lanza al aire y se mueve con ella en una despreocupada danza hasta que el globo estalla entre sus manos. Todos entendieron la metáfora cinematográfica, de un largometraje que se estrenaba en 1940, en plena guerra mundial. Adolfo Hitler, vio el filme y estalló en cólera memorable. También él lo entendió.

El mundo amó a Einstein. El mundo amó a Chaplin. En el primero amó la imagen de aquel que cambió para siempre la cosmovisión científica, y nos enseñó que todo puede ser visto de un modo diferente, y que la imaginación es tan importante como la inteligencia. En el segundo la gente amó a aquel que les supo hablar, como parlante alguno lo hiciera, en el lenguaje universal de la risa, esa que hasta los animales entienden, pero que no lo hizo por el camino de la alegría pueril y vacía, o la burla irreflexiva y tonta de tantos; Chaplin llevó, por los sinuosos cauces de su arte, los más conmovedores mensajes; en ellos combinó la quieta reflexión y la más explosiva esperanza. Cautivó a todos los que le conocieron. Desde los niños de entonces, y cruzando a través de hombres y mujeres, llegó sorpresivamente hasta aquel afamado campeón de las abstracciones físicas de su época. No tuvo fronteras en sus auditorios, y no hay dudas de que fue ese mensaje el que llevó a que todos le amaran como al más genial cómico de todos los tiempos, ese que, al exhibir su arte dejaba en todos, una extraña sensación final, desde la que no se sabía qué hacer, si reír o llorar…

 

 

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(1) Sanya Jain. “When Albert Einstein Met Charlie Chaplin, The Conversation Was Hilariously Epic”. https://www.ndtv.com/offbeat/what-happened-when-albert-einstein-met-charlie-chaplin-2267014 Actualizado: 22 de julio de 2020. Accedido: 18 de febrero de 2020, 1: 55 PM.

(2) Tiempos nuevos. https://youtu.be/_OKs2MWaBcA Accedido: 18 de febrero de 2020, 1: 50 PM.

(3) La quimera del oro. https://youtu.be/u65lvwfTPtM Accedido: 18 de febrero de 2020, 1: 55 PM.

(4) El gran dictador. https://youtu.be/ZGWPoT27BhI Accedido: 18 de febrero de 2020, 1: 59 PM.



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