La Moderna Poesía

La Moderna Poesía es una de las librerías más famosas de Cuba. En ella discurrió parte de mi infancia. Su historia comenzó en 1890 cuando el inmigrante español proveniente de Galicia, José López Rodríguez, conocido como Pote, inauguró un local con este nombre en la calle Obispo; ofrecía servicios de librería e imprenta.

En 1910 el éxito del negocio creció con la instalación del único taller donde se hacían grabados en acero. Para entonces se inició la producción y venta de sellos postales y de billetes de lotería. En este contexto la Moderna Poesía se convirtió en la principal librería de toda Cuba. Sus inversiones le permitieron tener algunas filiales en otras ciudades del país.

En 1935 por iniciativa de López Rodríguez se construye el actual edificio. Conserva su carácter de librería.

Como se encuentra a la entrada misma de La Habana Vieja, en la cabecera de la calle Obispo los estudiantes que debíamos incursionar por allí nos sentíamos invitados a hacer una escala en el lugar. Frente a ella habilitaron en la década de 1990 otra librería de ejemplar usados. Treinta minutos del recorrido que se estuviese haciendo transcurrían entre ambas locaciones. Felizmente, bien temprano todavía en la adolescencia, si mal no recuerdo, se prohibió la circulación de ómnibus por la calle Obispo y se desvió por Galiano, rumbo a la calle Barcelona. Era brutal ver aquellos ómnibus por la estrecha calle de Obispo. Pobre transeúnte que andaba por la acera en el momento en que ellas doblaban en alguna de las calles interiores de ese antiguo barrio de la capital; invadían completamente la acera; el hierro del espejo casi rozaba la pared del edificio levantado en esa acera. La Habana Vieja fue diseñada para una población de unos pocos miles de personas. Dos millones fue demasiado para ella y ya se convirtió en un lugar a donde no es cómodo ir; los hacinamientos no lo son.

Ahí perdura La Moderna Poesía. Es raro que todavía exista.