Se nos adelanta en el Señor un pionero del movimiento pentecostal en el Oriente cubano, el fraterno Aquiles Legrá Barravia. Nació en Baracoa, el 16 de diciembre de 1930, y se despidió de todos los que bien le quisimos, a los 91 años, el 26 de junio de 2022, a las 7:00 p. m., desde su terruño querido, en la primada Baracoa, donde siempre vivió.
Sus primeros trabajos en el Señor se remontan a los comienzos de la década de 1950, y están relacionados con la llegada a Cuba del matrimonio misionero norteamericano de Verlin y Pauline Stewart. Estando estos recordados hermanos pastoreando en Perry, Oklahoma, Estados Unidos, son sorprendidos por el llamado misionero a Cuba, a donde llegan en noviembre de 1951. Pastorean en Sancti Spiritus, Las Villas, centro insular, hasta junio de 1952, y son enviados entonces a la bellísima Baracoa (1). Allí inician un intenso trabajo de evangelización y su mayor apoyo en el terreno viene a ser el de la familia Legrá, donde Aquiles es el mayor.
Biria Legrá Jardines, por años Presidenta presbiterial y local de los Ministerios Femeniles de las Asambleas de Dios en La Habana, en el Presbiterio 10 de octubre-Boyeros, cuenta, para la redacción del exitoso Tomo II de Historia de las Asambleas de Dios en Cuba, en 2019:
Mi hermano Aquiles y yo nos volvimos compañeros de viaje y evangelización de los Stewart. Ellos tenían un auto blanco; detrás cabíamos unas seis u ocho personas. Íbamos Aquiles, los dos hijos de los Stewart y yo. Delante, en la cabina del chofer, iba Verlin Stewart manejando, a su lado su esposa y al lado de la esposa hacia la ventanilla, una hermana norteamericana que les hacía de nodriza; se llamaba Helen; tiempo después se casaría con un cubano (2).
En Baracoa, los Stewart fundaron una iglesia en Niña Bonita (luego fue trasladada para el Jamal cuando ellos se fueron de Cuba); estuvieron en La Cuchilla en un lugar que no es la ubicación actual del Templo que levantó, en el Señor, Nelsio Legrá; estaba más adelante en la bajada. Luego la trasladarían para donde está ahora. Estuvieron en Yumurí, en Los Alemanes, que es un barrio de Yumurí, en Bahía de Mata (queda antes de llegar a Los Alemanes) y en el Guirito (barrio de Zamora), en Baracoa (3).
Imagen de la izquierda, familia misionera Stewart. A la derecha, automóvil con el equipo misionero que le acompañaba |
Al lado de los misioneros Stewart y de su hermana Biria, Aquiles Legrá fue instrumento para la llegada a todos los rincones de Baracoa del evangelio pentecostal y de las ayudas misioneras que se recibían. Bajo el ardiente sol del Oriente cubano él llevó aquellas alegrías hasta los hogares más pobres, en las más distantes y humildes locaciones campesinas.
Amado Legrá Jardines, quien fuera pastor en la Obra Bautista Oriental, recuerda: “Mi hermano Aquiles se extendió hasta Moa y trabajó conmigo en la evangelización”. La Revda. Nersa Legrá Jardines, ministro del Evangelio Completo y posteriormente de las Asambleas de Dios, desde sus más lejanas remembranzas cuenta: “Tenía yo trece años, cuando mi hermano Aquiles, me dijo: ‘¿Tú no quieres servir al Señor’? Era una invitación al campo misionero. Fue la primera persona que me habló de servir al Señor”.
En 1962, el anhelo de superación bíblica lleva a Aquiles Legrá a matricular en el Instituto Bíblico Pentecostal de las Asambleas de Dios en Manacas, Las Villas, Cuba. Sería ese el último curso que tendría lugar allí. Los estudiantes de primer año eran, como se ve en la imagen siguiente, de izquierda a derecha: Aquiles Legrá Barravia (Guantánamo, Oriente), Oneida Álvarez (Habana), José Luis Soto, Idelisa Saiz (Central Washington, Las Villas) y Cristóbal Martínez (Sancti Spiritus, Las Villas) (4).
El nombre de Aquiles Legrá y sus imágenes fotográficas aparecen en el Anuario del Instituto, La perla inolvidable, 1962, cuidadosamente conservado en los Archivos de Historia de las Asambleas de Dios de Cuba, digitalizado y distribuido para toda Cuba por el autor de este artículo, en la LXIV (64) Conferencia General Cuatrienal, celebrada en el Templo “Aleluya”, de la ciudad de Camagüey, entre los días 27 y 30 de enero de 2015. En él se ve a Aquiles Legrá al lado de reconocidas personalidades de la historia de la organización como Rolando Rivero, Alipio Pedraza, Benjamín de Quesada, Dagoberto Jane, Osías Rosell y Félix Pérez, todos estudiantes de ese curso (ver fotografía siguiente).
FOTOGRAFÍA. INSTITUTO BÍBLICO PENTECOSTAL DE MANACAS. 1962. Identificación por los Revs. Benjamín y María de Quesada. Siempre de izquierda a derecha:
Sentados. Claustro de profesores: Rev. Carlos Anderson, subdirector; esposa del Rev. Anderson, (no se conserva su nombre); Profesora Mildred Zoppelt de Woodworth; Rev. Prof. Floyd Woodworth (director); Rev. Francisco Quintero; Rev. Luciano Rodríguez; Esther Borges; Lic. Carmen Ramírez (supervisora de jóvenes).
Primera fila de pie: 1era. Isabel de Brizuela; 2da. Migdalia Gómez; 3era. Marcia Castro; 5ta. Oneida Álvarez; 6ta. Olga Velázquez; 7mo. Mirta Pérez; 9na. Virginia Echevarría; 10ma. Julia Ortiz. 11na. Anai Matos.
Segunda fila de pie: 1era. Hermida Figueredo Pi; 5ta. Magdala Fe Cicilia; 7ma. Zaida Odio; 8va. Juana Rendón; 9no. Hermes Cruz; 11no. Sila Vargas; 12mo. Leyda Ramos; 13mo. Gisela Ramos; 14ta. María Silvente.
Tercera fila de pie: 1ero. Aquiles Legrá; 3ero. José Ferrera; 4to. José Ramón Pérez; 5to. Ricardo Peña; 6to. Josué Salazar; 7mo. Dagoberto Jane; 8vo. Félix Pérez.
Cuarta fila de pie: 1ero. Manuel González; 2do. Marino Palmas; 3ero. Manuel Viamonte; 8vo. Julio de Quesada; 11no. Benjamín de Quesada; 12mo. Osvaldo Figueredo; 13ero. Rolando Rivero. 14to. Jesús Brizuela; 16to. José Corrales; 17mo. Cristóbal Martínez; 18. Osías Rosell (5).
Como estudiante del Instituto, Aquiles Legrá perteneció a la Comisión Directiva de la Hora Misionera, que aparece en la imagen siguiente. En ella Aquiles Legrá se encuentra en la extrema izquierda (6).
Como estudiante del Instituto pastoreó Aquiles Legrá las Iglesias de Calimete y Jiquiabo. En La Antorcha Pentecostal, No. 8, noviembre de 1962, editor Kerry González, p. 12, se lee: “En el Instituto Bíblico se celebró un hermoso culto de bautismos. Descendieron a las aguas siete hermanos, seis de Jiquiabo, obra pastoreada por los alumnos Aquiles Legrá y Jesús Santiesteban, y uno de El Ciego, iglesia bajo el pastorado del hermano Gabriel Águila. Dios bendiga y guarde a estos hermanos” (7) (8).
En marzo de 1963, mientras se encontraba en las prácticas finales como estudiante del Instituto, tiene lugar la aciaga intervención de aquella sede, que determinaría el arresto de su director, el Rev. Floyd Woodworth, y la pérdida de la continuidad en la preparación ministerial teológica de la obra.
En tal contexto regresa Aquiles Legrá a su tierra. Vivirá años difíciles de confusión y tristeza. Se incorporará a trabajar como entrenador de beisbol al Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (INDER), en Baracoa; continuaría allí su vida. Fluctuarían penosos altibajos hasta que, finalmente, se le vería restablecer su comunión con Dios y su pueblo.
Todos le recordarán siempre como el ser afable, familiar, paciente y cordial que fue, aun en sus horas más críticas. La pastora Ileana Legrá Matos recuerda:
Con mi padre [Rev. Nelsio Legrá Jardines] siempre mantuvo una gran relación. Se visitaban ambos y ya en su enfermedad era mi papá quien iba a verlo. Se hablaban frecuentemente por teléfono.
Él era feliz cuando llegaba el cumpleaños de mi papá; iba todos los años. Nosotros íbamos donde él. Allí cantábamos y compartíamos siempre la palabra de Dios y orábamos. Como dice el tío Amado él fue muy familiar y tuve la dicha, en mi última visita a Cuba hace tres meses, de verlo.
Mi papá compartió toda la vida con él hasta sus últimos días. Aquiles lo tenía como a un padre, a pesar de que era mayor que él (9).
Carmen Legrá Jardines comparte las memorias del final encuentro con su hermano: “La última vez que le vi me dijo que quería a Nelsio como di fuera su padre, que él nunca quería pensar en que le pasara algo. Me enseñó libros cristianos que leía y me habló de las emisoras cristianas que oía todas las noches”.
Biria Legrá Jardines resume el significado que deja en sus memorias para toda la familia: “Aquiles, mi muy amado hermano, jamás olvidaré cuántos lugares de culto hicimos juntos en la obra de Dios desde mi muy temprana edad. Él fue mi guía y mi gran ejemplo de amor a nuestro soberano y único Dios, Jehová de los Ejércitos. Sé que está con Él en sus santas moradas. Hermano querido, ahora en la Gloria, nos veremos. ¡Amén!”.
“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron” (Ap. 21: 4). Reciba toda la familia en esta hora de privación y dolor el abrazo del cielo, y la certidumbre del reencuentro que espera a los hijos de Dios “cuando allá se pase lista”.
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(1) Octavio Ríos Verdecia. Historia de las Asambleas de Dios en Cuba. Tyler: Rios de la Cruz Books Ministries. Tomo II, 2019, pp. 30, 31.
(2) Ibíd., p. 31.
(3) Biria Legrá. Entrevistada por Octavio Ríos. Templo “Palabras de Vida”. Asambleas de Dios en Santa Amalia, La Habana, 1 de enero de 2014, 1:21 a. m.
(4) Asambleas de Dios de Cuba. La perla inolvidable, 1962, p. 17. Archivos digitales del autor. Archivos de Historia de las Asambleas de Dios de Cuba.
(5) Octavio Ríos Verdecia. Memorias del pastor Benjamín de Quesada, Tyler: Rios de la Cruz Books Ministries. Tomo II, 2019, p. 60.
(6) Asambleas de Dios de Cuba. La perla inolvidable, 1962, p. 23.
(7) Kerry González, editor. La Antorcha Pentecostal. No. 8, noviembre de 1962, p. 12.
(8) Ríos. Memorias del pastor Benjamín de Quesada, Ibíd, p. 47.
(9) Ileana Legrá Matos. Entrevistada por Elízabeth de la Cruz Legrá. 26 de junio de 2022, 10:00 p. m.
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