Temprano en la mañana, apenas rompía el alba, escuchaba en Radio Fuzion un montón de ocurrentes «frases de viernes»; me sacaban una sonrisa mientras estaba al volante. La última me llamó la atención; decía: «Es viernes y mi cuerpo lo sabe». Expresaba una gran verdad. Los que trabajamos duro la podemos entender.
Gracias, Señor, por las fuerzas. Gracias por llegar al viernes.
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