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sábado, 25 de enero de 2020

Aquella zorra que se llamó Herodes Antipas

Siempre me hace sonreír la forma ocurrente en que el Dr. César Vidal Manzanares contrasta la genialidad política y constructiva de aquel psicópata que se hizo llamar Herodes el Grande (74 aC-3 dC) con la absoluta mediocridad de sus “príncipes herederos”. A su muerte, sus cuatro hijos sobrevivientes (había hecho asesinar a otros cuatro), heredan el reino. Por disposición del emperador Augusto, Arquelao, quedó en Judea (Mt. 2:22), e Idumea; Felipe en Iturea y Traconite; Herodes Antipas, en Galilea; y Lisanias en Abilene (Lc. 3:1) (2). Flavio Josefo da testimonio histórico de esto en Antigüedades judías.
El Herodes que más sobresale en los Evangelios es Herodes Antipas (20 aC-39 dC), hijo de Herodes el Grande y su esposa samaritana Maltace. Aparece en Lucas 13: 31, 32: “Aquel mismo día llegaron unos fariseos, diciéndole: ‘Sal, y vete de aquí, porque Herodes te quiere matar’. Y les dijo: ‘Id, y decid a aquella zorra: He aquí, echo fuera demonios y hago curaciones hoy y mañana, y al tercer día termino mi obra’”. El Señor Jesús se refirió a él en esa ocasión como “zorra” y no como zorro, enfatizando la destreza, habilidad y carácter rencoroso que llenarían la persona toda de aquel fatídico ser (1).
Durante su reinado construyó una nueva capital sobre las orillas del mar de Galilea, y la llamó Tiberias. Debido a que fue construida sobre el sitio de un antiguo camposanto, los judíos no querían habitarla. Fue necesario colonizarla a la fuerza. El gobierno de allí fue modelado conforme al sistema griego. En cuanto a religión, Herodes Antipas era judío y se puso al lado del populacho judío para protestar contra el escudo sagrado que Pilato había mandado a poner en Jerusalén (1) Asistía la fiesta de la Pascua que se celebraba en esa ciudad (Lc. 23:7).
Cuando Antipas fue a Roma se alojó con Herodes Felipe I, que vivía allí, y se enamoró de su esposa, Herodías. Esta era hija de su medio hermano Aristóbulo (Mt. 14:3, Mr. 6:17, Lc. 3:19); este último está mencionado solamente una vez en los Evangelios, y no debe confundirse con Felipe el tetrarca. Antipas se divorció inmediatamente de su esposa, que era hija del poderoso Aretas IV, rey de los nabateos (Arabia). Esta corrió al lado de su padre tan pronto como conoció las intenciones de Antipas, y Aretas le declaró la guerra a Herodes (1). Momentáneamente le salva la intervención del gobernador de Siria, Vitelio. (2) Por la escandalosa e ilícita unión Juan el Bautista le reconviene públicamente. Herodes Antipas le lleva a la cárcel y ordena posteriormente su decapitación (Mt. 14:3-10).  
En Lucas 23: 6-12, tuvo a Jesús frente a él durante el proceso:

Entonces Pilato, oyendo decir, Galilea, preguntó si el hombre era galileo. Y al saber que era de la jurisdicción de Herodes, le remitió a Herodes, que en aquellos días también estaba en Jerusalén. Herodes, viendo a Jesús, se alegró mucho, porque hacía tiempo que deseaba verle; porque había oído muchas cosas acerca de él, y esperaba verle hacer alguna señal. Y le hacía muchas preguntas, pero él nada le respondió. Y estaban los principales sacerdotes y los escribas acusándole con gran vehemencia. Entonces Herodes con sus soldados le menospreció y escarneció, vistiéndole de una ropa espléndida; y volvió a enviarle a Pilato. Y se hicieron amigos Pilato y Herodes aquel día; porque antes estaban enemistados entre sí.  

En el año 36 dC el rey Aretas, resentido por la vieja ofensa de Herodes Antipas, acerca de la hija del primero, se levanta en guerra, y le infringe una seria derrota. Flavio Josefo testifica que aquel desastre fue interpretado por sus contemporáneos judíos como un juicio relacionado con la ejecución de Juan el Bautista (3).
Por instigación de Herodías en el año 39 dC, reclamó a Calígula, recién nombrado emperador de Roma, la corona de rey de los judíos, pero Calígula, habiendo recibido denuncias, prefirió concedérsela a Agripa, al tiempo que ordenaba el destierro de Herodes Antipas y su mujer a Lugdunum (actual Lyon, Francia), donde murió (1) (3) siguiendo la peor suerte que podía sufrir un Herodes: ser ninguneado.


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(1) M. Ruiza, T. Fernández y E. Tamaro. (2004). “Biografia de Herodes Antipas”. En: Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea. Barcelona (España). Recuperado de https://www.biografiasyvidas.com/biografia/h/herodes_antipas.htm Accedido el 22 de enero de 2020.
(2) Merrill C. Tenney. Nuestro Nuevo Testamento: Estudio panorámico del Nuevo Testamento. Edición revisada y aumentada. Grand Rapid. Michigan. Editorial Portavoz, 1989, pp. 58, 59.).
(3) Flavio Josefo. Antigüedades judías, vida y otros. Buenos Aires, Acervo cultural, 1961. Ver en: F. F. Bruce. Artículo: “Herodes”. Nuevo Diccionario Bíblico Certeza. Barcelona, Buenos Aires, La Paz, Ediciones Certeza Unidas. 2003, p. 590.




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