Immanuel Kant (1724-1804) es una de las figuras más influyentes de la filosofía moderna. Nació en Königsberg, Prusia (actualmente Kaliningrado, Rusia) y pasó gran parte de su vida allí enseñando y escribiendo sobre una amplia gama de temas filosóficos. Es conocido por sus trabajos sobre metafísica, epistemología, ética, estética, teoría del conocimiento y filosofía política. Su legado más célebre es Crítica de la razón pura, donde sostiene que el conocimiento humano se basa en la experiencia y en las estructuras a priori de la mente, y que hay límites en lo que podemos conocer acerca del mundo en sí mismo.
También es conocido por su teoría ética, que se basa en el imperativo categórico, una regla moral que establece que debemos actuar siempre de tal manera que podamos desear que la máxima de nuestra acción se convierta en una ley universal. En la presencia de esta regla moral está su revelación de la existencia de Dios.
Kant fue una figura clave en el movimiento de la Ilustración y su pensamiento ha tenido una gran influencia en la filosofía occidental, la teología, la política y la literatura.
Murió el 12 de febrero de 1804 en Königsberg, Prusia, su ciudad natal de la que nunca se alejó, a los 79 años, por una complicación pulmonar, probablemente una neumonía. Había luchado con problemas de salud durante varios años. En los últimos meses de su vida, su salud se deterioró rápidamente y pasó la mayor parte del tiempo en cama. Pese a su enfermedad, continuó trabajando en su filosofía hasta poco antes de su muerte.
Su última palabra fue «genug» (suficiente), lo que indica satisfacción con el colofón de su obra. Su cuerpo fue sepultado en un cementerio local en Königsberg, aunque el sitio exacto de su tumba es desconocido debido a eventos históricos que afectaron a la región.
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