Bajo nuestra humilde dirección, como Pastor Asistente, el sábado 22 de noviembre de 1997, se fundió la placa de la casa pastoral del Templo “Fuente de Vida”, de Infanta y Santa Marta, La Habana, Asambleas de Dios de Cuba, principal Templo de la Organización en la isla.
Muchos dijeron que una brigada de la Iglesia no tendría la capacidad de hacerla. La brigada de la calle, que contrataron la semana anterior, no pudo llegar más allá de la cuarta parte. Los despedí a todos a las 3:00 a. m. Organicé una brigada de la Iglesia formada por setenta hermanos. Puse a la cabeza de ella como técnico de construcción a Roberto Matos, con José Acea de asistente principal. Comenzamos a subir materiales y a batir mezcla a las 7:00 a. m. No dispusimos de medios mecanizados; solo contamos con la fuerza humana, sogas, poleas, palas, azadones, cubos y amor, mucho amor. A las 2:00 p. m. habíamos terminado la inmensa obra.
Al día siguiente, domingo 23, en la Escuela Dominical, mi esposa y yo le entregamos un presente a cada trabajador y una hoja con las palabras de gratitud que aparecen en la imagen, impresas en el humilde mimeógrafo de la Iglesia. A Dios sea toda la gloria de aquella memorable jornada.
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