Era prácticamente la única emisora radial cristiana que se escuchaba con claridad en Cuba, sobre todo en el oriente insular, allá, en la lejana Baracoa. Cada mañana llenaba de música y reflexiones cristianas el hogar de muchos que, en aquel devocional, refrescaban su sed. La única emisora para nosotros; no podíamos oír ninguna más.
El miércoles 24 de marzo de 2010, su director, Harold Camping, dijo, a través de ella: “No hay salvación estando en contacto con una iglesia local (…). La congregación está bajo el juicio de Dios (…). Las personas que están allí están siendo preparadas para juicio”. Se basaba en una interpretación suya de las palabras de Primera de Pedro 4: 17a: “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios…”.
Comentarista bíblico alguno, hizo jamás una exposición más errada y antibíblica. Entre los pobres cubanos aquella destructiva herejía tenía el gravamen de ser enunciada por el único canal de escucha radial.
Recuerdo que aquella mañana me dije: “Dios mío, qué solos estamos…”.
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