Leyendo a Roger S. Greenway, en Apóstoles a la ciudad, un pequeño manual de evangelismo urbano que usé como texto en esa asignatura para una de las Escuelas Ministeriales de Texas, encontré un comentario acerca de una organización desconocida para mí. Se trata de Neuróticos anónimos, así como lo lee. Se parece al célebre Alcohólicos anónimos, pero está organizada para gente que se siente sola y sufre conflictos propios de la neurosis, por excelencia la ansiedad.
Registrando en la Web encuentro que está bien extendida ya. Su método está basado en una terapia de grupo que se conoce como “Doce Pasos”, “Doce Tradiciones” y “Los Doce Conceptos para el servicio mundial”. Neuróticos Anónimos (NA) tuvo su origen en Washington D. C. Fue fundada el 3 de febrero de 1964, por Grover Boydston (1924-1996), un hombre que había atentado contra su vida cinco veces antes de cumplir los veintiún años (1). NA o Neurotics Anonymous International League como está legalmente establecida (NAIL por sus siglas en inglés) creció modestamente hasta que se publicó un artículo sobre ella en la revista Parade (2). The Associated Press y United Press International expandieron la historia y, de pronto, comenzaron a formarse grupos de N. A. por todo el mundo.
Lo que llama la atención es que no usan el concepto de neurosis en su estricta definición científica, y el “saco” de inclusión en que convierten la sociedad tiene la boca muy ancha. Véalo en el siguiente cuestionario. Esta sociedad indica que si responde con un “sí” a cuatro de las preguntas usted es apto para ingresar de inmediato en esta asociación:
¿Es usted supersensible?
¿Le gusta conmiserarse?
¿Trata siempre de justificarse o defenderse?
¿Padece de ansiedad en ciertos momentos?
¿Es usted tímido, cree que todo el mundo lo observa?
¿Es celoso y desconfiado?
¿Le gusta criticar?
¿Exagera pequeños problemas?
¿Tiende a exagerar sus estados de optimismo y depresión?
¿Vive disgustado con todo el mundo?
¿Ha perdido sus ambiciones de superación?
¿Pierde oportunidades?
¿Tiende a ser ordenado en exceso?
¿Es usted desordenado?
¿Miente sin necesidad?
¿Es usted supersticioso?
¿Hace cosas que considera tontas?
¿Padece alguna compulsión? Ver debajo de la cama, temiendo haya algo, lavarse las manos exageradamente, ver si el carro u otra puerta está bien cerrada)
¿Adolece de miedo a alguna cosa? (oscuridad, altura, enfermedad, cuartos cerrados, etc.)
¿Se enoja con facilidad?
¿Tiene dificultad para concentrarse?
¿Padece de insomnio?
¿Padece de dolores de cabeza con frecuencia?
¿Se queda dormido cuando no debe?
¿Padece de enfermedades que el médico no logra descubrir? (1)
¿Leyó? A que contestó que sí a más de diez preguntas… Este cuestionario lleva a la humanidad entera a ser incluida en la tal sociedad.
Atendiendo a las preguntas que aparecen arriba, en el plan de inclusión, la organización “Neuróticos anónimos” ya existía dos mil años antes de fundarse, solo que con otro nombre. Se llamaba Iglesia.
Lejos de lo que muchos creen, la Iglesia es una organización de personas cansadas a fuerza de fracasar, heridas de muerte, con una aplastante experiencia de frustración y soledad; cautivos, enfermos, deprimidos, ansiosos, a todos los tales, llamó Jesús, cuando dijo: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mt. 11: 28). Nunca antes ni después, alguien, sino el Hijo de Dios, haría un llamado tan inclusivo.
Examine a los miembros de cualquier iglesia. Pídales que les relate algo de sus pasados, y encontrará en ellos algo más que neurosis. No se jacten los que están fuera acerca de estar mejor. A nadie engañan. Ellos están adosados a la condición de locos sin remedio.
Ninguna organización secular puede librar de las cadenas espirituales que cautivan ni de la condenación eterna. Sociedad alguna, fundación humana, agrupación benéfica, por bien intencionada que esté, podrá jamás sustituir a la Obra del Espíritu Santo. Cristo vino, murió y resucitó para que todos “tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Jn. 10: 10).
No hay otro camino para romper las ataduras inmisericordes de las penosas neurosis. Jesús dijo al estoico Tomás: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”.
Nadie.
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(1) Neuróticos anónimos. Información. https://www.neuroticosanonimos.us/que-es-n-a-1 Accedido: 15 de marzo de 2022, 2: 47 p.m.
(2) Hubbard, R. H. «Neurotics Anonymous: A new organization in which disturbed people help each other». Octubre de 1964.
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