En el prólogo de Historia del tiempo, el célebre astrofísico inglés, Stephen_Hawking escribió:
Yo pienso que nadie, mis publicadores, mi agente, o yo, esperó que el libro hiciera algo como lo que hizo. Estuvo en la lista de best-seller del London Sunday Times durante doscientas treinta y siete semanas (…). Se ha traducido en algo así como cuarenta idiomas y [se] ha vendido aproximadamente una copia para cada setecientos cincuenta hombres, mujeres, y niños en el mundo (…). El éxito de Historia del Tiempo indica que hay interés extendido en las preguntas grandes como: ¿De dónde vinimos nosotros? ¿Y por qué es el universo de la manera que es? (1).
Son preguntas urgentes y a un tiempo incontestables. De este lado de la vida nunca tendremos la palabra final sobre tales asuntos, y en lugar de resignarnos a solo mirar las estrellas morimos de fascinación por saber quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos.
No es casual que se agote Historia del tiempo. Darwin dejó un notable sabor a incompleto con el Origen de las especies.
En la Biblia tenemos el Libro de los libros que, en boca de sus autores, formula las mismas preguntas, pero no nos deja sin respuestas: Dios es el principio, el sentido y el final de todas las cosas.
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(1) Stephen Hawking. Prólogo de Historia del tiempo. Alianza Editorial, 2011.
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