Translate

martes, 31 de enero de 2023

No le importó para nada la presencia de Dios

Caín, el primogénito de los hombres, mató a Abel. Dios le salió al encuentro: "Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra. Ahora, pues, maldito seas tú de la tierra, que abrió su boca para recibir de tu mano la sangre de tu hermano. Cuando labres la tierra, no te volverá a dar su fuerza; errante y extranjero serás en la tierra" (Gn. 4: 10-12).
¿Qué contestó Caín? ¿Qué le importó en aquel terrible minuto? ¿Qué dijo?: "Y dijo Caín a Jehová: Grande es mi castigo para ser soportado. He aquí me echas hoy de la tierra, y de tu presencia me esconderé, y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que cualquiera que me hallare, me matará (Gn. 4: 13, 14). Dios le contestó: "...Ciertamente cualquiera que matare a Caín, siete veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no lo matase cualquiera que le hallara (Gn. 4: 15). 
Solo le importó vivir él, y no le importó para nada la presencia de Dios, que se perdería de inmediato. Caín obtuvo un seguro de vida y perdió el bien más preciado que persona alguna puede tener en la tierra: la presencia de Dios. El Rey del cielo se iría. Ya no estaría caminando entre los hombres como lo estuvo en los tiempos de Adán, Abel y Caín. Tras aquel crimen se fue el Rey de los cielos de nosotros. Tendríamos que llamarle desde entonces "el Altísimo" (Sal. 18: 13). Estaría alto, muy alto; lejos, muy lejos.
Vendrá en teofanías. Vendrá en Su Hijo. Vendrá en Su Espíritu y es grandioso e inefable que así sea, pero como estaba en aquellos primigenios tiempos, caminando en el huerto, recibiendo las ofrendas, hablando con el hombre cara a cara, así no estuvo más.
Fue la pérdida más grande que tuvimos los hombres. La oración de Caín, de suyo egoísta fue, como todo lo que nació de su corazón, vana e incorrecta. En aquel momento tan crítico, la única oración correcta, la que debió hacer y no hizo era: "Señor, no te vayas...".
Desde entonces esa se convirtió en la lucha mayor de los hombres: atraer la presencia de Dios. Y esa es la principal división grupal que tiene la humanidad: de un lado los que luchan por alejar la presencia de Dios y de otro lado los que luchan por atraerla. Seguramente usted sabe en qué grupo está.


lunes, 30 de enero de 2023

El pensamiento de malicia

Adán y Eva estaban desnudos y no sentían vergüenza. Transgredieron un mandamiento estricto que Dios les dio y comieron de árbol de la ciencia del bien y del mal; su fruto marcaba el límite de obediencia y sujeción de la primera pareja humana al Dios que les creó. La consecuencia más inmediata tuvo que ver con el primer pensamiento de malicia que se registra en la historia de los tiempos: "Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales" (Gn. 3: 7). "Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí" (vv. 9, 10). 
Las personas que caminan lejos de Dios tienen pensamientos de malicia que a veces sorprenden por lo retorcidos que llegan a ser. Tuve un líder en Cuba que todo lo entendía al revés. Nunca conocí a una persona en un cargo tan alto que exhibiera una malicia tan grande en su corazón. Un día concluí que estaba enfermo. Y es que la malicia es una enfermedad general que llegó con aquella primera transgresión. Por alguna razón en unos se expresa más que en otros; pero ¡qué estorbo tan grande llega a ser cuando está en un líder!; ¡cuánto mal hace y cuánta culpa acarrea a su vida! 


domingo, 29 de enero de 2023

La culpa de la serpiente

La serpiente fue juzgada. Tenía culpa. ¿Cuál sería? Se regodeó con aquel espíritu extraño que entró a ella. Satanás en persona penetró en aquel ser creado perfecto, y el animal se sintió bien. Vea la reacción de un animal poseso de demonios; vea los cerdos de Gadara lanzándose desesperados al mar: "Y los demonios, salidos del hombre, entraron en los cerdos; y el hato se precipitó por un despeñadero al lago, y se ahogó" (Lc. 8: 33). La serpiente no hizo un algo así y fue juzgada: "Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar" (Gn. 3: 14, 15).
Y sabemos que Dios es justo. Él juzga la culpa.


sábado, 28 de enero de 2023

Lo que aquella serpiente no dijo

"Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal" (Gn. 3: 2-5).
Así tentó Satanás a Eva invitándola por engaño a comer. "Sabría el bien y el mal", eso dijo, y entendemos, desde dimensiones humanas, que fue así. Esa parte del mensaje parece cierta, al menos vista desde nuestra diminuta comprensión. Lo que la serpiente no trató con Eva fue el tema de las consecuencias que tendría saber ese bien y ese mal. Fue la verdad que faltó por decir: "ustedes no están preparados para manejar el mal. Solo Dios puede, en su infinita sabiduría, manejar el mal". Fue lo que no dijo aquel engañador. Se habría detenido el atractivo que, para Eva, tuvo aquel fruto prohibido.
Todo el que transgrede una ley de Dios sigue el mismo camino. El enemigo de las almas le seduce, presentándole los atractivos, mientras le vela las consecuencias que tal transgresión tendrá. 
Huya de la voz satánica que le llama al pecado. Sea fiel al llamado que Dios le hizo de apartarse de todo mal.  A la par que la "serpiente antigua" pone delante de usted las seducciones de este mundo, mire y estudie lo que Satanás no quiere que usted mire y estudie: las consecuencias.
 

viernes, 27 de enero de 2023

Lo único que no fue bueno en la creación

"Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él" (Gn. 2: 18). En aquella perfecta creación, donde Dios comprobó que todo era bueno "en gran manera" (Gn. 1: 31) un solo detalle necesitaba la acción adicional del Creador: era la soledad de Adán; no era buena. 
La creación de la mujer coronó la perfección de aquella inmensa obra. A la par fue la creación más bella que trajera Dios a la vida sobre la tierra. Inspiraría las artes, el sentido de la familia y el amor mismo. 


jueves, 26 de enero de 2023

Y bendijo Dios al día séptimo

"Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación" (Gn. 2: 3). 
Fue aquel día séptimo la primera gran celebración de la historia humana. Recordaría la creación misma, la voluntad de Dios de que existiese todo lo que vino a ser de Su mano. Parafraseando a Víctor Hugo, en la lucha del Ser contra el "no ser" era el recuerdo del triunfo del Ser.
Fue la primera gran conmemoración. Llegó a ser ley para el pueblo hebreo. Implicaba el cese de todo el trabajo de la semana y un tiempo cúltico; pero era, sobre todo, el recuerdo de que un día, con amor, de la mano de Dios todos vinimos a existir.


miércoles, 25 de enero de 2023

Y vio Dios que era bueno

"Y vio Dios que era bueno" (Gn. 1: 10). Tales palabras, que comienzan en el versículo 10 del capítulo 1 del libro de la creación, que es Génesis, se extienden cinco veces en el mismo capítulo, completándose con una sexta expresión que resume la valoración de Dios acerca de la bondad y perfección en su creación: "Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera" (Gn. 1: 31).
Dios velará sobre ti siempre, para que todo lo que sea hecho en tu vida sea bueno. Así te ama. 
Vuélvanse las personas a Él, porque mucho bien viene de parte de Dios sobre aquellos que toman una decisión y responden a Aquel que "os llamó de las tinieblas a su luz admirable" (I Pe. 2. 9).
Salga de las tinieblas y venga a la luz para que vea el bien de Dios sobre usted. 
Amén, así sea.


martes, 24 de enero de 2023

Sea la luz

"Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz" (Gn. 1: 3). Dios trajo la luz al mundo, mientras todo estaba desordenado y en tinieblas. Así traiga la luz a nuestros corazones; reciban su luz nuestros pensamientos y lecturas. Reciban su luz nuestros familiares y amigos. Reciban su luz tantos engañados de la tierra.
No hay otro: Dios es el único referente de la luz que necesitas hoy. Miremos unidos al Rey del cielo. Atraigamos Su presencia a nuestras vidas y oremos unidos con las palabras del salmista: "Sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros, y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros" (Sal. 90: 17).


lunes, 23 de enero de 2023

El progreso del Evangelio

«Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio». Son las palabras de Filipenses 1: 12. Encierran el misterio de una gran verdad. Aun las violencias de la vida empujan el Evangelio. Pablo está en una cárcel. ¿Cómo desde allí el Evangelio es empujado? Es prerrogativa de Dios. Solo Él puede sacar bien del mal.

Con frecuencia la conversión a la fe de las personas ocurre en contextos de hondo sufrimiento, pérdidas, sinsabores, frustraciones y pesares. El desencanto del mundo que parecería tener un efecto solo destructivo a empujado a la construcción de la fe de millones de personas. De hecho, son pocos los que se convierten por amor, casi todo el mundo se convierte por dolor.

No lo dude, las peores pruebas empujan el Evangelio comenzando por la propia vida del que las sufre.



domingo, 22 de enero de 2023

Aquel aciago pedido de los cubanos

Fue en 1915. Un grupo de cubanos ilustres unieron firmas para pedir al entonces papa Benedicto XV (1854- 1922) la canonización de la Virgen de la Caridad del Cobre. Entre estas personalidades se encontraba el Mayor general del Ejército Libertador cubano Jesús «Rabí» Sablón Moreno (1845-1915).

 «Rabí», maestro en hebreo, era un sobrenombre heredado de su padre. El general lo compartió con sus hermanos.

En el contexto de la presencia militar norteamericana en Cuba, entre 1898 y 1902, por más que esta auxilió decisivamente la independencia, el general Rabí se negó a ocupar cargos públicos. En 1906, durante la segunda presencia militar estadounidense, el general Rabí viajó a La Habana, para pedirle al representante Charles E. Magoon, la restauración de la independencia. En 1915, unió su firma a los cubanos que enviaron una carta al papa pidiendo la canonización de la Virgen de la Caridad del Cobre y si bien no tuvo ningún logro en sus anteriores incursiones, en esto sí lo tuvo.

Qué bueno hubiera sido que, tan obstinado empeño, hubiese sido puesto en función de llevar el pueblo de Cuba a Cristo, y no a las imágenes de yeso, que «Tienen boca, y no hablan; tienen ojos, y no ven; tienen orejas, y no oyen; tampoco hay aliento en sus bocas. Semejantes a ellos son los que los hacen, y todos los que en ellos confían» (Sal. 135: 16-18).

La Virgen de la Caridad del Cobre terminará sincretizada en Oshún en el panteón Yoruba. Se le verá una y otra vez recorrer las calles de Cuba. El pueblo correrá a besarla; le traerán ofrendas y promesas. Le construirán un suntuoso santuario en el cerro Maboa, poblado El Cobre, a escasos veintisiete kilómetros de la ciudad de Santiago de Cuba, a cuya Arquidiócesis pertenecerá. Sin transporte la gente peregrinará allí. Mientras tanto los corazones de la mayor parte de los cubanos en un ejercicio de rebeldía moral no vendrán a Cristo. Creyéndose fieles, los devotos de este ente pagano ni en sombra han tenido idea de lo que es nacer de nuevo, y la sede de ese santuario como Arquidiócesis, que es la Ciudad de Santiago de Cuba, segunda capital de la isla, vendrá a ser hasta hoy una de las locaciones más violentas y alcoholizadas del país.

Ese mismo año, en que el general Rabí se uniera a tan extraño pedido, el 5 de diciembre, enfermó y murió en su casa de Baire, oriente cubano.

En 1926 se terminó de construir el actual Santuario, ese año vino sobre Cuba uno de los peores ciclones de toda su historia, el llamado «Ciclón del 26». El santuario anterior se había desplomado en 1906 por las sacudidas sísmicas ocasionadas por las explosiones de las minas cercanas. La inauguración de la nueva construcción tuvo lugar el 8 de septiembre de 1927, de ahí el día de tan aciaga celebración. En 1998 el papa Juan Pablo II vino a Cuba y la coronó como «virgen patrona» (1).  

Es penosa tanta ignorancia bíblica, y la permisión de la Iglesia católica de que el pueblo haga un algo así. El tema se ha discutido extensamente con ellos; el clero católico afirma que no enseñan la adoración de ídolos y no promueven lo que el pueblo hace. No es verdad. Lo propician, lo secundan y lo aplauden; disfrutan la ignorancia bíblica de la gente; celebran que alguien se arrastre por los escalones de la entrada de la basílica hasta sangrar, en nombre de una promesa que jamás Jesús inspiró.

Ellos ven al pueblo correr desenfrenado en el mayor desbocado paganismo y no lo frenan, teniendo poder para hacerlo: «Cuando edifiques casa nueva, harás pretil a tu terrado, para que no eches culpa de sangre sobre tu casa, si de él cayere alguno» (Dt. 22: 8). 

¿Qué hizo el rey Ezequías cuando vio que el pueblo quemaba incienso a la serpiente de bronce que levantó Moisés en el desierto por orden directa de Dios? Así lo registra Segunda de Reyes 18: 4: «el hizo pedazos la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque hasta entonces le quemaban incienso los hijos de Israel; y la llamó Nehustán» (II Re. 18: 4), que significa, despectivamente, «cosa de bronce». ¿Agradó a Dios lo que hizo Ezequías? Lea en el versículo siguiente la evaluación bíblica de su vida: «En Jehová Dios de Israel puso su esperanza; ni después ni antes de él hubo otro como él entre todos los reyes de Judá» (II Re. 18: 5).

Mucha culpa tienen, sacerdotes católicos cubanos. Vuélvanse a Dios, como se volvió Ezequías; lleven el pueblo de Cuba a Cristo y no a representaciones de yeso, y termine la historia de fracasos y miserias interminables, que no tienen otra raíz que el espaldarazo dado al Dios verdadero por todos los que corrieron tras de ustedes en pro de la más desenfrenada idolatría.

«Entre la entrada y el altar lloren los sacerdotes ministros de Jehová» (Jl. 2: 17).



__________



(1) Mario L. Blanco Blanco. Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, Santiago de Cuba. Publicado: 8 de febrero de 2018. https://www.viceversa-mag.com/santuario-la-virgen-la-caridad-del-cobre-santiago-cuba/ Accedido: 21 de enero de 2023, 1: 53 p. m. 



sábado, 21 de enero de 2023

Eran maestros y no lo sabían

Job nos enseñó que todo tiene sentido en Dios, aunque no sea evidente a nuestros ojos.

José nos enseñó que somos la bendición de los que nos echan de sí.

Elías nos enseñó que Dios vendrá por nosotros aun si estamos en la más oscura cueva.

Jeremías nos enseñó que el mayor servicio al Señor nos puede llevar a un pozo de cieno.

Daniel nos enseñó que se puede ser cristiano en Babilonia, en el más pagano exilio.

Juan el Bautista nos enseñó que la preciosa verdad del Evangelio nos puede costar la vida en manos de aquellos que nunca merecieron oírla.

Esteban nos enseñó que, llenos del Espíritu Santo, podemos recibir las peores pedradas; aquellas que ponen fin a la vida o a un ministerio.

Eran maestros de vida, para toda la historia, y no lo sabían.



viernes, 20 de enero de 2023

Puertas abiertas: Lista mundial de la persecución religiosa, 2023

La organización internacional "Puertas Abiertas" publica hoy su lista actualizada de persecución mundial del cristianismo. Lo que llama la atención es que los cincuenta países que la integran tienen, por segundo año consecutivo, puntajes muy altos o extremos. Puertas Abiertas, de acuerdo a los informes que recibe (asesinatos, encarcelamientos, ataques a las iglesias) aplica tres tipos de puntajes; estos son: Alto (41-60 puntos). Muy alto (61-80). Extremo (81-100). El país número cincuenta de la lista tiene un puntaje de 65. Eso es muy preocupante.
La lista se encuentra a su alcance y disponible en:


jueves, 19 de enero de 2023

Salmo 22

El Salmo 22 fue escrito por David mil años antes de que tuviera lugar la crucifixión; sin embargo, describe la muerte de Jesús como si el escritor estuviera viendo los hechos, al pie de la Cruz. Las palabras del Señor: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" (v. 1a), "Horadaron mis manos y mis pies" (v. 16c); la mofa de los enemigos: "Todos los que me ven me escarnecen; estiran la boca, menean la cabeza, diciendo: Se encomendó a Jehová; líbrele él" (v. 7, 8a), ninguna de estas cosas puede relacionarse con acontecimiento alguno de la vida de David.
Es realmente asombroso. Es un precioso Salmo Mesiánico y por ende profético.


miércoles, 18 de enero de 2023

Era necesario que fuese así

 Cuando el Señor nos indicó con una multitud de señales, profecías y tratos muy finos en el Espíritu que debíamos salir de inmediato de Cuba tuvimos una pobre expectativa de lo que esto significaría. Han pasado seis años desde aquel 18 de enero de 2017, y el enriquecimiento cultural y ministerial logrado no puede compararse a nada. 
Nunca quisimos irnos y la mayoría de los hermanos no nos entendieron, por ese camino que lleva al común de los humanos a creer que Dios solo trata con él, como el escogido selecto del Universo. Era necesario que fuese así, y tengo en poco la evaluación que hombre alguno haga de eso. Fue Dios quien nos sacó y ninguna mano de hombre, ni siquiera nosotros mismos, habríamos podido hacerlo.
Reciba el Rey del cielo en este día toda la honra, la gloria y la alabanza que puedan darles nuestras pobres vidas.
Amén.


martes, 17 de enero de 2023

Ajedrez-1

Tablas jugando contra la computadora Chess.com, en un alto nivel ELO de 2500

Nada mal para ser las 11:30 p. m., después de estar el día entero escribiendo.

Le regalo la partida (¡no pude enrocarme!).

Indian Game: Reversed Chigorin Defense

Resultado: 1/2-1/2

 

18 de enero de 2023. 12: 30 a. m.

Blancas: Octavio Ríos

Negras: Computadora    Elo: 2500

1. d4

1. Nf6

2. Nc3

2. c5

3. Nf3

3. cxd4

4. Nxd4

4. e5

5. Nb3

5. d5

6. Bg5

6. d4

7. Bxf6

7. gxf6

8. Ne4

8. f5

9. Ng3

9. Bb4+

10. Nd2

10. O-O

11. e4

11. dxe3

12. fxe3

12. Bc5

13. Qf3

13. Qg5

14. Nc4

14. Rd8

15. h4

15. Qh6

16. Nxf5

16. Bxf5

17. Qxf5

17. b5

18. Nxe5

18. Qxe3+

19. Be2

19. Rd2

20. Qxf7+

20. Kh8

21. Qf6+

21. Kg8

22. Qf7+

22. Kh8

23. Qf6+

23. Kg8

24. Qf7+

24. Tablas por repetición.

1/2





lunes, 16 de enero de 2023

Lo que Henry Halley dijo de Pablo

Segunda de Timoteo es el lugar de la Biblia donde más he leído. No puedo contar el número de veces que lo hice en la adolescencia. Su sentido de despedida es sobrecogedor. No hay tal vez, otra epístola donde mejor se exprese la grandeza de espíritu del apóstol Pablo.

En 1995 mi esposa trajo de Puerto Rico un ejemplar del Comentario bíblico de Henry H. Halley, 19na edición, cortesía de Judith Correa, hermana en la fe de las Asambleas de Dios en la ciudad de Camuy. Es un libro escrito con belleza, toda una joya de las publicaciones cristianas. Su prosa es elevada y fluida. Hace unos días leía sus comentarios a Segunda de Timoteo con el propósito de compendiar algunas ideas expositivas, pero la forma en que aparece escrita la evaluación final a la vida de Pablo no admite agrego. Allí se lee:

 

La nota de fe triunfante de Pablo en aquella hora oscura forma uno de los trozos más nobles de toda la Escritura. Se le ejecutaba por un delito de que no era culpable. Sus amigos le abandonaban, dejándole que padeciera solo. La causa por la cual había dado su vida, se veía amenazada en occidente por la persecución, y en oriente por la apostasía. Sin embargo, no hay ni el menor indicio de que le pesara haber entregado su vida al servicio de Cristo y de la Iglesia, ni intimación de duda de que la Iglesia, en aquel momento aparentemente derrotada, no triunfara al final. Tampoco hay la menor duda de que en el momento de ser quitada del cuerpo su cabeza, él iría directamente a los brazos de Aquel a quien con tanta devoción había amado y servido. Esta epístola es el grito triunfal de un conquistador moribundo (1).

 

 

__________

 

 

(1) Henry H. Halley. Compendio manual de la Biblia. 19na edición. Editorial Moody, p. 571.



domingo, 15 de enero de 2023

Son las palabras más grandes que se hayan escrito nunca

Es notable. No las escribió un poeta. No vinieron de la mano de un hombre titulado e ilustre. Las trajo Dios a la vida por medio de un pescador de Galilea. Se llamó Juan. Él escribió: «Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna» (Jn. 3: 16).

No hay palabras mayores en la historia del mundo. Mensaje alguno cobra más significado ni ha tenido más impacto en el conjunto de la humanidad. No caben en todas las bibliotecas las ideas que resume. Son un compendio grandioso del sublime Libro de Dios. Martín Lutero las llamó «la Biblia en miniatura». Muestran el amor de Dios, la medida de ese amor; la presentación en Cristo de ese amor, el camino a la salvación y la vida eterna para todo aquel que cree en Aquel que nos dio ese amor.



sábado, 14 de enero de 2023

El que da al pobre

«El que da al pobre no tendrá pobreza; mas el que aparta sus ojos tendrá muchas maldiciones» (Pr. 28: 27). Los pobres son una promesa al rico. Jesús dijo: «a los pobres siempre los tendréis con vosotros» (Jn. 12: 8). Lo que se haga con ellos también supone una promesa. «El que da al pobre no tendrá pobreza». Es precioso oír algo así. Es palabra de bendición. Hay otra promesa en el mismo texto: «el que aparta sus ojos tendrá muchas maldiciones».

Bendiciones o maldiciones, y en el centro el pobre. La atención a él determina la diferencia.

La mayoría de los pobres en el mundo no escogieron serlo. Muchos son grandes trabajadores y sostienen con esfuerzo familias enteras, pero sus retribuciones salariales no están en armonía con las necesidades básicas. Otro grupo de pobres lo son porque pese a tener aptitudes sobresalientes alguien escogió negarles el empleo. No espere otra cosa para la caterva de irresponsables que empobrecen al hombre: maldiciones. En ese camino están, porque si son responsables de que exista el pobre también son responsables en cuanto a darle.



viernes, 13 de enero de 2023

En el Día mundial de Lucha contra la Depresión

El 13 de enero es el Día Mundial de Lucha contra la Depresión. Se conmemora en 2023 con un penoso crecimiento del 18% con relación a la década anterior. La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que 322 millones de personas la sufren hoy (1).

Ánimo apagado, sufrimiento interior, problemas del sueño o apetito, caída en la capacidad cognitiva, es todo un drama incapacitante y pandémico y permanece sin una causa claramente identificable y curable para las entidades médicas que la enfrentan.

No es difícil saber cómo se llegó allí: las catástrofes vitales que privan a las personas de seres queridos, metas soñadas, los diagnósticos de una enfermedad grave, son muchos los caminos que empujan a tal caída, de la que pocos pueden volver a levantarse.

Una vez más el Evangelio y Cristo como la única esperanza de los hombres. Estamos en el cosmos, destruimos asteroides amenazantes, conquistamos la tierra, el mar y el aire, pero no podemos sino apenas palear los males de la depresión, luchando para que este no llegue al suicidio, que también crece.

Una vez más el Evangelio y Cristo como la única esperanza de los hombres.

 

 

__________

  

 

(1) Fernando Lino Vázquez González. «The Conversation». 18 de julio de 2022. BBC News. https://www.bbc.com/mundo/noticias-61990038 Accedido: 13 de enero de 2023, 12: 30 p. m.



jueves, 12 de enero de 2023

La incertidumbre en la hipótesis

Una hipótesis es, inicialmente, una suposición con un grado razonable de incertidumbre. ¿Qué quiere decir «grado razonable de incertidumbre»? El afirmar «si me lanzo de un avión que vuela a diez mil pies de altura no sobreviviré» no es hipotético, porque es una verdad universalmente aceptada. «Todos morimos», «todos sufrimos», «todos respiramos», son afirmaciones que no necesitan corroboración. No son hipótesis. Llevan en sí el peso de lo obvio. En dirección contraria afirmar que «es posible ir caminando a la Luna», decir «apagaremos con agua el Sol» o «nos beberemos de un sorbo el océano», por el absurdo que suponen y la desaprobación universal que llevan no son igualmente hipótesis.

Una hipótesis lleva en sí una afirmación tentativa y a la vez dudosa. Debe ser demostrada.

Una suposición no es exactamente una hipótesis. Se diferencia de esta última en la carencia de examen crítico; es ligera, inicial, superficial. La suposición es una ocurrencia. La hipótesis es un pensamiento madurado. Esta última supone un ejercicio crítico previo y una justificada acción investigativa después.



miércoles, 11 de enero de 2023

El ignorante y el escarnecedor se encuentran

«El que escarnece al pobre afrenta a su Hacedor» (Pr. 17: 5a). Si escarnecer al pobre es una medida del escarnecimiento al Creador, ¡cuánto se escarnece al Rey del cielo en el día a día! Tribunales, plazas, calles, universidades, escuelas, trabajos… El mundo, el mundo entero es teatro del pandémico escarnecimiento. La culpa es pequeña y no visible si cae sobre el solvente contribuyente. Si esta es del pobre cuánto se visibiliza.

No saben que lo hacen a Aquel que lo creó todo, aun al pobre. Lo hacen a Aquel en cuyo nombre muchos creen actuar. Con la boca honran a Dios. Al afrentar al pobre lo escarnecen.

El ignorante y el escarnecedor se encuentran.



martes, 10 de enero de 2023

Oiga la voz de la sabiduría

La voz de la sabiduría. Siempre está en alguien, a veces en el menos predecible. Quizá algo de eso estaba en el corazón y la experiencia del rey Salomón, cuando escribió en Eclesiastés:

 

También vi esta sabiduría debajo del sol, la cual me parece grande: una pequeña ciudad, y pocos hombres en ella; y viene contra ella un gran rey, y la asedia y levanta contra ella grandes baluartes; y se halla en ella un hombre pobre, sabio, el cual libra a la ciudad con su sabiduría; y nadie se acordaba de aquel hombre pobre (Ec. 9: 13-15).

 

Es muy bíblico decir que la sabiduría puede estar en ese impensable, distante y a veces orillado ser, de cuyo nombre no queda siquiera memoria. Así pasó en esta historia: «Naamán, general del ejército del rey de Siria, era varón grande delante de su señor, y lo tenía en alta estima, porque por medio de él había dado Jehová salvación a Siria. Era este hombre valeroso en extremo, pero leproso» (II Re. 5: 1). Este general tiene, de pronto, conocimiento de la existencia del profeta Eliseo, pide permiso al rey y se va a Samaria: 

 

Y vino Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a las puertas de la casa de Eliseo. Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Vé y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio. Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra. Abana y Farfar, ríos de Damasco, ¿no son mejores que todas las aguas de Israel? Si me lavare en ellos, ¿no seré también limpio? Y se volvió, y se fue enojado» (II Re. 5: 9, 12).

 

Era un valioso estratega militar y su inteligencia estaba por encima de la media, pero tenía expectativas que no se verificaron, y la ira siguiente que dejó brotar de sí, veló su sabiduría. La consecuencia de esto pudo ser muy grave: era regresar leproso a su tierra, y nadie sabe la contrariedad que esto hubiera significado en el corazón del rey sirio; podía desencadenarse una guerra. En tal contexto se necesitaba un consejo sabio. ¿De dónde vendría?

Acompañan a Naamán edecanes, oficiales, secretarios y cronistas. El más importante general sirio no se trasladaba sin una grupal de rango ilustre. Ah…, lo olvidaba, trae con él también a los criados. Estos últimos hacen el trabajo humilde de los siervos: comida, forraje para los caballos, limpieza de las carpas. Ellos son el etcétera del grupo.

Naamán, desbordado de colera, acostumbrado a tener la pleitesía de todos, se sintió ninguneado por el profeta, y decepcionado, muy amargado, volvió grupas de regreso a Siria.

Ese es el momento cumbre en que aparece ¡la voz de la sabiduría! ¿De dónde vino? Déjeme pensar…, ¡fue el secretario! No, ese adulador puede ser que esté detrás de Naamán diciéndole: «Tiene razón, su merced. Eliseo es una persona muy incorrecta. ¿Tendrá siquiera una idea de con quién está tratando?». No, en el secretario no estuvo el consejo sabio. Entonces, ¡está en el jefe de la escolta! Ese es otro general. No, ese colérico ser le estará diciendo a Naamán: «¿Quiere que quememos la aldea con el profeta dentro?».

Cuando lo que más necesitas es un consejo sabio, y todo lo que recibes proviene de fuentes que están en peor estado que tú. Cuando de un consejo sabio depende todo, y este no aparece: «¿No clama la sabiduría, y da su voz la inteligencia?» (Pr. 8: 1).

Es verdad que la sabiduría a veces demora un poco en manifestarse, pero el Dios que nos ama siempre provee una fuente para ella y la coloca cercana a nosotros. El más ilustre superintendente de las Asambleas de Dios de Cuba, el Rev. Eolayo Caballero, nos decía en una oportunidad: «Siempre la palabra de sabiduría está presente en alguien. En las reuniones de la iglesia esa voz se manifiesta en alguien. Hay que provocarla orando».

El amor y la gracia de Dios sobre Naamán eran grandes, y de la fuente menos esperada llegó aquella palabra, tan necesaria y pertinente para un momento así: «Mas sus criados se le acercaron y le hablaron diciendo: Padre mío, si el profeta te mandara alguna gran cosa, ¿no la harías? ¿Cuánto más, diciéndote: Lávate, y serás limpio?» (II Re. 5: 13).

Naamán, contrariado, debió quedarse pensativo. Entre los inclinaciones excluyentes de irse o quedarse, se movería pendularmente unos minutos. Le costaría también aceptar que los criados tuvieran razón, pero ya la habían tenido antes: fue una joven hebrea, de la servidumbre de su casa, la que le mandó allí, donde el profeta Eliseo. Un día sabremos los caminos por lo que corrió la decisión final en el alma de aquel rústico general. Lo cierto es que: «Él entonces descendió, y se zambulló siete veces en el Jordán, conforme a la palabra del varón de Dios; y su carne se volvió como la carne de un niño, y quedó limpio» (II Re. 5: 14).

La voz de la sabiduría no estuvo en ningún líder de aquel regio batallón.

La voz de la sabiduría estuvo en los criados.

Puede ser que hoy estés grandemente necesitado y te apremie un consejo sabio. Debatido entre complejas ideas necesitas visibilizar, ante una encrucijada, la dirección a seguir. Las consecuencias de equivocar el rumbo pueden ser muy graves, porque hay torceduras del camino que, una vez asumidas, no se pueden desandar. Si estás ante tal cosa en este día, abre bien los ojos y no menosprecies a los que le rodean. Las bravuconadas y los arranques de ira déjalos para los necios.  Contén tu espíritu, como lo hizo Naamán. Desde el más humilde de esos que te rodean —¡aun desde un niño! — puede estar proveyendo Dios, para ti, la voz de la sabiduría. Así te ama el Señor.

Está atento a esa voz. Está cerca, muy cerca…



lunes, 9 de enero de 2023

Mi examen de español

Examen de español. Fecha: 1 de septiembre de 1973. Grado: quinto

Estudiante: Tavo Ríos  


Preguntas para evaluar. 

1. Escriba en la raya, a continuación, el significado de las siguientes palabras:

Saludable:    que se puede saludar.

Hormona:    cruce de hormiga y mona.

Desnudarse:  quitarse un nudo.

Aguacero:     se acabó el agua. Es elemental: “agua cero”.

Camarón:     una cama grande.

Ratificar:     convertir en una rata.

Contraalmirante:   el enemigo del Almirante.


2. ¿Qué es un estomatólogo?

Es uno que ha estudiado profundamente los tomates. La palabra lo dice: es tomatólogo.  

3. Muchos opinan que la paz está en el dinero o en la fama. En su opinión: ¿dónde está la paz?

Es muy sencillo. La Paz está en Bolivia.


Firma del estudiante:

Tavo Ríos

  

Evaluación de la maestra: Preséntese mañana con su mamá en la Dirección. No se le ocurra hacer como la otra vez, que se apareció con una tía. Maestra Graciela.

Firma del estudiante citado: Tavo. 

Nota: Maestra: ¿ a cuál Dirección debemos ir: norte, sur, este u oeste? 



domingo, 8 de enero de 2023

John Egglen

Aquella tormenta de nieve que tuvo lugar el 6 de enero de 1850, en Colchester, Inglaterra, fue instrumento bendito en las manos de Dios para empujar al joven Charles Spurgeon a la cercana y pequeña capilla metodista. ¿Sabría el diácono John Egglen el resultado que trajo su sermón de diez minutos? Con él vino a la fe Spurgeon; sería el «príncipe de los predicadores de Inglaterra». ¿Supo Egglen el impacto que se desató en la historia con aquel pequeño sermón? De este lado de la vida no lo sabremos. Lo cierto es que, desde esa mañana Inglaterra ya no fue la misma.

El bien que le hizo al joven aquella Palabra se expandió en los efectos nacionales y mundiales que vinieron bajo el ministerio del legendario predicador inglés. Spurgeon contó públicamente esa historia cerca de doscientas ochenta veces. Conmovido por tal remembranza, una y otra vez llevaría al auditorio a aquel minuto crítico en que Egglen dijo, quebrantado: «¡Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra!» (Is. 45: 22.)

John Egglen quedaría en el recuerdo y el corazón de Spurgeon para siempre. Así, por ese camino, te recordarán todos aquellos en quienes sembraste la buena semilla del Evangelio. Algunos lo harán saber públicamente; otros, por los extraños caminos de la vida, no lo harán; pero una cosa será cierta: no te olvidarán; y tras el efecto que produzca el accionar en la fe de cada uno estarán para siempre tus palabras.

Tal vez pensando en sí mismo y en lo irrenunciable de aquel recuerdo, un día se escuchó decir a Spurgeon: «Aquellos que te amaron y fueron ayudados por ti te recordarán cuando los nomeolvides se hayan marchitado. Graba tu nombre en corazones, no en mármol» (1).

 

 

__________

 

 

(1) «The Snowstorm Preacher». Monroe Journal. 21 de junio de 2018. https://petesperspective.com/the-snowstorm-preacher-monroe-journal-june-21-2018/ Accedido: 30 de diciembre de 2022, 7: 47 p. m.



sábado, 7 de enero de 2023

Muchas Felicidades, Elízabeth y Jean

«Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos» (Cnt. 8: 7). Mis hermanos en la fe nos dieron estas palabras bíblicas en el contexto de nuestra boda, hace treinta y tres años. Para entonces eran una promesa. Hoy son un testimonio: han pasado muchas aguas, trataron de anegarnos muchos ríos, pero nunca el amor se apagó.

Hoy, 7 de enero de 2023, en el Templo Central de las Asambleas de Dios de Cuba, nuestra amada primogénita, fruto de nuestro amor, une su vida con nuestro ya hijo, Jean. Muchas Felicidades y Grandes Bendiciones, Elízabeth Ríos de la Cruz y Jean Torres Pino. Vivan los años más hermosos de sus vidas, sonrían al tiempo por venir, crezca su simiente, y recuerden siempre: «Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos». Hoy, estas palabras son una puerta, una promesa de Dios para ustedes. Sean en sus vidas, en esos años por venir, en ese lejano horizonte en el que nosotros ya no estaremos, un testimonio, un testimonio hermoso de la gracia y el amor de Dios cubriendo para siempre sus vidas.

 

Les bendecimos,

Sus padres, Elízabeth y Octavio.



viernes, 6 de enero de 2023

Señora, ¿es usted la esposa de Dios?

Cuando como ahora, una tormenta invernal llena de nieve a la norteña Nueva York me viene al corazón aquella historia... Nunca encontré al autor. Se desarrolló en un frío día de diciembre. Un niño de diez años estaba de pie, descalzo, ante la vidriera de una tienda de zapatos de Broadway. Temblaba de frío. Una dama que andaba de paso, con sorpresa, advirtió al niño y se sintió movida a preguntarle: «Mi jovencito, ¿qué es lo que miras con tanta insistencia?». El pequeño contestó: «Le estaba pidiendo a Dios que me diese un par de zapatos». La dama le tomó de la mano y juntos entraron a la tienda. Ella pidió al vendedor que trajese media docena de calcetines, una vasija con agua y una toalla. Se llevó al muchacho a la parte trasera de la tienda y, quitándose sus guantes, se arrodilló, lavó los pies del niño y los secó con la toalla. Colocó un par en los pies del muchacho, le compró un par de zapatos, se los puso y atando el resto de los calcetines, se los entregó. Le dio, finalmente, una palmadita en la cabeza y le dijo: «No hay duda, amiguito, te sentirás más cómodo ahora».

Al salir de la tienda, el asombrado niño tomó de la mano a la dama y, mirándole a los ojos, con su rostro surcado por lágrimas, le preguntó: «Señora, ¿es usted la esposa de Dios?».

Ojalá y nuestro hechos, en esta vida, recuerden tan vivamente al Señor, al punto de que alguien llegue a sentir, como aquel niño, que estamos muy cerca de Él, tal vez en la condición de hijos…, «hijos de Dios».

«Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios …» (I Jn. 3: 1).



jueves, 5 de enero de 2023

Una reseña crítica al Mein campf (Mi lucha) de Adolfo Hitler

La lectura del Mein Campf (Mi lucha) de Adolfo Hitler deja al lector una sensación que recuerda a esas que quedan tras escuchar una conversación tabernaria. Como sabe, los borrachos se vuelven filosóficos y bajo sus endémicas cargas etílicas defienden las más disparatadas teorías donde se entremezclan verdades con mentiras y pensamientos de élite con asuntos rastreros. Es así como llegan a formidables conclusiones que resaltan sobre todo por lo poco prácticas que son. Ellos afirman, por ejemplo, y muy sentenciosamente, que «debe legalizarse de inmediato la droga y luego fusilar a todo el que haga algo incorrecto bajo sus efectos». O sea que, en nombre de la libertad que piden respetar, si no acaban con el mundo a través de los estupefacientes, lo harán por medio del patíbulo. No, no son prácticos, pero de eso trata la filosofía, de hacer volar la mente por los aires en una heterodoxia del pensamiento que, de no ser por lo trágica que resulta, a veces llegaría a ser graciosa.

Bueno…, si no supiera que el tal Adolfo estaba en prisión cuando escribió el libro me atrevería a afirmar que Mi lucha fue escrito por un borracho tras una tanda de mezclas en que no faltaron el vodka ruso y el ron cubano. Debió palidecer de envidia Scott Fitzgerald, contemporáneo de Hitler, célebre por escribir completamente ebrio. Pero no, Hitler estaba sobrio cuando redactó las notas biográficas, históricas, filosóficas y sociológicas que componen este libro. Su «Teoría del Estado» que podría hacer caer «patas arriba» al más flemático de los lectores, la escribió en un estado de total lucidez. Esto es asombroso. Hoy se sabe que no usó secretarios, como se pretendió siempre afirmar. Él escribió per se.

Se dispuso, para la lectura, de la edición digital, que circula profusamente en redes. La primera parte fue escrita en el presidio de Landsberg Am Lech, el 16 de octubre de 1924. La segunda, en 1926.

El lenguaje general del autor es preciso. Por momentos parece un material redactado por los recursos propios de la inteligencia artificial, que no estaba disponible en aquella época, seco en grado extremo.

En la Primera parte de este libro aparecen afirmaciones cargadas de una lógica muy persuasiva que llevan al lector como un niño tomado de la mano, desde la biología hasta la sociedad. En el capítulo décimo «Las causas del desastre», página 71 de la edición consultada, se lee:

 

No fue por casualidad por lo que el hombre dominó más fácilmente la peste que la tuberculosis. La una viene en olas violentas de muerte, arrasando la humanidad; la otra en cambio se desliza lentamente; una induce al terror, la otra a una creciente indiferencia. Consecuencia lógica fue que el hombre afronte la primera con todo el máximo de sus energías, en tanto que se empeña en combatir la tuberculosis valiéndose solamente de medios débiles. Así el hombre doblegó a la peste, mientras que la tuberculosis lo domina a él. El fenómeno es el mismo al tratarse de enfermedades que afectar al organismo de un pueblo.

 

Tres páginas después (74), llama «cháchara» a la libertad de prensa en clara evocación al dictador que llevaba dentro, ese que los demócratas alemanes ovacionarían en las calles de Berlín, el 30 de enero de 1933.

En ese mismo capítulo, en la página 78, aquel que ordenó el ahorcamiento del pastor y teólogo alemán Dietrich Bonhoeffer, se vuelve de pronto un «santo» interesado en la ortopraxia de las misiones nacionales cristianas. Quién no conozca el sistema de trabajo de la iglesia puede sentirse invitado a secundar la idea de acuerdo con el modo en que la presenta. Él afirma:

 

Mientras nuestras dos confesiones cristianas (la católica y la evangélica) mantienen misiones en Asia y África, con el objeto de ganar nuevos prosélitos, esto es, empeñados en una actividad de modestos resultados frente a los progresos que realiza allá el mahometismo, pierden en Europa mismo millones y millones de adeptos convencidos, los cuales se hacen en absoluto indiferentes a la vida religiosa, o van por su propio camino. Sobre todo desde el punto de vista moral, son muy poco favorables las consecuencias. (Sic.)

 

Nunca supo el Führer que las misiones cristianas son llamados del Señor, y no programas sociales preparados en una oficina climatizada. Siquiera imaginó lo que es un llamado, aquel que un día él, sacrílegamente, dijo tener.

Elevándose como los grandes interesados en la pureza en el gobierno, en la página 80 afirma:

 

…quién reflexione sobre las vidas inmoladas en vano y la suerte de los mutilados, así como también en la vergüenza única y la infinita miseria de que ahora somos víctimas; quién sepa, en fin, que todo eso vino sólo para abrir el camino hacia las carteras ministeriales a unos ambiciosos sin escrúpulos, cazadores de puestos públicos; quién recapacite sobre todo esto comprenderá que a tales seres humanos no se les puede dar ciertamente otro calificativo que el de canallas y criminales.

 

«Canallas» y «criminales», así les llamó. A qué potencia, exponencialmente hablando, se elevaría el futuro canciller de Alemania con relación a estos epítetos. Los muertos de Auschwitz-Birkenau y Treblinka claman todavía contra él desde la tierra. «Canalla» y «criminal» ...

Llama mucho la atención la Segunda parte de este libro, donde cambia súbitamente el estilo, como si un autor diferente hubiera tomado para sí la redacción del trabajo. Debe recordarse que el autor está escribiendo dos años después, en 1926.  

Quizá lo más significativo de esta Segunda parte aparece en el capítulo segundo, «El Estado», donde la apología al estado racista llega a límites monstruosos. En la página 109, se lee: «El Estado racista debe partir del punto de vista de que un hombre, si bien de instrucción modesta, pero de cuerpo sano y de carácter firme, rebosante de voluntad y de espíritu de acción, vale más para la comunidad del pueblo que un superintelectual enclenque». (Sic.) [En el estilo general del autor falta la coma que está normada antes del adversativo «pero» (ver pp. 78, 109)].

Es decir, que Mohamed Alí y Teófilo Stevenson, campeones mundiales, profesional el primero y amateur el segundo, tienen más valor que Stephen Hawking y Franklin Roosevelt. El primero estaba totalmente invalidado por la esclerosis lateral amiotrófica y cambió nuestra cosmovisión del universo. El segundo arrastraba en una silla de ruedas las consecuencias de una penosa poliomielitis y desde la Presidencia de los Estados Unidos dirigió a la nación más importante de la tierra en el contexto de la Segunda Guerra Mundial y la Gran Depresión.

Por años las bibliotecas públicas de los Estados Unidos han tenido un protocolo de trabajo según el cual todo el que solicite en sus instalaciones un préstamo para la lectura de esta publicación es transferido a una lista del FBI. Debe, entonces, saber que este será un mal adicional a la lectura, pese al odio que sentimos por los totalitarismos los que, por razones profesionales, nos vemos en el penoso deber de hacer una lectura así. 

No terminaremos de insistir en que la revisión de esta publicación, hecha entre los años 1925 y 1926, es riesgosa para el lector no entrenado porque el pensamiento está peligrosamente organizado y la redacción es casi perfecta; están satánicamente mezcladas verdades y mentiras; por momentos arde en amenazante pasión y la experiencia histórica demuestra que, más de uno, ya fue contagiado por el germen que salta de sus páginas. Es el riesgo de tratar con trabajos escritos por paranoicos; en ellos las ideas están muy sistematizadas y cuesta trabajo desmadejar el punto del pensamiento en que todo está quebrado para desde allí desenrollar el ovillo. Este se desdobla y muestra roto cada vez que Hitler considera a la raza hebrea como inferior. Aun abstrayéndonos de la condición de ministro evangélico y alejándonos de las promesas bíblicas de bendición hechas exclusivamente a la descendencia de Abraham, mirando solamente el comportamiento histórico y social judío, es innegable que este es un pueblo que ocupa un mínimo porcentual de gente en el mundo y que, pese a eso, recoge el mayor número de premios nobeles y de científicos exitosos per cápita del planeta. Israel floreció bajo la dirección judía. En 1948 era un desierto al sur y un pantano al norte, con un estrecho y nada caudaloso río que, parafraseando a Shimon Peres, tenía importancia histórica y no hidráulica. No puede llegarse a otra conclusión: los judíos y su extensión hebrea en el mundo son la vanguardia de la humanidad.

Por este camino de «razas superiores e inferiores» cabe preguntarse acerca de qué debe de haber pensado Hitler cuando vio a Jesse Owen (un negro norteamericano) entrar triunfal a la meta en la competencia de los cien metros planos en la Olimpiada de Múnich, en 1936, mientras dejaba detrás a los arios puros (...). Dicen los cronistas del evento que el Führer se negó a felicitar a aquel veloz representante de la raza inferior.

 

Conclusiones

 

Más allá de toda conclusión que se haga, un peligro debe advertirse en el Mein Campf y es el del exclusivismo ideológico que inspira su lectura. Todos los totalitarismos, sin excepción alguna, son extremadamente destructivos, aun el totalitarismo cristiano que forzó la iglesia católica en la Edad Media y que devino en la Santa Inquisición. El concentrar poder en un solo hombre es lo más desatinado que puede hacer un pueblo. Temprano lo advirtieron los padres fundadores de la gran nación americana, y su check balance (pesos y contrapesos) en la estructura del gobierno, esa separación de los poderes ejecutivos, parlamentarios y judiciales es, sin margen de dudas, el más grande ejercicio preventivo contra todos los despotismos. Ninguna persona debe de estar por encima de la ley. Un presidente puede ser llamado a rendir cuentas al Congreso de los Estados Unidos, y todos, con independencia de la cantidad de dinero de que dispongan o de la influencia social que tengan, tienen la vigilancia del sistema judicial con la gigantesca espada de la Corte Suprema. Ese es el camino por el que no hay golpes de estado en la historia de la gran patria de Lincoln.

Los totalitarismos son enfermedades sociales y estallan nacionalmente con ecos mundiales. El nazismo fue la más amarga lección que recibiera la humanidad en el siglo XX, y abocó a los humanistas en una fosa donde no encontraron otra cosa que la más acabada de las decepciones.

Si no está obligado académicamente a hacerlo, no lea este libro, y se sentirá mejor; tanto más si todavía no anduvo en la obras de Víctor Hugo o Dumas. Si no se movió en las páginas de El pequeño príncipe de Saint-Exupéry, no tiene nada que ir a buscar al Mein Campf de Hitler.

Un maestro bíblico y, con más razón, un profesor de teología en los niveles de facultades, institutos y universidades teológicas, debe leerlo. Es necesario para poder comprender los caminos por donde se movieron monstruos ideológicos como el antisemitismo, el racismo de estado y la eugenesia.

Finalmente, antes de leer, haga conmigo un tipo de oración que me enseñó a hacer mi caro amigo, pastor y mentor, Luis O. Guerra Gutiérrez, cuando nos tocaba compartir lecturas difíciles. Incluye las palabras bíblicas que recogen la grandiosa promesa del Señor Jesús hecha a los suyos: «…y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño» (Mr. 16: 18b). Así sea.