Mensajeros del diablo. Eso son. Comienza el día y por medio de ellos busca, el enemigo de las almas, turbarte. Por el teléfono y las redes ellos traen un mensaje de turbación y contradicción. El tenebroso propósito es claro: que el día comience con prevalencia de las tinieblas. Debes velar ese satánico propósito. No debe ser así. El día debe de comenzar con la expresión sentida en ti de la gloria de Dios. Habla con Dios al despertar. Piensa en Dios en el comienzo del día. Lucha para que Él esté en tu primer pensamiento y sentimiento. En ese comenzar apaga el teléfono. Desconéctate del mundo, por medio de él vienen los mensajeros del diablo. ¿Hasta cuándo tal desconexión? Hasta que sientas la gloria de Dios.
Vele al enemigo. Quiere ocupar tus primeros minutos. Parece que son importantes en el comportamiento siguiente del día. Vele a ese ladrón que quiere robar para sí la primicia del día. El tiempo que roba busca matar el triunfo de las horas siguientes destruyendo toda la alegría. “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Jn. 10: 10).
Vele. Desmorone los planes satánicos para hoy. Giran en torno a una sola cosa: alejarte de Dios.
Vele la gloria de Dios. De ella vienen las fuerzas para vivir el día de hoy.
Vele la gloria de Dios.
Vele.
Wao!!!! ¡¡¡Qué belleza!!!!. Cierto muy cierto!!. En el nombre de Jesús. Amén!!. 👏❤🙏🙏
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