Pastores y maestros. ¿Qué son?
Útiles del pasado, borrados ya del recuerdo.
Lejanos desbrozadores de los caminos que nos trajeron aquí.
Árboles a cuya sombra estuvimos en tierras que quedaron atrás.
Brújulas remotas que develaron el norte cuando la hilaridad juvenil no podía hacerlo.
Estrellas de luz extinta.
Sepultos callados entre desmemorias.
Olvidados; nada más que eso, olvidados...
«Y él mismo constituyó (...) pastores y maestros» (Ef. 4:11).
Dios los puso en la Iglesia; nosotros, en el olvido.