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domingo, 12 de marzo de 2023

Luche para que no se vaya

Mensaje predicado en el Templo Gethsemaní de las Asambleas de Dios en la ciudad de Rosenberg, Houston, Texas.

 

Título: Luche para que no se vaya

Texto: “Y toda la ciudad salió al encuentro de Jesús; y cuando le vieron, le rogaron que se fuera de sus contornos” (Mt. 8: 34).  

 

Introducción

 

Presencia o ausencia de Dios. Todo se reduce a eso.

 

Desarrollo

 

I. SI USTED LE PIDE QUE SE VAYA, ÉL SE IRÁ.

 

La oración más terrible de toda la Biblia. Fue hecha en Gadara, al sur de la ribera oriental del Mar de Galilea. Dos endemoniados feroces salieron al encuentro de Jesús y sus discípulos. Aquellos infelices vivían cautivos por miles de demonios. Se hacían llamar «Legión» (Mt. 8: 28). Así lo describe la historia bíblica:

 

Había allí un hato de muchos cerdos que pacían en el monte; y le rogaron que los dejase entrar en ellos; y les dio permiso. Y los demonios, salidos del hombre, entraron en los cerdos; y el hato se precipitó por un despeñadero al lago, y se ahogó. Y los que apacentaban los cerdos, cuando vieron lo que había acontecido, huyeron, y yendo dieron aviso en la ciudad y por los campos. Y salieron a ver lo que había sucedido; y vinieron a Jesús, y hallaron al hombre de quien habían salido los demonios, sentado a los pies de Jesús, vestido, y en su cabal juicio; y tuvieron miedo. Y los que lo habían visto, les contaron cómo había sido salvado el endemoniado (Lc. 8: 32-36).

 

Entonces sucedió algo triste y dramático: “Y toda la ciudad salió al encuentro de Jesús; y cuando le vieron, le rogaron que se fuera de sus contornos” (Mt. 8: 34).

Hablar con Jesús es hablar con Dios, es así como los hombres de Gadara hicieron una terrible oración. Evocando estos hechos, Billy Graham afirmó: “Ellos dijeron la oración más terrible de toda la Biblia: ‘Jesús, déjanos en paz, deja nuestra costa, deja nuestro pueblo. No te queremos’ (…). Jesús contestó su oración. Se fue y nunca, nunca regresó”.

 

Es la oración más terrible para una persona o familia. La hicieron pueblos enteros: Rusia, China, Corea del Norte, Yugoslavia, Pakistán, Irán, Haití. La hizo Cuba: “Jesús: vete de nuestras escuelas, apártate de nuestras universidades. No te queremos en nuestra constitución. Aléjate de las librerías y los hospitales. No te acerques a nuestra economía. ¡Vete de aquí!”.

 

Y Jesús se fue.

 

II. SI USTED LE PIDE QUE SE QUEDE, ÉL SE QUEDARÁ.

 

Emaús.

13 Y he aquí, dos de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén. 

14 E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido. 

15 Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos. 

16 Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen. 

17 Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes? 

18 Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días? 

19 Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo; 

20 y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron. 

21 Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido. 

22 Aunque también nos han asombrado unas mujeres de entre nosotros, las que antes del día fueron al sepulcro; 

23 y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, quienes dijeron que él vive. 

24 Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron. 

25 Entonces él les dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! 

26 ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria? 

27 Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían. 

28 Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos. 

29 Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos. 

30 Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio. 

31 Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista. 

 

III. LUCHE PARA QUE NO SE VAYA

 



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