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martes, 2 de agosto de 2022

Cuando las etimologías importan: Educere o educare

A veces las etimologías no importan nada. “Psicología” o “sicología”, ¿habrá diferencia entre una y otra? La pronunciación «ps» en español es muy fuerte, y se evita modernamente. La lengua de Cervantes prefiere, por otra parte, la ortografía fonética y lucha por escribir del modo más cercano posible a como se pronuncia diferenciándose en eso del francés y el inglés. La mayoría de los psicólogos, sin embargo, abogan en favor de que se respete la «p» inicial del término para ser consecuentes con los significados etimológicos, y es que, en griego, la raíz psykhé es psique o alma, mientras que la supresión de la «p» llevaría a considerar el término como derivado de sŷkon que significa «estudio de los higos» (1). Al final del asunto se notará que persona alguna cuestionará el significado de la palabra, sea se use de un modo o de otro, y usted oirá a los entendidos hablar acerca de la licitud lexicográfica respecto a escribirla de un modo o de otro.

Otras palabras derivadas del griego tienen significados etimológicos muy alejados del uso contemporáneo. Etimológicamente hablando, mártir significa «testigo»; ángel, «mensajero». Bueno, esa dinámica de la lengua con los siglos no trae discusiones al hombre moderno. Es curioso, sin embargo, la pelea que se forma con la palabra «educar», que tiene raíces latinas. ¿Qué es educar? Se pregunta el estudioso, y ahí mismo se desencadena una pelea conceptual que tiene que ver, más que todo con la etimología. Definir «educar» depende de la perspectiva etimológica que usted adopte. ¿De dónde deriva la palabra?

Qué interesante. Evaluaba una tesis de Global University cuando tropecé con el asunto. Si la palabra «educación» deriva del latín educere, de ex (fuera), ducere (llevar), entonces el peso del significado descansa sobre la idea de que la educación es desarrollo, es decir, sacar el potencial interior de aquel que se educa. Sin embargo, existe una segunda posible etimología latina en el vocablo educare, que significa «alimentar el ganado». Esa idea traería un significado de «imposición», que le gusta mucho a los socialistas como Herbert. Ellos se aferran a esta trinchera y definen entonces «educación» como «transmisión de cultura». Es notable la diferencia; en el primer caso se trata de hacer aflorar, algo que se hace brotar de adentro hacia fuera; el segundo caso es de una orientación inversa, es algo que viene de afuera y se coloca con una carga impositiva (2). Como la verdad nunca está en los extremos habrá que encontrar el equilibrio entre ambas cosas. En el ministerio magisterial de la iglesia es importante sacar de cada uno todo lo que el potencial puesto por Dios permite, y también es importante la transmisión de la riqueza cultural del evangelio. 

Esta dualidad etimológica entre educere y educare es un ejemplo de que no siempre podemos ignorar las etimologías en aras de lograr tranquilidad en la comunicación. A veces las etimologías importan, pero otros las discutan; nosotros... encontremos el equilibrio. 

 

 

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(1) Yolanda Pérez. ¿Psicología o Sicología? https://yolandaperezpsicologa.es/2014/06/12/psicologia-o-sicologia/ Publicado en Psicología en general, junio 12, 2014. Accedido: 2 de agosto de 2022, 11: 26 p. m.

(2) Oscar Picardo Joao. Diccionario Pedagógico. San Salvador: Colegio García Flamenco. Ver en: Ludys Morales Quiñones. “Práctica reflexiva de la educación bíblica en el contexto del Antiguo, Nuevo Testamento y sus desafíos en la praxis contemporánea”. Global University. Propuesta de tesis aceptada. Licenciatura en Teología y Biblia. Junio de 2020. Trabajo inédito.



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